Diálogos

—"Pensamientos"

—Acciones—

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"Jusqu'à ce que la mort les sépare?"

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. - New Orleans
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Era el día de su boda con Belladona, su historia parecía un cuento de amor, le gustaba pensar que habían sido destinados a estar juntos desde la primera vez la vio a los 8 aos, pero la realidad era que habían sido preparados desde su infancia para este día, era su único propósito ante su gremio el unir a las familias por medio de un matrimonio. Los hijos menores de ambas casas, los LeBeau y los Boudreaux, al casarse unirían a las familias como una sola, ladrones y asesinos unidos por sangre.

Y ahora con tan solo 18 aos ya cargaba una responsabilidad tan grande, era hora de ser un hombre, ante poner a su familia y sacrificar su vida en aquella unión, su mejor amiga ahora sería la duea de su vida, serian felices o al menos así lo pensaba.

Estaba en unos de los cuartos de la capilla admirándose con su traje el cual estaba adornado con el clásico color morado que se usaba en los eventos especiales del gremio.

Dime que entiendes que día es hoy —su padre le hablo mientras le ajustaba la parte trasera del traje, por su parte usaba un fino traje de color gris casi llegando a blanco que lo hacía resaltar.

Es el día de mi boda, padre —le respondió de manera cansada, pero sonriendo de medio lado era la misma pregunta que siempre le hacía. — Lo entiendo perfectamente.

No lo has entendido — con molestia su padre le contradijo tomando una postura más seria — Esto no es una boda, es un alto al fuego. —le informo de una manera neutral queriendo hacerle entender la magnitud de todo y lo que significaría — La disputa entre ladrones y asesinos es acabar con ambos gremios, alors mi hijo va a casarse con la hija de Marius Boudreaux nos convertiremos en una sola familia.

Cuántas veces voy a tener que escuchar esto? —le cuestiono rodando los ojos con impaciencia, podía recitar toda esa historia de memoria como había dicho no dejaban de decírselo desde que era un nio.

Tantas como sea necesario, temo por ti Remy —su padre le confeso dejando esa fachada mostrando su preocupación por su hijo — Eres demasiado romántico, tu galantería es tu debilidad. —le mencionaba mientras lo sujetaba del hombro para entonces llamar su atención, Remy a través del reflejo del espejo capto la mirada de su padre. — Un ladrón debe ser pragmático con todo, no hay lugar para los sentimientos, sin correr a rescatar damiselas en apuros o perder el tiempo buscando redención con actos humanitarios.

Actos como salvar a un huérfano? —le mención con cierta alegría dándose la vuelta para ver a su padre sujetando entonces su hombro, haciéndole recordar que eso es lo que había hecho por él.

Eso es diferente… yo…

T'en fais pas, padre. No te preocupes —le había dicho sonriendo con más alegría, despidiéndose de él y entonces caminar hacia la salida, era hora de iniciar el espectáculo —Eres mejor maestro de lo que crees.

Durante la ceremonia toda la iglesia estaba repleta de gente de ambos gremios, sintiéndose esto más como pacto entre naciones en guerra que una boda, Bella lucia hermosa con su vestido de novia con acabados en azul claro y una sonrisa adornando sus labios. Ninguno de los dos dudo en decir acepto cuando el reverendo se los pregunto y ninguno estuvo más que feliz en sellar ese pacto con un beso cargado de sentimientos, pero su pequeo cuento de hadas se había terminado apenas los habían declarado marido y mujer. Julien, el hermano de Bella no pudo esperar ni si quiera que salieran de la iglesia golpeando a Remy en el rostro lanzándolo contra el piso.

El gremio de ladrones je crache ici-dessus—grazno con gran ira atrayendo la atención de todos los invitados, Bella le gritaba que se detuviera, pero nada parecía hacerlo entrar en razón —Te maldigo LeBeau a ti y a todo tu clan.

Remy se encontraba inclinado sobre el piso limpiando la sangre que escurría de su labio y nariz siendo ayudado por su padre, cuando volteo pudo notar como Julien gritaba, Bella era consolada por su padre todo ante la mirada de ladrones y asesinos por igual.

Seguirás con esta mentira cuando me vaya, chien? —le recrimino Julien sealándolo con desprecio —Así lo hacen los ladrones, verdad? No eres apto para casarte con un asesino.

Julien estas poniendo en peligro nuestro acuerdo con el gremio de ladrones —por fin el padre de Julien se había acercado para tranquilizar a su hijo y evitar que destruyera la futura alianza entre ambos gremios—Discúlpate con Remy ahora mismo, este matrimonio…

Este matrimonio es una obscenidad, los maldigo a todos —volvió a gritar a pulmón empujando a su padre a un lado encarando nuevamente a Remy quien ya se había levantado del piso con ayuda de su padre. —Te reto LeBeau por el código del duelo. Has deshonrado a mi hermana, pero no vivirás para deshonrar el nombre de Boudreaux

Yo honro el nombre de Boudreaux por el bien de Belladona —le replico sin inmutarse manteniéndose recto ante su cuado frunciendo el ceo, no se dejaba intimidar, pero tampoco quería caer en provocación.

Cobarde —le grito sealándolo con su dedo delante de su cara, algo de burla apareció en su mirada.

Remy se tomó un momento para evaluar la situación podía notar que el enojo de Julien no desaparecería sin mencionar como la gente de ambos bandos se estaban molestando. Como hijo del patriarca de los ladrones no podía dejarse someter ni humillar por nadie, podía escuchar como los demás ladrones gritaban y era más su obligación el responder aquella acusación.

Mais non, acepto tu desafío Julien.

Ante tal respuesta Julien sonrió victorioso —Nada de primera sangre será a muerte

Si así lo quieres así será homme —Remy no replico nada más, dándole entonces la espalda caminando hacia donde se encontraba la gente de su gremio, su padre le esperaba para llevarlo a otra habitación para que pudiera prepararse para tal desafío.

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Remy va a matarte —le comento Jean-luc angustiado, estaba sentado en una silla de madera, mientras veía a su hijo deshacerse de su ropa de gala arrojándola a un lado quedando con el torso desnudo empezando entonces a vendar sus puos.

Lo intentara padre pero no tengo miedo de Julien —le respondió apretando aquellos vendajes, aunque quería sonar seguro algo dentro de él le indicaba que algo malo pasaría.

Pero algo te asusta puedo verlo en ti. —su padre de igual manera pudo verlo, había miedo en los ojos de su hijo.

Hay algo… creciendo dentro de mí. —le informo algo inseguro apretando sus puos una vez termino con los vendajes — Empecé a sentirlo en parís desde entonces es como una especie de… presión… no sé qué significa

Los gremios dicen que puedes rechazar el desafío, dadas las circunstancias lo entienden. —le informo a la vez que se ponía de pie acercándose a su muchacho, Jean-Luc quería darle una salida de aquella locura, no quería arriesgar la vida de Remy, no por una estupidez.

Oui, pére puedo hacerlo. Solo que no podría vivir en el Orleans parisino después de eso. —reconoció, pero rápidamente desecho aquella opción —Sin dinero, sin trabajo, solo sería un ladrón que rompió el código.

Ve con dios hijo mío. Le bon dieu te garde. —lo tomo de los hombros para luego estrecharlo entre sus brazos, sujetando su cabeza mientras rezaba a sus dioses para que protegieran a su muchacho, cuando se separaron Jean-Luc lo seguía tomando de la cabeza para que lo mirara —Ha sido entrenado por Kunsrich vigila su daga atacara tu lado más fuerte. —le informo sino podía evitar aquel combate quería asegurarse que su hijo fuera quien terminara en pie — Si esto termina con un cadáver en el suelo asegúrate de que no sea el tuyo. —le dijo con determinación Remy asintió dándole un último abrazo a su padre para luego salir y caminar hacia donde sería el duelo.

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El duelo sería justo a un lado de la capilla en un pequeo salón vacío utilizando el espacio libre que esta tenia, era algo pequeo pero perfecto para una contienda de dos.

Al fin, pensé que te habías escapado por la puerta pequea, LeBeau. Se lo mucho que les gusta eso a los ladrones. —Julien se burló de él apenas lo vio acercarse, por su parte ya sostenía sus armas alardeando con estas moviéndolas con cierta destreza.

Guarda tu aliento Julien vas a necesitarlo. —le contesto acercándose a otro ladrón sujetando la espada y daga que le correspondían para aquel enfrentamiento miro a su alrededor mirando como en un extremo estaba Bella justo al lado de su padre se podía ver su preocupación, en el otro extremo estaba Jean-Luc mirándolo fijamente queriendo darle seguridad.

Entonces… en garde, inútil pedazo de basura. —grito con desprecio mientras asumían una pose de pelea —Dejémonos de formalidades porque no voy a doblegarme ante ti. Lo único que temo es que hurgues en mi bolsillo. —le volvió a gritar mientras se lanzaba al ataque haciendo chocar sus espadas, con cada golpe del metal Gambito caminaba hacia atrás incapaz de hacer otra cosa que no fuera defenderse, era más que notorio la habilidad de Julien en el manejo de armas sobre todo para atacar los puntos vitales, pronto Remy ya estaba siendo sobrepasado recibiendo una cortada en su pecho cerca del hombro con la daga de Julien, quien aprovecho tal descuido para barrerlo con su pierna provocando que Remy cayera de espaldas contra el piso soltando la espada en el proceso.

Ja! Coges la espada como un pescadero, ladrón prácticamente me la has regalado —le dijo lleno de satisfacción mientras despojaba a Gambito de su arma dejándolo tan solo con la pequea daga, sonreía con arrogancia mirándolo tirado en el piso, Remy se molestaba cada vez más apretando la daga en su mano.

Entonces deja que te regale también la daga. —Remy le grito con indignación lanzando aquella daga hacia su cuado y gracias a su puntería nata pudo clavarla en su hombro, pero no fue consiente que aquella arma había salido disparada de su mano con un manto rosado—Ahora tienes el lote completo

Que…— Julien estaba desconcertado y no por el dolor si no por la sensación que le producía tener aquella arma encajada en su cuerpo, aquel destello se hacía cada vez más brillante. —Espera! Qué sucede? LeBeau Qué es l…? —antes que pudiera pedir alguna explicación una fuerte explosión cimbro todo el lugar, la sangre voló por todos lados manchando el piso mayormente junto con el rostro de Remy quien no podía entender que había pasado su rostro solo era de completo asombro y terror, pero el cuerpo de Julien había caído al suelo siendo en gran parte desfigurado.

Oh dios mío, Remy! Santo dios! —Bella le gritaba con angustia y miedo acercándose al cuerpo ahora inerte de su hermano —Qué has hecho?

Remy se quedó callado incapaz de procesar lo que había pasado, no podía distinguir ninguna de las palabras que le gritaban, solo podía enfocarse en el cuerpo ahora inerte que había en el suelo, tampoco era consciente de la cantidad de sangre que manchaba sus manos y rostro, no fue hasta que uno de los ladrones se acercó a él que pudo moverse levantándose del piso dejando se guiar por aquel sujeto quien lo separo de la escena llevándolo a un costado del salón para que pudieran atender la herida que tenía en el hombro.

Todo el mundo gritaba algunos sorprendidos, algunos horrorizados y algunos otros furiosos nadie podía dar fe de lo que pasaba y la mayor cuestión era sobre el final del duelo era una muerte justa? El desafío era a muerte, pero el método no era legal o sí?

Ha sido una muerte limpia — el padre de Remy se había acercado a Marius Boudreaux para discutir la posición en la que había quedado su clan, pero sobre todo su hijo.

Eso es discutible nuestra tregua está rota —Marius le respondió con fastidio dándole la espalda, la ira se acumulaba en su interior, quizás su hijo había sido impulsivo e incluso el culpable, pero nada cambiaba el hecho que su primogénito ahora estaba muerto. —A menos que haya una compensación.

Padre escúchame! —la voz de Bella resonó mientras se acercaba a su padre con desesperación. Jean-Luc se mantuvo al margen viendo entonces como tanto padre e hija discutían que acción tomar en represalia, podía escuchar como el patriarca de los asesinos pedía su cabeza, vida por vida decía mientras que Bella abogaba por su salvación.

Varios minutos pasaron mientras ambos discutían al final Marius cedió de mala gana a las suplicas de su hija acordando entonces un pacto con Jean-luc quien solo pudo apretar los puos llenos de impotencia al no poder contradecir aquel castigo.

Se alejó entonces caminando hacia donde su hijo era atendido, un par de ladrones se habían hecho cargo de limpiar la sangre y cubrir su herida con un vendaje.

Remy —su padre le llamo apenas estuvo cerca tomando el respaldo de una silla apretando este conteniendo así su enojo.

T'en fais pas padre, responderé por lo que he hecho, con mi vida si es necesario —le respondió sin mirarlo al rostro contestando mecánicamente como si su mente estuviera en otro lugar dejando tan solo que terminaran de curarlo.

No quieren tu vida —le contesto negando con la cabeza —Creí que así seria, pero tu esposa ha hablado a tu favor y ha sugerido otro camino — esta vez cerro los ojos mientras recitaba aquellas palabras —Tu castigo será algo menor…. El exilio.

Exilio? De la ciudad? De New Orleans? —replico al instante molesto volteando a ver a su padre jalando su brazo para que lo soltaran y pudiera ver a su padre de frente.

Antes que su padre pudiera contestar a sus protestas pudo ver como Bell ahora corría a su lado llena de desesperación, Remy la sujeto por los brazos evitando que lo abrazara.

Tu? Tú has dicho eso? —Remy le reprocho con molestia.

Remy, yo… creo que es lo mejor… pensé que… —era incapaz de hablar coherentemente, el miedo la dominaba, aunque no sabía a qué tenía miedo Su familia? A Remy? el castigo?

Rien! No digas nada más, Belladona. —con rencor le dijo separándola incluso aún más de él — Un hombre que se casa con la hija de un asesino… es un hombre que desea la muerte. Bien Sur — le grito siendo invadido por todos los sentimientos recién creados.

Llévame contigo —Bell le rogo mientras se soltaba de su agarre para abrazarlo por el cuello dejando que el llanto volviera a salir.

Crees que funcionaria? En serio? —le menciono con frialdad dejando sus brazos inertes a lado de su cuerpo negándose a corresponder aquel abrazo, dejo que llorara un poco para entonces volverla a sujetar por los ante brazos para alejarla y confrontarla con la verdad — No volver a ver a tu familia chérie? No volver a ocupar tu puesto en el consejo del gremio? —le pregunto con dureza mirándola a los ojos —Te daría un ao, puede que dos antes de que empieces a odiarme… prefiero que te ahorres ese tiempo y empieces a hacerlo ahora.

Con esas últimas palabras la empujo aun lado caminando hacia la salida ignorando las miradas que iban en su dirección, siendo tan solo seguido de su padre. Tendría apenas un par de horas para empacar las pocas pertenencias que pudiera reunir para entonces irse de la ciudad.

Su cuento de amor se había terminado con la nota más amarga en su vida, no pensaba volver a caer, tomaría las palabras de su padre dejando de ser un romántico, su corazón jamás volvería amar, no habría lugar para los sentimientos, sin correr a rescatar damiselas en apuros.

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Hola.

He llegado con una nueva historia que espero fuera de su agrado. En esta ocasión pienso crear una serie de historias enfocadas en relatar desde mi punto de vista como fueron los momentos clave en la vida de nuestro cajun. No tendrán relación los capítulos entre ellos por lo cual podrían ir salteados los eventos.

Si tienen algún momento en especial que les gustaría saber o leer a mi manera pueden dejarme su sugerencia en un Review.

Comic:
Gambit Origenes.

Frases:
je crache ici-dessus — Les escupo aquí
chien — perro
T'en fais pas — No te preocupes
Rien — Nada

Hasta luego.

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