Epilogo

Kai y Sehun, son unos ni?os traviesos de la misma edad. Son muy buenos amigos, siempre se han protegido el uno al otro. Un día llega una familia nueva al sector donde viven, y del camión de mudanzas baja un ni?o de aspecto tímido llamado KyungSoo, aunque su familia lo llama D.O.

Mientras en la casa de D.O acomodaban sus muebles y demás, él fue a pasear por los alrededores donde viviría. Cuando va llegando al parque que está a la vuelta, ve a unos ni?os jugando y mantiene la mirada sobre ellos, pasado un rato estos sintieron una mirada y casi por inercia se voltearon, al hacerlo se encontraron con un muy fallido intento de D.O. para esconderse. Sehun y Kai se miraron de manera cómplice y se acercaron lentamente a los arbustos que aún se movían por el intento desesperado que tuvo el chico tímido.
– Oye, ?se te perdió algo? – preguntó bruscamente el rubio, y, al ver que este solo seguía en cuclillas sin contestarle y sin mirarlo, bramó – ?Cómo te llamas?
– D.O...
– No te he oído, ?Dilo más fuerte!
– ?Sehun! Sé más amable – dijo Kai pegándole suavemente con el codo a su amigo – ?Nos dirías tu nombre, por favor?
– Mi nombre es D.O. – susurro hacia Kai
– ?Enserio te llamas D.O.? – exclamó el moreno junto con una peque?a carcajada
– Bueno, me llamo KyungSoo pero mis padres me dicen D.O.
– ?Porque? – Sehun tenía una cara de total confusión
– Porque es mas corto... creo, ?y ustedes?
– Mi nombre es Kai... y el agresivo de aquí es Sehun – contestó con una linda sonrisa

A pesar del insulto que dijo Kai, D.O. notó un profundo cari?o en sus palabras. Supo que la sonrisa que le dedicaba en ese momento era el inicio de su amistad.

Los tres iban corriendo por el parque mientras caía la noche; de apoco Kai disminuyó su velocidad hasta detenerse por completo y dirigió su mirada al cielo. Como Sehun sabía que era lo que pasaba con su amigo no se preocupó y volvió lentamente sobre sus pasos retomando el aire; al contrario, D.O., como iba último siguió corriendo hasta alcanzarlo y trato de seguir su mirada.
– ?Porqué miras al cielo?
– Me gusta el color que se forma... – respondió extendiendo una mano, como si tratara de tocar las nubes
– Siempre lo hace – dijo como explicando Sehun mientras se unía a su amigo de toda la vida – D.O, ?Cuantos a?os tienes?
– Tengo nueve a?os
– Kai y yo tenemos ocho a?os
– Soy mayor que ustedes – les encara D.O. sonriendo
– Si, pero eres el mas bajo – le respondió Kai aún mirando el cielo provocando risas entre ellos
– Por cierto, ?Donde vives?
– Me acabo de mudar a la casa que está a la vuelta – respondió con un gesto inocente de cabeza el pelinegro
– ?De verdad? - se sorprendió Sehun pues esa era la única casa que estaba vacía hace ya tiempo
– Entonces, ?Podremos jugar siempre? – preguntó un ilusionado Kai abriendo mucho sus ojos oscuros
– ?Sí! – a D.O. se le notaba emocionado – ?Y jugar mucho!

Los tres mostraron sus dientes en amplias sonrisas cuando a lo lejos se escuchó que llamaban a D.O.

– ?Ah! Es muy tarde, mi madre me llama... Nos vemos... eh... ah... adiós

Lo que D.O. realmente quería decir era "Nos vemos ma?ana" pero su corazón aún albergaba dudas y no quería decepcionarse si luego ya no querían ser su amigo por lo que solo corrió de regreso a su casa esperando con ansias el momento de volver a jugar con sus, esperaba, nuevos amigos.

Esa fue la primera de muchas tardes que pasarían juntos.

Transcurrieron tres a?os y se hicieron inseparables. En un día que las nubes tormentosas cubrían el cielo, D.O era perseguido por un perro enorme, este, tratando de escapar, se sube a un gran árbol esperando a que el canino se fuera para bajar luego. Solo después de varios minutos el perro abandona todos sus esfuerzos y se va, ahí es cuando el pelinegro cae en cuenta de que el árbol que trepó era increíblemente alto como para saltar hasta el suelo así que trató de acomodarse para esperar ayuda, afortunadamente, al cabo de un momento aparece Sehun y Kai
– ?Que haces arriba de ese árbol? – preguntó Kai despeinándose el cabello
– Me perseguía un perro grande y cuando me di cuenta estaba arriba de este árbol – dijo muy avergonzado – Y...ahora no se como bajarme – exclamó al borde del llanto
– Jajaja... Pues baja como subiste, tonto – le dice Sehun con voz burlesca
–Si lo pudiera ya lo habría hecho, tonto – responde con una mueca devolviéndole el insulto
– Sehun no lo molestes – lo rega?ó Kai – subiré y te ayudare a bajar – al decir esto último puso una mano en alto y la otra en su cadera, siendo fiel a un héroe
– Ya llegó Super-Kai – susurró para sí el rubio rodando los ojos
– Gracias eres un gran amigo – respondió D.O. aliviado
Pero antes de que Kai subiera al árbol para ayudar a D.O. se giró y le pegó con el pu?o a Sehun en la cabeza diciéndole "Tu, cállate"

En un descuido, donde el pelinegro apoya mal su pie este se resbala sujetando el pie de D.O y llevándoselo con él, para su mala (o buena) suerte este cae encima de Kai
– ?Estas bien? – preguntó
– Ah, eh, creo que sí – respondió mientras se ponía de pie y le tendía una mano al que sirvió como pista de aterrizaje
– No, no lo estás – dijo Sehun acercándose a D.O. con cara de preocupación – Te has herido la espalda con las ramas
– ?Qué? ?Enserio? – se sorprendió y trató de mirarse pero esto solo provocó un fuerte ardor – Ah, bueno, no se preocupen, estoy bien así que...
– Te llevaremos a tu casa
– No es necesario – dijo D.O. sorprendido por la determinación que tuvo Kai en sus palabras – estoy bien.
– Basta, solo vámonos – Sehun se pasó uno de los brazos del moreno peque?o por la espalda, Kai hizo lo mismo y emprendieron viaje.

Al llegar a la casa, le contaron todo a su madre y se marcharon con un agradecimiento de ella por cuidar a su adorado KyungSoo. Con bastante preocupación por D.O., Sehun y Kai lograron conciliar el sue?o después de mucho esfuerzo y a primera hora de la ma?ana volvieron a la casa de su amigo para saber como estaba
– Se encuentra bien – les contó su madre – ahora mismo esta en el hospital, era una herida bastante profunda, pero solo le dejara una cicatriz – puntualizó al ver la cara de terror de los muchachos
Quedándose mucho menos inquietos los peque?os se despidieron y partieron de nuevo a sus hogares.

Kai, al llegar a casa, se entera que ese día iría con sus padres a visitar a sus tíos, aún mientras sube a su habitación y se mete a la ducha piensa en lo que le ocurrió a D.O. Cuando terminó sus padres lo esperaban para salir, así que cuando se subió en la parte trasera del coche solo pensaba en lo pronto que le gustaría regresar para volver a ver a sus amigos.
Fue en el trayecto hasta la otra ciudad cuando comenzó a llover muy fuerte provocando que la vista de la carretera se dificultara cada vez mas
– Ten cuidado – advirtió la madre de Kai
– No te preocupes – el hecho de que el hombre dirigiera su vista a la mujer para sonreírle fue el causante de que perdiera el control del manubrio y el auto patinara hasta volcarse.

– Está muerto – susurró la enfermera después de examinar el pulso del adulto que iba de piloto en el auto y que ahora yacía en el suelo junto a la mujer que, a pesar de tener una herida profunda en la cabeza seguía respirando y el ni?o que solo se encontraba inconsciente.

Kai se mantuvo en ese estado por una semana, y, cuando al fin despertó lo primero que vio fue a un ni?o de catorce a?os y luego, sentados en un sofá al lado de su cama de hospital, a dos adultos con aspecto de no haber dormido durante días.
– ?Ha despertado! – gritó Suho hacia sus padres aún con la vista en el peque?o ni?o
– Déjalo respirar un poco – le dijo la se?ora rubia platina al infante y luego se refirió al convaleciente – ?Cómo estas? ?Tienes sed?
– ?Quienes son?
– Espera, ?no nos recuerdas? - el se?or se levantó de un salto y se aproximo lo que mas le era posible a la camilla - ?Somos familia!
– ?Donde esta Sehun? - preguntó Kai pues era el único nombre que podía recordar y por lo cálido que se sentía su corazón al recordarlo le insinuó que ese tal "Sehun" era muy importante para él; sin embargo, nunca contestaron.

Lamentablemente, el doctor no le dio el alta hasta después de una semana, pero a Kai eso no le importó, sus tíos y su peque?o primo iban a diario a visitarlo.
Cuando por fin salió del hospital se fue con su nueva familia a casa y fue cuando se atrevió a preguntar nuevamente por Sehun
– Viene en camino – fue la respuesta
– ?Enserio? Wow, genial. Gracias
Justo en ese momento se sintió el sonido del timbre y corrió lo más rápido que pudo para abrir la puerta, al hacerlo se encontró con dos jovencitos, al primero, rubio y bastante más alto que el segundo lo reconoció inmediatamente como su Sehun y solo saltó a sus brazos; se despegó después de un rato al recordar al otro individuo. Cuando se fijó se dio cuenta de que este lloraba
– Eh, ni?o, ?porque estas llorando?
– No es nada – respondió D.O.
– ?Estás seguro?
– Solo... he venido para despedirme, de ambos
– ?Qué? – Sehun estaba igual de sorprendido que Kai
– En unos días me mudaré a otra ciudad – explicó el más bajo mientras dirigía la mirada al suelo
Un silencio que se hacía cada vez más grande se instaló entre los peque?os y solo se rompió cuando D.O. dio media vuelta y empezó a caminar
– Gracias – le dijo Kai, el muchacho se volteó
– ?Porque? – le preguntó
– Si viniste a verme es porque somos amigos... creo. Muchas gracias
D.O. sonrió tristemente y lo único que salió de su boca fue un "Adiós"