Hola a todos mis lectores, aquí estamos para dar el comienzo de lo que es la segunda parte de la historia ¨Misión de Supervivencia¨, y si todavía aun no lo has leído, te recomiendo leerla primero para comprender mejor esta parte.

En esta nueva parte, se tratara de descubrir misterios que tiene la Atlantida, y donde abra aventuras donde espero que a todos les guste.

Atlantis no es de mi propiedad, les pertenece a sus respectivos creadores y due?os.

Sin mas que decir, bienvenidos a esta nuevo...


Cap. 1. Comienzo de los Misterios.

En algún lugar del Océano Atlántico.

1920

Justo en el amanecer, podemos presenciar como un barco mercadeo se encontraba tranquilamente surcando el Océano del Atlántico, y en especial sabiendo que por fin podían navegar sin preocuparse que les dispararan toda una flota o submarinos. Pero misteriosamente, al empezar a entrar a aguas con mucha neblina, era tan espesa que apenas tenían visibilidad, el barco desapareció misteriosamente…pero lo único que se escucho fue de algo hundiéndose.

Al cabo de unas horas después, ahora en el atardecer, podemos ver que en las mismas aguas donde estaba la neblina, podemos presenciar que estaba ahora un peque?o barco pesquero. Los pesqueros estaban tranquilamente recolectando sus peces, cuando uno de ellos vio algo curioso en el mar, rápidamente fue por un garfio algo grande y lo sumergió al agua, para poder sacar lo que vio en el mar.

Una vez recogido, podemos presenciar que era un sombrero de marinero, sobra decir que al pesquero le encanto.

-?Oye, mira!- el pesquero le llamo a uno de sus amigos, y el mencionado se acercó a él. Una vez que su amigo estuvo lo suficientemente cerca, él se puso el sombrero.

-Soy ahora todo un capitán- bromeo el mientras hacia un saludo marinero, lo que a ambos les divirtió mucho.

-?Puedo tomarlo?- pregunto su amigo una vez que pararon de reírse.

-?Qué?, no, es mío- menciono el consternado. En un momento forcejearon para ver quien se quedaba con el sombrero, pero el amigo se quedó con él, para luego el mencionado ponérselo.

-Ah…?ahora yo soy el capital!- bromeo el mientras se reía divertido, lo que ambos volvieran a reírse.

-Creo que me lo quedare…

-?Qué?, de ninguna manera, yo lo encontré.

-Sí, pero ahora yo lo tengo.

-Porque tú me lo quitaste.

-Pues para que dejas que…

Hubieran continuado con su peque?a discusión, pero en un momento, sintieron como algo crujía abajo del barco, para luego sentir una sacudida en el mencionado, lo que ambos tuvieron que agarrarse para evitar caerse.

El pesquero que tenía el sombrero, rápidamente se quita el sombrero y se lo pone en el pecho del otro.

-Te lo devuelvo- menciono el asustado.

-?No gracias!, te lo regalo- dijo el pesquero asustado, mientras alzaba sus manos para evitar agarrarlo.

Una vez más cuando ahora iban a discutir quien se lo quedaba, de nuevo escucharon el sonido de algo misterioso.

Presenciamos el barco de los pesqueros que se encontraba tranquilamente en alta mar, pero en solo unos segundos, el barco se hundió por completo al fondo del mar….

Al cabo de otras horas, ahora durante la noche, en la misma parte donde había neblina, podemos presenciar como lentamente se empezaba a ver a un barco de carga con sus luces encendidas para navegar de manera segura a través de la niebla.

Mientras que parados en la cubierta del barco, apoyados contra la barandilla del barco estaban unos navegantes.

-Es bueno poder navegar con las luces encendidas sin tener que preocuparse por que te disparen- comento uno mientras disfrutaba de su café. Su compa?ero asiente con la cabeza en estar de acuerdo con él.

-En especial con esta niebla que nos cubre alrededor- dijo el otro marinero. Pero antes de que el del café volviera hablar, el barco se detuvo de golpe. Antes de que preguntaran por que se detuvieron, el barco se sacudió. Ellos tuvieron que agarrarse de la barandilla para evitar caerse, pero eso sí, tuvieron que vitar las cajas que los golpearan, ya que varias cajas que transportaban se empezaron a liberar y deslizar por la cubierta del barco, antes de que comenzaran en atravesar parte de la barandilla y caer al océano.

Los marineros observaban todo, pero antes de que se preguntaran que estaba pasando, sus miradas encontraron algo aterrador, ya que un gigantesco tentáculo se empezaba a presenciar como surgía en el fondo del océano.

Pero si eso ya encontraban aterrador, mas tentáculos se empezaban a elevarse del agua, pero antes de que los marineros reaccionaran, los tentáculos los agarraron y como simples trapos, ellos fueron jalados hacia las profundidades del océano.

Todo eso fue visto por gran parte de la tripulación y del capitán, y antes de que reaccionaran, varios tentáculos empezaron surgir en la parte de atrás de ellos, donde comenzaron agarrarlos. Varios tripulantes comenzaron atacar con hachas, arpones e inclusive pistolas, pero nada da?aba los tentáculos.

Rápidamente el capitán comienza a correr hacia la oficina de la radio, tratando de ignorar los gritos de sus hombres, al llegar, vio que alguien más estaba ya en la radio.

-?Es el Kraken!, ?manda un mensaje de…

El capitán le empezaba a dar órdenes al operador de la radio, donde el mencionado trataba de mandar un SOS a quien fuera, pero antes de mandarlo, el barco se volvió a sacudir violentamente, para a los pocos segundos, toda la luz del barco se apagó por completo.

Lo único que se escuchaba ahora en toda esa oscuridad, eran solo son gritos de terror y agónicos y, sobre todo, de una criatura rugiendo con ferocidad…

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Podemos presenciar como una peque?a ni?a corrió y prácticamente, se lanzó a abrazar a un joven mucho mayor que ella.

La peque?a trataba de estar lo más cerca de su hermano, e incluso apretó más su agarre, y el joven, solamente pudo corresponderle cari?osamente al abrazo.

-Deja que tu hermano se vaya…ya lo están esperando- dijo una mujer atrás de la peque?a, pero la mencionada no le hizo caso. Ambos seguían compartiendo este momento especial, hasta que el joven la separo y se agacho para estar a su altura.

-No pongas esa cara- dijo el joven mientras con una de sus manos, le limpiaba la carita a la peque?a, ya que comenzaba a derramar unas lágrimas.

-Eres fuerte, y te prometo que antes de que te des cuenta, llegare aquí con un montón de dinero para tu operación…nosotros aún nos queda mucho por que hacer; como el ver montar tu primera bici, ir al parque, comer un helado, jugar en la lluvia. Todo eso y mas lo haremos juntos. ?Ok? - dijo el joven con una sincera sonrisa, lo que la ni?a asintió con su cabeza. El joven al ver que ella se tranquilizó, se puso de pie y abrió una puerta, que conducía el exterior.

-Te quiero y siempre te cuidare sin importar en donde este, eso nunca lo olvides- menciono el joven mientras volteaba un poco atrás para verla.

-Igual yo te quiero, te quiero de aquí hasta el infinito- dijo la peque?a con una enorme alegría, lo que el joven sonrió felizmente, para luego cerrar la puerta….

El escenario se cambia para que podamos presenciar lo que era un cuarto grande, con una cama matrimonial, librero, un ventanal en el techo. Pero nos concentramos en el bulto que se encontraba debajo de las sabanas de la gran cama, se notaba que se sacudía, para luego detenerse. Cuando se pensaba que se tranquilizó el bulto…

-?NO ESPERA!- se escuchó un grito de los bultos de la sabana, para luego quien estuviera en la cama, levantarse de golpe y respirar agitadamente.

La persona que trataba de controlar su respiración, que no podemos ver quien era, ya que estaba oscuro el cuarto. Una vez que vio que se encontraba en su cuarto, soltó un jadeo, para luego levantarse de la cama y caminar hacia una puerta en específico. Al abrirla, podemos ver que era un ba?o totalmente fino y elegante, la persona prende la luz para poder ver, para luego abrir el lavabo y una vez que empezó a caer el agua, con sus manos agarro un poco y se hecho en la cara.

Una vez que empezó a enjuagarse, y una vez que se secó con una toalla. Podemos ver de quien se trataba. Se trataba de una ni?a de 12 a?os de piel clara, ojos marrones claro, cabello casta?o oscuro. Su vestimenta constituye de una camiseta sin mangas de color naranja y un short de color beige.

La peque?a empezó a verse en el reflejo del espejo. Todos dicen que los ojos son la ventana del alma, y si una persona viera los ojos de la ni?a en estos momentos, lo único que podía ver seria dolor y sufrimiento…

-¨Sin importar que han pasado 6 a?os…todavía lo recuerdo, sue?o con él. Pero nunca sue?o cuando él se quedaba conmigo a dormir cuando tenía una pesadilla, o la vez que siempre ocultaba los vegetales que no le gustaban o cuando me cantaba…solo recuerdo cuando se fue…me estoy hartando de solo recordarlo así…¨-pensó la chica mientras todavía se observaba en el reflejo.

Una vez que pasaron los minutos, salió del ba?o, y aunque debería de volver a dormir…la ya no tenía sue?o.

-No hay nada como una buena taza de chocolate caliente no pueda resolver- dijo la ni?a mientras sonreía y se reflejaba en sus ojos algo de felicidad. Luego con mucho cuidado, salió lo que era su habitación, y aunque su intención era el no prender ninguna luz, apenas al salir del pasillo, se dio cuenta que una gran chimenea de abajo se encontraba prendida.

-?Qué rato?, normalmente lo prenden en las nevadas o cuando el Sr. Whitmore se encuentre en su ¨Zona¨ de lectura- dijo la peque?a para sí misma, mientras soltaba una pe?a risa al mencionar lo último. Mientras caminaba por el pasillo de la segunda planta, para ir hacia las escaleras, se empezó a sumergir en sus pensamientos.

No podía creer que de pasar frio durante las noches, comer basura, robar unos centavos, y sufrir maltrato de las personas. Ahora vivía en una gran mansión lujosa, con siempre tener comida en la cocina, agua caliente, recibiendo una buena educación, y lo mejor, rodeada de personas que la quería y que el sentimiento era mutuo. La peque?a no podía pagarle al buen hombre que la encontró en esa sucia calle, y le dio un nuevo hogar, al principio si se sintió extra?ada y con miedo, pero poco a poco empezó a ver que las personas que vivían no eran mala gente, por el contrario, la aceptaron con los brazos abiertos…

Aun sumergida en sus pensamientos, no se dio cuenta que choco con algo, cuando alzo su mirada, sus ojos marrones se encontraron con unos ojos azules que la miraban sorprendida, pero su sorpresa fue borrada, para luego verse que reflejaban cari?o….

-Molly, ?Por qué estas despierta a estas horas? - pregunto el due?o de esos ojos azules, que era de un tono femenino. La peque?a ni?a, Molly, se quedó pensando en las palabras escuchadas, para luego sonreírle.

-No pude dormir, Helga- dijo con sinceridad Molly. Helga la vio confundida, para luego sonreírle con cari?o, para luego tomar de la mano a Molly, y ambas comenzaron a caminar hacia la dirección de la cocina.

Una vez que ambas llegaron a la cocina, Helga soltó de la mano a Molly, para luego caminar hacia la estufa.

-?Cómo te gusta?- pregunto Helga mientras la volteaba a ver un poco a Molly, mientras que sacaba una hoya.

-Tú lo sabes- menciono Molly divertida, lo que Helga le devolvió la sonrisa y sacaba los ingredientes para hacer el chocolate caliente. Mientras que Helga estaba comenzando hacer el chocolate para Molly, la mencionada no podía dejar de ver a la bella mujer que tenía adelante. La conoció el primer día que llego aquí, y la trato con amabilidad y respeto, incluso en su poco tiempo libre que tenía, se lo daba todo para ella; jugaba con ella, le ayudo a que sus estudios se nivelaran, la acompa?aba almorzar, se quedaba a dormir con ella cuando tenía una de sus muchas pesadillas producida por los sucesos que ocurrieron hace 4 a?os seguidos e inclusive le ense?aba una que otro movimiento para defenderse…mientras que al Sr. Whitmore lo vía como un abuelo que nunca, pero siempre quiso…a Helga comenzó a verla como una segunda forma materna…

Pero mientras pensaba en eso, también observaba atentamente la ropa de Helga, ya que, al ser de noche, esperaba que la mujer tuviera una camiseta sin mangas, un short de pijama y su cabello suelto, como siempre ella acostumbra a dormir. Pero en vez de eso, Helgatenia una playera de manga larga color negro, unos pantalones ajustados a su esbelto cuerpo de color verde, cinturón café, y su cabello estaba trenzado.

-Listo Molly, una taza como te gusta, incluso tuve la molestia de ponerle malvaviscos dentro- dijo Helga mientras ponía la taza en la mesa, pero Molly no la tomo.

-?Qué ocurre?- pregunto Helga preocupada.

-?Por qué estas vestida haci?- pregunto directamente Molly, su voz sonaba preocupada y a la vez confundida. Helga al ser descubierta, decidió mejor hacer tiempo para prepararle la noticia que le iba a dar…

-?Por qué?, ?no me veo bien?- cuestiono Helga, fingiendo un tono molesto. Cuando Molly lo escucho, se abrieron sus ojos de la sorpresa, y rápidamente empezó a negar con la cabeza.

-?No!, no, no es eso…te ves increíble, genial, hermosa…bueno, siempre luces hermosa…- dijo Molly mientras agachaba su mirada sonrojada, lo que Helga sonriera al escuchar esas palabras y en el interior, se sintió feliz.

-Pero me refiero es que…solo te vistes de esa manera cuando vas a entrenar o cuando sales de noche cuando el Sr. Whitmore te encargo algo…-explico Molly preocupada y alzaba su mirada para ver a Helga. Helga soltó un suspiro.

-Ahh…tienes razón, saldré unos días de la ciudad y no iré sola, el Sr. Whitmore ira conmigo…-apenas lo dijo, Molly soltó un jadeo y sus ojos se abrieron de sorpresa y a la vez con miedo.

-?Qué?...

-Si, el Sr. Whtmore reunió a unos miembros de una antigua expedición e iremos de viaje a un lugar…lejano, para pedir ayuda de un amigo- explico Helga sus razones, y Molly rápidamente se acercó a ella, para estar de enfrente con ella.

-?Y por qué no me llevan?, me gustaría acompa?arlos- pregunto ella confundida, Helga se agacho para quedar a su altura, para darle una sonrisa resignada.

-Créeme, me gustaría que vinieras con nosotros, pero es un lugar que es casi imposible de ir y que solo pueden ir muy pocos…incluso pienso que no debería de ir yo…-dijo Helga lo último para sí misma, y en un susurro. Un susurro que Molly escuchó atentamente.

-?Entonces no vayas!, ?Quédate conmigo!- exclamo Molly preocupada y algo ansiosa. Ah Helga le sorprendió lo que escucho, para luego soltar un suspiro.

-No puedo…alguien tiene que cuidar la espalda del Sr. Whitmore, ese es mi trabajo. Además, solo vine a despedirme de ti, y de ir por un periódico que Whitmore se le olvido en su biblioteca. ?l ya se encuentra en el muelle esperándome junto a los demás miembros de la expedición, solo me andan esperando a mí. Los sirvientes estarán contigo, descuida, no estarás sola- dijo Helga mientras le sonreía a Molly. Pero la mencionada bajo su mirada. Helga al percatarse que como la peque?a no se encontraba contenta, la envolvió en sus bazos, y le dio un abrazo.

-Te prometo que antes de que te des cuenta, llegaremos aquí-susurro Helga a Molly mientras aún permanecían en el abrazo. Pero lo que Helga no supo, es que esas palabras afectarían más a Molly…ya que eran casi las mismas palabras que su hermano le dijo antes de…de…de nunca más volver. Y no solo su hermano, su padre, su madre igual le dijeron esas palabras a ella, pero una vez que salían de la puerta del departamento donde antes vivía…nunca más volvían.

-Ya tranquila…shh, todo está bien- susurro Helga al sentir como Molly tembló. Antes de que pudiera reaccionar o decir algo, Molly se soltó del abrazo, y salió a toda prisa de la cocina. Mientras que Helga escuchaba como subía los escalones, para luego escuchar cómo se azotaba una puerta.

Helga soltó un suspiro, ya que logro notar la molestia y tristeza que la peque?a tenia, era tan grande sus sentimientos que noto que se le olvido su taza. Helga aunque quería subir y ver que Molly se encontrara bien, sabía que no tenía tiempo, mínimo se hacía unas 5 horas para llegar a las coordenadas exactas para sumergir el submarino hacia la Atlantida. Y mientras salía de la cocina, caminaba por la sala, entraba y bajaba por el elevador, comenzó a sumergirse en sus pensamientos.

Helga pensaba en lo que paso en estos 6 a?os, cuando estaba aún en recuperación de sus fracturas producidas en la maldita caída del Gyro-Evac, se enteró que Alemania…su país de origen…declaro la guerra hacia sus vecinos Europeos. Fue fatídico, y cuando pensaba que solo duraría poco…resulto todo lo contrario. 4 a?os, fueron 4 largos y trágicos 4 a?os que duro el miedo, caos, destrucción, hambrunas, ruina, tragedia y muerte en todo el mundo y a pesar de que los gobiernos se van recuperando poco a poco…las consecuencias de la Guerra aún se pueden respirar en la actualidad…

Helga estaba tan sumergida en sus pensamientos, que noto que ya estaba en la planta baja, sacudió su cabeza y al entrar en la biblioteca, solo tuvo que buscar un poco donde encontró el periódico que el Sr. Whitmore le pidió que trajera, una vez que lo agarro, volvió a subir en el elevador.

-Espero que sepa lo que hace…-dijo Helga en voz alta, ya que ella no creía que sea una buena idea el que ella regresara a la ciudad de Atlantis, después de que ella intentara tomar su fuente de energía. Comprendía por que el Sr. Whitmore quería pedir la ayuda de Milo, pero…aun tenia bien grabado lo que sucedió en la expedición, el dolor de sus fracturas y en especial...lo recordaba aun perfectamente…recordaba al chico que le salvo más de una vez su vida…el mismo quien le dio una segunda oportunidad de hacer las cosas correctamente…

Una vez que el elevador se detuvo, sus pasos se escucharon por toda la mansión, para luego con su mano abrir la puerta, pero antes de que saliera, su vista quedo fija en las escaleras, como si estuviera esperando a Molly a que bajara a despedirse de ella.

Espero varios minutos, pero la peque?a no bajaba. Helga supo que debería de estar molesta, asique decidió respetar su espacio.

-Nos vemos Molly, pronto regresaremos…-anuncio Helga su despedida, pero no escucho nada. Luego Helga cerro un momento sus ojos, para luego abrirlos.

-Te quiero Molly, adiós- hablo Helga con toda honestidad y lo dijo desde su corazón, para luego finalmente cerrar la puerta. Si, se notaba el gran cambio que ha tenido Helga durante estos a?os, pero, aunque sea más amable y abierta, no significa que haya dejado de ser la mujer fuerte, seria y orgullosa que era.

Una vez afuera, subió a su auto y una vez que arranco, estaba tan concentrada manejando que no noto que había un polizón escondido en su auto…


Con esto concluimos el primer capitulo de esta emocionante historia.

Espero que ustedes, mis lectores, sigan disfrutando de la historia, y si tienen alguna duda, sugerencia, pregunta, duda, recomendacion, pregunta, sera bien recibida y la contestare lo mas pronto posible :)

Y también si tienen una idea para una futura historia o aventura que hagan nuestro equipo favorito, pueden sugerirla ;)

Gracias y espero que nos veamos pronto.