Extra

Elizabeth dormía plácidamente en el enorme y cómodo colchón del hotel, las cálidas y suaves sábanas hicieron que su sue?o fuera profundo y tranquilo, algo que anhelaba desde hace tiempo, y que por fin lo obtenía con orgullo. No pasó mucho tiempo para que empezara a so?ar, Elizabeth se vio de nuevo en ese enorme "cuarto" en blanco, de nuevo el temor de empezar la mantuvo al tanto y su corazón comenzó a latir a mil, hasta que una voz se escuchó detrás suyo.

-Elizabeth-

- ?Jerry? -

-Hola- contestó en tono tranquilo.

- ?Por qué estoy de nuevo aquí?, no es justo, lo vencimos...-

-Tranquila, todo acabó, mi espíritu viene a despedirse y agradecerte por todo lo que hiciste en un tiempo tan corto, creo que, de mi parte, bueno, una sola disculpa no bastará, hice cosas horribles y me dejé guiar por acciones de poco corazón, me cegué en mi egoísmo y.., bueno ya lo conoces-

-Bueno también lo hice para sobrevivir, y creo que ya pagaste tu condena-

-Me sacrifiqué por salvarte y pagar mis pecados, no me arrepiento de nada-

-Me alegro que hayas hecho lo correcto, y de corazón te doy mi perdón- Elizabeth le brindó una sonrisa sincera a Jerry, y éste respondió de igual forma.

-Gracias, lo recordaré por siempre, por cierto-

- ?Qué pasa? -

-Te contacto también, para decirte algo importante, es posible que en estos días te sientas más cansada de lo normal, te explico el por qué: Elizabeth es posible que hayas obtenido un poder o don místico, en otras palabras, eres una persona vidente-

- ??Yo?!, ?por qué?, no entiendo- lo que escuchaba le parecía algo ridículo.

-Tu derrota y tu constante contacto con el mundo espiritual mediante los sue?os y cercanías con el mismo hizo que fueras elegida para proteger este terreno, ?eres parte de tantas personas alrededor del mundo capaz de ayudar a los espíritus! -

-No sé, todo esto es irreal, no espera, de qué me quejo, ya nada me puede parecer irreal o loco, pero no entiendo, ?por qué yo? -

-Ayudaste a muchas almas que sufrieron, el número relativamente alto, además de encontrar en ti un gran potencial, tómalo como un extra?o regalo-

-Pero yo nunca eh tenido, bueno, casi nunca tuve encuentros paranormales, ni he visto cosas de la nada, sigo sin entender-

-Entre más lo piensas más estúpido suena, ?no?, hay bondad en ti Elizabeth y eso conmovió, ahora se te otorga este don, como dije un regalo extra?o-

-Me alegra mucho haber ayudado, y estoy feliz de que esas almas se encuentren en un mejor lugar, está bien, pero no es algo de digerir tan fácil-

-Tendrás tu tiempo Eli, espero volver a encontrarnos, yo estaré un largo tiempo aquí..., Te veo luego-

-Espera, aún tengo muchas dudas-

El espectral aspecto de Belafonte desapareció frente a la chica, y esta con las diversas dudas que le surgían hicieron que su sue?o se interrumpiera y de golpe sus ojos azules se abrieron en segundos. Un golpe frío recorrió su cuerpo y su cabeza inquieta la levantó de la cama, ?cómo diablos su vida había cambiado de un momento a otro?, ?de verdad era lo que Jerry le dijo?, tantas cosas se le venían a la mente y su capacidad ahorita no estaba para pensarlo mucho.

Se dirigió al ba?o, abrió la llave del agua y salpicó su cara, su piel blanca ahora era pálida y una sensación de frío le recorrió la piel, no estaba segura de dormir bien y eso fue lo que más le dolió en ese momento. Le irritaba saber que aún después de tanto ajetreo su descanso tenía que desplazarse, respiró hondo y decidió volver a la cama, y como por arte de magia y esfuerzo cerró sus ojos hasta que el nuevo amanecer le despertara.

Una noche pasó con éxito y la joven Elizabeth despertó sutilmente ante el gran brillo que atravesaba las cortinas, su despertar fue acompa?ado por un gran bostezo, seguido por un estiramiento del cuerpo y un gran alivio de haber dormido tan bien, Tanto que amaba el colchón en el que descansó, pero era otro día y su gran ánimo le sugería salir de la cama, tomar un ba?o caliente de burbujas y ponerse algo lindo. Así fue como después de una hora, Elizabeth salía radiante de su cuarto, se había peinado su pelo a los hombros, un poco de maquillaje resaltaba su rostro, además de llevar puesto el suéter con manga larga y cuello con camisa, seguido de una falda larga color negro y sus característicos botines cafés.

Satisfecha con su aspecto, bajó por el elevador del hotel y el rugir de su estómago le pedía visitar un rato el desayunador elegante del mismo. Sabía que sus amigos andarían por ahí y su pensar no falló, en una mesa algo ruidosa estaban reunidos disfrutando su desayuno, la chica se apresuró hacia ellos y les informó que traería su desayuno, el buffet del hotel se veía delicioso y no quería perder nada de vista.

La chica regresó con dos enormes platos llenos de hot cakes adornados con mermelada de fresa y frutos, un vaso grande de jugo y algún cuernito con mantequilla, la alegre Elizabeth se sentó con sus amigos y ellos boquiabiertos observaron todo su menú.

-Los pancakes no se van a agotar Eli- comentó burlón Marc.

-Calla, ?sabes hace cuánto no como algo de calidad?, ?MUCHO!, ahora si me permiten quiero comer todo esto sin oír comentarios burlones-

-Yo apoyo a la chica- decía Haddock mientras bebía su café.

-Bueno, ?alguien tiene algún plan hoy? -

-Buena pregunta, no había pensado en eso Tintín-

-Bueno como estamos de descanso, podemos hacer algo...

- ?Lo siento!, pero yo ya había hecho planes con el capitán, pensábamos ir a pescar, además ustedes dos no han tenidos tiempo a sola, sin me equivoco-

Los dos enamorados sorprendidos por la declaración de Marc se vieron a los ojos y un leve sonrojo se asomaba en sus mejillas confirmando algo: Estaba en lo cierto.

- ?Oh rayos!, ?ya es tarde!, vámonos capitán necesitamos llegar temprano para pescar buenos peces- volvió a decir en tono

- ?Espera aún quiero comer! -

Marc jaló del brazo de Haddock a la fuerza para dejar a sus amigos solos.

Tintín y Elizabeth comprendieron las acciones extra?as de Marc y acordaron desayunar juntos mientras platicaban de todo lo sucedido, ambos estaban cansados física y mentalmente, aunque al estar en contacto con el otro reconfortaba la saturación interna.

Elizabeth al por fin estar con Tintín a solas, percibía una energía radiante, era como observar a través de unos binoculares amarillos la imagen el muchacho, ?sería esto uno de tantos efectos secundarios de su "regalo" ?, trató de no pensar de más, anhelaba empezar este día junto a él y después de una hora, salieron de aquel lugar y comenzaron a caminar rumbo al parque principal de la ciudad de Bruselas, rodeado de atractivos públicos y alineado con el Palacio Real, destacando su belleza y brindando una importante historia cultural.

Los dos jóvenes se detuvieron a descansar unos minutos frente a una hermosa fuente que decoraba el ambiente natural que los cobijaba, ambos se tomaron de la mano y la chica trató de pronunciar alguna palabra, pero el chico le robó la iniciativa.

-Nunca pensé que terminaría así-

- ?Cómo? -

-Estar a tu lado, una agradable sorpresa que em dio el destino. Anteriormente me veía como alguien solitario, un reportero que junto a su perro buscaban insaciables aventuras alrededor del mundo, luego entraste a mi vida y me siento más feliz que nunca, y lo mejor de todo es que, ahora no estoy solo-

-Yo también me siento muy feliz a tu lado, y al igual que tú nunca pensé que al hacer esa "misión2 hace dos a?os me enamoraría de un valiente reportero que se metía en líos por justas razones, aunque creo que Milú se ganó mi corazón-

- ?Oye!-

Elizabeth reía ante la broma que hizo y antes que Tintín respondiera de nuevo, acercó sus labios en la mejilla del chico y plantó un tierno beso, la expresión del chico le causó ternura. Ambos enamorados se vieron a los ojos y compartían en esa peque?a intimidad y que los impulsaba a permanecer en unidad y apoyo.

-Te quiero- pronunció la chica dulcemente.

-Y yo a ti- Frase que produjo una sonrisa en ambos. -Pero el día es joven, y aún hay muchas cosas por ver, ?no? -

-Puedes ser mi guía, hace mucho que no visito este lugar-

-Entonces vamos- Tintín tomó su mano y juntos se dirigieron hacia un museo contemporáneo, Elizabeth pudo distinguir ciertos estilos artísticos y Tintín complementar otros más, no duraron mucho, pero pudieron presenciar ciertas obras y pinturas poco conocidas, pasaron a seguir conversando de lo visto y finalmente llegaron a una cafetería, como ya era algo tarde se quedaron en el lugar, en una mesa en una esquina del establecimiento, justo frente a la ventana. No tardaron mucho en atenderles y tomar su orden, y en los minutos restantes Elizabeth debía decirle a su amado de aquel sue?o extra?o.

-Debo decir que ese cuadro con esas horribles rayas negras, no tenía nada que envidiarle a uno renacentista-

-Lo sé, algunas obras son realmente pocas proveedoras al mundo del arte, pero ese es otro tema que discutiremos-

- ?Hay algo que quieras decirme? -

-Tuve un sue?o bastante extra?o, Jerry vino a despedirse, y me mostró algo-

-No me digas que de nuevo...-

- ?No!, nada de eso, me contó que tengo una especia de don, según seré capaz de ver cosas más allá de nuestro entendimiento-

- ?Cosas?, ?te refieres a fantasmas y esa especia de cuentos? -

-Sí, se me fue otorgado, pero... no estoy segura de ello, no entiendo que pasó, supongo que fue un sue?o lúcido, algo de mi imaginación-

-Algo me dice que no lo dejes de lado, si se trataba de Jerry, seguro era un mal augurio-

Elizabeth asintió con la cabeza y el joven pelirrojo tomó su mano, y de un gesto romántico besó su mano.

-Además siempre voy a protegerte, no importa que-

-Yo también a ti- Y de un momento a otro, sellaron el momento con un beso afectuoso entre ambos.

Las horas pasaron y la tarde se asomó por la enorme vista que los dos chicos disfrutaban, ahora estaban sentados en una terraza a lo alto del hotel, no eras los únicos que disfrutaban de al espectacular vista, algunas otras parejas y personas los acompa?aban, al igual que sus dos amigos, quienes venían entrando apresurados al lugar, ya que desde arriba Tintín les había visto.

- ?Tienen que ver esto! - corrió apresurado Marc a la pareja.

- ?Es un collar! - habló el pelirrojo.

-Tuvimos suerte de dar con este tesoro, tal vez lo podamos revender, la verdad fue la única buena cosa que vimos en el lago-

-Sí, casi no había peces en ese estúpido lago, por suerte mi ron y yo y Marc me hicieron buena compa?ía-

-?Puedo verlo?-

-Claro Eli-

Marc le prestó el collar a la chica y esta l momento de tocarlo pudo ver distintas visiones de uan silueta negra arrojarlo desde la bahía y alejarse tranquilamente, para pasar a otras donde pudo distinguir un suceso terrible: parecía una especia de asesinato, pudo distinguir a una mujer gritar aterrada para callar en un sonido agudo, como si la hubieran ahogado, Elizabeth asustada dejó caer el collar al suelo y sus amigos se dirigieron hacia ella.

- ??Qué pasa Eli?!- se acercó Tintín.

-Una mujer, era una mujer, ?yo la vi! -

- ?Una mujer? -

-Este collar le pertenece a una mujer, no sé, parece haber sido asesinada, ?no estoy loca!, ?yo lo ví!-

-Eli el sue?o-

-Tintín, él tenía razón- un temor casi perceptible salía de su garganta, Elizabeth se acurrucó en el pecho de su novio y este la contuvo en un abrazo protector, Haddock y Marc no comprendían que hablaban, pero viendo la reacción de ambos no era el momento adecuado de hacer preguntas.

No muy lejos de ellos un grupo de personas escuchaban la radio: "Una serie de extra?as desapariciones han ocurrido en los últimos días, aproximadamente seis mujeres han sido raptadas en misteriosas circunstancias, todas jóvenes, de piel pálida y cabello rubio, no han sido encontradas desde el viernes pasado, se le pide la cooperación a cualquier ciudadano de haber observado algo extra?o y reportarlo con las autoridades... "

?Será acaso una nueva aventura?...