Tierra Desconocida

Parte 1

Esta ciudad tiene un secreto

que aún no ha sido revelado

-?SOY UN GANADOR!

-Es realmente necesario…

-?Sí! Tienes que decirlo conmigo ?SOY UN GANADOR!

-Soy un ganador…

-Eso se escuchó como un suspiro, se tiene que oír, vamos te hará bien, repite conmigo ?SOY UN GANADOR!

-?Soy un ganador!

-Mejor, mejor, pero tiene que salir del pecho no de la garganta, vamos ?saca la voz!

-?SOY UN GANADOR!

-?Excelente! ?Vamos más fuerte! ?Que el mundo te oiga!

-?SOY UN GANADOR!

-?EY!

Dwincky y Todd bajaron la vista del escenario que armaban a la intemperie, a su alrededor aun había bastantes piezas por armar y los colores del amanecer se avecinaban en el cielo, la mayoría propuesta hacer el escenario aun no llegaba y ambos pensaron… que sería un buen momento para darse ánimo.

Eliot los miraba con una de las cajas apoyada en su cintura y sujetada por su brazo mientras que el otro podía en jarra el brazo derecho con una expresión que no rompía un plato.

Se llevó la mano libre a la boca y se echó a reír inclinándose así a abajo dejando la caja a los pies del escenario, libre el brazo izquierdo se apretó el estómago, se levantó deprisa y aun con la expresión cómica en su rostro les lanzo un puchero:

-?Les dije que me esperaran!

Fue una ma?ana divertida y bien merecida.

Las anteriores semanas acabaron el mes de Noviembre y el comienzo de la nueva actualización de un nuevo evento en la Universidad había azotado los salones, con el tiempo justo y poco tiempo para organizarlo, la presidenta y segunda al mando en la Universidad anuncio que los preparativos se hicieran inmediatamente.

Todo el mundo, incluyendo los profesores y la junto directiva o eso decía Nessie "el sequito de adoración al vampiro", necesitaban mano de obra para lo que sería un gran evento. Una famosa y espectacular festividad debía darse a cabo en unas semanas y aparentemente hasta la peque?a ciudad estaba involucrada en eso.

-La Celebración de la Fundación de Ciudad Verde –le había dicho el profesor Membrana en una de sus sesiones de estudios, ni siquiera los preparativos impedían su tan urgente deseo de convertirlo en un estudiante ejemplar o al menos eso había dicho él- se celebra las tierras donde los fundadores pisaron por primera vez, es una fecha importante para esta ciudad, aunque jamás había mucha información sobre quienes la poblaron –sonrió acomodándose los lentes- es un completo misterio.

No le sorprendió aquel dato, analizando su ni?ez, ya había pasado por suficientes rarezas para dudar de que el destino nuevamente lo había puesto en un lugar extra?o.

Esa palabra también había hecho que automáticamente pensara en Nessie, conociendo sus aficiones por el mundo de lo sobre natural, era imposible no imaginársela buscando las pistas para resolver lo que para ella seria, de seguro, el más grande misterio de su vida.

Y dicho y hecho, esos días Nessie no había hecho otra cosa que sumergirse en el mundo de los libros, empe?ándose una vez más en la búsqueda tras los pasos del desconocido fundador de la ciudad. Pues, como le revelo después, ese fue uno de los primeros casos que trato apenas entro en el ciudad el a?o anterior.

No era de extra?ar que por esa sencilla razón había elegido esa Universidad, en esa ciudad, en esas mismas tierras.

Se tornaba emocionada e impaciente por retomar su investigación después de meses de abandono, ansiosa por empezar el extra?o y más intrigante misterio, no había otra cosa en la pensara.

Lamentablemente no tenía todo el tiempo para centrarse en eso pues por azares del destino en una votación, ella y precisamente ella había sido seleccionada para dar vida a uno de los personajes principales de una obra que el Departamento de Arte había maquinado para una de las muchas leyendas que contaban sobre el descubrimiento de esas tierras en honor a ese gran día.

La estupefacción y sorpresa fue instantánea, sin olvidar la envidia de las femeninas del lugar pues aquel papel de aquella importante obra se había vuelto extremadamente codiciado, nadie quiso creer que alguien como Nessie con toda su "encantadora" personalidad recibiera un papel tan importante.

Pero era cierto e iba en serio.

Ni la misma Nessie podía creerlo e inmediatamente acuso a la Presidenta Maravillas de realizar este imposible.

Tenía sus razones, bastantes y todas decían que era una manera de alejarla de su objetivo.

-Yo sé que ella me quiere fuera de eso –una vez le dijo el día en que le dieron el famoso y extenso guion, eso sin contar las constantes u obligatorios ensayos a los que con pesar tendría que ir- pero no sé el por qué.

No pudo zafarse del tal "honor", su selección no solo alterada por la presidenta sino también el Decano, cuyo papel fue encontrada como el más merecido castigo para ella después de todos sus "incidentes".

Confabulación, había gritado ella, pero no tuvo más remedio que aceptarlo, después de todo, las palabras del Decano eran absolutas.

Así el tiempo de Nessie se vio injustamente reducido, provocando que sus días libres tanto en la ma?ana como en la noche no tuviera ni el más mísero tiempo libre, lo que provoco que su tiempo juntos fuera casi imposible a menos que coincidieran en el lugar y trabajo.

Lo cual, dicho sea de paso, no era muy seguido.

Y debido a eso él se vio ligeramente distraído.

Jamás creyó el día en que extra?aría su tiempo con Nessie, no es que estuviera agonizante por la falta de su compa?ía pero debía admitir que le había tomado aprecio, podía atreverse a decir que incluso lo extra?aba.

No podía decir que se sentía solo, Dwincky y Eliot han estado mucho tiempo junto a él en sus trabajos que siempre se cruzaban, y al final de cada día acaba con la alegría de saber que había podido estar con sus amigos.

Nessie no era precisamente uno hasta asía poco se había empezado a preguntar que la clase de relación que tenían, y mientras más lo pensaba menos sabia. Pero si era sincero no hacía mucho habían empezado una peque?a amistad, sin embargo él no lo sentía así.

Ella había irrumpido bruscamente en su vida, literalmente, se había ganado su miedo y rechazo casi instantáneamente.

Pero ahora… las cosas habían cambiado.

Se sentía cómodo, seguro y mucho más feliz a su lado que con cualquiera de sus amigos.

Era extra?o, pero no le daba miedo, la calidez que se formaba al estar juntos lo calmaba. Y por esa razón se había empezado a distraer.

Esperaba que eso no fuera nada malo.

El sol ya se alzaba en lo alto, hermoso cielo azul con nubes despegadas, el grupo de gente ya empezaba a llenar los pasillos y los salones.

Todos retomando su trabajo en ese gran festival.

Mientras él, sentía que poco a poco iba perdiéndose de la realidad.

Tan lento que apenas él se daba cuenta.

-Todd –ladeo la cabeza como despertando de un sue?o, miro al pan enfrente suyo y luego el due?o de la mano que se la ofrecía- hora de comer –sonrió Mindy.

Parpadeo aun aturdido y acepto el emparedado con un "gracias" muy leve, la sonrisa de la Condesa se agrando y se dio vuelta paseándose sobre el casi armado escenario para repartir el resto a sus compa?eros.

Miro el pan y lo mordió, sentía que apetito no tenía, lo volvió envolver en el papel y decidió comerlo más tarde volviendo a su labor con las tablas de madera.

No muy lejos de donde estaban sus amigos reían y lo miraban con disimulo, susurrando algo.

Habían estado comportándose de manera peculiar, algo sospechosa en realidad, sentía que sabían algo que el ignoraba.

Pero siempre apartaba ese pensamiento, puesto que si eso era cierto, no podría ser tan malo.

Volviendo a sus labores, todos arreglaban y preparaban grandes atracciones, como ya se había mencionado era para esa fecha tan especial.

Llevando semanas, horas, día y noche preparándose, tenían una semana para cumplir con el tiempo límite para dar los últimos detalles a esa celebración sumando que también era el último día del a?o.

Si había emoción, los exámenes se habían adelantando por esa razón, todos sabían que después de aquello tenían las muy deseadas vacaciones.

Era una bonita manera de acabar el a?o y dar la bienvenida al siguiente.

Por eso todo tenía que estar perfecto.

-Yyyyy, Todd.

Alzo la vista arriba aun con las manos llenas de pintura purpura, guardando las latas de pintura que le había tocado guardar, Dwincky desde arriba terminaba de colgar los focos en forma de mariposa había bajado su mirada con una traviesa sonrisa.

-?Llevaras a alguien al concierto? –rio bajando las escaleras, Eliot salió debajo del escenario con polvo en la cara y riendo con él.

Los miro confundido a ambos, ciertamente casi nunca podía entender su humor, a pesar de conocerlos un poco mejor eran un caso.

-Con ustedes –respondio un poco extra?ando- ?o no irán? –pregunto ahora dudando.

Ambos amigos intercambiaron una mirada, un lenguaje no verbal entre ellos cuando pensaban lo mismo, Dwincky sonrió mientras Eliot suspiro levemente.

-Si iremos pero no era eso –le respondio el pelinegro tomando su mochila que había quedado abandonada todo el día- pensábamos… –empezó intentando buscar las palabras adecuadas mientras los 3 se dirigían a la salida-… bueno creímos que, Eliot tu dile.

Eliot sonrió, asintiendo levemente.

-Creímos que irías con Nessie –Todd paro de caminar, de repente sintió que se paralizaba un momento- bueno, queríamos asegurarnos para no molestarte y dejarte a solas.

-Con… Nessie? –balbuceo Todd volviendo a caminar aun chocado- ?por qué querría eso? –sonrió nervioso.

No en realidad le encantaría, aun por razones que no podía entender, pero jamás lo había pensado como una posibilidad.

La risa de sus amigos lo saco de sus pensamientos.

-Creo que fuiste un poco directo Eliot –rio Dwincky.

-Lo siento –respondio Eliot ahogando unas risitas con la mano- olvide que aún no le dábamos la charla.

-?La "charla"? –ambos se voltearon a verlo- ?a qué se refieren? ? de qué hablan?

Se miraron otra vez y asintieron, cada uno lo tomo del hombro y empezaron a caminar más rápido asía la salida.

Todd se vio arrastrado asía el restaurante cerca de la Universidad, "La Alita Feliz", que a pesar de que era de noche aún tenía sus puertas abiertas.

Casi no pudo preguntar nada cuando lo sentaron en la mesa más apartada del lugar, las miradas de Eliot y Dwincky brillaban de ansiosa emoción, al parecer les urgía decirle lo que ambos pensaban.

-?Tú o yo? –pregunto Eliot impaciente.

-Dile tú, eres mejor en estos temas –respondio Dwincky emocionado.

-Ok –se giró a Todd que esperaba un poco confundido lo que sea que esas caras sonrientes tenían para decirle- Todd meses atrás hemos notado que has estado ligeramente distraído.

-En las nubes –agrego Dwincky sonriente.

-Al principio creíamos que algo te preocupaba, los exámenes o tal vez algún problema con el departamento –prosiguió- pero pronto nos dimos cuenta de que era algo más.

-Uy, me encanta esta parte –chillo Dwincky con las manos juntas.

Todd lo miro ahora más confundido, esperaba que lo que sea que le digan también aclarara un poco el extra?o comportamiento de ambos de hacía semanas.

-Algo realmente especial –Eliot sonrió más- nos dimos con la grata sorpresa de que tú…

-?Estabas enamorado! –interrumpió Dwincky levantándose del asiento con un gritito como de fan emocionada provocando que los pocos clientes, incluyendo también la cocinera, miraran a su mesa-… uy –rio apenado volviendo a sentarse.

-Dwincky, yo quería decirlo –le reprocho Eliot negando con la cabeza a su avergonzado amigo.

Todd se asustó un poco por la sorpresiva reacción de Dwincky pero después se quedó estupefacto.

?El enamorado?

-?Estoy enamorado? –murmuro a sus dos amigos que enérgicamente decían que sí, su mente se vio revuelto, esto le era demasiado increíble para creerlo- ?de quién? –los miro buscando respuesta.

Eliot y Dwincky bajaron sus nervios solo para después soltar una larga carcajada.

-?Q-Que? –tartamudeo intrigado por la nueva carcajada de sus amigos.

-D-Debimos suponer –respondio riendo Eliot.

-Vaya, ni tú mismo te habías dado cuenta –agrego Dwincky.

-Es Nessie –respondio Eliot controlando su voz- aunque no me sorprende, de todos nosotros, con ella es con la pasas más tiempo.

-Eso, y que hay que admitir que es linda –sonrió Dwincky.

Miraron a Todd esperando su expresión sorprendida, pero no hallaron ninguna, sus sonrisas se apagaron.

-?Todd? –lo llamo Eliot al ver la mirada ida de su compa?ero.

-?Estas bien amigo? –pregunto Dwincky moviendo su hombro, ya sin gracia.

Pero seguía inexpresivo.

En su cabeza aquel nombre había desconectado un montón de pensamientos, los recuerdos de las últimas semanas empezaron a presentar detalles que hasta ahora había ignorado, empezó a hundirse lentamente en su asiento sintiendo de pronto que le faltaba el aire.

Y se dio cuenta, de que era cierto.

Era la respuesta definitiva, la solución a sus preguntas y el motivo de su extra?o comportamiento.

Calidez y las risas de aquella persona de ojos miel, lo hacían feliz, tan feliz.

Su cara empezó a enrojecer de repente y sintió el sonido de algo que fuertemente latía en su pecho.

Miro a Eliot y a Dwincky, que lo miraban preocupados gracias a su peque?o show, se levantó de la mesa.

-Yo… tengo que irme –respondió sin más, colgándose la mochila al hombro y abandonando la mesa y a sus sorprendidos amigos- ?nos vemos ma?ana! –se despidió saliendo del lugar.

Necesitaba reflexionar sobre esto.

Peque?as estrellas se asomaban en la ciudad, siempre presentes sin importar las luces aun encendidas de la ciudad que trabajaba arduramente para el evento, igual que su Universidad.

Su edificio color leche seguía igual, el portero lo saludo con cabeza y él se la devolvió con una sonrisa al entrar.

Ya había llevado tiempo conocerlo y ahora estaba seguro de que no era mala persona.

Entro.

No había que juzgar a nadie por el exterior, sino por el interior.

Recordó nuevamente a Nessie, haciendo un repaso mental de todo lo sucedido este a?o, jamás habría querido conocer a alguien así.

La definió los primeros días como alguien imperativa y muy testadura, alguien que no aceptaba un "no" como respuesta, eso sin olvidar que era acosadora a un nivel espeluznante y bastante agresiva si se le provocaba.

Aunque lo de acosadora, solo con él, lamentablemente.

Pero también, podía ser dulce y comprensiva, con una paciencia infinita y un espíritu protector que lo hacía sentirse seguro.

Sentía que a su lado, terminara como terminara la situación, podía estar seguro de que sonreiría y diría que todo está bien.

Admiraba su persistencia, su esperanza y su fe por todo aquello que para ella era importante.

No era perfecta, ni un poco, pero para él esas cosas definían a la chica que ahora vivía a su lado.

Subió por las escaleras con un peque?o dilema en la cabeza.

?Tal vez por esas cosas se llegó a sentirse tan feliz?

?Cuándo habría pasado?

Y lo más importante era: ?qué iba hacer ahora?

El jamás se vio como el chico que correría riesgo y llegaría al fin del mundo por… una chica.

Por muy gracioso que sonara, podría apostar a que Nessie si era capaz.

Ella asía lo que sea con tal de defender lo que creía, y se preguntó, en como seria si fuera por alguien a quien amara.

Amor.

Se detuvo a medio camino asía arriba, apretó el barandal y sonrió con melancolía.

El jamás había recibido el amor que tanto esperaba de sus padres, por mucho que lo deseo, por mucho que espero… jamás ocurrió.

Y si lo pensaba ?qué podía esperar?, ?de que serviría ilusionarse nuevamente con esa idea?, ?por qué intentarlo?

Asia mucho que había olvidado, que en esa área estaba perdido.

Llego a su piso y avanzo el pasillo con la mirada baja.

Sería feliz con sus amigos, intento animarse, tal vez no era necesario.

Tal vez, nunca sentiría lo que era ser querido.

Al menos no de esa manera.

Alzo la vista viendo que ya llegaba a su apartamento, pero desvió la mirada y detuvo su caminar, casi pudo sentir en sus mejillas una leve temperatura.

Ella estaba parada ahí frente a la puerta de al lado, con el cabello enmara?ado y un estado cansado, ella parecía balbucear o maldecir un par de cosas en voz baja mientras sacaba las llaves de su mochila.

Era Nessie abriendo su puerta, estaba seguro, era ella.

Una emoción le lleno el pecho y sonrió.

-?Nessie! –la llamo casi sin pensar.

Ella levanto la mirada en su dirección percatándose de su presencia que se le acercaba con un singular entusiasmo en los pies, sonriéndole a modo de saludo.

-Todd… –sonrió al verlo llegar- ?Todd! –exclamo abalanzándose sobre el en un abrazo- ?Cuánto tiempo sin verte! –rio siendo atrapada torpemente.

-?Nessie! ?Ah! –grito Todd no pudiendo con el peso de la pelinegra provocando que cayeran al suelo-… ugh.

Después de risas y un montón de disculpas, ambos terminaron en el departamento de Todd, ordenaron algo y se sentaron en el sillón para ponerse al día.

-No sabes lo estresante que es, tsk –bufo Nessie tirándose casi literalmente en el sillón más grande, su expresión era de molestia, no había necesidad de preguntar- hay que hacer esto y luego aquello, esto sí y esto no, ?no lo soporto más! –se lamentó dramáticamente- ni siquiera puedo escabullirme, me tienen bastante vigilada…

Todd sonrió, sabia lo difícil que era para Nessie separarse un día de sus aficiones, aquella se desahogaba como si aquello fuera una tortura.

Pero era ella, literalmente si lo era, no había duda.

-Perdí bastante tiempo en esta tontería –dijo sentándose y poniendo orden en una cola a su descabellado cabello- en estos días es donde más acceso tengo en una sección de la biblioteca y con todo esto ni siquiera puedo verlo.

-?Qué sección? –pregunto picado por la curiosidad.

-Hay una sección aparte en la biblioteca que permanece oculta el resto del a?o –conto- se abre en estos días coincidiendo con la Festividad de Ciudad Verde.

-?Y por qué solo en esos días? –ella rio.

-Cuentan que aquello se debe a que esa sección contiene magia –sonrió- magia relacionada con el origen del pueblo y quien lo encontró… dura hasta el día de la celebración y se cierra al amanecer hasta el próximo a?o –se alisa el cabello- dicen que si te quedas dentro, no podrás volver a ver la luz del sol y hasta ahora nadie se ha atrevido a intentarlo.

-Vaya –suspiro Todd impresionado- por eso estabas tan ansiosa de investigar el caso.

-Es importante –hablo acercándose a él con expresión seria- podría ser la clave para revelar los secretos de esta ciudad –baja la mirada- no sé si te diste cuenta pero… desde que me mude he sentido que este lugar oculta mucho más.

El timbre sonó.

–Yo abriré –respondió Todd dirigiéndose a la puerta para atender a quien quiera que haya tocado la puerta- ?Robin?

Cinco minutos después estaban sentados los tres en el peque?o comedor, comiendo pizza charlando de lo que hoy en día les había pasado.

-Mi día fue bastante pesado –hablo Robin comenzando la conversación- ir de aquí para allá con un montón de libros en la biblioteca –recordó algo- Nessie, creí que estarías en el sector de historia a las 5, ?qué sucedió?

-Maravillas –bufo Nessie cogiendo otro pedazo de pizza- es realmente difícil escabullirse de esa sanguijuela, presiento que no me dejara en paz hasta que termine el festival y pierda mi oportunidad.

-Lo lamento –Nessie suspiro- y puede que no ayude pero, ?Maravillas no te había dejado un guion que estudiar?

-??Otro más?! –pregunto exaltada y con la boca llena.

-Me informo que era para ma?ana… –susurro justo en el momento en que la puerta del departamento se cerraba e insultos se escucharan detrás de esta- mejor voy para allá antes de que alguien se queje –dijo parándose y dejando su plato en el fregadero.

Todd asintió, ambos sabían que si no intervenía las cosas con los vecinos podrían… acarrear problemas no deseados.

-De verdad lo lamento por Nessie –Todd miro a Robin que ya tenía su cartera al hombro –aparentemente este a?o tampoco podrá averiguar lo que quería.

-?Por qué? –pregunto siguiéndola hasta la entrada.

-Siempre hay algo que lo evita –respondió Robin –pedir ayuda eso es lo que le he dicho pero, es muy orgullosa, siempre ha quería hacer todo sola.

Asintió, era cierto, Nessie era así.

-Bueno gracias por la pizza –se despidió Robin, volvió asentir- nos vemos.

Se dio vuelta al cerrar la puerta y se quedó pensando.

-Sola –susurro para así.

Así jamás iba a lograrlo.

-?Qué quieres que haga qué? –la voz desconcertada del Profesor Membrana se escuchó en su salón casi desierto, claro exceptuando las carpetas demás que se estaban guardando en este cuarto.

Todd sujeto su mochila y lo miro con suplica.

-Por favor –imploro.

Membrana se quitó los lentes y se apretó la cien, lo miro y suspiro, no parecía muy convencido.

-Es para un… trabajo –dijo Todd titubeando, parecía que su tutor no parecía creerle su "peque?a" mentirilla.

-Ese es el problema, Todd –le respondió guardando los últimos papeles en su portafolio- los maestros no estamos dejando tarea, tu profesor de Historia no pudo dejarte ese tipo de trabajo que –cerro el portafolio- implicara aventurarse en la sección privada de la biblioteca, cuando ese lugar está restringido tanto como para alumnos y profesores –lo miro fijamente, empezó a sudar la gota gorda- dime, ?a qué se debe esta extra?a petición, Todd?

Apretó la correa de la mochila y trago seco, sabía que su respuesta tenía la probabilidad de ser negativa, suspiro derrotado.

-No, por nada –bajo la mirada- lamento hacerle perder su tiempo.

Membrana se cruzó de brazos y lo estrujo con la mirada, sabía que esto podía pasar todos sabían que así de simple no pedía las cosas, ya había picado su curiosidad.

-?No hay razón? –Todd la miro- soy curioso Todd –se recoloco los lentes- y tu respuesta no hizo más que desconcertarme más de lo que estoy.

Puso una mano en su hombro y le sonrió.

-Puedes decirme.

Miro a su profesor y lo pensó un poco, la verdad jamás se había aventurado en una búsqueda, tal vez la ayuda de un amigo le sea útil.

-Es por el festival –empezó a contar- yo quería serle de ayuda a una amiga, ella no podía buscarlo pues se vio… ocupada –balbuceo al ver como la expresión de Membrana se tensaba- pero si no puede ayudarme lo entenderé, bueno, ?debo irme! –termino deprisa dirigiéndose a la salida.

La mirada que en ese momento Membrana le daba le provoco escalofríos.

-Todd –paro en seco con la perilla en mano- ?hablas de Nessie?

Rogó que lo tragara la tierra mientras se volteaba asía el, no había olvidado lo de ese día en su apartamento, y de quien pronunciase ese nombre delante de él era para no salir vivo después.

Eso había escuchado.

–S-Si –tartamudeo nervioso- ?pero sé que está ocupado con todas estas cosas del… del festival! –balbuceo sonriendo en vano- ?no quiero retrasarlo y…

-Te ayudare –abrió los ojos como platos.

-?Eh?

-Sección de Historia, la conozco perfectamente –prosiguió Membrana llegando a su lado- sígueme sé dónde está –dijo saliendo del salón.

Se quedó estático, casi perplejo por esa escena que le resulto casi irreal, estaba en shock.

-??No vas venir?! –lo llamo su profesor sacándolo de su impacto cerebral.

–Y-Ya voy –respondió corriendo asía a el que lo esperaba en el pasillo- voy detrás de usted.

Membrana suspiro con pesadez y reanudo la marcha con el siguiéndolo de cerca.

En el salón de la directiva era casi un caos terrible ajetreó se armaba mientras cierta pelinegra intentaba salirse de las garras de sus perseguidores, las cuales eran 5 chicas en el intento de impedir que se fuera se la estaban pasando mal.

-?Jamás! –chillo Nessie sujetada por 3 chicas que se desvivían para que se sentara.

-?Por favor! ?llevamos casi una hora perdiendo el tiempo en esto! –grito una rubia ya a punto de llorar de llorar- ?déjate hacer!

-?Es solo cabello! –exclamo una de las chicas que la sostenía.

-?Nunca! –grito Nessie librándose sorprendentemente del trio y pasando de largo a las dos de sus delante, saltando asía la salida- ?ni lo pienses!

Abrió la puerta y casi se empotro su cara con nada menos que Mindy.

-?Otra vez? –pregunto con sarcasmo y brazos cruzados, Nessie se adentró al cuarto riendo nerviosamente.

-Hola, Mindy –sonrió Nessie consciente de la reprimenda que iba a recibir, su amiga suspiro.

-Déjenos solas –ordeno Mindy entrando al cuarto seguida de Robin, la pelinegra ya podía darse por muerta, se vio a las 5 chicas retirarse rápidamente cerrando la puerta- siéntate.

-Pero… –balbuceo al tiempo que Robin se acercaba a ella.

-Nessie –hablo Robin tomándola firmemente de los hombros y sentándola en la silla detrás de ella, girándola para quedar frente al improvisado tocador- no nos lo hagas más difícil.

Nessie suspiro mientras Mindy preparaba el tinte, Robin se sentó en otra silla para permitirle trabajar y de paso mantener tranquila a su hermanita.

-Te prometo que solo serán las puntas –le aseguro Mindy tomando el primer mechón de pelo- podrás quitártelo en 3 cortos días.

-Lo dices porque no vas a pintarte el pelo –gru?o Nessie.

-Es necesario, tu personaje lo tiene así –respondio Mindy coloreando las puntas.

-Bobo papel –susurro Nessie cruzada de brazos.

-Mira el lado bueno –intervino Robin- son verdes.

Una peque?a sonrisa apareció en su rostro y se dejó hacer.

-Cambiando el tema –comenzó Mindy concentrada en su tarea- ?Cómo va las cosas con Todd? –pregunto con una sonrisa pícara.

Robin aguanto una carcajada mientras el rostro de Nessie se pintaba de rojo.

-Ah… bien –susurro bajo, hundiéndose en la silla- ?Por qué lo preguntas?

-Vamos, no puede seguir igual –se quejó Mindy yendo por la mitad –no eres tan tímida.

-?Con qué? –rió nerviosa intentando evadir el tema.

-Nessie –hablo Robin llamando la atención de ambas- sabemos que lo que sientes por Todd es algo más que una simple amistad, lo que nos preguntábamos era, ?por qué esperas tanto?

-Puede que el chico sea el que de el primer paso –agrego Mindy sonriendo- pero si hablamos de Todd, creo que podrías hacer una excepción.

Nessie inflo las mejillas levemente sonrojada.

-Están diciendo bobadas –respondió ella con terquedad- Todd y yo solo somos amigos.

Robin y Mindy intercambiaron una mirada, era obvio que algo ignoraban de Nessie, pero sabían que además de ser la orgullosa investigadora seguía siendo una chica con inseguridades.

En el amor… era algo en lo que no era buena.

-Bueno –hablo Mindy terminando su trabajo y abrazándola por los hombros- ?Qué te parece?

Un bonito verde esmeralda había te?ido las oscuras puntas de su cabellera negra resaltando de manera más hermosa el color.

Nessie sonrió frente al espejo.

-Es hermoso.

La biblioteca estaba repleta por los grupos que planeaban o ajustaban los últimos detalles a los trabajos que desfilarían en el festival, tanto el suelo como las mesas estaban ocupados, eso no impidió el caminar de Membrana que los pasaba a todos sin decir una palabra.

Con Todd siguiéndolo de cerca.

Se adentraron en los estantes de los libros donde ya no estaba la gente y se detuvieron en uno de ellos, uno pegado a la pared, no muy diferente del resto, que guardaba en sus 6 sectores libros con la misma pasta verde.

-E estado explorando estos lugares por un tiempo el a?o anterior –hablo Membrana parando en frente de los libros verdes- yo tenía curiosidad por algunas cosas y un día que buscaba un libro –estiro la mano alcanzando uno que tenía caracteres dorados en la portada- encontré esto –dijo sacando ligeramente el libro.

De pronto el estante se abrió en 2 y una larga escalera asía abajo se les apareció ante sus ojos, antorchas a los lados se encendieron iluminando la bajada, invitándolos a bajar.

Todd dejo escapar un "squeek!" ante la visión.

-Quede tan impresionado como tú –sonrió Membrana al ver su expresión- guarde mi descubrimiento ante los demás, la Universidad nunca le gusto que divulgaran sus secretos –se adentró- ?vienes?

Miro las aterradoras escaleras asía abajo, quizá en dirección a una segunda habitación, trago seco y asintió.

Se adentraron en las escaleras y cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la entrada esta se cerró.

-Tranquilo –dijo Membrana tomando la manija del portón alentando a Todd hacer lo mismo- ?listo?

Exhalo una gran bocana de aire, preparándose para lo que sus ojos verían, dándose valor.

-Listo –respondió decidido.

En uno, dos ambos jalaron de las manijas, utilizando amabas fuerzas para abrir la puerta dejando escapar una fuerte luz detrás de esta.

Ambos se asomaron para ver el interior de aquel extra?o cuarto.

Pared y suelo hechos de madera de cerezo, cinco vitrinas de un color esmeralda y negro que estaban frente en redondéela de un altar prendido con dos velas flotantes que desafiaban la gravedad, un almohadín de color donde reposaba un libro de pasta negra con caracteres verdes y decorados con esmeraldas o eso se podía ver.

Al entrar al cuarto se dieron cuenta de que era como una torre con más vitrinas de hermosos colores arco iris, libros que flotaban en espiral parecido a un leve remolino y una escalerilla color cobre que se alzaba asía arriba cerca de ese espiral de libros.

-Por la ciencia real… –murmuro Membrana con ojos asombrado por aquella imagen tan irreal a la estaba enfrentando sus ojos.

Todd se quedó tan impresionado como la persona a su lado, no podía creer lo que veía, todo era tan… fantástico.

-Este es el lugar –escucho decir Membrana quitándose los lentes y sobándose los ojos-… es lo que lo siempre pensé.

Volvió su vista al lugar, los libros y las múltiples vitrinas, si aquel era el lugar del que Nessie le hablo no sabría por dónde empezar a buscar.

-Debe tener un millón de libros… –balbuceo su joven Profesor subiendo las escaleras aun con asombro- ?esta lugar tiene un montón de historia!

Todd bajo mirada mientras Membrana se aventuraba un poco más, pensando donde empezar a buscar, con todos esos libros… ?podría tomarle una eternidad!

Y lo que dijo Nessie de quedarse atrapado aquí ya no le parecía tan descabellado, viendo el lugar, era posible más que entrar a esta habitación se estuviera involucrando en algo mucho más grande de lo que pensaba.

Tembló, un fuerte miedo le recorrió la espalda.

Tenía que salir de aquí.

No, negó con la cabeza, no podía permitir que su miedo lo dominara.

No esta vez.

-Hay que revisar de arriba abajo –hablo dirigiéndose a Membrana aun embelesado por la visión.

-?Bien! ?Yo arriba! ?Tú abajo! –anuncio Membrana subiendo a toda prisa por los escalones.

Todd miro como subía, aun parado en el mismo lugar, suspiro resignado.

Dio unos pasos asía la escalera hasta que se acordó a aquel primer libro que los recibió, giro su cabeza y lo vio, no tenía nada que perder.

Solo debía empezar desde abajo.

Mirando más de cerca el libro pudo apreciar su portada, sus detalles, la fina y perfecta manera de las joyas colocadas en posiciones que aparecía una constelación.

Tenía enredaderas por encima del dibujo abrochados por las joyas y sus púas daban una impresión enga?osa como si se moviera.

Era un libro hermoso.

Pareció que un peque?o silencio se hizo cuando alargo su mano para abrirlo, de verdad se había hecho silencio no podía ya escuchar el movimiento agitado de su profesor, no se dio cuenta de que el fuego de las velas se había vuelto verde o las vitrinas empezaran a moverse a voluntad saliendo del marco como piezas rotas de un espejo.

-?Espera!

Abrió los ojos sintiendo recién como su brazo era sujetado lejos del libro, Membrana había llegado justo a tiempo antes de que lo tocara, levanto la mirada al frente y solo ahí se dio cuenta de las afiladas piezas que amenazaban con atacarlo y que perturbadoramente regresaron a su lugar original cuando alejo su mano del libro.

Las velas se apagaron y cayeron al suelo.

–?Q-Que… paso? –balbuceo al ver la cara seria de Membrana que lo soltó dando un bufido.

-?Ibas hacer atravesado por los vidrios! –exclamo Membrana eufórico, Todd ahogo un "squeek"- sabía que era demasiado bueno para ser verdad, hay que salir de aquí.

-Pero… –Membrana lo miro con una mirada que le dio escalofríos-… ese libro –no se dejó intimidar- puede ser lo que estoy buscando.

-??Estás loco?! –grito Membrana tomándolo de los hombros- ?ni siquiera lo tocaste y ya te iban a matar!

-?No lo harían si no fuera algo importante! –respondió zafándose de su agarre dejando a su tutor sorprendido por su reacción, pero luego frunció el ce?o.

-De acuerdo, ?bien! –hablo Membrana de mala gana empujándolo afuera de la habitación- ?quieres el libro? –pregunto acercándose a él y de un parpadeo de lo lanzo- ?pues ten!

El tama?o y peso del libro lo propulsaron asía atrás, en el momento en que Membrana se hacía paso entre su turbación y los vidrios que se le venían encima, con una patada certera cerró la puerta que rápidamente fue clavada por los múltiples vidrios que atravesaron la gruesa madera.

-Espero que hayas acertado –escucho la voz de Membrana que parado a su lado, le daba la mano para ayudarlo a levantarse-… porque si alguien se entera de "esto" -se?alo la puerta- nos va a perjudicar a ambos.

Todd asintió y miro el libro en sus manos.

Esperaba que hubiera valido la pena.

Quien diría que su profesor "favorito" irrumpiría en su apartamento nuevamente, después de lo de esa vez, con una razón totalmente distinta.

-No tengo nada que hacer –le había dicho el sentado en el sillón con los brazos cruzados, además, ha pasado mucho desde que vi esa expresión en su rostro.

Lo miro confundido, el libro yacía en las piernas de Membrana, después de una meticulosa observación de su contenido se negó a separarse de el.

-?Qué? ?de quién habla? –pregunto desconcertado.

-No… es importante –respondió Membrana restándole importancia.

Desde lo sucedido en la biblioteca, habían acordado no decirle nada a nadie, excepto a la persona que iría a tocar su puerta.

Casi entrada la noche se escucharon unos "toc-toc" provenientes de la puerta departamento.

Ambos se miraron, ella ya estaba aquí.

-Todd –saludo Nessie al verlo- ?qué pasa?, el mensaje decía que era urgente.

-Y lo es –respondió Membrana parándose del sillón, mostrándole a Nessie para su desagrado, que él también estaba aquí- cuanto tiempo si vernos –sonrió con sarcasmo.

Ella frunció el ce?o y lo miro molesta.

-?Qué significa esto?

Todd aspiro el aire y comenzó con una sencilla respuesta:

-Tengo el libro –respondió intentando sonreír.

-?Qué?

-Libro –gru?o Membrana aventándole el dichoso libro a la cabeza- tantas molestias por nada –bufo- Todd creo que me retirare al ba?o y luego me iré de aquí, veo que no soy bienvenido –termino de decir retirándose al ba?o.

Todd suspiro, la verdad era que la antipatía de ambos hacía difícil estar con ellos al mismo tiempo, miro a Nessie sobándose la cabeza y renegando sobre el profesor con el libro en sus manos.

-Lo lamento –se disculpó por el profesor, puesto que sabía que aquel no iba hacerlo, le hizo un gesto para que se sentara- pero él me ayudo a encontrarlo y pensé…

-?De dónde lo sacaste? –miro a Nessie que tomaba asiento con el libro ya abierto, sus ojos relucían junto con una sonrisa brillante, como emocionada- ?este es!?por Júpiter!, pero, ?cómo?, digo, ?es increíble!

-Pensé que te alegría –contesto sentándose junto a ella- has estado días suplicando tener información sobre esta ciudad –se hinco de hombros sonriendo tímidamente-… quería ayudarte.

-Gracias.

Sus mejillas se colorearon un poquito.

-?Yo también ayude! ??recuerdas?! –se escucho el grito enojado de Membrana proveniente del ba?o, rompiendo el momento.

No pudo evitar reír mientras Nessie hacía una mueca de disgusto.

-Y ignorando eso –hablo volviendo a centrarse en el libro- finalmente podre averiguar sobre esta tierra –abrió el libro y lo miro sonriente- y a 3 días para que comience el festival –bromeo para luego leer las primeras líneas de tinta negra- "Hacia mucho tiempo un sue?o nació de mí, mantener estos recuerdos comencé a escribir y traicionada fui…"

La luz se apagó no impidió que Nessie se detuviera pues las palabras empezaron a brillar en verdad ante el asombro y espanto por parte de Todd.

"La luna dijo toc-toc, abrí la puerta, el fuego me consumió" –las ramas estampadas de la portada empezaron a salir del libro, enroscándose en las mu?ecas de Nessie, que sin darse cuenta seguía leyendo- "manos mortales no deben ver mis sentimientos, mi alma yace aquí, mi corazón clama venganza…" –el suelo empezó a brillar de un verde esmeralda y pareció que su voz era acompa?ada como un eco; con otra, muy distinta- "… cree o no, tus manos arrastradas serán las que la primera persona cual a?os atrás profanado mi santuario, maldecido…" –Todd se cuenta de que algo andaba mal, Nessie yo no era quien leía- "… a participar, en esta historia…"

Cerro el libro, la luz se fue, las espinas se esfumaron y la luz regreso.

Nessie parpadeo y soltó el libro dejándolo caer al suelo, lo miro desorientada y completamente asustada, igual que él.

?Qué hubiera pasado si no la hubiera hecho cerrar el libro?

-Escuche… –balbuceo ella temblando-… un grito.

Voltearon sus miradas asía la puerta del ba?o que se abrió sola, Todd se paró a revisar, mientras Nessie se abrazaba las rodillas mirando el libro con temor.

Fijo su mirada en el ba?o individual, la luz estaba apagada y en el momento en que la prendió una bola de luz azul emergió de la ducha y se vino contra él, la esquivo a tiempo antes de que impactara contra su cara.

Aquella luz quedo suelta y salió del ba?o para ver cómo está se acercaba a Nessie.

-?Cuidado! -le advirtió provocando que Nessie viera la luz y sacara su cabeza del camino.

Esa luz se zambullo en el libro ante sus ojos provocando un leve resplandor azul en las páginas del libro.

-El Profesor Membrana... él estaba –balbuceo ante la rara visión.

-No puede ser –susurro Nessie al tiempo que el libro dejaba de brillar.

Mostrando el libro ahora en su portada, una gema azul que antes no estaba, en medio de las demás y encadenada por las espinas.


-Esto no estaba en el plan… no estaba en el plan…

-Por favor perdóname.

-?Lo prometiste!

Abrió los ojos rápidamente, no soporto más los gritos de sus pesadillas, ecos de sus más profundos recuerdos.

Recuerdos que creía ya haber olvidado.

Se llevó las manos a la cabeza jalándose los cabellos mientras su respiración recuperaba su calma.

Entonces pudo percibir algo diferente, algo extra?o en el entorno.

Presto atención a su alrededor dándose cuenta que estaba solo, más que eso no había nada con él, a su alrededor todo estaba totalmente en blanco.

-?En dónde… –se preguntó poniéndose de pie-… estoy?

Dio unos pasos y cuando apenas estaba a un metro su camino se vio obstaculizado por una fuerza aparentemente invisible, todo a su alrededor sintiendo como "sea lo que sea" lo tenía encerrado.

-Es una esfera –susurro poniendo las manos y guiado por el tacto adivinar la forma de lo que presuntuosamente se sentía como el cristal.

Sintió movimiento, pronto supo que por parte de él no, cuando su entorno empezó a pintarse de intensos y familiares colores provocando que aquella esfera se elevara permitiéndole ver el cambio a su alrededor.

A su alrededor se levantó mesas y paredes, habitaciones se formaban y una clase mansión se levantaba delante de él, arboles, veredas y calles empezaron hacerse presentes, personas andantes se asían presentes y el clima ante sus ojos cobro un tono más oto?al.

Abrió los ojos con sorpresa.

Aquello que se creía una mansión, era un museo.

Y no uno cualquiera.

Conocía ese lugar… desde hace mucho tiempo atrás.

No creyó volver a ver el lugar de sus recuerdos, la primera instalación alusiva a la ciencia en los a?os en los que aún era un ni?o y que sería demolida 7 a?os después para armarse a lo que hoy se conocía como el "Observatorio".

Volvía a ver esa ma?ana de oto?o, la inauguración del local, la emoción en el aire por ver nuevos avances de su amada ciencia.

-Rodger Membrana –una voz sonó a sus espaldas, voz que jamás creyó volver a escuchar y menos volver a ver.

Al parecer la cúpula se había instalado al frente de lugar y le permitió voltearse y encontrarse con un personaje familiar.

Se quedó en shock.

–?M-Mamá?

El sonido del libro cayendo en una de las pocas mesas del salón vacío se escuchó como un reventar en las paredes, pasos de la suela de la zapatilla se escucharon caminar de un lado al otro enfrente de la mesa, Todd al fondo sentado en una de las cajas veía como la pelinegra entraba en un colapso.

Estaba igual de preocupado que ella.

-Esto está mal… esto mal, mal, mal –balbuceo con las manos en la cabeza no encontrando palabras exactas para describir como se sentía.

Estaba preocupada y muy asustada.

La noche pasada habían quedado en no dejarse llevar por la imaginación, que no había que alarmarse porque él pudo haberse ido antes de leer el encantamiento, pero esta ma?ana había terminado por desvanecerse esa posibilidad.

Membrana no estaba, hasta sus colegas habían asegurado que no había regresado a su departamento después de marcadas las 12, simplemente había desaparecido.

Pero, claro que no, ellos eran los únicos que sabían que no era así.

Tenía la prueba en esa mesa, en ese libro que por supuesto no habían vuelto abrir desde anoche.

Nessie se lo había llevado y hoy después de confirmar sus sospechas sobre esa nueva esfera azul en la portada, trajo consigo otra desagradable sorpresa.

Las hojas estaban en blanco.

Eso había provocado en Nessie más presión del que nunca creyó verla cometida.

Todd se levantó y fue hasta ella, que se detuvo enfrente de la mesa, le estaba de como esto pudiera afectarle.

-?En blanco! ?En blanco! –empezó a gritar agitando el libro entre sus manos- ?Estúpido libro!

-Nessie calma…

-?Devuélvemelo! ?Sácalo! –grito más fuerte amenazando con arrojar el libro por una de las ventanas abiertas.

Todd al ver esto la tomo de los brazos interviniendo en la acción.

-?Nessie calma! –le dijo elevando la voz captando su atención- gritando no va hacer que regrese… –pudo ver que los ojos miel que lo acompa?aban se volvían cristalinos-… por favor, suelta el libro –le rogó.

No sabían que había pasado, tampoco el que había que hacer para arreglarlo, ella se estaba dejando consumir por el miedo.

Necesitaban el libro y Nessie al darse cuenta estallo a llorar antes de soltarlo.

-Tiene a mi mejor amigo… –balbuceo cubriéndose el rostro-… le prometí que jamás le volvería a meter en una situación así, lo prometí.

La abrazo y no le dijo nada.

?Qué decirle?, jamás creyó estar en una situación como esta.

–L-Lo vamos arreglar –balbuceo mientras ella lloraba en su pecho- lo traeremos de regreso.

?Qué hacer?, ?cómo lo harían?, solo tenían un libro como única pista y ninguna ayuda.

Se agacho a recoger el libro mientras Nessie modulaba su llanto.

Esta era la primera vez que la veía llorar y no sabía qué hacer.

-Estoy seguro… de que él está bien –dijo levantándose y devolviéndole el libro.

Una frágil e insignificante esperanza, pero lo suficiente para hacerla sonreír.

-Eso espero –susurro abriendo el libro pasando desde sus últimas páginas en blanco hasta las primeras páginas donde noto algo que antes no estaba ahí-…

Todd tomo el libro al tiempo que el rostro de Nessie se nublaba y empezaba a temblar.

Ahí en las primeras páginas, como si fuera magia, se empezaba a recrear un retrato de un gran museo con todos los detalles.

-?Qué es esto? –se preguntó intentando comprender el significado de aquel retrato.

-Conozco ese lugar… –respondió Nessie, Todd la miro-… ese lugar.

Todd pudo apreciar una gran cantidad de emociones encontradas en ella, su sonrisa junto con un par de lágrimas que se resbalaban de sus mejillas, no estando triste ni tampoco feliz.

Nostalgia.

-No puede ser… –susurro ella después de una pausa- … aun no lo ha olvidado.

A unos metros bajo tierra, lejos de todo el bullicio de los preparativos para la festividad, un eco rebotaba por las ocultas escaleras de la biblioteca.

La puerta de enfrente a ella se podían ver vidrios perforando la gruesa madera, evidencia de que tras la puerta resonó al ser abiertas y la habitación se ilumino brillando las ventanas y haciendo notar todos sus libros.

O mejor dicho… casi todos.

Dos manos pálidas repasaron el altar vacío antes de destrozarlo con una de ellas, quedando la madera inutilizable e irreconocible cuyas velas ya no encenderían más.

La luz de la habitación se apagó.

Dos grandes rubís brillaban con un esplendor tan poderoso, como quien se a dado cuenta de que perdió su preciado tesoro, y eso tiene un nombre.

Furia.

Casi esbozo una sonrisa de alegría al verla ahí, a su delante, otra vez con vida.

Rejuvenecida con sus cabellos negros amarrados por ese mo?o que siempre solía usar, sus googles de cristal color agua que brillaban más que antes, su bata blanca impecable cerrada a la perfección su figura como un formal vestido para el trabajo, sus tacones de aguja se oían con sincronía mientras movía uno de los pies como quien estaba esperando.

Y en realidad, y si la miraba bien, así era.

Estaba a punto de hablar, decir algo lo que sea, esto era increíble.

Pero bien no se dio cuenta de que esos ojos maternos no lo miraban a él hasta que otra voz le traspaso el alma.

-Lo siento, mamá –escucho a su detrás.

Se tragó su propia lengua y lentamente dio vuelta atrás para encontrarse con nada menos que… consigo mismo.

Su mirada choco por un momento con el mismo reflejo de su yo más joven, el mismo ámbar, contemplándose nuevamente como un ni?o.

Peque?o, bajo, cabezón según le decían, con una guada?a sobre la cabeza, usando una bata tres veces más grande que él y que estaba abotonada desde el cuello hasta el suelo, en esa época se había dado el privilegio de usar anteojos para un evento importante.

Y entonces lo supo.

Este era un recuerdo.

Y no uno cualquiera.

-No debes entrar solo ya te lo he dicho –suspiro su madre tomando de la mano al Membrana más peque?o e ignorando el de la presencia del más grande- ahora parados firmemente y… –dijo abriendo las puertas de par en par-… sonríe para la cámara.

Membrana veía como su yo más peque?o y su madre entraron al mar de flashes que se generaba, podía recordar que era su madre uno de los invitados de honor, fue este el primer evento que asistió con ella y… también el ultimo.

-?C.I.E.N.C.I.A.R.E.A.L! ?La gran organización que cambiara el futuro! –proclamo sus madre en el escenario del gran salón, provocando que todos los invitados prorrumpieran en aplausos.

Se vio así mismo aplaudir, sonreír, enorgullecerse de la mujer que era su madre.

La más famosa científica del momento y due?a de "C.I.E.N.C.I.A.R.E.A.L" el más grande laboratorio de la ciudad y propiedad de las Industrias Membrana, cuya herencia era por supuesto suya.

Se cruzó de brazos y se sentó con su yo de 6 a?os, recordando que a pesar de ser tan joven poseía un intelecto mental precoz y brillante, que había permitido trabajar en aquellas instalaciones que un día serian de él.

Podía recordar su indefinida respuesta en el reclamo de la empresa, cuyas puertas se mantenían cerradas desde el fallecimiento de su joven madre, y del cual aún no se sentía con la capacidad de reabrir.

Muchas veces hubo deseado volver a tener 6 a?os y crear inventos para sí, jugando siempre sin verse retenido por esa importante decisión, con la inocencia de que siempre seria su madre quien jamás abandonaría el puesto.

Suspiro al lado suyo, mientras el ni?o a su lado se paraba de la silla y salía a curiosear, se apuró de seguirlo.

A esa edad nunca había tenido amigos, no existía ni?o que pudiera entender su pasión por la ciencia y la efervescente ansiedad por descubrir cosas más grandes, no había nadie que pudiera estar a su "altura".

O eso creyó.

El megáfono de toda la Institución se escuchó el siguiente anuncio:

"El lugar estará terminada mente prohibido el acceso hasta el sábado 26, al final de la semana, todo preparativo en construcción solo tendrá este día para su finalización o retiro inmediato…"

Se escucharon en todos los pasillos, salones y uno en particular en la que estaban Nessie y él. El anuncio les vino inesperadamente.

"… nuestra Universidad no tolerara el incumplimiento de este aviso y se informa que los que ya tengan todo preparado…"

-Lo saben –murmuro Nessie descifrando el significado del anuncio, que el propio Decano anunciaba, miro el libro- por Júpiter es por el libro.

"…pueden retirarse."

El jaloneo de su mano que Nessie le coloco, vino antes de que fuera arrastrado por las escaleras y finalmente al exterior donde todos los compa?eros de la Universidad se retiraban, puesto que la mayoría ya había terminado lo que a cada grupo se había propuesto.

-?Todd! –se escuchó voces detrás de ellos.

Pararon y vio a su detrás como Dwincky y Eliot venían corriendo asía a ellos.

-Chicos –hablo Dwincky- los estábamos buscando por todos lados.

-Bien raro fue lo del anuncio –agrego Eliot.

Todd sonrió, no tenían ni idea.

-Planeábamos ver una peli en casa de Eliot –dijo Dwincky sonriendo ampliamente.

-Si quieren claro, aprovechando que ahora tendremos más tiempo de descanso –continuo Eliot entusiasmado.

-?Quieren venir? –pregunto Dwincky impaciente.

Todd cruzo una mirada con Nessie, de haber sido otra situación cualquiera de los dos hubiera dicho que sí, pero no era el momento.

?Tenían un gran problema en sus manos!

-Lo siento, chicos –se disculpó apenado.

-P-Pero ?Por qué? –se decepciono Dwincky- tu no rechazas una buena película.

-Es que… –vacilo un poco, debatiendo entre decirles la verdad o mantenerlo oculto, jamás le gusto tener que dejar de lado su sinceridad, puesto que ellos eran los más cercanos a él.

Para su suerte, Nessie intervino.

-Estamos en un caso de investigación ultramegasecreto y si respetan nuestra discreción y algo de su comprensión entonces ustedes nos dejaran irnos –respondio Nessie, largo y tendido, respondiendo todo de un solo respiro.

Dwincky y Eliot se quedaron sin habla, el incluido, que bárbara para hablar.

-Tomare su silencio como un sí, ahora si nos disculpan –continuo Nessie jalándolo nuevamente a la salida- tenemos que irnos.

Las miradas incrédulas de sus amigos no tenían precio, no después de que notaron el jaloneo de su brazo por parte de la mano de Nessie, esperaba que no se hicieran una idea equivocada de la situación.

Ambos sonrieron a sus espaldas.

-?Eso Todd! ?Tú puedes Todd! –empezaron a corear su nombre a medida que se alejaban, haciendo barra para animarlo lo que ellos creían que era un intento de conquista, no pudo evitar sonrojarse de pena.

Debía saber que esa reacción era inevitable.

Por parte de Nessie, ella ignoraba las voces de su alrededor y seguía apretando su brazo, sus pasos los condujo a ambos asía la salida donde un auto negro los esperaba.

Del automóvil salió Robin dándoles el encuentro.

-Nessie –la llamo en cuanto los vio llegar- ?Qué sucede? ?Por qué el apuro?

-No se podrá entrar a la Universidad –hablo Nessie abriendo una de las puertas introduciéndolo al auto casi con brusquedad- además –abrió la puerta del copiloto- necesitamos ir a un lugar –le dijo con seriedad y refiriéndose a "ambos"- es de suma importancia.

Robin lo miro y luego a Nessie, percatándose recién del libro en su brazo, su expresión cobro igual seriedad.

-?La "Granja de Hojas"? –pregunto Robin adivinando sus intenciones, subiéndose al auto al mismo tiempo que ella.

Nessie asintió y el auto arranco a toda velocidad, pasando por la multitud de estudiantes que empezaban a retirarse de la Institución Universitaria, aun con el sonido de la voz del Decano como fondo en el ambiente.

Las nubes cubrían el sol, mientras a duras penas se ponía el cinturón de seguridad para dejar de saltar en el asiento, con una interrogante en su cabeza mientras las hermanas a su delante solo se disponían a centrarse en el camino a su delante.

?Asia a donde exactamente se dirigían?, se preguntó mientras calles y veredas y la pista se cambaba por la tierra y pasto de los alrededores.

Casi se da la nariz contra el asiento cuando el auto freno de golpe u pudiera tener una imagen clara de donde estaban.

En un campo, fuera de la ciudad pero no tan lejos de la Universidad, el lugar deteriorado si no era de extra?ar por qué había sido olvidado.

Era un lugar abandonado.

-La Granja de Hojas –anuncio Nessie bajándose del auto.

Seguía los pasos de dos piernas más cortas que las de él, corrían atolondrado, mirando al frente y a todos lados.

Como buscando algo.

Membrana se detuvo en cuanto el ni?o se escabullo por una de las grandes cortinas tras las paredes, dudo un momento mirando desde arriba la extensa cortina que caía como cascacada deslumbrando su color azul eléctrico, sabía perfectamente que tras esa cortina no había ninguna pared.

Recordaba sus manitas recorrer el corredor oculto tras la tela y pasearse por una de las compuertas ocultas, el había visto los planos del museo y se había de memoria los pasajes y corredores que para su diversión su madre había dado autorización de dejarlo descubrir.

Se metió y fue detrás del ni?o, que le llevaba una gran ventaja debido a su demora, siguiendo la peque?a espalda de ese ni?o que alguna vez fue.

Estaba sudando.

Conocía estos detalles, sus pasos, el final de adonde llevaría este pasaje… comenzando por primera vez lo que sería la etapa más importante de su vida.

-Fue aquí –susurro en cuanto llegaron a una plataforma con varios cristales, como espejos, que le permitían ver sin hacerse escuchar a la gente de afuera-… este fue el principio.

Este era, sí, era algo que sin importar cuantas cosas hubiera pasado,… seguía siendo el más valioso de sus recuerdos.

El eco del suelo hizo voltear al más joven, el ni?o dio un salto de espasmo e inquietud y sorpresa, y el solo atino a sonreír a la escena.

Tirada en el suelo con los cabellos cortos y despeinados, una mirada desorientada por el golpe que al parpadear se fijó en el ni?o, su vincha había salido volando por alguna parte y su ropa se removió al tiempo que ella intentaba levantarse.

El ni?o inseguro, impactado y ligeramente fastidiado de no encontrarse solo, dio un paso a adelante con ligereza y titubeo, sin embargo sin dejar de mirar a la ni?a como una molestia.

-?Qué haces aquí? –pregunto el menor cuando la ni?a se hubo parado.

-La pregunta no sería, "?Quién eres?" –respondio la ni?a alisando su blusa blanca y comprobando que su short verde se había ensuciado un poco, el ni?o se mostró inseguro- bueno si no la formulas tú, lo hare yo –dijo sonriendo y cruzando sus miradas por primera vez- ?Quién eres tú? –pregunto acercándose.

Se sentó en el suelo, mientras contemplaba la escena nuevamente, casi riéndose a sus adentros por su reacción de anta?o.

Nunca había estado cerca de una ni?a, menos una tan osada y despreocupada como aquella, el contraste de esos ojos color miel le provoco una increíble inseguridad que lo puso bastante vacilante.

-Tengo 6 a?os –respondio confundiendo la primera pregunta y extendiendo su mano con titubeos, evitando que aquella se acercara más-… soy Rodger Membrana, el hijo de la gran profesora Membrana –agrego con orgullo.

Ella se rio un poco por su forma de reaccionar y le dio un fuerte apretón sacudiéndolo sin querer.

-Nessie –dijo ella.

Mientras ambas proyecciones de lo que fue su ni?ez, contemplaba otra vez a esa ni?a que había logrado torcer su vida sin ningún esfuerzo, la recordaba.

Este fue el día en que encontró otro tipo de inteligencia.

Una muy especial.

La estructura estaba desgastada y descolorida, los a?os le habían caído como chunques pesados taladrando sus agujeradas maderas y llenando de moho su techo que junto con la lluvia y la tierra parecía hundida entre traviesas enredaderas que lo cubrían de adentro así afuera como telara?as que la unían a la naturaleza del prado.

Puertas chirriaron, eran de metal oxidado, se necesitó las manos de los tres para poder abrirla.

Adentro parecía dos pisos, con el segundo con un enorme hueco que era atravesado por una gran piedra cual monta?a, en donde estaban parecía invadido por la humedad de una mini cascada a ambos lados de la gran piedra, piedritas repartidas entre las plantas que entraban junto con la enredadera convirtiendo este desolado lugar en un mundo aparte.

-Alguna vez fue una granja –suspiro Robin entrando primero y dando el visto bueno para que pudieran entrar- miren por dónde pisen –advirtió.

Pisaron las tablas aun juntas, sonaban y daban la impresión que en cualquier momento se romperían, formaban un camino de madera dividido en diferentes direcciones, maderas que alguna vez formaron el suelo de un establo.

-Yo una vez –hablo Nessie llegando primero que ellos asía la gran roca que mantenía el frágil equilibrio del establo hundido, sus manos empezaron a arrancar el musgo que lo cubría- había visto ese símbolo.

Robin le paso el libro que quedo en sus temblorosas manos, entre ellas retiraron la espesa planta verdosa botando la mayor parte al agua, revelando poco una imagen tallada en la roca.

Una imagen muy familiar.

-La portada del libro –se?alo Nessie pasando su mano sobre las runas en la piedra- es igual a esta imagen –se volvió a ellos- la investigue, se llama "constelación de almas", en otros idiomas significa la puerta asía otro mundo.

Todd miro la portada, las piedras (gemas tal vez) estaban conectadas, todas a la nueva de color azul que poco a poco perdía su color, Nessie tomo el libro.

-Nunca le había prestado atención… eran muchas las referencias pero poca información –paso sus dedos por las espinas, que de repente se movieron lentamente sobre las rocas, cual serpiente- jamás creí que estuviera relacionado con esto.

-Tiene sentido –asintió Robin acercándose para examinar el libro- las piedras son las alamas que hayan perdido su color da entender que se fusionaron con el libro para nunca salir y están unidas de esta manera –dijo contorneando con su mano sobre el libro conectando imaginariamente las líneas que las unían- firman y se transforman en un símbolo… como una especie de hechizo.

-?Y por qué las espinas? –pregunto Todd mirando las sobresalientes cosas puntiagudas- parece que se enroscaron por toda la portada, pero principalmente a las piedras que la conforman.

-Pienso que es otra medida de protección –respondio Nessie insegura- pero no podría asegurarlo.

-?Quieres decir que las espinas encierran a las rocas? –indago Robin.

-No tendría sentido si ya están atrapadas –negó Nessie.

-Tal vez impidan que escape lo que está al otro lado –susurro Todd.

Amabas lo miraron, volvió su mirada al libro.

-Miren –dijo trazando las piedras y las espinas- si ellas forman una constelación y ?dices que forman una puerta, no? –Nessie asintió- podría ser que es una puerta y las espinas son las cadenas –las miro- entonces protegerían la entrada a lo que sea que está al otro lado…

-Dices que… –hablo Nessie empezando a comprender.

-Es una puerta y esta puerta conduce al libro –agrego Robin.

-Pero las espinas la cierran, a todo lo que está detrás de ella –finalizo Todd- como…

-Una prisión –interrumpió una voz a sus espaldas- uno que jamás van a abrir.

Todd era el que estaba de espaldas a la entrada y fue él a quien le recorrió el peor escalofrió que haya experimentado.

Pasos en la madera, no hacía falta voltear.

Tenían compa?ía.

Se quedó sentado en esa burbuja en la que estaba, observando y sonriendo.

?Cuánto tiempo llevaba ahí? No lo sabía.

No sentía las horas a medida que sus recuerdos pasaban, unos tras otros, rápidamente delante de sus ojos.

Casi como una película, mejor que una película, era mucho más real gracias a que él ya lo había vivido.

Recordaba sus primeros inventos, las bromas, los ataques de risa floja, las peleas sin sentido, la diversión de crear y descubrir, experimentar algo nuevo.

Tantos recuerdos, tantos lugares, compartiendo la alegría de no sentirse solo.

Se acomodó mejor apoyando su barbilla en su mano derecha apoyada encima de su rodilla levantada, observando las risas de esos 2 ni?os, él y ella, solo observando…

Solo recordando.

El eco de la habitación vacía del sótano resonó nuevamente en sus oídos, ella estaba inquieta, vendado sus ojos, sin saber muy bien que esperaba ver.

El ni?o sonrió.

-Sorpresa –susurro dejando caer la venda.

Nessie miro a su alrededor, las paredes en blanco con un foco poco brillante iluminando opacamente la habitación encima de su cabeza.

-Ah… el sótano –rio ella con un gesto de intriga y confusión, lo miro a su lado- ?esta es la sorpresa?

-Oh no –rio el ni?o rodeándole el cuello y se?alándole con su mano a ningún punto en general- puede que ahora este vacío –sonríe al ver aun la desconcertada mirada de su compa?era- algún día habrá tantas cosas que el vacío de esta habitación no tendrá donde meterse… puede que aún no lo veas –ella lo miro- pero solo necesitas un poco de fe y creer que lo que ahora vemos es una fase.

-Un comienzo –a?adió ella sonriendo, empezando a captar la idea.

-Así es –afirmo poniéndose al frente de ella- y quiero que seas parte de él –saco algo de su bolsillo –feliz cumplea?os, Nessie.

Una luz azul cubrió toda la habitación y varias luces y puntos de colores, brillaron en las paredes, en el suelo, el techo e incluso flotando entre ellos. Ahora las estrellas iluminaban la habitación.

-?Increíble! –exclamo Nessie alzando las manos y atravesando algunas estrellas- un holograma –sonrió fascinada.

-Pensé que esta es una buena manera para comenzar –dijo Membrana- no puedo traer el universo ante ti... pero puedo algo mejor que eso –puso en su mano el artefacto- un peque?o Universo, solo para ti.

La ni?a apretó la mano de su compa?ero y lo abrazo.

-Gracias –susurro.

Esa escena fue especial, ese día fue especial e importante, habían pasado 5 a?os juntos apoyándose el uno al otro.

Recordaba ese cumplea?os, quería que ella formara parte de un comienzo que el había idealizado y planeado, quería que ella estuviera en su futuro, y también que él formara parte del suyo.

El Universo en sus manos significaba para él crear algo junto sin restricciones o limites, sin que nadie les dijera que "no", con las puertas abiertas a todas las posibilidades, con los ojos puestos siempre arriba nunca más abajo.

Significaba que mientras estuvieran juntos nada era imposible que todo era posible.

Tenían tanto por hacer juntos, prometían tantas cosas, juraron tanto…

Su sonrisa se desvaneció mientras la alegre escena desparecía lentamente de sus ojos.

… y sin embargo nada de eso pudo cumplirse.

No había visto hasta ahora el por qué odiaba recordarla, odiar verla, odiar escucharla y odiar sentirse tan… decepcionado.

No, nunca pudieron alcanzar sus metas, porque cuando se dieron cuenta ya estaban en caminos distintos.

Se llevó las manos a la cara mientras a su alrededor se volvía un ambiente de lluvia, odiaba verlo nuevamente, sus recuerdos.

-Nessie… –susurro reprimiendo sus lágrimas- Nessie todo es tu culpa.

Nessie se puso enfrente cubriéndolos ambos, al libro quedo en sus manos, mientras Robin intentaba comprender el por qué impactante silencio que se inició al abrirse la puerta.

A los pies de la entrada… estaba Maravillas.

-Denme ese libro –exigió dirigiéndose así a ellos.

-?Por qué habríamos de dártelo? –replico Nessie sin despegar de su eterna rival.

-?Que me lo des! –grito la presidenta viniéndose encima de ella.

El cabello enmara?ado y los colmillos aparecieron en la aparentaba ser una dentadura normal, su fachada fue disuelta en cuanto aplasto a la pelinegra clavando sus ahora garras en los hombros de la chica.

-Lo diré otra vez –hablo mostrándole a Nessie los dientes- ?DENME ESE LIBRO!

La chica se retorció de dolor, pero aun así, aun así miraba a su agresora desafiante y sin miedo.

Todd pudo apreciar sus diferencias de valor que se mostraban nuevamente, era admirable, sin embargo no era el momento para pensar en eso.

?La estaba lastimando!

-??Por qué te interesa tenerlo?! –grito Nessie empujando a la peligrosa chica encima suyo con dificultad, la fuerza de su agresora la aplastaba.

-Ustedes no tienen ni idea de con qué se están metiendo… ?agh! –grito Maravillas sintiendo la presión de un brazo en su cuello y como sus garras se aferraron a este cuando la persona a su detrás la tiro asía atrás.

-?Robin! –exclamo Nessie en cuanto se vio libre.

Todd la ayudo a levantarse mientras la pelirroja asía sangrar el brazo de la mayor de las Ramos.

-?Váyanse! –grito Robin apretando el cuello y provocando una cortada más profunda a su brazo.

Nessie tenía una expresión de horror y preocupación y sin embargo, tomo a Todd del brazo y lo jalo.

-Tenemos que irnos –susurro llevándoselo a la salida.

–?NO-OAH! –chillo Maravillas apenas con aire– ?E-ELGIBHO! ?EL LIBRO!

El sonido del acelerador retumbo en los oídos de Todd, apretó el libro encima del cinturón de seguridad ya puesto, pero en cuanto arrancaron intuyo que este no lo protegería del todo.

Se fueron de los prados a toda velocidad con el auto saltando, volando esquivando y casi chocando con los autos que pasaban, sintió todas las bruscas sacudidas del escape en 4 ruedas y el temblor del motor en su asiento.

Miro a Nessie al volante, su expresión no era mejor que la de él. Podía significar una o más emociones pero sabía que aunque el carro se sacudiera todo lo que quisiera… ella no dejaría de temblar.

Todd miro el libro en sus manos arrepintiéndose de pronto de haberlo tomado.

Otro error, esto era su culpa.

-?Tú culpa! ?T? CULPA! ?NO!

Se llevó ambas manos a la cabeza, presionándose e ignorar los ecos de ese recuerdo en su cabeza. ?l no quería oírlas, era más de lo que podía soportar.

Esos ecos, ahora voces, sabía que las tenía allí enfrente sin levantar la cabeza.

-Nessie… –resonó en todos los rincones de su cabeza provocando que llorara.

Apenas tenían 14 a?os.

?Por qué tenía que ser en ese lugar? El lugar donde se conocieron, el lugar donde su amistad nació… y ahora.

La escena era la misma, como sacada de una pesadilla, retorcida y cruel, no le tuvo misericordia, jamás la tuvo.

No quería creer en lo que veía, sus manos, su ropa, su expresión, toda ella embarrada de sangre y una gran culpabilidad nublaba sus ojos.

Quiso llorar, su voz se reventó en las vacías paredes, ya no había nadie más que ellos dos, el eco, como lo odio tanto.

Como la odio tanto.

Ella no dijo nada.

-Esto no estaba en el plan… no estaba en el plan –sollozo cubriéndose con una de sus manos sus ojos.

-Por favor perdóname.

Ella no debió decir eso.

El "tic-tac" volvió a sonar el cuerpo de su made cuya vida ya no tenia, su amiga casi hermana pedía perdón, por algo que jamás podría reponer.

Tenían 10 segundos… él exploto.

-?Lo prometiste! –reacciono alzando la voz viéndola fijamente, importándole poco que lo viera llorar, poco lo que pudiera decirle, le importo tan poco- ?lo prometiste!

-Lo prometiste… –susurro levantando su mirada observando sus propias lágrimas en sí mismo, en su yo más joven, en su yo más herido.

Todo se derrumbó, el suelo, las paredes, el techo, destruyendo todo, despareciéndolo todo, dejar nada.

Y esta vez era literal.

Tuvieron que huir, correr, salir… solos.

-?La salida esta adelante! –grito Nessie tosiendo por el humo y el fuego creciente del lugar.

Ya había visto la entrada, el escape, la salida.

Todo el lugar se caía a pedazos, las vigas se caían y grandes partes del techo casi aplastaron sus cabezas.

Vio a tiempo parte del techo caerse, enfrente suyo estaba la salida si aquella cosa caía, las posibilidades de quedar aplastado se elevaban.

Tomo el riesgo y logro pasar.

Sin embargo…

-?Rodger!

Nessie no tuvo tanta suerte.

Miro por encima de su hombro, a pesar del humo y el fuego la pudo ver tirada en el suelo y medio cuerpo apresado por las brasas del techo caído, pudo verla tosiendo e intentado salir sin existo de ese peso.

-?Ayúdame!

Apenas podía respirar, la carrera estaba sobrecargando sus pulmones, y la intensidad de la temperatura sofocaba su cuerpo.

-?Rodger! ?Por favor! ?Ayúdame!

Nunca paro de correr.

-?Por favor!

Ya no la veía, sus ojos permanecieron al frente a medida que se iba acercando a la entrada, ella nunca dejo de gritar.

-?Ayúdame!

Nunca dejo de pedir ayuda.

Pero él… le dio la espalda.

Le dio la espalda, escapando, huyendo, perdiéndose de su vista entre los escombros y el fuego.

-No… –susurro viendo como el salía.

Los bomberos estaban afuera y mucha gente reunida en lo que antes era llamada el Museo de Ciencias, se habían enterado casi toda la comunidad, cayó en brazos de unos de los bomberos y perdió el sentido.

-No –toco la cúpula, viendo esto otra vez y no poder hacer nada.

Todo exploto, se derrumbó, se predio y se apagó en llamas, un fuerte estruendo y todo cayo colapsando.

-?NO! –grito golpeando la cúpula, forzándola y golpeándola, mientras sus memorias recreaban cruelmente la ruptura de su mundo, sus sue?os, su amistad.

Nessie.

Pero no pudo salir, se dio cuenta en cuanto entendió que no cambiaría nada, era imposible pues ya había sucedido.

No podía cambiar el pasado.

Ese día cuando todo se derrumbó, la creyó muerta, esos 5 largos a?os la creyó muerta.

Cuando equivocado estaba.

Se desplomo en la cúpula y lloro.

Sin notar que todo a su alrededor empezaba a volverse oscuro.

El auto seguía andando, no tenían un camino o una dirección en concreto solo seguía y seguían andando, el carro había aminorado su velocidad y había parado de temblar.

Excepto sus manos.

Podía sentir la culpa de todo esto, siempre había sido el culpable de las desgracias de sus padres, de su colegio y aparentemente ahora ella.

Nadie merecía tener esta desdicha, todo era su culpa no de ellos.

Si él no se hubiera propuesto a buscar el libro nada de esto estaría pasando.

Esto sucedió gracias a él, gracias al meter la narices en el lugar que no le correspondía, en una situación de la que no sabía nada, de un problema del nunca debió ser parte.

Esto era su culpa.

Apretó la manija de la puerta a su lado derecho y la abrió.

Entonces, tal vez, estarían mejor sin él.

-?TODD!

El frenado del carro casi provoco que se saliera por la puerta abierta, pero su camisa fue jalada del cuello sacándole un quejido se detuvieron en la vereda de un parque, dos autos los pasaron.

–??Q-Que estabas pensando?! –grito Nessie en cuanto lo incorporo de vuelta adentro del auto- ?estoy conduciendo y cuando volteo a verte tú… –guardo silencio.

Sintió humedad en sus mejillas, ah, estaba llorando.

-Todd –no le voltio a mirar.

Dejo caer el libro en sus piernas y se cubrió el rostro empezando a sollozar.

-Lo lamento –respondió- de no ser por mí nada de esto pasaría… cuanto lo lamento.

-?Por qué? ?Qué lamentas? –pregunto ella desconcertada.

La miro, sus ojos estaban volviéndose rojos y su cara ya se había empezado a empapar de lágrimas.

-El libro –hablo secándose con la mano las lágrimas que no dejaban de salir- de no haber ido por mí, Membrana no estaría atrapado en el libro, ni estaríamos desesperados buscando la manera de sacarlo… ni hubiéramos tenido que dejar a Robin atrás.

-Todd… –susurro Nessie acercándose, pero él se apartó.

-Lo único que le hago a la gente más cercana a mí es traerle mala suerte –miro el libro en sus piernas– sin importar que tan buenas intenciones tenga… nada… nada de lo hago termina bien.

Nessie guardo silencio.

-Yo debí… debí quedarme solo –agacho la mirada-… mis padres tenían razón… –se cubrió el rostro- solo soy un estorbo en la vida de todos.

Quería encogerse, desaparecer, pretender que no existía. Aunque eso jamás le funciono.

Sintió una mano sobre su hombro.

-No… tengo las palabras correctas para animarte –susurro Nessie con suavidad- no sé lo que sientes en este momento ni lo que pasaste para que te sintieras así –lo abrazo-… pero no eres un error Todd.

Aún tenía las manos sobre su rostro, pero de haberlas tenido ella se hubiera dado cuenta de que había parado de llorar.

-Puede que a veces metas la pata, te pongas nervioso o tengas miedo –la escucho decir- jamás pensé que una persona tan especial como tú pueda pensar tan mal de sí misma…

–E-Especial? –balbuceo retirando las manos del rostro y viéndola con sorpresa.

Jamás en su vida había considerado que esa palabra podría estar en su definición, no entendía, ?por qué lo llamaba "especial"? ?qué podía ver ella en él?

Si de los dos, la palabra se le aplicaba más a ella que a él.

Nessie bajo la mirada.

-Eres especial, Todd –susurro Nessie- eres… la persona más educada, amable, gentil… –sonrió-… eres comprensible y muy considerado, siempre te preocupas por los demás –lo miro con timidez-… yo quisiera ser así, comprensiva y valiente… Todd, no sé qué piensas de ti mismo, pero para mí no eres un estorbo, nunca lo has sido… tú eres para mí alguien al que pueda admirar.

En ese momento Nessie se trago sus palabras y bajo la mirada ligeramente ruborizada, pero no más que él.

-Nessie…

-Tú eres especial, Todd –prosiguió ella- y no porque yo lo diga –lo miro- siempre va pasar altibajos en la vida, eso nadie lo puede evitar, y puede que se escuche como una locura… pero todo pasa por una razón.

?Una razón?

Casi toda su vida pensaba que estaría solo, creció y de repente tuvo a personas que ahora puede llamar amigos, su vida empezaba a dar 360 grados cuando se enteró que se había enamorado de la persona a su delante, encima se complicó cuando encerró a su amigo de la infancia en un libro y dejando atrás a su hermana más querida.

Pensaba que debía de pensar que era la peor persona que le haya tocado conocer, juntando ya la gran monta?a de desdichas que acumulo desde que nació, pero le demostraba que no era así.

Contradecía todo lo que había creído de sí mismo.

?Tendría la razón? ?acaso todo lo paso, pasaba y pasara tendrá un propósito? ?Una razón?

-Puede que ahora no lo veas, tampoco yo –hablo Nessie al ver su mirada- pero si el destino te puso aquí, en este lugar y halla permitido que hicieras lo que hiciste… es que existe algo más.

-?Y si no es así? –pregunto con inseguridad.

Ella sonrió.

-Habrá que creer.

De pronto un sonido provino de uno de los dos, una alarma peculiar y familiar. Nessie se dio cuenta que provenía del bolsillo de su casaca.

Saco su celular, este sonaba.

Se miraron y con una inseguridad Nessie contesto.

-Hola?

-Nessie –del otro lado se escuchó una voz calmada y familiar, Nessie se sobresaltó al reconocer la voz- antes que nada, tranquila, estoy bien –se apresuró a decir la chica al otro lado del teléfono.

-Robin ?c-como lo… –ella no cabía en sí de gozo, suspiro aliviado, tanto Nessie como él habían estado muy preocupados- ?Maravillas te secuestro? ?Dónde estás? Iré por ti en seguida!...

-Nessie guarda la calma y escúchame –la cortó Robin lanzando un suspiro de exasperación- te diré donde me encuentro pero no hagas nada tonto, hemos conversado y…

–?Robin! ?es un monstruo! ??Cómo se… –exploto ella sin poder creer lo que oía.

-?Nessie! –exclamo Robin volviendo a suspirar- esto les pasa a las dos por no saber escuchar- parecía que se refería a ella y alguien más –necesito que vengas te lo explicare una vez llegues aquí.

-?Por qué? ?Qué dijiste? –su hermana mayor soltó un gru?ido, entonces Nessie grito- ??Qué no vez que podría ser una trampa?!

Solo ven –fue la última orden antes de que la llamada terminara.

Solo un mensaje de texto había en pantalla, una dirección, la ubicación exacta.

Se encendió el auto.

-Bueno, allí vamos –gru?o Nessie poniendo en marcha el auto, yendo a toda velocidad a la dirección indicada.

Ha tomado a hombres y los ha transformado en bebés.

Lloran al menor sonido, tiemblan pues están expuestos al frio, no ven la luz porque solo han visto la oscuridad.

Los convierte en personas que temen a salir al mundo, persona sin esperanza o sue?os, personas cuya capa de frialdad o inmensa valentía fue destruida.

Pues sabe que son humanos y que todos presentamos grietas.

Aquellas cosas que les abrazan como el frio invierno o el abrazador verano, aquello que creemos superas, cosas que deseamos olvidar.

Y sopla.

Sopla dentro de sus mentes, hurga en sus recuerdos, buscando sigilosa, inteligente y mordaz.

Como un perfecto ilusionista que los entretiene con el asombro, la belleza y la fascinación con todo aquello que alguna vez les hizo felices.

Los conmueve, les hace cosquillas, nubla su mente con agradables recuerdos, siendo absortos y ajenos a lo que planea en realidad y cuando comienza a recordar los atrapa y los hace extra?ar.

Usa redes, cosas que son inofensivas, los hipnotiza y cuando menor lo esperan son torturados.

Por acciones, hecho, personas, recuerdos.

Nada muere, nada se va, solo quedan sus sombras.

Sombras sobre una extra?a madera con forma de puerta, piezas de un largo e importante rompecabezas, donde siempre hay espacio para una más hasta que esté completa.

Pero no lo saben.

La amargura los ba?a y ellos… no lo saben.

Forman un puerta y son parte de ella.

Atormentados, esperando, conversando con sus propios lamentos.

Y he ahí la "Puerta de las Desdichas".

De la que pronto seria parte.

-Perdido –susurro Membrana hecho un ovillo mirando ningún lugar más que su propia mente-… perdido –volvió a decir.

Una vez.

Y otra vez.

El auto se detuvo a una cuadra enfrente del establecimiento, Nessie la primera en salir, daba la impresión de estar exaltada pero era más la preocupación que otra cosa.

-Si es una trampa le juro que… –frunció el ce?o y le hizo una se?al para que también saliera- andando.

Todd caminaba detrás de ella, con sus manos apretando el libro contra su pecho pero estando extraordinariamente tranquilo, enfrente de él la presencia de Nessie se había vuelto imponente.

Ella gru?ía y fruncía la boca, pero la conocía lo suficiente para saber que a pesar de su molestia, jamás se atrevería a maldecir a su hermana mayor.

Enfrente a ellos se alzaba la gran entrada de la Universidad.

El lugar el cual Robin lo había citado.

Los pasillos que dejaban detrás los conocía, ya savia el camino, lo había recorrido con Dwincky la primera vez que llego así que ya recorrido con Dwincky y la primera vez que llego así que ya sabía asía donde se dirigían.

Nessie daba fuertes pasos contra el suelo, estaba furiosa y no era para menos, el hecho de que alguien que se metiera en temas que ella conocía mejor le hería en su orgullo. Más si le decían como tenía que hacer las cosas.

Tenía su orgullo.

Su peque?a rabieta hizo que Todd sonriera levemente y le diera algo de paz a esta tensa situación en la que estaban.

Se detuvieron enfrente de la entrada con las puertas cerradas de la Biblioteca.

Ella alzo la mano para abrirla pero no necesario, pues las puertas terminaron por abrirse solas.

-Pueden pasar.

Nessie frunció el ce?o.

-No necesito tu permiso para entrar –mascullo entre dientes mientras entraban- no soy como tú.

En los sillones donde Robin los esperaba se levantó Maravillas y le sonrió con falsa alegría.

-Es una pena –respondio la pelirroja- de otro modo… esto sería más fácil.

Robin tosió rompiendo la tensión entre ambas, algo que Todd agradeció mucho.

-Por favor, a lo que venimos –ordeno Robin mirándola a ambas fijamente.

-Claro –afirmo Maravillas desde?ando sus burlas un momento y dirigiéndose a Nessie nuevamente- el libro.

Nessie lo tomo de las manos de Todd, se acercó a la Presidenta llevándole el libro con sus manos, pero no dio muestras de querérselo dar.

-?Por qué debería dártelo? –le pregunto desconfiada.

-Pertenece a la Universidad, por lo tanto a mi padre y por lo que sé –Maravillas la miro con severidad- también me pertenece.

-?Sabes porque lo tengo? –pregunto sin creerle.

-Tu curiosidad es molesta a veces –suspiro la pelirroja- pero es un misterio lo suficientemente enterrado para llamar tu atención.

-?No tienes idea de lo que ha pasado! –exclamo Nessie apretando el libro contra su pecho y dando un paso atrás.

-Por la nueva gema en la portada, yo diría que sí –Todd y ella se quedaron mudos- y sé que no me la devolverás hasta que tu amigo sea libre –estiro una mano asía ella- así que por favor, permite ayudarte.

-?Hay una manera de…? –pregunto Nessie atónita.

-Sí…

-?DIMELA!

Robin se levantó y se acercó a ella, Nessie la abrazo aun con el libro en mano, nadie intento quitárselo.

-Estoy preocupada… –balbuceo Nessie cerrando los ojos y empezando a temblar-… le prometí… que nada malo iba pasar.

Fue abrazada y se quedó en silencio, Robin miro a la vampira y hablo pausadamente:

-?Funcionara?

-Dependiendo de cómo él este –respondio Maravillas sintiendo algo de lastima por la chica en los brazos de la peliverde- y dependiendo de cuanto él quiera salir.

-?Depende? –pregunto Todd acercándose más asía ellas.

Maravillas miro el libro seriamente.

-Sí, y por lo que veo –Nessie la miro- tenemos que darnos prisa, porque se está expandiendo…

Todos la miraron y ella sonrió con tristeza entendiendo que no entendían.

Suspiro, comprendía eso.

-Es como una trampa, una red… –susurro acercándose a Nessie, que rápido se separó de su hermana- si permanece más tiempo el libro lo hará suyo y será parte de él.

-Quiero traerlo de vuelta –dijo Nessie mirando la portada- pero no sé si confiar en ti.

-Vas a tener que empezar hacerlo – la miro fijamente mirando sus ojos color agua- porque se expande más a medida que hablamos.

La gema en efecto, se hacía más oscuro, pronto ya no quedaría el color azul eléctrico que poseía.

Le aventó el libro.

-Muéstrame que hacer –le exigió.

Los sillones fueron apartados, cada libro sin portada fueron colocados alrededor del circulo de tinta blanca que la pelirroja pintaba en el suelo, formando peque?as constelaciones alrededor del dibujo y dos velas color esmeralda puestas a cada lado del libro, y más puestas exactamente como les había indicado Maravillas.

El libro estaba al centro de aquel extra?o espiral.

-Si mi padre se llega a enterar de esto, ten por seguro que estaremos muertos –le espeso la chica a Nessie mientras dibujaba con una rapidez y destreza un sol y una luna a cada lado del libro, plantándolas encima del felpudo del piso, la tinta se secó al instante- listo –susurro al ver su obra ya acabada.

Nessie le hizo caso omiso a su advertencia y a su cabello le hizo una cola, desesperezo los brazos y se sintió tena.

Todd se acercó a ella pasándole un té.

-Robin dice que esto clama –le dijo dándoselo en un vasito descartable.

Nessie lo tomo rápidamente, el tibio líquido paso por su pecho reconfortándola, pero aun así solo le dejo nerviosa.

Todd quería clamarla, decirle que iba estar bien, que si podría traerlo de vuelta.

Pero las posibilidades de que se equivocara eran devastadoras y peligrosamente impredecibles.

Eso sería una cruel mentira, una mentira que no estaba dispuesto a darle.

Pero si pudo decirle:

-Si algo sucede… ten por seguro que iré tras de ti.

Le tembló el cuerpo al solo pronunciarlo, riesgo y peligro le reprochaba el miedo, le decían que no era capaz de prometer tal cosa.

Nessie lo miro, y a pesar de su asombro por sus palabras, logro asentir.

-Volveré –le sonrió ella tomando su mano- gracias.

Se ruborizo.

-Es una promesa –balbuceo mientras ella soltaba su mano y se dirigía asía donde Maravillas la llamaba- ?no lo olvides!

Ella se volvió a él y le sonrió una más, asintiendo.

Maravillas hizo que se arrodillara enfrente del libro y luego se puso enfrente de ella.

Las velas se encendieron provocando que la luz de la Biblioteca se apagara casi simultáneamente.

Maravillas le apreta las mu?ecas a Nessie.

-Abriré una puerta para ti y tu mente entrar ahí –le dijo ella pasando de sus mu?ecas a sus manos- deja que se abandone y solo entonces tu cuerpo te seguirá –la miro con severidad- la libertad es algo a lo que deberás aferrarte, porque solo así podrás volver y él también debe aferrarse a ella –le susurro en voz baja- tiene que desear ser libre… de otro modo no podre sacarlo.

-Entiendo –respondio Nessie y suspiro- no creí que supieras de magia…

-Vamos, vampira, bruja ?hay otro apelativo que desees ponerme? –sonrió Maravillas con falsa molestia.

-Que eres una pésima comediante –Maravillas soltó una risita.

-Para apaciguar la tensión –dijo volviéndola a mirar a los ojos- ?estás lista?

Nessie aspiro lentamente el aire y lo soltó lentamente, sentía el agarre de la chica demasiado fuerte, su mente pasaba al pensamiento que le decía que esto era demasiado peligroso.

Pero aun así sonrió.

-Lista.

Maravillas cerro los ojos y susurro palabras que no supo interpretar pero que la relajaron por completo, parecía una canción, se preguntó si la conocía.

Todd se abrazó y miro la escena con miedo, pero sobre todo preocupación.

-Ten cuidado –susurro para sí.

Entonces ella empezó a desvanecerse, haciéndose transparente y poco a poco volviéndose menos real, de la cabeza a los pies se fue yendo hasta desaparecer.

Se había ido.

Ve a través de unos ojos de cristal el fuego a su alrededor, una dulce melodía se abre paso entre sus pensamientos y como si fuera un espejismo se aparece una silueta.

Trayendo consigo una canción de cuna.

...

A la nanita nana

nanita ella nanita ella

En la oscuridad un peque?o rayo de luz de los interiores de su mente provoca que habrá los ojos, casi siendo cegado por la deslumbrante luz de sus memorias y pesadillas.

Empezó a escuchar una peque?a melodía.

Mi ni?a tiene sue?o bendito sea, bendito sea

Creyó ver una luz, pero era el fuego que ardía alrededor suyo, el echado y atrapado por nada más que la tortura así mismo, queriendo creer, deseando haber sido el abandonado en el fuego.

Entonces vio una silueta.

Una lagrima se deslizo por su mejilla empapando una de las lunas de sus lentes, de pronto se sentía de nuevo como un ni?o, porque eso era lo que prácticamente era.

Una ni?a tirado en las cenizas del fuego, llorando en la soledad y el calor abrasador, queriendo tomar el lugar que hacía tiempo había tomado su compa?era y anterior mejor amiga.

Quería abandonarse en los rincones más oscuros y dolorosos de la memoria.

No merecía perdón.

-?Membrana!

Ruidos, pasos una sombra que se acercaba, a cada minuto que parecía una eternidad le constaba reconocer la silueta. ?O era que el realmente no quería reconocerla?

-?Membrana!... por Dios ?RODGER!

Sintió que se le cortaba la respiración.

Ella era una apenas era una ni?a, de solo 14 a?os, de largos cabellos negros, ojos vivos y brillantes, y una sonrisa tan llena de esperanza.

Un espejismo de la que antes fue su mejor amiga.

Otra lagrima se deslizo por su cara mientras sonría con melancolía.

Solo otro producto más de su imaginación.

-?Rodger! –cayo en la cuenta de que el ni?o con la guada?a tirado en el suelo era el Profesor Membrana, corrió más mientras de pronto se sentía sofocada por el escaso aire, el fuego le cerro el camino por donde había entrado- ?Rodger! –volvió a gritar al ver que él no reaccionaba.

El la miro, se le congelo la sangre, la miro como si fuera un fantasma.

-?Nessie? –llego a él e intento de una manera levantarlo- Nessie… ?eres real?

Se detuvo y lo miro, su mirada estaba desencajada y casi desesperanzada, su sonrisa parecía una mueca de la lastima y dolor.

Era como si creyera que ella no estaría ahí.

-Vamos, Rodger –no quiso pensar en eso poniendo una mano detrás de su espalda e intentar levantarlo- tenemos que irnos.

Pero de alguna manera sentía que el cuerpo de él no se movía, que era más pesado, como si estuviera anclado al suelo cuya ceniza lo volvía color negro.

-?A dónde? –la voz de Membrana parecía ausente y desconcertada.

-A casa –lo miro e intento sonreírle- regresaremos a casa.

Pareció que el muchacho torcía una sonrisa, creyó que era buena se?al, hasta que dijo:

-Este es mi sitio –lagrimas caían al suelo casi extinguiendo el fuego a su alrededor- este es mi lugar…

Se aferraron a ella y luego la soltó, Nessie hizo un esfuerzo inmenso en volver a levantarlo pero a estas alturas ya le parecía imposible.

-No Rodger, que dices –se esforzaba en volver alzarlo pero él no quería- vamos, te esperan, nos esperan –él la miro- vamos tenemos que salir.

-Tú tienes que irte –la callo su voz, lo miro-… tu eres la que debe salir de aquí… –los ojos ámbar se cristalizaron y empezaron a llorar-… debías haberlo hecho hacía mucho tiempo –le sonrió derramando lagrimas-… yo puedo ocupar tu lugar.

Las brasas quemaron un poco sus brazos, el humo sofocaba su respiración y hasta podía apostar a que ya no le llegaba aire al cerebro, pero estaba segura de que lo que había oído de Membrana no era una broma.

-Mi… lugar.

Miro por primera vez el lugar y entonces, solo entonces, lo reconoció.

El museo hecho trizas, los sonidos sordos, las caídas de ambos, el fuego a su alrededor.

Lo miro empezando a comprender.

En donde estaba.

Porque estaba ahí.

Por qué no quería irse.

Quería ocupar su lugar.

-Vete –susurro echándose nuevamente al suelo, cerrando los ojos permitiendo el fuego quemar su ropa, no parecía importarle- dame la espalda, déjame aquí… solo entonces sabré que pague mi castigo.

"Por abandonarte", Nessie le tembló los brazos y dejo que se echara.

Solo entonces pudo notar que estaban en una cúpula enorme que cubría todo y replanteaba la escena donde todo acabo, donde sus vidas tomaron rumbos distintos, donde creyeron que se habían destruido el uno al otro.

?l quería quedarse aquí, quería creer que fue ella quien lo abandono, porque sabe que siendo el mismo no podría salir.

No podría salir.

-Solo somos ni?os… –susurro Rodger dejando su mirada en las flamas detrás de ella-… pretendiendo ser adultos.

Ella se acercó de rodillas a él y se recostó encima de él.

No estaba dispuesta a ceder, no estaba dispuesta a darle la espalda, a verlo caer, a dejar que se haga ceniza, que se abandone en este laberinto para siempre.

No permitiría que se quedara.

-No voy abandonarte… –susurro mientras su cara se ocultaba en sus brazos cruzados-… no me iré sin ti.

Oyó un sollozo, leve, peque?o, cargado de amargura.

Ella también quiso llorar.

-Eres mi amigo Rod –siguió cerrando los ojos y abrazándolo desde su posición- siempre los has sido y siempre lo serás… sin importar que me hayas dejado sola.

Casi no podía respirar y las lágrimas de un llanto que se avecinaba, tampoco le permitiría respirar.

Pero aún tenía que hablar.

-Te lo prometí, ?sabes? –dijo intentando sonreír- que nada malo iba pasar.

Le tembló el cuerpo, ese sentimiento de intentar dar seguridad cuanto uno ni siquiera la siente, intentando calmar con sus palabras a otros y también convencerse así misma que estarían bien.

Miro a su amigo, Rodger Membrana ya no se había movido, su mirada quedo en algún punto de entre las flamas del fuego que ya los rodeaban, no podía estar segura si realmente la oyó.

No podía estar segura de… si ya era demasiado tarde para salvarlo.

Se le nublo la visión y comenzó a lagrimear, dejo su vista en el fuego detrás de Membrana, y pronto comenzó a llorar.

Se apoyó en el ni?o y lloro.

De miedo, de pavor, de desesperación.

Tenía tanto miedo dejarlo aquí, tanto miedo de que se quedara atrapado para siempre, tanto miedo de volver a fallarle.

Tanto miedo.

Pero supo que sin importar lo que dijera él no se iba a mover, casi como el fuego creciente pudo entender que lo que él decía tenía sentido.

?l la abandono, él le dio la espalda cuando más lo necesito, el merecía quedarse aquí… ocupando su lugar.

Se derrumbó sobre el siendo consiente por primera vez de lo que él estaba experimentando.

Tanto de él como la suya, este recuerdo, esta celda… fue creada gracias a ellos.

Por su culpa, por la de él, por la de ambos.

Podría quedarse atrapado aquí, no por un monstruo o una maldición, sino por su propia culpabilidad.

Lo había condenado.

-Lo siento… –sollozo sumergiendo su rostro en la espalda del chico-…lo siento mucho –él no respondió-… te falle… lo siento.

El fuego a su alrededor creció en aumento, llegaría asía ellos y después, estaría tan consumida como el ni?o debajo de ella.

-?Nessie?

Debajo de ella, inquieto el Membrana se movía, pero estaba tan consciente de lo que pasaba a su alrededor que pronto… había perdido la habilidad de oírlo.

-?Nessie? –él se levantó y sin querer dejándola caer sobre el- ?Nessie!

La tomo de los hombros e intento hacer que se levantara, contuvo un grito, no podía sentir su calor.

Se había esfumado.

-?NESSIE!

El fuego se pintó de azul, el aire era gélido, su piel se helaba.

-No, no, no –la tomo del rostro intentando hacerla reaccionar- ?esto no tenía que ser así! ?Nessie!

El fuego se congelo y se rompió en mil pedazos, justo cuando sus lágrimas desaparecieron y abrazaba al único ser humano junto a él, presa de un pánico atroz.

Ella era real.

-?No puedes morir! ?no tenía que suceder esto! ?Nessie! –la aprieta contra el intentando sentir que ella respira, que estaba bien, pero su temperatura era baja, estaba helada entre sus brazos- ?Nessie!... por favor –una lagrima recorre sus mejillas ya empapadas, no de dolor y arrepentimiento, sino de preocupación de perder a quien fue el lazo humano más fuerte en su vida-…por favor, no te vayas.

De pronto todo a su alrededor se volvió vacío, hueco, exceptuando ellos.

Exceptuando él.

-No debí abandonarte… –susurro entre la larga melena negra de la ni?a entre sus brazos-… no debí… –levanto la mirada observando el oscuro lugar en donde la cúpula los retenía-… Nessie… perdóname.

Volvió a hundir su rostro en su cabello, sintiéndose de repente tan pero tan peque?o, el frío inundaba sus sentidos.

?Frío?

En su mano descubierta del espeso cabello sentía que caían gotas como de lluvia, pero más heladas y más sólidas, se atrevió a levantar la mirada.

Pronto en cuanto alzo la mirada una delicada lluvia de copos de nieve los cubrió, dentro se llenaba de nieve, pero despacio, lento, casi como un susurro.

Esa delicada capa de hielo, blanca, fría.

Parecía compartirle una belleza helada, su frió decorado y su reconfortante blancura pura.

-Ya sabes… que es lo que se siente.

Se sorprendió y miro a la ni?a que alzaba la vista para verlo, recién dando cuenta de los brazos de ella lo apretaban por la espalda, en un torpe intento por corresponder a su abrazo.

-Nessie –sonrió al verla levantarle la mirada y sonreírle igualmente, dos lágrimas traicionaron su ya quebrado orgullo y cayeron al suelo, convirtiéndose en el acto en parte de la nieve-… perdóname –volvió a decir.

-Solo si tú me perdonas a mí –dijo Nessie riendo un poco- hemos pasado por lo mismo, Rod.

-Siempre fue la culpa… yo… –no sabía cómo expresarse-… era demasiado joven, no podía darme cuenta –la miro detenidamente- ?cómo lo hiciste?

Ella hizo un gesto con su dedo indice y lo puso sobre su boca como pidiendo silencio, su risa fue suave.

-Es un secreto –respondió Nessie levantándose.

-Temí que dijeras eso –suspiro él aceptando la mano que ella le ofrecía- creo que jamás… lo sabré –sonrió.

Y cuando lo hizo se encendió la luz a su alrededor, flores blancas emergieron sustituyendo la nieve, que se levantó revelando un pasto fresco y verde y los copos se volvieron burbujas y los rayos del sol las ilumino creando peque?os arcoíris a su alrededor.

-Parece un sue?o –suspiro admirado.

-Uno del que lamentablemente debemos despertar –dijo ella apretando su mano- si eso es lo que tú deseas.

Miro todo el camino que abría ante ellos, la cúpula se había roto y la libertad, la salida se sentía tan al alcance de sus pies.

Apretó más su mano y se volvió a ella.

-Lo deseo –respondió al tiempo que una luz los rodeaba.

Ella sonrió entre la blancura de la luz y la siguió lejos del prado, mirando lo que dejaba atrás, el bello paraíso que había sido creado por su sonrisa.

Dejándola atrás y creando una grieta sin que ella o él se dieran cuenta.

Una grieta en la puerta.

-?Los tengo!

Alzo la vista en el momento en que Maravillas era absorbida por una poderosa, luz proveniente del libro, que ilumino todo el lugar cegándolos con una deslumbrante explosión.

Las filas de libros, alrededor del centro, cayeron todos en un efecto domino increíble.

Cuando cayó el último supo que habían regresado.

Suspiro de alivio.

-Te lo dije –dijo Robin poniendo una mano sobre su hombro, se volvió a ella, su rostro ya estaba más relajado- lo logro.

El asintió.

-?Volvimos? –pregunto Nessie aun aferrada a la mano que Maravillas lanzo asía el libro, ella miro desconfiada a su alrededor cuando su mirada reparo en el salto de alegría- ?Volvimos! ?Sí! ?lo logramos!

A su lado y algo desorientado, sonreía el joven profesor Membrana finalmente a salvo.

-Volvimos –volvió afirmar sin dejar de sonreír.

Corrió asía ellos, sonrientes y casi temblando, Nessie no le dio tiempo de felicitarlos, porque pronto se abalanzo sobre el en un apretado abrazado.

-?Volvieron! –logro exclamar antes de caer al suelo.

Maravillas ignoro la escena y se apodero del libro empezando a revisar sus páginas, Robin se acercó a Membrana con un brebaje extra?o.

-Tómese esto lo más rápido que pueda –le indico dándole una taza, Membrana lo miro dubitativo- es para el mareo.

-Ahora que lo mencionas –dijo Membrana tocándose la sien- siento que mi cabeza empieza a dar vueltas –miro el brebaje verde, este despedía un fuerte olor, suspiro-… de acuerdo.

-Es normal que eso pase –hablo Maravillas levantándose con aun los ojos sobre el libro- acaban de salir de una trampa mental, por cierto no olviden darle una también a Nessie –dijo dirigiéndose a Robin y él.

-A sí, tú también debes tomarlo –recordó mirando a Nessie y pasando el brebaje que Robin le ofrecía, Nessie arrugo la nariz al tenerlo cerca- es importante.

-Apesta –se quejó Nessie dejándole levantarse y tomando un poco, pronto su cara puso expresión de asco- ?y es asqueroso!

-Pero necesario si no quieres que después te estalla la cabeza –la corto Maravillas-… después tendrán que descansar, el efecto se habrá hecho y estarán fuera de… –alzo la vista, de pronto se había puesto pálida-… peligro.

Membrana asintió mientras Nessie asía maromas para terminar esa cosa acompa?ada por Robin, que la guiaba a la puerta seguido por Membrana, de seguro no para volver a casa.

Solo él se dio cuenta de la consternación de la hija del Decano.

-?Estas bien? –pregunto con timidez.

Maravillas cerró el libro y lo apretó contra su pecho.

Le sonrió.

-Sí… sí Todd –respondió saliendo aparentemente de un espasmo- todo está bien –le aseguro.

La miro no muy convencido y abrió la puerta para salir él.

-Sabes Maravillas –la miro- si hay algo que no está bien –suspiro con pesar- puedes decirme.

Maravillas lo miro inquieta, parecía dudar, mas solo asintió.

-Lo haré –respondió ella.

Le sonrió con amabilidad y cerró la puerta tras de sí.

-Tenemos que hablar –sonó una voz detrás de Maravillas en cuanto todos se hubieron retirado.

La chica solo miro a su detrás, asustada.


Continuara...

muuuuuuuuuy bien

no existen palabras para justificar mi tardanza ni excusa que valga, solo diré que espero este capitulo sea una disculpa más que suficiente

bueno este capitulo iba hacer mucho más largo e iba a cerrar uno de los eventos que marcarían la vida de Todd para siempre, comenzando para mi la verdadera diversión 7U7

y si como el titulo dice, todavía me falta la parte dos, espero tenerlo pronto XP

espero les halla gustado =)