Hola! Atomik27 reportándose a pocas horas de Navidad.

Espero que este capítulo sea de su agrado. No se olviden de dejar sus comnetarios.


Cap 10. Emociones y sentimientos

A la maana siguiente, Ash y Abby se encontraban terminando de desayunar. Se habían quedado hasta tarde la noche anterior.

—Vaya, en serio debí estar ebria ayer—declaró Abby—. No puedo creer que haya compuesto una canción contigo. Es decir, no pensé que seriamos amigas o algo así. Somos muy diferentes.

—Créeme, pienso lo mismo.

—Me divertí mucho anoche. En definitiva deberíamos repetirlo.

—Si. Tal vez después de la competencia.

—Cierto. Bueno, si es que gano. En serio necesito entrar a la academia.

—Lo harás bien. Avanzaste mucho anoche. Cantaste una canción que no era opera.

Abby sonrió. Claro, debería ser fácil ahora que había salido un poco de su zona de confort, aunque aún pensaba que todo se debía a la cantidad de copas de vino que bebió anoche en la boda.

Un leve ruido se escuchó, alguien tocaba la puerta. Era Tara.

—Hola

—Oh, cierto, se me había olvidado que ibas a venir. Llegaste temprano —comentó Ash extraada.

—Sí, es que Mick me llamó para asegurarse de que no llegara tarde —dijo para luego percatarse de la presencia de Abby—. Oh, hola. Vaya qué incómodo —murmuró.

—Sí. Creo que será mejor que me vaya —dijo Abby parándose de su asiento.

—Nos vemos más tarde —dijo Ash acompaando a Abby hasta la puerta.

Tara, aún un poco incómoda, se sentó en el sofá y tomó una de las hojas que estaba en la mesa. "He escuchado por ahí que no tardaste en olvidarme / Que ya estas con alguien / Que te ven feliz / Qué curioso que hace dos semanas me pediste tiempo", leyó en silencio. Pero había dos estilos de letra, la de Ash y… la de Abby?

—Qué está pasando? —preguntó al ver a Ash regresar a la sala— Q-Qué es esto?

—Oh, es una canción.

Tara se la queda mirando por un tiempo.

—Qué? —preguntó Ash confundida.

—La compusiste con Abby, verdad?

—Pues sí, me ayudó a terminarla.

Tara se le queda viendo una vez más, esperando una explicación.

—Qué pasa? Te encuentras bien?

—No sé, dímelo tú.

—Oye, en serio no tengo idea de…

—Se supone que eres mi instructora, no la de Abby —reclamó Tara en voz alta.

—Qué?

—No te hagas la desentendida, las acabo de ver. Estás entrenando a Abby a mis espaldas.

—Qué?!

—Ya deja de decir "Qué?". Sabes de lo que hablo. No lo puedes negar —dijo agitando la hoja donde Abby y Ash habían compuesto su primera canción juntas—. Tengo pruebas.

—Hey, fue solo una canción, no es para tanto. No entiendo por qué te alteras.

—No estoy alterada. Es solo que… se supone que es a mí a quien debes ensear.

—Muéstrame el contrato. No eres duea de mi vida, Tara.

—Ok, sí, lo entiendo. Lo que no comprendo es que tú y Abby… desde cuando son amigas?

—Oye, no soy tu novia, no tengo porqué darte explicaciones.

—Solo responde. Desde cuando son amigas?

—Desde anoche

—Por qué?

—Qué por qué? Es en serio? Besaste a su novio anoche.

—Hey, ya no están saliendo.

—Sí, pero no pasó ni un día y ya estabas saliendo con él a escondidas —dijo Ash molesta—. Y no me lo niegues, Meena y Rosita me lo comentaron ayer.

—Y eso qué?

—Qué acaso eres nueva? Mick le rompió el corazón a Abby, y tú cooperaste con ello.

—No soy una zorra, Ash.

—Pues has actuado como una.

—Ah sí? Y qué me dices de ti? Casi besas a Johnny ayer en el último vals, sabiendo que Emily tiene sentimientos por él. Y tampoco lo niegues porque no fui la única en darse cuenta de eso.

Sin querer, Tara me había trasladado al pasado. Ese día que aún me dolía recordar. Cuando llegue de uno de los tantos ensayos en el teatro, y encontré a Lance con otra.

La escena de anoche había sido similar, solo que con algunos cambios de roles y otros personajes. Johnny y yo estábamos muy cerca… No íbamos a besarnos o si?

—En serio no puedo creer que hicieras eso. Qué clase de chica eres? Juegas con los sentimientos de los demás, incluso con los tuyos. Y es a mí a quien llamas zorra?

Un breve pero incómodo silencio se hizo presente.

—Lo siento, no debí decir eso. Yo...

—El ensayo se acabó, por favor retírate —dijo Ash abriendo la puerta de su apartamento.

—Ok, estás molesta. Lo entiendo. Pero maana se debe presentar un avance de nuestras presentaciones y…

—Que lastima, debiste pensarlo antes de comportarte como tal.

—Que hipócrita eres.

—Si, suerte ensayando sola.

—Mejor, no he avanzado mucho contigo. Estás obsesionada con que solo cante rock.

—Que es mucho mejor que esa playlist cursi que tienes.

—No es un secreto que me guste cantar ese estilo. Soy una persona muy alegre.

—No todo es alegría.

—Y no todo es desamor.

—Lo dice la chica que le quitó el novio a otra —finalizó Ash cerrándole la puerta en la cara.

"Con que me crees la villana, no? Eso ya lo veremos", dijo Tara con una idea en mente.


—Y bien?

—Qué?

—Por qué me trajiste aquí? —preguntó Abby un poco frustrada. No entendía porqué Patrick la había llevado al parque.

—Pues… tal vez quería pasar un tiempo a solas contigo, no sé. Tal vez suceda algo. No lo crees? —dijo lanzandole una mirada seductora y un guio. Abby no necesitaba palabras, con la mirada era suficiente: "Nunca en la vida"—. O tal vez solo quiero ayudarte. Pero no aquí.

—Entonces, dónde?

—Allá —contestó sealando a un grupo de chicos bailando.

Eran jóvenes bailando hip hop en una pequea plaza dentro del parque. Tenían ropa deportiva, con un estilo muy relajado. Estaban en círculo. Cada uno iba pasando al medio, realizaba unos pasos de baile acompaados de alguna acrobacia y retaban a otro a pasar a pasar al frente y superar el movimiento. La que más destacaba era una chica de 16 aos. Vestía una sudadera blanca sin mangas con I estampado, unos shorts negros, una casaca amarrada en la cintura, botas rojas y una pulsera negra con púas metálicas, muy parecido al que Ash suele usar.

La chica con movimientos precisos y acrobacias geniales —sin presencia del uso de la técnica, claro— era el centro de atención de todos los jóvenes allí reunidos. "Vaya intento de abeja reina", pensó Abby.

Entre la multitud estaban Rosita y Gunter. Este último se había animado a pasar al frente y hacer algunos movimientos.

—Wu! Vamos Gunter! —animó Rosita entre todos los gritos y silbidos de emoción.

La chica, cuyo nombre el parecer era Megan, alias Meg, pasó al frente e hizo algunos pasos de baile. Se paró de cabeza e inclinó hacia Gunter para luego retroceder, levantarse y seguir bailando. Gunter la acompaó, siguió sus pasos con la naturalidad y facilidad de dominó que lo caracterizaba.

—Hey, lo haces muy bien —le dijo Gunter después de que terminara el baile.

—Gracias. Deberían de venir más seguido —los invitó—. Todos los fines de semana nos reunimos aquí, a no ser que tengamos alguna presentación.

—Hacen presentaciones? —preguntó Rosita.

—Sí —contestó uno de los chicos—. Aunque son muy pocas. No somos tan conocidos.

—Y la paga no es muy buena —comentó otro.

—Lamentable pero cierto —dijo Meg—. Bueno, lo importante es que al menos conseguimos algo de dinero extra para ayudar en casa. Además hacemos lo que nos gusta, no, chicos?

Todos lanzaron un gran sí.

—Esa es la actitud —dijo Patrick llegando con Abby.

—Patrick!

—Hola chicos —saluda a todos—. Vaya, veo que me perdí el show.

—Si, llegaste tarde —dijo Meg.

—Si. Veo que ya se conocen —dijo mirando a Gunter y Rosita.

—No sabía que tenías amigos aquí —dijo Rosita—. En tu ficha decía que venías de Nueva York.

—Sí pero también suelo venir aquí en las vacaciones. Padres separados, dos ciudades, dos vidas… lo típico.

—Lo siento —se disculpó Rosita muy apenada por haber sacado un tema delicado.

—No te preocupes.

—Bueno… pasando a otro tema. No es que me queje pero para qué nos has citado? —preguntó Meg.

—Oh, pero qué falta de modales. Ella es Abby —dijo e inmediatamente toda la atención se puso en ella.

—Viniste a presentarnos a tu novia? —preguntó Meg mirando a Abby de la cabeza a los pies.

—No soy su novia —dijo Abby devolviéndole la mirada a Meg.

Megan solo se limitó a soltar un bufido.

—Abby es una de las mejores bailarinas en La Escuela de Ballet en Sydney. Su técnica es impecable. Pero tenemos algunos problemas con los géneros de baile libre.

Megan soltó otro bufido.

—Entonces no es una bailarina de verdad.

—Al menos yo no bailo en las calles —contestó Abby.

—Sí, sin embargo, estás aquí.

—Ok, ok… Solo queremos que ayuden a Abby con algunos pasos —dijo Rosita tratando de calmar a ambas chicas.

—Bueno… veamos si hacemos milagros —dijo Meg provocando risas entre sus amigos.

A Abby no le causaba gracia. Todo lo contrario, la irritaba. Una simple chica de la calle le iba a ensear a ella, una bailarina de la prestigiosa Academia de Ballet de Sidney? En serio Patrick la trajo para humillarla más?

—No pienso dejar que esa mocosa me trate como tal y menos que me "ensee" a bailar —le dijo Abby a Patrick.

—Oh, vamos. Te saca de quicio, es lo que necesitas —contestó él con la tranquilidad y picardía que tanto lo caracterizaba—. Además, no trajiste a Ash.

—Tiene ensayo con Tara.

—Si, Mick me comentó.

—Como sea, igual no es necesario que ella esté aquí. Solo la quieres cerca porque te gusta.

—Ella te saca de quicio al igual que Meg, solo por eso —dijo—. Bueno, también por lo que dijiste.

—Eres un idiota.

—Hey, no soy el único que piensa que Ash es sexy. Y te lo puedo comprobar. Hey! Amigos! —llamó Patrick al resto— Quién más cree que Ash es sexy? —preguntó ganándose varios comentarios que concordaban con lo que había dicho. Meg, Abby, Rosita, Gunter y otras chicas no estaban muy felices por el comportamiento de los chicos.


—Hola Fred —saludó a uno de los policías.

De tantas veces que había ido a visitar a su padre, podría decirse que ya conocía a la mayoría del departamento de policía. Ellos le habían guardado cierto cario al joven pianista. En especial Fred. l había escuchado la disputa entre padre e hijo el ao pasado, cuando Marcus —alias Big Daddy— fue detenido en prisión junto con otros miembros de su familia. Incluso él salió en defensa de Marcus, cuando querían aumentar su estadía tras las rejas.

—Hola, Johnny. Tú padre te espera en la sala privada.

—Ok, gracias.

Las noticias viajan rápido, así que lo sucedido en el Country Bar no escaparon de los oídos de Marcus. Es por eso que Johnny estaba de visita hoy. Su padre lo había mandado a llamar. Conocía a su hijo como a la palma de su mano, y apostaría su vida a que Johnny no tenía actitud violenta; por eso le pareció extrao su comportamiento en tal evento que se había vuelto viral en los medios de comunicación. Si bien el joven ya había expresado sus disculpas, él, como padre, debía hablar con su hijo.

—Hola, pa —dijo Johnny entrando en la sala de visita privada. Era una pequea sala con una mesa y sillas alrededor. A diferencia de las anteriores visitas realizadas en cabina, esta sala les daba un poco de privacía, sin contar con los policías que vigilaban las puertas y miraban la escena desde el otro lado de los espejos de las paredes.

Solo había estado allí en tres ocasiones: su cumpleaos, Navidad y cuando Buster quiso hablar con su padre sobre el contrato de Johnny siendo miembro oficial del teatro. Incluso Ash estuvo allí el día de su cumpleaos. Una leve sonrisa apareció en su rostro recordando ese día. Ella había insistido en ir. No me perderé el cumpleaos de mi mejor amigo había dicho. Además nunca he visto la cárcel. Quisiera al menos tener una idea de cómo se verá el lugar donde estarán mis hermanos cuando se metan en problemas. Tiempo después, conoció a la familia de Ash. Sus padres y sus hermanos rebeldes. Eran dos adolescentes problemáticos y un nio muy travieso. La madre de Ash no dejaba de darle las gracias a Johnny por hacerlos entrar en razón. Prácticamente lo respetaban. El joven pianista se había ganado su confianza y respeto después de ensearles algunas técnicas de lucha y como montar patineta.

Le alegraba que hubiera dicha aceptación entre ambas familias. Marcus y sus tíos habían quedado fascinados con Ash. Habrías encajado muy bien en nuestra pandilla, había sido el comentario de su padre.

—Muy bien, Johnny. Vamos a hablar.

El joven pianista contó todo. Todo. La pelea en Country Bar, su reconciliación de amistad con Ash, el vals que bailó con ella, la conversación que tuvo con Emily y otras cosas más que habían pasado. Big Daddy escuchaba atentamente cada palabra sin interrumpir. Le dolía no haber estado con Johnny en esos momentos, tener que limitarse a cinco visitas semanales de una hora para poder hablar y aconsejar a su hijo. Eso le hacía pensar que no había sido un buen padre para él. Había desperdiciado su tiempo en artimaas en vez de guiar a su hijo por buenos caminos. No es que Johnny fuera un criminal. Había tenido la suerte de que Johnny tuviera una clara idea de lo que es bueno y malo. Sin embargo, habían muchas cosas que él no tenía claro. Marcus sabía que nunca recuperaría el tiempo perdido, pero nunca era tarde para enmendar sus errores. Era una nueva vida. Estaba tras las rejas, pero cumpliría su castigo con la poca dignidad que le quedaba, y ocuparía su tiempo en su familia, sobre todo en Johnny.

Después de desahogarse, ahora era el turno de hablar de Marcus.

—Bueno, hijo… Quiero que sepas que no estoy decepcionado de ti. Son cosas que pasan. Todos cometemos errores, de ellos se aprende. Lo importante es corregirlos. Y en cuanto a Emily…

—Sé que me dijiste que no la invitara a salir, pero Ash creyó que sería buena idea. Quise decirle que no, pero por una extraa razón no puedo resistirme a su tierna cara de perrito. Haría lo que sea para verla feliz. Por eso no me agrado cuando vi a Lance con ella. Incluso Patrick está detrás de ella. La mira todo el tiempo. Quién se cree?

Marcus sonrió. Era obvio lo que le pasaba a su hijo.

—Ay, no sé qué está pasándome —dijo resignado, bajando la cabeza y cubriendo su rostro con ambas manos. Aun preocupado y sumido en sus pensamientos, los cuales fueron interrumpidos por una risa.

Johnny levantó su mirada hacia su padre, quien lo miraba con una gran sonrisa en su rostro.

—Parece que eres el único que no se ha dado cuenta —dijo mirando a su hijo—. Bueno, tal vez alguien más esté igual de confundido que tú pero… —suspiro y soltó una pequea y breve risa— Me recuerdas a mí. Tampoco me daba cuenta.

—De qué?

—De mis sentimientos.

—Qué?

—De lo enamorado que estás de Ash.

—Yo... enamorado… de Ash…?

—Vamos hijo. No me vayas a decir que aun no te das cuenta. Yo lo supe desde que me la presentaste. La mirabas muy atento y con una sonrisa en tu rostro.

—Enamorado de Ash…

—Me hablas de ella todo el tiempo. Te preocupas por ella, por verla feliz... han pasado mucho tiempo juntos era lógico que en algún momento...

En ese momento, Johnny comenzó a recordar los primeros momentos con su mejor amiga.

Flashback

Johnny subió a la camioneta molesto. No podía creer que ya todo había terminado. Le había dado la espalda a la pandilla por un concurso que era una farsa. Ahora ni siquiera iba a poder cantar en el show. No habría show. Su padre lo odiaba, y estaba seguro de que sus tíos tampoco querían hablar con él, el traicionero. Estaba solo. Por qué la suerte no estaba de su lado?

Impotente pega su frente al volante y cerró los ojos, pensando en qué podría hacer y solucionar al menos uno de sus problemas. No se le ocurría nada.

La puerta del copiloto se abrió. Johnny pudo sentir como alguien subía a la camioneta y cerraba la puerta. Levantó la mirada: era Ash.

—Qué haces?

—Pensé que me llevarías a casa. Tú me trajiste —contestó Ash como si fuera la respuesta más obvia.

—... Si, pero… y Gunter? —preguntó, recordando que también había pasado por su compaero de acento alemán.

—Se fue con Rosita. Ambos viven casi en la misma zona, mientras que yo estoy del otro lado, en casi la misma ruta que tú. Que la Sta. Crawly me lleve no es una opción, y Meena salió corriendo hacia no sé donde. De todas formas creo que ella vive más cerca —explicó.

—Ahm…

—Estas bien? —preguntó Ash mirándolo con detenimiento.

—... Sí

—Mientes

—Qué? Cómo lo… ?

—No sabes mentir.

—Oh…

—Es por lo que le dijiste a Buster, que tu padre ya no te habla?

—Es… complicado.

—Suéltalo

—Ahm… es una historia larga y…

—Tienes planes hoy?

—No

—Bien, entonces tenemos todo el día. Suéltalo.

—Es complicado, Ash.

—Te entiendo —dijo ella mirando a un punto perdido en la calle—. No sé si sepas pero… pasé por una situación complicada también. Aun la herida duele, pero hablar con alguien siempre ayuda. Y es lo menos que puedo hacer. Después de todo, si no fuera por ti, hubiéramos muerto ahogados.

—Hmm…

—Vamos desquítate.

—Qué?

—Saca tu enojo. Yo me desquité rompiendo las cosas de mi ex. Tal vez podrías gritar con todas tus fuerzas o… creo que hay un sitio donde rompes platos, o un área de tiro.

—Abróchate fuerte —dijo Johnny mientras se ponía el cinturón de seguridad.

—Qué?

—Abróchate. Quieres que me desquite? Pues conduciré super rápido.

—Vaya, quién lo diría? —dijo abrochándose bien el cinturón—. A lo rápido y furioso, grandote.

Y así lo hizo. Tal como había conducido ese día para llegar a tiempo al ensayo, Johnny no soltó el acelerador. Para ser un chico dulce y de voz como la de un ángel, era un maniático en el volante.

—Ahhh! —ambos gritaron con todas sus fuerzas cuando llegaron al muelle.

—… Ash? Estas bien? Siento haber ido tan…

La joven rockera seguía en su asiento, ahora con la respiración acelerada, mirando al mar donde, si los frenos no hubieran funcionado, hubieran muerto ahogados. Pasar por esa misma sensación dos veces en una semana no debería ser placentero. Es por eso que Johnny se sorprendió. l esperaba que Ash se molestara, le gritara o que amenazara con demandarlo; sin embargo, Ash comenzó poco a poco a reírse. Dos segundos después, él la acompaó en su risa sin sentido.

—Por qué me trajiste al muelle? —preguntó una vez que paró de reír.

—No lo sé.

—Mientes otra vez. Debe haber una razón por la cual tus emociones te trajeron hasta aquí.

—Bueno, es un lugar tranquilo. Además… Aquí fue donde desembarqué con mi familia hace muchos aos atrás.

Johnny se tomó su tiempo y le contó su problema a Ash. Una chica que, si bien era su compaera del "elenco", nunca habían interactuado más allá de un simple saludo. Mientras contaba su historia, no dejaba de pensar en lo absurdo que era el mundo. Jamás había imaginado que estaría hablado con ella del tema que tanto lo atormentaba desde que su familia llegó al país. Ella se mostraba tan atenta a sus palabras. Ni siquiera lo había interrumpido o mostrado horror por ser hijo del líder de una banda criminal. En su mirada no había lástima tampoco, ni rastro alguno de estarlo juzgando. Así que Johnny se sintió cómodo en contarle toda la historia, sin omitir ningún detalle. Al terminar se sentía más liviano. Sus anchos hombros se sentían más descansados, como si le hubieses quitado una mochila de viaje llena de rocas pesadas, las cuales había cargado durante tanto tiempo que la falta de su peso le hacía sentir extrao, pero aliviado después de todo.

—Vaya… —dijo Ash después de un largo rato—. Lo siento mucho. Nunca se me hubiera pasado por la mente que… bueno, que pasaras todo eso. —Johnny simplemente seguía con el semblante bajo, sin decir palabra alguna. Ash rogaba internamente para que no rompiera en llanto, no sabría cómo manejarlo. Lentamente posó su mano en la de él, obligándolo sin querer a levantar su mirada, para ver sus ojos azules que seguían sin juzgarlo— La verdad, no sé qué decirte —continuó—, pero de una cosa sí estoy segura: nada de lo que pasó es culpa tuya. Creeme, no lo es. Te gusta cantar y tienes una voz increíble, serias un tonto si hubieras dejado pasar esta oportunidad. Claro que a las finales fue… una farsa. Pero hablamos de tu sueo, de tu futuro.

Fin del flashback

Después de esos recuerdos, llegó lo último. El momento en que Ash bajó de la limusina con un look tan espectacular muy característico de ella. Esos ojos hipnóticos y labios rojos carmesí. Labios apetecibles y sexys que aún le provocan emociones nuevas y pensamientos algo indebidos. Esos labios que estuvo a punto de probar por primera vez. Los primeros labios que tocaría y que ahora estaba seguro de que quería probarlos por un largo, muy largo tiempo.

—Estoy enamorado de Ash —repitió un poco más decidido y con una sonrisa en su rostro.


Por fin! Johnny se dio cuenta que está enamorado de Ash. Gracias Bid Daddy. xDD Cómo crees que reaccionará Ash cuando lo sepa?

Espero que este cap haya sido de su agrado. No se olviden dejar sus reviews y comentarios. Y antes de irme, quiero desearles una Feliz Navidad! Sé que este ao es diferente, pero no quita el verdadero significado de esta fecha. Pasenla en familia, a susana distancia.