Hola a todos. Después de una larga ausencia en esta pagina, estoy aquí de regreso con un nuevo proyecto. Este fic lo quise hacer desde hace un largo tiempo y debido algunas complicaciones de salud mas la falta de tiempo por el trabajo y los estudios, se tuvo que postergar hasta este a?o, así que las actualizaciones van a ser paulatinas, dependiendo del tiempo libre que tenga disponible.

Antes que nada, quiero aclarar que no soy alguien adepto a los videojuegos ni nada similar a ello, así que no hace falta agregar que no conozco mucho sobre este tema. Este fic lo hago como una peque?a conmemoración debido a que la saga Breath of Fire, fue uno de los primeros RPG?s que jugué en mi infancia y en mi opinión, el segundo juego de esta serie contiene una de las mejores historias que he contemplado (Eso hasta que probé las sagas de Final Fantasy y Chrono Trigger, por lo cual son claramente superiores) ergo, intentaré darle el relato completo de este juego ya que con afecto, aun forma parte de la reminiscencia de mi ni?ez.

Antes de que digan algo... estoy enterado de que ya existen dos fics de este mismo tipo en el idioma hispano, pero uno de ellos solo consta de únicamente los guiones originales; y el otro que hasta hace poco estoy siguiendo solo conlleva cuatro capítulos, pero por alguna razón, el autor desapareció y dejó de actualizar. Solo quiero decirles que aprovecho esta oportunidad para escribir toda la trama según mi interpretación, es decir, voy a expandirla, alterar un poco las caracterizaciones de los personajes y a darle un toque mas crudo ya que me gusta escribir temáticas turbias y frías. No se preocupen, voy a conservar los guiones y a atenerme a ellas para no alterar la trama en si, ademas de mantener la verosimilitud de la misma.

Sin mas que agregar, que disfruten el capítulo piloto.


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En un principio, el mundo fue testigo del levantamiento de un vasto imperio de carácter bélico regido por un poderoso clan de individuos sobrehumanos con la habilidad de transformarse en temibles bestias draconianas denominados el Clan del Dragón. Su civilización preponderaba de los otros clanes y comunidades humanas gracias a su régimen legislativo en la cual embelesaba por su áspero pero firme sistema educativo y filosófico del ideal de la sociedad libre y apta, iniciando desde su cimiento básico, es decir, el individuo. Esta innovación hizo que su sociedad fuese ecuánime y estable en aspectos políticos, doctrinales y prospera en su economía, ademas, junto con su rica cultura, arte, literatura y avanzada tecnología, muy a menudo estos seres eran calificados como personas iluminadas o simplemente descendientes directos de los dioses. Sin embargo, pese a poseer una naturaleza caótica y feroz, lo mas notable de aquellos individuos eran su capacidad de demostrar dignidad, honor y nobleza para con sus hermanos y hasta con sus adversarios, por lo que en sus a?os dorados de hegemonía repartieron su gloria con las demás naciones, trayendo consigo una utopía global y una época de prosperidad. Pero en un punto de su apogeo, Tyr, una misteriosa y terrible diosa intercedió entre algunos miembros del clan e inmiscuyó en lo más profundo de sus corazones para engendrar la obscuridad entre sus hermanos, lo que generó la codicia por el control absoluto del emporio y junto con los conflictos civiles y la corrupción... esa maravillosa civilización terminó por sucumbir entre las llamas hasta reducirse a cenizas, dando se?al a la ruptura total del clan, dividiéndose entre los bárbaros que suscitaron la discordia, los dragones oscuros; y los nobles que intentaron preservar la calma, los dragones de la luz.

Olvidando lo solemnes que alguna vez fueron, ambos clanes combatieron entre sí por un equilibrio entre el amparo de su ideal de la paz y la libertad; y el poder y la supremacía total que la diosa les otorgaba. Debido a esto, la guerra derivó en innumerables masacres, torturas, violaciones, devastación y caos total; que cuyo hedor de muerte, terror y aniquilación se podía percibir en cada rincón de las naciones. La diosa observaba la conflagración desde sus laureles y se alimentaba con ella, incitándolos a continuar peleando hasta que en un punto determinado, el globo entero quedó inmerso en las infernales llamas justo al borde de la extinción. Desesperados en medio de la cruenta guerra, uno de los miembros de los dragones de la luz decidió arriesgar su vida para enfrentar a la deidad y contando con la ayuda de una amiga y poderosa hechicera, luego de una despiadada batalla, lograron recluirla y sellar su poder por medio de seis llaves mágicas, obteniendo como resultado, un cese al fuego a la rebelión.

Consecuencia de aquella hostilidad, el poder de su clan también fue reducido hasta quedar completamente sellado, viéndose obligados a quedar resguardados bajo otras regiones aliadas con el fin de buscar su protección; desgraciadamente el cese al fuego no duró mucho tiempo y los dragones oscuros comandados por un perverso emperador reanudaron sus ataques. Durante los siglos posteriores, sabiendo que eran los únicos que se interponían en su preciado objetivo de liberar el poder de la terrible diosa para recuperar su favor divino y lograr su proyecto de la conquista del mundo, el clan de los dragones de la luz fue paulatinamente cazado hasta quedar casi obliterados. Abatidos y derrotados, los últimos miembros que quedaban, no tuvieron otra opción mas que resignarse a marginar en los rincones mas gélidos del mundo civilizado, para luchar no su preciado ideal, sino por su supervivencia... Pero en una obscura tarde, en medio de la aniquilación de la ultima aldea del casi extinto clan, se levantó un joven guerrero con una voluntad de acero. Por su determinación de rescatar a su hermana de las temibles garras de sus captores, le fueron conferidos los poderes de los espíritus de tres antiguos dragones, así como también la voluntad del Dios dragón, asumió la riesgosa misión de detener al clan rival de su plan de liberar a la diosa, obteniendo las seis llaves de la diosa y así restablecer el orden y la paz al mundo. Durante el trayecto de su travesía, conoció a formidables y talentosos guerreros de distintos clanes que se les unió a la causa y entre ellos estuvo la poderosa hechicera que tuvieron que despertar de su eterno sue?o que le fue sumida después de su enfrentamiento divino; A pesar de los contratiempos y de presenciar el momento de la liberación del poder de la diosa, entre todos lograron impedir los planes de los dragones oscuros y derrotan a la horrible deidad usando el poder definitivo del Dios dragón, trayendo la anhelada paz mundial que por siglos lucharon por alcanzarlo.

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Transcurrieron quinientos a?os desde aquel acontecimiento y el mundo aun goza y preserva de esa armonía; Durante esa época, las diversas civilizaciones fueron testigos de incontables historias y relatos de tragedias, de melodramas, de rituales profanos de magia, de conflictos causados por rebeldes y ladrones, de dinero, de política, de desarrollo artístico y científico, de alquimia; inclusive relatos épicos de fantasía, de aventuras, de dolor, de crimen; hasta de amor y lujuria, como de lealtad y amistad. Todo sin perder aquello que los une, conformando sin importar cada uno de las ya mencionadas falencias, una estructura unificada. Ya no existe la separación entre clanes que en el anta?o se instauraron, ahora todos conviven como en una sola familia y si bien aún existen las regiones principales de sus clanes, ninguno afirmaría que todavía yace alguna exclusividad entre los mismos… en conclusión, la globalización es una veracidad presente.

Sin embargo, no todo los cambios han sido buenos. Aun con esta avalancha de progresos que se ha ido construyendo con los siglos, una raza en particular no pudo disfrutar ni presenciar, ni siquiera saborear el fruto de la gloriosa armonía, porque simple y llanamente se disoció de la faz de la tierra hasta el punto de no dejar rastro alguno... El sublime clan de los dragones aparentemente se extinguió por motivos todavía desconocidos. Una explicación plausible acerca de este lamentable fenómeno, se deba a la infamia generada en el pasado y aun con la enmienda de sosiego que aquel legendario guerrero les legó, se vieron forzados a desintegrarse con la deshonra marcada en su sangre para siempre... pero eso nadie puede asegurarlo, aun así, de lo único que es verídico es que aparentemente ya nadie los quiere recordar. Nadie hace mención de ellos, ni de sus viejas glorias ni de su imperio y todo lo que contuvo en él, y en especial al héroe que restableció el orden entre las naciones... ya nadie se pregunta que ha sido de ellos o adonde fueron.

Lo único que queda de aquel majestuoso clan, son las pocas ciudadelas en donde habitaron alguna vez, que poco a poco se han ido convirtiendo en ruinas putrefactas por la implacable acción de la madre naturaleza y el padre tiempo; así como también se ha ido perdiendo su rica cultura, su impresionante arquitectura, su bello arte, su fantástica historia y en especial, su portentosa religión... Al igual que su raza, la principal religión de todas las naciones del mundo en la cual se erigieron estatuas y altares ceremoniales, la mística doctrina del Dios dragón desapareció lentamente junto con sus ense?anzas y apostolados, siendo extra?a y misteriosamente reemplazada con el avanzar de los a?os por una clase particular de dogma denominada Evanismo. Iniciándose como una peque?a organización filosófica casi de la nada y sin ningún cimiento en específico, es mas, nadie sabe cómo surgió y el paradero de su sede es desconocido para la mayoria; pero sorprendentemente su catequesis se popularizó tanto como para transformarse en una religión oficial y legítima para todas las regiones y comunidades, desplazando a todas las doctrinas existentes. Todos, o por lo menos la mayoría de las poblaciones adoptaron y aceptaron al nuevo Dios con increíble gratitud y facilidad, fundándose suntuosos catedrales e iglesias para la predicación de la palabra y los sermones acerca de la grandeza y la voluntad de su Dios.

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En ciertos aspectos, es bueno para la humanidad en general que se sostenga de algún tipo de erudición de carácter religioso para preservar el orden y como personas que son, tienen ese instinto de la fe, de creer en un líder superior o en una entidad divina… pero por regla general, es un poco raro que justo después de que una religión se desvanezca de la nada, surja otra inmediatamente y la extra?eza que se acentúa cuando esta se expande alarmantemente en un periodo corto de tiempo.

...


Esta peque?a historia se origina en una remota comunidad llamado Gate: Un modesto pueblo rural rodeado de un denso bosque y mucha vegetación alimentado y protegido por un prominente árbol sagrado; En esta, reside una agrupación de unos ochenta a ciento veinte habitantes… por lo general, es un pueblo pacífico carente de centro urbano definido cuya actividad principal destaca la ganadería representada en el ganado ovino y avícola; también se practica la caza de animales silvestres y un poco de actividad agrícola. Su área urbana consta en su mayoría por casas residenciales hechas en su gran parte por ladrillos cocidos y techos de madera y paja, más las edificaciones centrales que constan de una gran casa comunal que resulta ser la alcaldía y una iglesia de St. Eva de estilo otoniano hecha de granito y mármol en su mayoría.

Dentro de esa simple catedral habita la peque?a familia de los Bateson, constituida por el padre, mago y predicador de lugar: Ganer, y sus dos hijos: Ryu y Yua. Estos tres miembros son un ejemplo de rectitud, bondad y superación, sus lazos se entrelazan fuertemente, producto de una tragedia que sucedió a?os atrás debido a un desafortunado acontecimiento que les causo en su momento un gran suplicio. Sin embargo, a pesar del dolor padecido, lograron acarrear las cosas y volvieron a enfrentar al mundo con la frente en alto, sobre todo la cabeza de hogar ya que vela día y noche por sus reto?os frente a cualquier circunstancia.

Se avecinaba otro ocaso tranquilo; El predicador interrumpió su habitual tarea en el altar para entrar a una de las habitaciones del recinto en donde se hallaba su peque?a hija que juega tranquilamente con una mu?eca de trapo arrodillada en el suelo. La chiquilla de tez caucásica que trae el pelo largo y lacio atado con dos coletas en cada lado, de color azul oscuro y cuyos ojos de color verde esmeralda; volteó la mirada apenas oyó los pasos acentuándose y exclamó en voz alta y con alegría.

— ?Papá!

— ?Oh, hija mía! Qué bueno que estás aquí — Le devolvió el gesto y colocándose en cuclillas, le tendió su mano por sobre su peque?a espalda y le ordenó — Ya son las cuatro, es hora de que te prepares para tomar la siesta

— Hmm… no tengo ganas papá — Le contestó mientras reanudaba su juego con la mu?eca

— Vamos hija, has igual que tu hermano que hace poco regresó de su actividad… ve a tu cama

— ?No quiero! — Le volvió a contestar y esta vez con altivez y se levantó del suelo enseguida

— ?Yua! No me desobedezc…

— ?A que no me atrapas papá! — Exclamó con entusiasmo, interrumpiéndolo y dejando caer su mu?eca para salir corriendo mientras levantaba sutilmente la parte de en medio de su largo vestido blanco decorado con las dos manos para no tropezarse

— ?Yua! ?Ven aquí! — Vociferó, disponiéndose a perseguirla

Pese sus cortos cinco a?os de edad, la peque?a es bastante energética y veloz, lo suficiente como para aventajar a su progenitor; revoloteando y dando vueltas alrededor del vasto lugar mientras reía alegre y jovialmente.

— ?Hey, ven aquí! ?Yua! — Exclamó en voz alta mientras continúaba persiguiéndola e intentando agarrarla

— ?Vamos papá, atrápame! — Manifestó fervientemente dirigiéndose a la salida, escapandose del templo

— ?Yua! ?La siesta!...— Volvió a exclamar, pero a sus cincuenta y cinco a?os sabe que ya está lo suficientemente viejo como para seguirle el ritmo. Solo llega hasta al pie de la puerta de entrada y perdiendo de vista a su hija, profirió —… Oh, se escapó de nuevo

Soltó largos suspiros por la fatiga y se giró de vuelta al centro de la sala del aposento. Se colocó ambas manos alrededor de su boca y llamó a su hijo en un grito.

— ?Hey, Ryu!... ?Ryu, baja un momento!

Previamente Ryu: Un ni?o de tez caucásica de ocho a?os, de cabello semicorto y alborotado de color azul oscuro que tiene como agregado una peque?a cola de lobo atada con una cinta y ojos de color verde esmeralda al igual que su hermana; había estado en el lado este del bosque tratando de pescar en un peque?o arroyo con una improvisada ca?a durante casi toda la ma?ana, y regresando a horas cercanas de las tres y las tres y media, se había dirigido derecho a su habitación situado en el segundo piso completamente agotado, dispuesto a descansar el resto del día. Se había quitado los enlodados botines de cuero y dejando sus cosas encima de la mesita de noche de al lado, se subió a su cama… hallándose solo boca arriba y con los brazos extendidos mientras miraba profundamente hacia el techo, se encontraba pensando con profundidad en varias cosas hasta que de pronto oyó la voz de su padre que lo estaba llamando.

Rápidamente se bajó del lecho sin quejas, se volvió a colocar los botines y antes de bajar y acudir a su padre, agarró de la mesita un precioso collar con un dije ornamental que contiene en su centro, una extra?a gema en forma de gota, y se lo coloca alrededor de su cuello. Mientras bajaba al primer piso y observaba a su preocupado padre, que se exhibía con una barba entera y blanca, cabello semilargo y lacio del mismo color, ojos color casta?o, tez trigue?a y con indumentaria elegante que consiste en una camisa larga de gama azul rey con los bordes tramoyados y atado en el medio con un cinturón negro de hebilla plateada, más un pantalón de tela gruesa de color café pálido y unas botas largas de color café oscuro; Se rascó levemente la cabeza y preguntó.

— ?Si, papá! ?Qué sucede?

— Yua se marchó de nuevo y no quiere tomar la siesta… por favor ve a buscarla

— ?Otra vez? Así fue lo mismo la semana pasada — Replicó con desanimo —… Ahora estoy muy cansado y no tengo ganas de correr detrás de ella

— ?Necio! — Espetó el hombre ante la protesta y escarmienta al chiquillo con un coscorrón — ??Que harás si Yua está en un apuro!? Debes cuidar de tu hermana

— Ouch… Mmpf…— Gesticuló malestar y resignación en su rostro mientras se frotaba la cabeza tras el golpe — De acuerdo papá, iré a traerla

— Bien, cuento contigo. Tráela antes de que anochezca

Asintió con la cabeza y emprendió el trote a la salida. El se?or observaba como el reto?o se va alejando a través de la villa y en eso, pensó.

Me pregunto si Yua se hace la rebelde… o es porque su madre ya no está con nosotros…

A diferencia de su ferviente y alegre hermanita, Ryu es un chico más reservado, tímido y no le agradaba intimar demasiado con las demás personas; pero es noble, bondadoso y mantiene una actitud más madura que la de cualquier ni?o de su edad. Empezó a deambular por las calles empedradas a un ritmo calmo pero moderado, mirando de un lado a otro esperando encontrarla por ahí jugando y corriendo con los demás ni?os vecinos, pero no lograba verla.

— ?Buenas tardes Ryu! ?Cómo estás? — Saludó de modo afable una de las vecinas del local, que casualmente se lo topó en el mismo camino

— ?Oh! Hola se?orita Hilda — Le correspondió el saludo con una ligera sonrisa y automáticamente y sin que se dé cuenta, la gema del dije comenzó a manar una coloración amarillenta, algo nada sorprendente ya que es esa la coloración habitual que adquiere cuando se encuentra con casi todos los del pueblo — Tan solo ando por aquí buscando a Yua, ?La has visto?

— ?Yua escapó de nuevo? ?Ow, lo siento! Pero no la he visto… espero que no haya salido de la ciudad

— ?Mmm! Espero que no… Bueno, seguiré buscando entonces. Adiós…

— ?Espera Ryu! ?Déjame ayudarte a buscarla! ?Vas a esa dirección, no? — Interpeló se?alando el rumbo hacia el norte con el dedo índice, ofreciendo su ayuda al chico

— No hace falta se?orita, puedo encontrarla yo solo…

— ?Oh vamos Ryu! No te hagas del rogar… por lo menos permítame acompa?arte hasta llegar a mi casa ?Si?

El chico asintió la cabeza con timidez un par de veces, accediendo a la petición dada y en seguida ambos caminaron en la dirección indicada.

— Siempre eres tan independiente ?No es así? — Preguntó la mujer en un murmullo, a lo que el ni?o se limitó solamente a encogerse de hombros, sintiendo un poco de modestia — ?Jajaja! Que no te avergüence, lo que te dije es algo bueno, no eres como los demás ni?os

— Amm… bueno, yo…— Tartamudeó sin dejar su timidez

— ?Jeje! Y eres muy fuerte también — Continuó adulándolo, interrumpiendo al chico y procedió en una tonalidad más calma — No te he visto entristecerte en ningún momento, aún sin que tu madre esté. Han pasado más de tres a?os desde que ella murió y desde entonces no volviste a llorar… ?Qué gran chico eres!

— ?Oh!... te lo agradezco, se?orita

— Ohh Ryu, no tienes que ser tan modesto, puedes llamarme Hilda si lo deseas

— Está bien…— Le respondió esbozando una leve sonrisa y de inmediato, la gema cambió de pigmentación a un brillante y neto color verde

Ambos circularon la villa por diez minutos más hasta el momento de separarse cuando llegaron a la casa de la mujer, el chico se despidió de ella agitando la mano antes de retomar su recorrido y ella le correspondió gentilmente el gesto, arrojando un beso con la mano. Tras minutos de estar andando entre las calles e ignorando algunos ni?os que revoloteaban en las cercanías, se topó con un se?or que atendía a las gallinas de su corral y al su lado, un anciano que estaba recogiendo algo de paja.

— ?Qué más Ryu! ?Qué me cuentas hoy? — Saludó el se?or con alegría y el ni?o no perdió su tiempo para aprovechar y preguntarles a los dos adultos

— Hola se?or Josué, hola se?or Bautista ?Han visto a Yua por aquí?

— Si, me pareció haberla visto correr por aquí, pero no se a donde fue a parar…

— Ow… gracias se?or, veré si la encuentro por aquí…— Se despidió y emprendió de nuevo su trote, pero el anciano lo detiene para advertirle

— Por cierto jovencito, dile a tu padre que tenga mucho cuidado. He visto a varios ni?os por ahí que actúan como si fueran huérfanos solo para entrar a las iglesias y así robar todo lo que encuentran

— Le avisare en cuanto pueda… adiós — Volvió a despedirse. Al cruzarse las miradas, la gema del dije retomó su gama amarillenta habitual de siempre

Ambos se?ores lo despiden agitando sus manos y lo observan alejarse con un semblante de tranquilidad antes de volver con sus tareas. A una cuadra más adelante, se encontró con un par de se?oras que parlaban en una esquina y sin tiempo de saludar, les preguntó.

— Emm… disculpen se?oras, ?Han visto a Yua por aquí?

— ?Oh! ?Hola Ryu!... Vi a tu hermana pasar por aquí, creo que se dirigía a la monta?a

— ?Enserio? ?Gracias se?ora! — Se despidió con rapidez y se va corriendo

— ?Ahh! ?Oye! ?Ten prudencia con el dragón! ?Quieres? — Advirtió la otra se?ora antes de que se marchara

Obteniendo el rumbo fijo y llegando a la última casa del pueblo, se desvía de la calzada para adentrarse al lado norte del bosque. ?l ya había recorrido ese camino con anterioridad, pero no le agradaba ir por esa vía debido a que, por razones dolorosas, no le gustaba encontrarse ni ver a la bestia que reposa sobre la monta?a que se ubica en el interior del bosque a un par de kilómetros de distancia; a su vez que en ese sitio había hallado hace unos a?os, el dije con la rara gema que en la actualidad conserva. Al llegar a un claro y esquivar varios arbustos que obstaculizaban el sendero, contempló con mucha impresión a la enorme monta?a y que en ella reposa un gigantesco y esbelto dragón de escamas plateadas y ocres cuyos picos y enormes cuernos son de una tonalidad similar pero mas opaca. Al juzgar por la vegetación y musgo que crece alrededor de su cabeza y sus garras, se evidencia que ya lleva un buen tiempo pernoctando en ese sitio. Justo al lado de la bestia, finalmente encuentra a su hermana durmiendo plácidamente y tendiendo la mano por sobre uno de los picos de la misma.

— ?Yua! — Vociferó su hermano para llamar su atención pero no funcionó, así que se va acercando con algo de tacto para despertarla

Al avecinarse las horas de la noche, algunos monstruos salen de sus escondites y empiezan a rondar alrededor del sitio; y esta vez no es la excepción. Justo a la izquierda del ni?o, algunos arbustos cercanos se estaban agitando, indicando que algo se iba acercando y de pronto, apareció en medio de los dos hermanos, un Gonghead: Un monstruo cerúleo y malhumorado de forma esférica que posee pinchos alrededor como medio de defensa, un pico curvo y afilado como boca y con la habilidad de levitar, son naturalmente veloces y enteramente carnívoros.

Su impresión general al ver a la esfera flotante es de una justificable impresión de temor. Los había visto antes en la lejanía pero nunca había presenciado uno tan cerca y por el prominente tama?o que este posee, el ni?o se intimidó y empezó a retroceder paso tras paso; súbitamente se detuvo al percatarse que la criatura no le estaba prestando atención, ya que solo se fija en su durmiente y peque?a presa mientras la va acechando. Su miedo se acentuó al ver que ahora su hermana está en peligro y se llenó de valor para enfrentarlo.

Mirando con agitación hacia los lados para ver que podía usar como arma, en medio de los arbustos encontró reposando una piedra de buen tama?o, agarrándolo con ambas la levantó y con fuerza se lo arrojó al bicho tras lanzar un ligero grito de batalla; este lo golpeó con suficiente eficiencia como para capturar su atención. La alima?a se volteó y con un enfado bien marcado en sus ojos, se dispuso a atacarlo pegando un chillido de halcón. Pero el ni?o estuvo atento a sus movimientos y antes de que lo pudiera embestir, logró escabullirse por debajo y emprendió una peque?a retirada yéndose a gatas lo más rapaz posible hacia donde está su hermana y al llegar, insistentemente la agitaba sujetándolo de sus hombros mientras intentaba despertarla.

— ?Vamos, despierta Yua! ?Hay que irnos de aquí!

—… ?Ehh?...— Al fin logró despertarla —… ?Qu-Qué sucede?

No llegó a responder a tiempo ya que el bicho lo había alcanzado y con su pico aprisionó su pierna derecha, arrojándolo en un zarandeo a la densidad de los arbustos. En eso la ni?a había quedado completamente aturdida y temerosa al ver que esa cosa estaba peleando con su hermano.

— ?Ryu! — Gimió su hermana tras lo acontecido, desafortunadamente captó la atención de la alima?a y lentamente se fue acercando; solo podía retroceder de espaldas refugiándose todo lo que puede detrás de la cabeza del dragón durmiente y en eso volvió a gritar — ?RYU!...

No recibió contestación alguna por lo que lo único que pudo hacer, era taparse el rostro con las manos y esperar un golpe de suerte. En eso y justo a tiempo, su hermano surgió entre los arbustos sujetando con ambas manos una rama larga de árbol y ubicándose justo detrás del bicho, lo golpeó varias veces con la intención de herirlo y cuando este se volteó completamente fastidiado, aprovechó el instante para usar la punta de su arma y picotear su ojo izquierdo. La criatura chillaba y se revoloteaba del dolor, por lo cual fue suficiente como para que el chico pudiese escabullir y acudir a su hermana.

— ?Estás bien Yua? — Inquirió agitado apenas llegó y ella asintió levemente y con nerviosismo su cabeza

— ?Tenemos que irnos! ?Esa cosa volverá pronto! ?Vámonos! — Le ordenó mientras le tendió su mano izquierda, a lo que se aferró en ella para levantarse y ambos emprendieron la huida en dirección a la villa

En un santiamén, dejan atrás al bicho que todavía bramaba. Pero a mitad del recorrido, por la prisa del momento la peque?a pisó por error una saliente, trastabillando y cayendo de bruces contra el polvoriento suelo.

— ?Ryu, ayúdame! — Le clamó estirando su mano derecha. De inmediato se frenó para ayudarla a incorporarse

— ?Ten más cuidado por donde pisas! ?Casi me haces caer! — Le ri?ó

— Lo siento, es que no puedo correr más rápido y… ?RYU, DETR?S DE TI! — Advirtió chillando y se?alando con el dedo índice a la alima?a que se acercaba a embestirlo a toda velocidad

Apenas logró reaccionar, solo para empujarla consigo y esquivar el tacleo; pero la zafia cosa se frenó de golpe y lo volvió a sujetar con su pico y lo apartó nuevamente de ella. Esta vez el bicho se fijaba en el ni?o que se encontraba caído boca arriba y arremetió directamente para desgarrarlo con su pico, pero este, aun con la rama en sus manos, la afirmó de ambos extremos y se preparó para el ataque entrecerrando sus ojos para el impacto. Cuando impactó contra él, levantó la vara y la atravesó horizontalmente entre su pico para evitar que este lo hiriese mientras que con sus piernas, lo empujaba para crear algo de distancia.

— ?RYU! — Vociferó su peque?a hermana con miedo presenciando con impotencia la pelea

El forcejeo entre ambos fue intenso; desafortunadamente la criatura es mucho más fuerte que su contrincante, por lo tanto las piernas del chico no generaba suficiente empuje para apartarlo y el pico de este se iba arrimando hacia su cara cada vez más. De la desesperación, el ni?o ladeó la rama con brusquedad para quebrarla a la mitad, y con los dos pedazos, los atravesó verticalmente para trabar el pico y que este no pudiese moverlo, finalizando su movimiento con una patada de talón que golpeó el área cercana al ojo lastimado para alejarse del todo. El golpe lo había dejado aturdido, adquiriendo suficiente tiempo como para poder reunirse con la impresionada peque?a, avanzando a gatas lo más rápido que podía avanzar. Aun así, la alima?a se recuperó del golpe y con un poco de forcejeo, escupió el par de trozos de rama atravesada. Con un leve giro sobre sí mismo, fijó la vista en su presa que se arrastraba a gatas y de modo rapaz, se abalanzó dando un gran chillido para acabar con él. El chico llegó hacia su hermana que de inmediato buscó refugio en él y tras ver que la bestia se va aproximando, la rodeó con los dos brazos para protegerla y cerró sus ojos con fuerza esperando lo peor.

— ?Ryu, Yua! ?Cuidado! — Manifestó la advertencia una voz madura muy familiar y de la nada, un relámpago estalló surcando el escenario por encima de los peque?os e impactó al bicho, estallando este en llamas

La criatura murió incinerada por el fuerte hechizo, lanzando al cielo un estridente bramido antes de caer al suelo completamente calcinado. Por suerte los chicos no tuvieron que ver tal escena, apenas asomaron sus cabezas pasado el estruendoso estallido y presencian el cadáver negruzco del bicho aun manando hollín.

— Eso estuvo cerca ?No? — Comentó de nuevo esa voz en un tono de alivio. Tras voltear en dirección de la misma, encuentran feliz y animosos a su padre que con un semblante de sobriedad, se va aproximando a pasos moderados. Cuando llegó al pie de ellos, se colocó en cuclillas para estar a su altura y esbozando media sonrisa se dirigió al chico a?adiendo —… Bien hecho hijo mío, protegiste a tu hermana. Eres muy valiente…

— Gracias papá… es lo que me pediste hacer — Agradeció el muchacho con una sonrisa y luego de corresponderle el gesto, dirigió la mirada ahora a su hija y le ri?ó con altivez

— ?Yua! ?Eres una desobediente! Deberías agradecerle a tu hermano por haberte salvado… ??Que estuviste haciendo en este lugar!?

— Lo siento papá… yo solo…— Balbuceaba sintiéndose intimidada y re?ida, estirando su labio inferior —… Tan solo quería ver a mamá

— ?A tu madre? — Inquirió con intriga

— Sí, durmiendo aquí la veo… veo a mamá en mis sue?os

—… A tu madre…— Murmuró con voz opaca y desanimada, irguiéndose posteriormente, contempla al enorme dragón que tiene adelante. Luego agregó con el mismo murmullo — Pero… tu madre…

— Lo se… mamá está muerta — Terminó la frase sintiéndose aún más decaída

Los tres contemplaron con un aire de melancolía al dragón durmiente que cubre una misteriosa puerta metálica ornamentada con varios y extra?os sellos. Guardaron silencio por unos minutos y más tarde, su padre rompió el silencio para relatar.

— Hace tres a?os cuando el pueblo estuvo bajo ataque, hice todo lo que pude para defender a nuestra gente… pero no tuve la suficiente fuerza para poder protegerla. Y si este dragón no hubiese venido a salvarnos, tampoco hubiese podido protegerlos a ustedes dos…— En medio del relato, el hombre ve a su hijo cabizbajo y un poco depresivo, por lo que se arrodilló a su altura y se disculpó gimoteando — Perdóname Ryu, si hubiese sido más fuerte aquel entonces, tu madre aun estaría con nosotros…

—… No digas eso papá, no es culpa tuya lo que le pasó a mamá…— Exclamó el reto?o en un tono intermedio como respuesta, intentando animarlo

— ?Si papá! ?Tú no eres débil! ?Eres fuerte! — A?adió su hija con la misma intención de confortarlo; sujetando de paso sus dedos índice y medio con ambas manos, ella continuó — Todo el mundo lo dice… dicen que tú y el dragón son los héroes que salvaron al pueblo de la destrucción; y aun ahora te lo agradecen…

— Jeje… Quizás tengas razón… solo espero que tu madre opine igual — Murmuró sintiéndose ahora más animado

— No te preocupes, ella lo sabe

— ?Lo sabe? — Inquirió con sorpresa

— ?Sí! El dragón me lo contó… me dijo que está muy orgullosa de ti y que te quiere mucho

— ?Jajajaja! ?Eso te dijo?

— También me dijo que nos cuidáramos mucho y que no nos metamos en líos…

— Con que te dijo eso ?Ehh? Casi se me olvida de que puedes hablar con el dragón — Acotó con un tono un tanto animoso

— ?Jejeje! E incluso la veo cuando duermo papá… ella es muy hermosa — Culminó con la oración y luego se dirigió ansiosa a su hermano — Ryu, deberías verla tú también, si cierras tus ojos, estoy segura de que podrás oírla igualmente

— Bueno mis ni?os, se está haciendo tarde y los monstruos no van a tardar en deambular por aquí. Vamos a casa, les prepararé algo de cenar

— ?Qué bien! ?Me muero de hambre! — Exclamó la ni?a con entusiasmo mientras va andando detrás a pasos de caballito, para que un poco más adelante, la termine alzando con delicadeza para llevarla a los hombros durante todo el trayecto

— ?Vamos Ryu! ?No te quedes atrás! — Lo advirtió mientras se iban yendo —…Bien Yua, Háblame de tu madre

— Si papá. Ella es encantadora, tiene un gran cabello tan azul como el mío, sus ojos son muy bellos, y viste un hermosísimo vestido… ?Ah! ?Y tiene alas! Es toda un ángel…

...

Aquellos dos procedieron con la agradable charla hasta alejarse de la monta?a y sin darse cuenta pierden de vista y la noción del muchacho; pero aquel chico no se preocupó en lo absoluto ya que se encontraba inmóvil, meditando lo que ella le había dicho.

Sin pensarlo dos veces se dirigió a la ruta contraria, hacia el tendido dragón plateado para contemplar su imponente y formidable tama?o una vez más. Ahora en lugar de sentir temor e incertidumbre, adoptó una postura más loable hacia la bestia. Lo admiró por varios minutos acariciando la punta de su boca y uno de sus picos que sobresale. En ese punto, abrazó la idea que su hermana le ofreció y según cree, le parece algo lógico ya que por algún motivo siente en su interior una conexión familiar muy fuerte con el dragón... Lo sabe ya que su gema brillaba con los colores del arco iris al estar cerca de este. Se ubicó a lado derecho de la cabeza, se acomodó acurrucándose en el muro al lado de la imponente bestia y cerró sus ojos dispuesto a dormir un poco.

...

...

Inminentemente, el mundo onírico hizo presencia en la mente del muchacho, pero en vez de tener un plácido sue?o con la esperanza de ver a su madre una vez más, se hallaba inmerso en soledad en un vacío negro. El ambiente emanaba mucha desolación y un gélido viento comenzó a soplar a su alrededor; tan solo se abraza a si mismo, frotarse sus propios brazos y preguntarse en donde se encuentra. Avanzando un paso por vez y sintiendo como el ambiente se torna más pesado, el ni?o no se encontraba seguro hacia donde se estaba dirigiendo y a pesar de que cada segundo le estaba costando respirar y la sensación de agotamiento lo iba devorando cada segundo, no le impedía proseguir sus pasos, ademas, una oración lo estaba atrayendo en esa dirección… una suplica que se declaraba desde la lejanía:

... Dios y sus hijos traspasarán el tiempo y el lugar...

Esas preces, de inmediato le resultaron familiar, la voz dulce y femenina que proviene de la fuente, lo tranquilizó y le dio fuerzas para no retroceder en su recorrido.

Las voces de nuestras oraciones romperán a través de la oscuridad… Todos nuestros pensamientos serán llevados hacia uno, la esperanza hace el corazón pacifico…

Sin duda alguna, reconoce cada una de esas palabras en cualquier lugar: Es la plegaria de St. Eva que su padre le ense?ó desde que tiene memoria y que lo reza en casos de inseguridad. Sintió un gran alivio, sin embargo, también lo mantuvo alerta ya que empezó a notar que esa voz se había tornado más distorsionada y áspera.

Abandona el egoísmo y simplemente reza, se convertirá en el amor sin límites de nuestro Dios… Continúa amando solo a nuestro Dios, abandona el odio…

Ahora la voz se agravó drásticamente al punto de tornarse criptica y chirriante. Un gran escalofrío le recorrió su espalda y lo enervó al punto de frenarse en seco. Nunca había escuchado una voz tan tenebrosa, y no lo ayuda el hecho de que esté recitando la plegaria, es mas, comenzó a desconfiar de la seguridad de esas palabras.

Entre la oscuridad rompiéndose, podemos ver a nuestro Dios…

La oración concluyó con una voz muy profunda y gutural que lo aterrorizó completamente y ya no sabía qué hacer o que pensar. De un momento a otro ya no lograba oír nada... ni sus respiración, ni sus latidos ni siquiera la voz de sus propios pensamientos... era una sensación horripilante y difícil de soportar. De repente, sin darse cuenta llegó a una cornisa, indicando el final de su recorrido y pronto presenció una mancha amorfa, levitante y negra que cuya sola presencia generaba desesperación. Cuando la tensión en el ambiente se había tornado peligrosamente sofocante, esa mancha se fue abriendo verticalmente para revelar un monstruoso y latente ojo rasgado que se manifestó justo en frente, observándolo sin misericordia alguna.

Sin lugar a dudas, este sue?o se había convertido en una auténtica pesadilla y anhelaba por sobre todas las cosas, escapar lo más lejos posible, pero sabia que era inútil... el terror lo paralizó y le impidió pensar con la poca coherencia que tenia. Exasperado, sus pies se enredaron cuando intentó fortuitamente retroceder y cayó de trasero como resultado… la maldad irradiada en esa cosa, le arrebataba la voluntad de articular palabra o sonido alguno y por algún motivo, estaba sintiendo que su vida se iba desvaneciendo y lo único que le queda por hacer, era oír lo que manifestaba con su maligna y ronca voz.

... No tengo fuerzas...

Entrégate a Dios...

Atento a lo rezado, se sintió muy confundido a la vez que horrorizado. No lograba entender el trasfondo de cada una de esas frases. No comprendía a que "Dios" se estaba refiriendo.

?REZA A DIOS!...

?ADORA SU OMNIPOTENCIA!...

?CLAMA EN SU NOMBRE!...

??NETE AL PODER DE DIOS!...

...

...

(Música de fondo: Suicide of My Mind – Araxas)

Consiguió despertarse de golpe. Sus ojos dilatados se abrieron como platos y jadeaba de manera agitada y errática; Empezó a sudar frio y su mente se hundió en la turbación y conmoción por lo acaecido… ?Qué sucedió? ?Qué era esa horrenda cosa? ?Y qué es lo que quería?... Todas esas preguntas atravesaron su cabeza y lo dejaron con una intensa angustia e incertidumbre, pero un par de ellas lo dejaron aún más apabullado... ?Por qué estaba recitando la oración de St. Eva?... ?Qué tiene que ver "Dios" con el monstruo?... Para él, eso no tiene ningún sentido.

Merodeó hacia su alrededor en varias ocasiones, dilucidando poco después de que ya es muy tarde, ya está por oscurecer, y ya comenzaba a helar; entendió que se iba a meter en un gran problema si no llegaba a tiempo. Murmuró angustioso tras levantarse y sacudirse el polvo de su pantalón de talla corta color roja.

— Ayy no. papá me va a rega?ar… debo irme

Ignorando su predicamento por el momento, inició el trote de vuelta a la villa, saliendo del claro y atravesando la densidad del bosque con el apuro de cualquier ni?o que siente culpabilidad. Apenas salió de esa frondosidad, aceleró a esprintar entre las calles ignorando cualquier tipo de distracción en sus proximidades, no obstante, al cruzar la primera esquina y por la prisa que llevaba, se chocó con alguien y por el impacto, ambos cayeron al suelo.

— Ouch, ouch…— Se frotó la mejilla derecha y su frente para aliviar el da?o y levantando su mirada, se dio cuenta de que la persona con la que había chodado, era el anciano con el que habló hace unas horas. Se levantó y se disculpo mientras lo ayudaba a levantarse — ?Oh! ?Lo siento mucho se?or Bautista! Es que tengo mucha prisa y bueno…

— ?Ah!... ?Quién me atacó? — Interpeló aturdido y al ver al ni?o que le ayudaba a incorporarse, se asustó y lo empujó — ?Whoa! ??Qué estás haciendo!?

— Le estoy ayudando se?or — Le contestó con inocencia

— ?No me toques! ?Aléjate de mí, ladrón! — Le gritó a todo pulmón tratando de alejarse y dando pasos titubeantes y acelerados. El ni?o se quedó inmóvil y un tanto confundido después de oír tales palabras

— ?Oye! ?Qué pasa? — Preguntó un transeúnte que transitaba por esa esquina y tratándose de nada menos que el vecino de al lado que intentó ayudar al chico momentos previos, pero al verlo, exclamó — ?Qué le haces al pobre hombre? ?Lárgate de aquí, vándalo!

El ni?o se alejó trotando tomando una desviación, con un semblante claramente desorientado y sintiéndose raro; se preguntó a si mismo ?Qué acaba de pasar? Y ?Qué les sucede a esos dos?

Se detuvo y se volteó atrás, observando a la distancia no solamente al hombre que lo acababa de reprender, sino también algunos ni?os que se asomaron y lo miraron con bastante extra?eza… En ese instante, el dije con la gema que antes brillaba de una tonalidad amarillenta, se opacó ahora a una gama naranja oscuro. Más adelante, mientras que se hallaba ensimismado en sus dudas, se encontró con una de las vecinas que le indicó el rumbo a donde estaba su hermana; cargando con dificultad unas bolsas llenas.

— ?Oh! Se?ora Lindah, permítame ayudarla…— Se acercó trotando con la intención de ofrecer su ayuda como agradecimiento

— ??Ehh!? ?Quién eres, y que quieres? — Inquirió indiferentemente confundida

— ?Cómo? ?Acaso no sabe quien soy? — Le preguntó con una actitud enervada y levantó la voz se?alándose a sí mismo — ?Soy Ryu! ?Ryu Bateson, el hijo del predicador!

— ?Qué? ??El hijo del predicador!? — Volvió a inquirir con sorpresa y le ri?ó — ?Eres un mentiroso! ?El padre Hulk no tiene hijos!

— ?El padre Hulk?

— ??Por qué no te largas de aquí en vez de estar molestándome!? ?St. Eva te castigará si no me dejas en paz! — Declaró con apatía antes de alejarse del ni?o, llevandose a rastras sus cosas

—… No…— Exclamó en negación

El ni?o se azaró. En este punto, un terrible malestar y soledad lo había invadido; sin duda no le agradaba esta situación ya que le venia a la mente esa horrible pesadilla con tal fuerza que ya se le hacia difícil ignorarla. Tal es esta pesadumbre que al echar un ojo a paisaje, notó en ella una sensación distinta... por alguna razón, este lugar ya no lo siente acogedor o apacible, ya no lo siente su verdadero hogar de antes. Percibía la veracidad de ese cambio al notar que su dije con la gema emanaba un débil tono naranja oscuro, una pigmentación que jamas había visto.

Más adelante se topó de casualidad con la joven veintea?era, que andaba cerca de su casa regando algunas flores. Al principio dudó si acudir a ella por temor a que no lo recociese, pero necesitaba comprobarlo y se animó a ir de todas formas, teniendo fe en que lo sucedido sea tan solo una muy mala broma.

— ?Hilda! — Lo llamó por su nombre, acercándose vehemente a ella pero la joven mujer lo mira extra?ado e interpela

— ?Hmm? ?Quién eres? ?Y cómo sabes mi nombre?

— ?No! ??Tú también!? ??Ya te olvidaste de mí!?

— Lo siento ni?o pero nunca te había visto por aquí… ?De dónde eres?

— ?Qué de dónde soy?... Soy de aquí, de Gate, vivo en la iglesia con mi padre, el predicador Ganer y con mi hermanita Yua… hace un rato tu quisiste ayudarme a buscarla ?No lo recuerdas?

— Disculpa… ?Yua? ?El predicador Ganer? ?De qué hablas? Aquí no vive esta tal Yua, y nuestro predicador siempre ha sido el padre Hulk — Acotó en su respuesta. Luego analizó al chico que estaba al borde de las lágrimas y le preguntó — ?Te sientes bien? ?Necesitas ayuda o algo?

Sin responderle, huyó de la se?orita completamente despavorido dirigiéndose en rumbo a su casa, o donde se supone que es su casa. En eso la joven pensó.

?Quién es ese ni?o? Me da muy mala espina...

Automáticamente la gema del dije del ni?o se oscureció mas, gradando la matiz de naranja oscuro, a magenta en un santiamén.

Esto ya es definitivo por donde se lo vea, la comunidad entera se había olvidado en su totalidad del chico y de toda su familia. Entrando en negación total y resistiendo el llanto, lo único que quiso hacer era ir a su casa, esconderse en su habitación y tratar de olvidar esta serie de perturbadores acontecimientos esperando que esto sea una enfermiza ilusión.

Ingresó a la iglesia aparentemente vacía y sin sentirse relajado por haber llegado, con desesperación clamó a gritos a su familia.

— ?Papá! ??Donde estas!?... ?Papá! ?Yua! ?Ya estoy aquí!

No recibió contestación de ninguno de los dos y su pesadumbre llegó a la cúspide de su tolerancia, en especial cuando se desvió con levedad a su izquierda justo en donde se encontraba el altar e inconscientemente, contempló la estatua hecha de cobre de St. Eva ubicada en el fondo y junto con algunos vitrales.

Desde que tiene memoria, aquella composición escultural de un árbol que en cuya punta de sus ramificaciones, se vislumbra una especie de halo ornamental que representa el resplandor del sol y que en el centro de este, se ubica un ojo; que cuyo significado ilustrativo es la trinidad de la omnisciencia, la omnipresencia y la omnipotencia; no le produjo algún indicio de algo pérfido o malévolo. Hoy, le ha cobrado un nuevo significado.

Aquel ojo... ese maldito ojo en vertical logró invadir su cordura. La imagen del monstruoso ojo grabado en su memoria lo atormentó una vez más; se tiró de rodillas y se sujetó con fuerza la cabeza mientras gritaba por la jaqueca que lo afligía.

— ??Que está sucediendo aquí!? ??Que son esos gritos!? — Inquirió en dicción clara una voz madura y autoritaria. ?l chico se calmó y volteó en dirección a la fuente pero en vez de encontrarse con su padre, solo vio a un desconocido viejo con un bigote blanco y con una típica calva de monje que lo distinguía, que llevaba una distintiva alba blanca con una sotana de color naranja fuerte, encintado en la cadera con una estola dorada — ?Ahh! Es solo un ni?o… bienvenido a la casa de St. Eva

—…T-Tu… tu…— No le correspondió el saludo. Es claro que se encontraba petrificado y balbuceando al respecto

— ?Ohh! ?Eres huérfano? ?No tienes en donde quedarte? No temas, la iglesia no le dará la espalda a un pobre ni?o, aunque seas un ladrón… Nuestra casa es tu casa, ven y descansa

Rozando su límite, los ojos del ni?o se invirtieron y se desplomó por el shock recibido. El viejo sacerdote reaccionó rápidamente exclamando.

— ?Ni?o! ?Ni?o! ??Estas bien!? ?Despierta! ?Reacciona!...— Intentó reanimarlo dándole unas ligeras palmada en sus mejillas sin éxito aparente y luego de unos infructuosos minutos, lo llevó a la segunda planta del recinto y lo recostó en una de las camas para dejarlo descansar.

...

El chico se había reanimado seis horas después, pero no se pudo decir lo mismo de su estado de ánimo. Se encontraba aletargado y afligido; no podía lograr discernir todo lo acontecido, no esclarecía esa amnesia colectiva que sufrieron todos y ahora, se le agregó el hecho de que su padre y su hermana están desaparecidos… no le provocaba dormir ni hacer otra cosa más que aguantar el llanto en silencio, acurrucándose en un rincón del penumbroso dormitorio tenuemente iluminado por la luz de un par de velas, gimoteando y preguntándose por su padre y por su hermana.

— ?Oye! ?Por qué lloras? — Interpeló con curiosidad una voz aguda y ronca a la vez

— ?Ahh! — Se sobresaltó ya que no esperaba que alguien más estuviera ahí. Alzó su mirada y apenas pudo captar una sombra, le interrogó azaroso mientras se restregaba y sonaba su nariz — ??Quién eres!?

— ?Oye, tranquilo! No quise asustarte — La silueta merodeaba alrededor del cuarto y luego exclamó — Entiendo por qué estas llorando… Si estuviera en un lugar tan depre y sin nada para robar como este, también estaría igual que tú

Volvió a merodear la habitación con más detenimiento, buscando entre algunos cajones y por debajo de las camas, bufando poco después.

— En verdad este es un sitio muy cutre… creo que me llevaré las velas — Se llevó los objetos con un semblante un tanto desanimado, y al voltear y ver al chico en el rincón que lo miraba con desconcierto, se le acercó mostrando una sonrisa y lo saludó — ?Hola! Espero que no vayas a decir nada sobre esto… toma, te lo obsequio

Le ofreció gentilmente parte de su hurto, o sea, una de las velas. Bajo la luz de la misma, lo que antes era una silueta extra?a, se develó en un chico que se asemejaba a un perro de raza bulldog de color blanco con manchas de color café claro y cuyos ojos son de una gama azul claro; su complexión es un tanto robusta, su indumentaria constaba de una peque?a túnica enteriza de tela color verde oscuro, un pantalón corto de color azul fuerte y botas de cuero. Inmediatamente después de ese saludo, el collar del ni?o de pelo azul brotó un brillo inusual de matiz aguamarina.

— Eres… ?Un perro que habla? — Gimoteó con cierta inquietud

— Que… ?Nunca has visto a un Grassrunner como yo? — El chiquillo negó con la cabeza — Bueno, no importa. Lo que sí importa es que entre ladrones, nos cuidamos las espaldas y debemos compartir el pan

— ?La-Ladrones? — Volvió a inquirir con desconcierto

— Así es compa?ero — Afirmó con alegría — Tú eres como yo ?Verdad? Haces como su fueras pobre, para que te dejen entrar en las iglesias y robas todo lo que haya ?No?... ?Pero sabes? Deberíamos irnos a una ciudad más grande, así podemos robar más cosas ?Qué dices? ?Vienes conmigo?

—… Yo… yo…— Tartamudeó con la propuesta y se incorporó. Por un lado, le generaba desconfianza en contar con alguien que apenas conoce y aún más si este declara que es un ladrón, pero por otro lado y por algún motivo, sintió que aquel ni?o mitad perro era alguien bondadoso — L-Lo siento, no puedo… a mí me ense?aron que robar es un pecado mortal y no deberías estar haciendo eso tampoco…

— ?Perdón? ?Dices que robar está mal? — Le interrogó apartándose un poco y acentuando un semblante de seriedad, al mismo tiempo el dije con la gema del chico de pelo azul degradó su brillo a un color verde azulado — ?Sabes? ?Tengo que ganarme el pan de alguna manera!... La vida allá afuera es muy dura y uno hay que hacer lo que sea para sobrevivir

Hizo una breve pausa antes de seguir, lo que el otro chico se quedó mudo con la declaración hasta ahora.

— Entiendo que robar es un pecado para los ojos de Dios, pero, a mi entender, robar para sobrevivir no es considerado como tal y sé que St. Eva me perdonará algún día…— Se dio media vuelta y avanzó tres pasos hacia las escaleras — Pero si no quieres venir conmigo, no te insistiré… quédate aquí y sígale rezando a Dios… nos veremos

Se despidió antes de bajar por las escaleras y lo último que el muchacho oyó, fueron los ecos de esos pasos de aquel extra?o ni?o que se opacaban hasta desaparecer. En ese momento le surgió otro dilema: Al fin ese ni?o ladrón se había ido y podía estar otra vez en solitario bajo su propio cuarto; pero siendo sincero, ya no quería estarlo. Ya no quería volver a experimentar esa soledad y aceptando su nueva perspectiva, ya desconoce y desprecia esta iglesia... ya no lo siente su hogar.

Vacío por dentro y con una clara angustia marcada en su rostro, se dirigió hacia la parte trasera de su armario para recoger una de sus pertenencias, es decir, la improvisada ca?a de pescar y de inmediato se precipitó en busca de ese ni?o. Aunque no conocía absolutamente nada de él, hasta ahora es el único en que que puede depositar su confianza y tal vez pueda aprovechar la oportunidad de que lo ayudase a encontrar a sus familiares desaparecidos. Empezó a bajar por las escaleras y apenas descendió al primer piso, cautelosamente el peque?o de raza canina se preparó desde una de las aristas de la pared de al lado.

— ?BOO! — Lo asustó, cosa que sobresaltó al joven y empezó a reírse de su reacción mientras exclamaba — ?Jajajaja! ?Lo sabía! ?Sabía que no quieres estar aquí!... Este pueblucho es demasiado peque?o para un par de chicos malos como nosotros ?Cierto?

— Umm… bueno…— Aun se mostraba un poco reacio a esa alusión

— De acuerdo, ?Vendrás conmigo, o que?

—… Aun tengo dudas sobre eso… pero iré contigo — Le respondió con laconia y nervios

— ?Bien! ?Entonces vámonos! Seremos tú y yo contra todo el mundo, iremos a las grandes ciudades y nos haremos ricos ?Eh? — Se le acercó entusiasmado y le extendió la mano — Soy Bosch, Bosch Doggy ?Y tú cómo te llamas?

— Me llamo Ryu… Ryu Bateson — Le correspondió el saludo estrechando la mano y agitándolo con sencillez

— Es un placer conocerte Ryu — En ese momento, el dije con la gema del joven resplandeció con fuerza en un bello color azul claro, llamando la atención de ambos

— ?Wow! ?Que collar tan raro tienes! ?Tiene un brillo muy genial!

— ?Oh! Si, Este collar...— Afirmó con voz apagada — Era de mi mamá antes de que ella muriera… es lo único que tengo para recordarla

— ?Ow! Ya veo, por lo menos eres afortunado de que tengas algún recuerdo de ella…— Enmudeció por un breve lapso y luego procedió — Deberíamos salir de aquí antes de que ese viejo se despierte y se entere

Se pusieron de acuerdo y de inmediato salieron a hurtadillas del edificio sin que el predicador que dormía rendido en el altar se diese cuenta de ello. Mientras avanzaron hacia al sur, el chico canino relató un poco de su pasado.

— Como verás, desde que tengo uso de memoria he estado vagando a todos lados, arreglándomelas como pueda para obtener algo que comer y escondiéndome de casi todos para sobrevivir, así que no tengo ningún recuerdo de mis papás. Ni sé cómo son sus rostros…

— ?Enserio? Eso es… triste

— Sí que lo es, pero no me preocupo. Nunca los he necesitado y no me hacen falta para nada. Lo único que necesito para vivir es mi buen olfato y mi instinto

Se detuvieron cerca de la salida detrás de una estatua mohosa a unos quince metros de un peque?o portón hecho de piedra caliza custodiada por el portero del lugar. Decidieron aguardar hasta que el portero se fuera o se durmiera, mientras tanto, el muchacho de cabello azul oscuro procedió a contar.

— Esta es la primera vez que intento salir de la ciudad. No sé lo que hay allá afuera, ni se lo que tengo que hacer… y eso me asusta…

— No te preocupes, cuando salgamos, iremos en ciudad en ciudad y te ense?aré todo lo que sé, trabajaremos juntos para salir adelante ?De acuerdo? — Asintió con la cabeza como respuesta — Bien, ahora debemos callarnos y esperar…

Aguardaron por unos largos cuarenta minutos y lo esperado sucedió… el portero se quedó dormido en la esquina del portón y los dos chicos aprovecharon la ocasión y se escabulleron con total discreción; avanzaron por un corto camino polvoriento y rodeado de arboles antes de salir de la villa. El ni?o de pelo azulado se detuvo por un momento, dio un medio giro para echar un último vistazo a su pueblo natal con mucha nostalgia. En ese punto, se le asomó una peque?a lágrima y este se lo limpió con la mu?eca derecha antes de despedirse y correr detrás de su nuevo compa?ero que lo esperaba con impaciencia.

En primer lugar, se encontraron con un gran campo árido y extenso que según las palabras del chico aventurero, les tomaría unas dos horas en atravesarla hasta llegar a una compleja red de túneles y a partir de ahí se debatirían en qué dirección tomar para llegar a una de los dos destinos principales: Continuar en la región de Gust en donde se encontraban ahora y recorrer hacia el oeste para llegar a su capital, Capitan; o irse hacia el este, en el vasto reino de Winlan y dirigirse hacia su sede, en Wyndia.

A mitad de camino en un determinado punto, el chico canino se detuvo, levantó una de sus orejas y deliberadamente empezó a olfatear a su alrededor y hacia el cielo, su compa?ero lo miró con un rostro de confusión y le preguntó.

— ?Bosch? ?Qué te pasa?

— Espera… sniff, sniff… algo se avecina — Acotó sin detenerse y luego exclamó — Tenemos que correr…

— ?Correr? ?Y por qué?...— La pregunta se respondió por si misma cuando repentinamente unos relámpagos rasgaron el nublado cielo, seguido de la torrencial lluvia que estaba por precipitarse

— ?Por eso! ?Aquí viene la lluvia! — En menos de un segundo, se empaparon hasta los huesos y emprendieron a correr en una dirección fija hacia los túneles — ?Que helada está! ?Tenemos que llegar pronto a los túneles y resguardarnos!

Corrieron sin cesar durante media hora hasta divisar a lo lejos la entrada de la red de túneles y al llegar, se resguardan en la entrada mientras recuperan el aliento. El dúo empezaba a tiritar del frío, y no tardaron en acordar en juntarse y darse un abrazo para conservar el calor y en eso el muchacho de cabello azulado exclamó.

— ?Hace frío!... ?Mucho frío!

— Si amigo, y tampoco hay luz aquí… está más oscuro de lo que pensé

— ?Oye! ?Y si usas las velas que te llevaste?... Así estaremos iluminados y abrigados — Le sugirió una alternativa, sacando de su bolsillo la vela que le había obsequiado

— Eso estaba pensando, pero, ?Cómo lo encendemos? — Inquirió tras sacar también la otra vela de su bolsillo. Se frotaba su peque?a barbilla y se puso analizar todo lo que alcanzaba a ver en la cueva y sopesando con ella, propuso lo siguiente — Dime, ?Qué es lo que llevas amarrado en tu espalda?

— Pues… solo esto — Le mostró luego de desatar el nudo, la ca?a de pescar que desde muy peque?o, había fabricado con esfuerzo

— ?Bien! ?Es perfecta! — Exclamó y se lo quitó de las manos para verla y olisquearla

— ?Perfecta? ?Y para qué? — Le preguntó viéndolo con extra?eza

— Escucha Ryu, busca algunos musgos alrededor de la entrada y tráelos acá por favor

— De acuerdo, ahora vuelvo…

Se levantó con cierta prisa y merodeando en algunas piedras sueltas y esquinas de la entrada, colectó algunas muestras de musgos secos y quebradizos. Pero justo después de regresar, se enervó cuando vio que su compa?ero terminó por destrozar la ca?a por la mitad.

— ?Qu-Que hiciste! — Exclamó completamente ce?ido

— Necesito la ca?a para hacer un par de antorchas — Le explicó para que se pudiera calmar, cosa que no dio mucho fruto — ?Ya conseguiste el musgo?

— Pe-pero… ?Es mi ca?a! — Clamó con lastima

— Eso no importa, conseguiremos otra ni bien salgamos de aquí, así que no te preocupes...— Consigue calmarlo, luego extendiósu mano hacia él y le pidió — Dame el musgo por favor

Sin objetar nada más del asunto, le dio las cosas que solicitó y se volvió a sentar a su lado. El chico se quedó a observar indiferentemente como su compa?ero elaboraba las antorchas: En primer lugar, desmenuzó la cera de las dos velas con las aristas de una piedra convexa para obtener el polvillo y dejando el producto a un lado para más tarde. Después, empleando la sección delantera de su túnica, rasgó dos tiras medianamente largas por las esquinas y las extendió en el suelo, luego colocó sobre ellas el musgo, las espolvoreó encima con la cera de las velas y colocando las puntas de las ca?as en los extremos de las tiras de tela, las envolvió y finalmente las ajustó con un par de nudos, terminando con dos abultados bulbos con un poco de musgo sobresaliendo de las puntas.

— Quedaron muy bien. Ahora necesito un par de piedras con filo

— Entendido — Captó la petición y tanteó el suelo con sus manos para encontrarlos. Estirándose un poco más hacia al frente, los encontró con suma facilidad y se los entregó con una peque?a sonrisa — Toma Bosch

— ?Gracias! Ahora sostenme las antorchas — Accedió con gusto y más tarde su compa?ero se levantó y se ubicó al frente de él, sosteniendo las dos piedras — Esperemos que esto sirva…

Suspirando con entusiasmo, hace chocar repetidamente las dos piedras generando como resultado algunas chispas que caen sobre el sobresaliente musgo que servirá como yesca y luego de unos intentos, la yesca se enciende y la llama se extiende hasta rodear los bulbos, alegrando a los dos chicos que lanzaron un grito de júbilo como reacción.

— ?Bosch, eso es genial! — Lo alagó mostrando fervientemente una clara sonrisa

— ?Gracias, lo sé! Ahora podemos calentarnos y avanzar por este túnel

Las antorchas cumplen eficientemente su función. La llama generada por la yesca mantiene ardiendo los bulbos a su vez, la longitud de las ca?as le otorgan un buen radio de iluminación; igualmente gracias a la cera de las velas que roció, sirvieron como acelerador sustituto de la resina, necesaria para mantener la llama viva por horas. Los dos se levantaron y decididos se dispusieron a adentrarse a los túneles dirigido por el compa?ero canino que conoce de memoria la ruta; pero en el recorrido, a través del tenue radio de iluminación, se develó más adelante un extra?o objeto grisáceo y rojizo, semirevestido y pulsante, que se arrastraba de modo lateral y muy lentamente. Los sorprendieron de primer plano, pero después el tímido compa?ero preguntó con curiosidad.

— ?Qué es esa cosa?

— No tengo idea…— Respondió lacónico — Pero parece delicioso… vamos a cazarlo

— ?A cazarlo? ?Pero no sabemos que es!

— Entonces sigámoslo y averigüémoslo… me está empezando a dar hambre — Declaró y se precipitó para atraparlo

Aparentemente, el ruido del eco de los pasos de aquellos dos ni?os, alarmó la cosa extra?a y enseguida se arrastró ocultándose velozmente entre las sombras. El chico canino lo persiguió fervientemente sin perderlo de vista y su compa?ero, teniendo dudas al respecto, lo acompa?ó yendo detrás de él. Trascurriendo unos minutos de persecución, la susodicha cosa continuaba ocultándose más y más hacia los rincones, sin que ellos se diesen cuenta de que en realidad, los estaba internando hacia las entra?as de la monta?a; En eso, súbitamente dicha cosa se detuvo en medio de una especie de pasillo expandido y su perseguidor se echó de cuerpo entero, atrapándolo no antes de dejar caer la antorcha.

— ?Te tengo! — Exclamó sosteniéndolo y forcejando con él

— ?Lo atrapaste? — Inquirió su compa?ero llegando justo al lugar y recogiendo la antorcha caída para que este no se apagase

— ?Sí! ?Ahora podemos comerlo! — Manifestó mientras lo golpeaba incesantemente para conseguir matarlo

De repente, esa cosa que según se creía que era inofensiva, inició a dar batalla. Se sacudía de un lado a otro, impresionándolo en primer lugar pero después se alarmó y se asustó cuando se percata de que dicha cosa se frenó y empezó a levitar en medio del escenario, finalizando de modo en que las dos antorchas, de la nada, llamearon ferozmente sin explicación aparente. Su fuerte luz alumbró por completo la zona expandida, revelando que esa cosa en realidad era la terminación de la cola de un enorme y monstruoso demonio de aspecto Lovecraftiano, de alrededor de unos dieciséis a dieciocho metros de altura, unos ocho a diez metros de ancho más unos treinta a treinta y cinco metros de longitud.

Su apariencia general es de una cruza taxonómica entre un artrópodo trilobitomorfo y uno querneto, cuya anatomía segmentada está fuertemente acorazada por varias placas de exoesqueleto que terminan en filosas púas desde su larga cola, recorriendo la parte del cefalotórax y el abdomen hasta llegar a la cabeza; posee múltiples patas articuladas y dos enormes pedipalpos en forma de curvas garras que constituye la parte superior junto con una enorme cabeza con cornamentas y con pérfidas mandíbulas. El punto focal del demonio radica en tres espantosos ojos verticales, dos peque?os en la parte lateral de la testa, y uno enorme y mefistofélicamente rasgada y prominente ubicada en la parte frontal.

El chico canino miró con absoluto terror a semejante esperpento y exclamó en un grito.

— E-Es… es… ?Es un monstruo! — Apenas alcanzó a manifestar lo terriblemente obvio cuando este, lo apartó con un fuerte zarandeo de su cola, azotándolo al rincón de un muro lateral y dejándolo inconsciente

— ?BO-BOSCH! — Vociferó alarmado al ver a su compa?ero fuera de combate en el suelo, pero su atención fue capturada de inmediato

Lo incierto estaba ocurriendo, el ni?o de pelo azulado se topó frente a frente con la pesadilla que lo había estado atormentando desde entonces… ese hórrido ojo lo avizoró despiadadamente, petrificandolo de horror y la locura hizo mella en sus pensamientos. El dije con la gema se ofuscó con ferocidad y no solamente se apagó sino que la lobreguez de la misma empezó a absorber la luz de las antorchas hasta volverlas simples brasas; La entidad avanzó y con un gru?ido que estremeció la monta?a y provocando un espantoso eco, profirió en una pregunta.

— ?Eres tú el elegido? ?Acaso eres el chico elegido para la misión?...

La sensación densa y plúmbea del ambiente generado por la bestia, era demasiado difícil de soportar. El ni?o se desplomó deplorado por completo apenas con la capacidad de verlo y de respirar.

— Esta bien…— Continuó el demonio — Si lo eres, ?Demuéstralo!

El demoniaco ojo se cerró en un parpadeo veloz, ocultándose entre las brumas y dejando al chico en medio del ensordecedor silencio y en la impenetrable oscuridad. El pánico se hizo inminente, su respiración agitada y la transpiración helada fueron el indicio de que estaba por quebrarse… quería huir de ahí lo más pronto posible, pero por mas que lo ansiaba, no podía hacerlo ya que la incertidumbre se convirtió también su enemigo; no conocía la salida y mucho menos conocía la situación de su compa?ero, cabiendo la posibilidad de que estuviese muerto.

Los segundos se volvieron eternos, entrando en una especie de singularidad, es decir, como si el tiempo en sí mismo no existiese y la percepción del espacio se perdiese por completo… Era una sensación nueva y extra?a; por un segundo le hizo creer que había abandonado su cuerpo y que se había transformado en esa esencia intangible que van al paraíso… pero un estridente ruido lo devolvió a la terrible realidad en la que se encontraba.

Ese ruido, no era mas que el aire cortándose por el zarandeo de una de sus filosas garras. La onda expansiva golpeó al muchacho enviándolo a unos varios metros hasta estrellarse contra el muro más cercano; el brutal impacto le provocó lesiones severas en la zona torácica de la espalda y en ellas se presenciaron las fracturas de la escapula y clavícula derechas, múltiples costillas rotas y fisuras en las regiones parietal y occipital de su cabeza; A su vez sufrió múltiples traumas y fracturas en su brazo derecho.

Inmóvil, lanzó un desesperado grito hacia el cielo. El dolor que intentaba transigir era inconcebible para alguien de su edad y la terrible agudeza del mismo no le permitía dilucidar que el ataque aún no había acabado. El próximo ruido que se avecinó poco después de la onda, se asemejaba a una especie de orvallo de proyectiles que parecía venir de todas direcciones y en efecto, eso es lo que estaba pasando. El zarandeo trajo consigo un aluvión de púas provenientes de su exoesqueleto que le cayeron directamente, acribillándolo en múltiples zonas en especial, su pantorrilla izquierda, muslo derecho cercano a la ingle y brazo derecho; asimismo, una enorme espina de unos cincuenta centímetros penetró su pectoral derecho perforando el pulmón y provocando el colapso de este.

La batalla terminó tan rápido como inició; la víctima se encontraba en grave riesgo de sufrir un shock tanto neurogenico como hipovolémico y por consiguiente, a punto de morir en cualquier segundo; Razón por el cual la entidad no le convenía según sus propósitos, así que volvió a manifestarse, abriendo su enorme ojo central justo a un metro en frente de él e inesperadamente le otorgó un poco de su energía vital para evitar su prematura defunción. El ni?o reaccionó en un agónico suspiro e intentó moverse inútilmente hacia un lado, pero el dolor ya era demasiado y perdía sangre de modo constante; solo permaneció yaciente en el suelo en estado catatónico, en medio de sufrir una recaída y mirando fijo a la truculenta bestia.

— No morirás tan fácil, ni?o predestinado… La maldición de tu existencia tan solo será la arteria que conducirá hacia las puertas, para que algún día las abras… y así puedas sentir en carne propia, el infinito poder del Dios vivo…

Entre sardónicas risotadas, la monstruosidad retrocedió lentamente hasta desaparecer entre la abismal obscuridad; y antes de que pudiese digerir esas palabras una y otra vez hasta taladrar su mente, el muchacho con su critico estado, gastó sus últimas fuerzas que le quedaban antes de colapsar y entre el dolor más el sabor amargo de la muerte que se avecinaba, lanzó un agonizante grito que retumbó en toda la monta?a y con el potencial, de alcanzarse a oír por todo el mundo.

...

...

Fue como despertar de un largo sue?o

Ahora su padre y su hermana han desaparecido y ya nadie más les reconoce

?l so?ó con un demonio que arrancó su corazón y su alma, pero sigue siendo un sue?o.

Aquella visión aún permanece...

En algún rincón de su mente, él la escucha, clamándole

Un mundo diferente...

Un mundo de silencio...

Un mundo de obscuridad...

?l la sigue sintiendo, a la vez, miedo y ansía

?l sucumbe y la obscuridad le da la bienvenida.

"Eres el elegido" Chilló el demonio

Y en lo más profundo de su corazón, él se da cuenta de que es cierto…

En ese momento, la realidad se desvanece y el sue?o empieza a tomar forma.

...


Bien, ?Que les pareció esta breve introducción? Recuerden que actualizaré lo mas pronto que pueda.

Como habrán notado, he decidido nombrar algunas regiones o países con los nombres de las aldeas de la primera entrega de esta saga, con el objetivo de darle un poco de dinamismo a los paisajes y terrenos. Bajo mi punto de vista, que el globo entero solo contenga catorce ciudades me parece un poco ridículo, así que clasifiqué esas ciudades como capitales o sedes principales de las mencionadas regiones para que parezca mas realista, ademas de agregar aldeas y poblados nuevos en las mismas, pero eso será para mas adelante.

Antes de despedirme, les pido disculpas por la canción de fondo que puse ya que según su género, resulta muy anticlimatico con respecto a la ambientación en la que se desarrolla, pero créenme, la melodía y gran parte de la letra se ajusta a la perfección con la trama del momento. Así que si alguien tiene la bondad de colaborar conmigo para buscar canciones con temática que se acople a la época de esta historia, se lo agradecería enormemente.

Nos leemos en el siguiente capitulo.