Este es, sorprendentemente para mí, el último capítulo de esta historia que tanto deseé que Tsukumiyomi terminase. Sinceramente me hubiese encantado que él (o ella, ni idea) lo hubiese hecho, que de verdad me había gustado mucho lo que hizo en su momento, pero hay que seguir adelante, pese a todo. Lucky Star no me pertenece y todo eso.

Konata y Patricia estaban en el comiket, sorprendidas ante el inesperado hecho de que Hiyori ya tenía listo su doujin en cosa de apenas una semana. Aquello había sido bastante inesperado, y más cuando la propia Hiyori les había adelantado que su creación contaba con más de cuarenta páginas. Mientras se formaban para comprar una copia del doujin, habían estado bromeando sobre que a Hiyori sólo le quedaba el brazo hasta el codo de tanto que estuvo dibujando en ese poco tiempo.

─ ?Patty-chan, Konata-senpai! Me alegro de verlas ─ Hiyori se levanta alegre en cuanto las nombradas llegan hasta su puesto, luego de más de media hora de espera ─ ?Qué hacen aquí? Me hubiesen dicho y les hubiera permitido hacerme compa?ía para que compartan conmigo este éxito que estoy teniendo. Estoy vendiendo más rápido incluso de lo que había esperado.

─ ?De verdad? ─ Patricia se acerca a una de las copias y la agarra.

─ Así es. Las copias que tengo ya se están acabando, y he tenido que anotar un enorme encargo para la próxima semana.

─ Entonces tu doujin ha superado las expectativas. Tampoco yo esperaba algo semejante ─ dice Konata divertida ─ ?Y qué hay de las chicas que han logrado inspirarte?

─ ?Te refieres a la presidenta Yasaka? En un principio ella y sus compa?eras se llevaron un tremendo susto, pero ahora están un poco más relajadas. Les choca tener que figurar ellas en el doujin, eso ni dudarlo, pero mi esfuerzo por plasmarlas les ha encantado. Ahí pueden verlo.

Patricia y Konata se hacen a un lado para permitir que el resto de la cola avanzase y compre las copias faltantes, y aprovechan para ojear el doujin. El estilo de dibujo les había impresionado. No se imaginaban la clase de talento que debió haber desplegado Hiyori para hacer semejante doujin en apenas una semana, pero el punto es que estaban encantadas.

El tiempo se les fue volando a Patricia y Konata. Habían querido tomarse su tiempo para leer el doujin, siempre con calma, siempre queriendo sacar provecho de las partes que más les gustaban. Finalmente Hiyori consigue vender todas las copias y hace el anuncio de tener muchas más disponibles para la próxima ocasión, y luego va con sus amigas.

─ ?Verdad que me quedó bien? Ha sido un ataque de inspiración que jamás pensé que me daría. Esto sólo se puede comparar a cuando me inspiro para los doujins con Yu-chan y también Iwasaki-san.

─ Pues te digo que te ha quedado de fábula ─ responde Konata ─. Dejaré que esta copia se la quede Patty-chan, pero después tendrás que apartarme una también.

─ Eso no hace ninguna falta. La verdad es que ya tenía una copia especialmente para ustedes ─ Hiyori saca de su mochila un par de copias nuevas ─. Ese igual lo incluiré en la lista de venta de la próxima semana, y estas copias son para ustedes. Pronto subiré en internet la versión digital, y tengo en la mira un éxito total en visitas a mi cuenta.

─ Es que los emparejamientos arriesgados llaman de forma especial la atención ─ Patricia es la primera en recibir una de las copias ofrecidas por Hiyori ─. Venden mucho, eso fijo. Y con esto puedes contar con que te estarán enviando peticiones y sugerencias.

─ Peticiones y sugerencias que tomaré en cuenta, pero me gustaría descansar un tiempo ─ Hiyori empieza a rotar su mano izquierda ─. Dormí poco durante toda una semana y me he dejado la mano dibujando como si no hubiese un ma?ana para hacer el doujin y tenerlo listo antes de mi publicación en el comiket. Mi mano de dibujar se merece un breve descanso.

Patricia y Konata asienten de acuerdo, y luego se guardan las copias ofrecidas. Las tres estarían hablando un rato más sobre sus planes y otras cosas, aunque el tema más complicado era el que tenía que manejar Konata, puesto que ella pronto iba a graduarse.

─ ?Y qué es lo primero que vas a hacer? ─ dice Patricia.

─ Conectarme y viciar hasta caer desfallecida ─ responde Konata tranquilamente ─. Ha sido un periodo bastante duro de estudio que espero no tener que encarar otra vez por un buen tiempo, aunque después de esto me toca hacer frente a la universidad.

─ Es verdad. Pero universidad o no, siempre hay tiempo para unos buenos mangas ─ dice Hiyori contenta.

─ Esa forma de pensar me gusta bastante. Muy bien razonado, Hiyori-chan.

Las tres se ríen y siguen con su charla. Sí, Konata tenía muchas cosas por hacer, especialmente por tener que reorganizar su vida de cara a la independización del hogar, aunque pretendía que dicho proceso fuese más bien lento. Pero había algo que no había comentado, y no era porque se le hubiese olvidado. Era más bien una omisión deliberada.


─ ?Se acabaron los estudios! ─ Tsukasa se deja caer al suelo.

─ ?Cómo se te ocurre decir tal barbaridad? ─ Kagami se cruza de brazos, mostrando su enojo ─ Sabes que eso no es para nada cierto. Pronto tendremos que empezar en la universidad. Lo de ahora sólo es una etapa que hemos superado.

─ Kagamin, no mates el momento ─ Konata pone una mano sobre el hombro de la mencionada.

Konata, Kagami, Tsukasa y Miyuki se hallaban reunidas una vez más, esta vez celebrando entre ellas el final de los exámenes. Habían sido días bastante duros, momentos para devanarse los sesos para entender algunas clases especialmente complicadas, noches enteras renunciando a los juegos en línea (caso de Konata), minutos valiosos de sue?o extra desperdiciados (caso de Tsukasa), pero allí estaban, satisfechas de haber logrado el acumulado necesario para declararse como graduadas. Miyuki, como era de esperarse, había conseguido las notas más altas de toda la clase 3-B. Kagami por su respectivo lado también consiguió unos resultados notables, los cuales la hacían sentir orgullosa. Konata hizo lo necesario para pasar con bien aquello, por lo que su graduación no era precisamente en la raya. Y en cuanto a Tsukasa, le costó bastante, su atención en clases no era la mejor, pero gracias a la constancia había obtenido los resultados necesarios y podía estar allí, contenta por lograrlo.

─ Sólo queda esperar por la ceremonia de graduación, aunque de por medio tenemos que realizar algunas actividades adicionales ─ advierte Miyuki.

─ Sí. Básicamente tenemos que montar nosotras mismas nuestra celebración a lo grande por nuestra graduación que está próxima. Pero al menos puedo descansar un rato de los estudios ─ dice Konata ─. Sólo queda entonces buscar las universidades que nos permitan optar por la carrera que estamos buscando.

─ ?Todavía no has empezado a buscar? ─ dice Kagami ─ Konata, deberías tomar este tema con algo más de celeridad. Yo ya he encontrado dos universidades y he presentado mi postulación en ambas.

─ Yo he hecho lo mismo, aunque en mi caso son tres universidades por lo pronto ─ dice Miyuki.

Tsukasa y Konata estaban un poco aturdidas al ver que Kagami y Miyuki estaban dispuestas a estar un paso al frente. No era algo malo, aunque sí que las hacía sentir un poco fuera de lugar, tomando en cuenta que quieren tomarse la situación con más calma.

─ La próxima semana empiezo mi búsqueda, aunque puedo aprovechar el fin de semana para buscar universidades por internet ─ propone Konata ─. Basta con echar una breve mirada y decidir qué universidades son las más aptas para lo que estamos buscando. Debemos aplicarnos en ese sentido, Tsukasa.

─ Sí, Kona-chan.

Tal vez esa propuesta no fuese la más responsable que Kagami hubiese oído en su vida, pero podía darse por satisfecha con ello. Al menos significaba una alternativa rápida y cómoda para que ellas busquen una optativa que ellas quieran. Sólo quedaba esperar a que las universidades que las acepten no las fuercen a separarse demasiado, o de lo contrario podría hacer un infierno la vida que tengan que llevar de allí en más, pues ya estaban bastante cómodas estando juntas. Miyuki por su parte mira la hora y se sobresalta de ver que ya era tarde.

─ Es hora de que me vaya a casa. Nos vemos ma?ana en cualquier caso, Konata-san, Tsukasa-san, Kagami-san.

─ Nos vemos, Yuki-chan.

─ Estaremos en contacto, Miyuki.

─ Sólo no te vuelvas a perder, Miyuki-san ─ completa Konata con una sonrisita burlona.

─ S-sólo fue una vez, Konata-san, y eso fue porque estaba buscando la casa de Tamaura-san.

En cuanto Miyuki se va y ya se le puede ver alejándose por la calle, Konata, Kagami y Tsukasa sentían que los temas de conversación estaban agotándose. Konata iba a quedarse allí esa noche, y pese a que todavía no habían llegado demasiado lejos en su relación, las reservas tenían que seguirse manteniendo para no montar un numerito en casa. Ya sería cuando las tres vivan juntas, ya sea en una casa o un apartamento propio, que serían capaces de dar rienda suelta a la imaginación, demostrarse ese cari?o que se tienen a un nivel completamente nuevo. Pero nuevamente, lo mejor de momento era esperar. Pero pese a ello, todavía había algo que perfectamente podían hacer.

─ Kona-chan... ─ una vez más, Tsukasa sorprende al tomar la iniciativa besando a Konata.

─ Todavía me sigue agarrando desprevenida esa actitud tuya ─ dice Konata en cuanto Tsukasa la suelta.

─ Lo mismo digo yo ─ opina Kagami ─. Pero ahora que puedo, es mejor que aproveche la oportunidad.

Lo que quiso decir era obvio, por lo que Konata ni se molestó en preguntar antes de que la melliza mayor se le lanzara y la besara con toda la pasión que tenía guardada. Y es que ambas hermanas se habían contenido un buen rato para no desvariar en sus estudios. La propia Konata extra?aba eso, no podía negarlo.

En ese momento la puerta se abre y aparece Inori.

─ Kagami, Tsukasa, dice okaa-san que les toca a ustedes lavar los platos... ?Hmm? ?Y esas caras?

De alguna manera Kagami y Konata se separan a tiempo para no ser descubiertas, y las tres estaban sentadas, tratando de aparentar normalidad, aunque se notaba que sudaban frío por el temor a que Inori sí las hubiese visto.

─ Y-ya nos encargaremos de ello, onee-chan ─ dice Tsukasa con voz temblorosa.

─ E-en un rato bajaremos ─ dice Kagami.

─ Bueno, igual me voy a mi habitación, que tengo un par de cosas por terminar. Y Kona-chan, espero que te sientas como en casa.

─ No hay problema ─ responde la otaku con voz algo atropellada.

Inori se retira de allí, y Konata, Kagami y Tsukasa suspiran de alivio. Había estado bastante cerca. Ninguna de las tres iba a revelar, ni siquiera en parte, lo que entre ellas tenían montado.

─ Menos mal. Pensé que era demasiado tarde ─ dice Tsukasa llevándose una mano al pecho.

─ Sí, eso fue incluso peor que cuando Hiyori-chan nos buscaba para su doujin ─ Konata se rasca la cabeza.

─ Y hablando del doujin ─ las palabras de Kagami hacen que Konata se dé cuenta de que había cometido un error ─, ?qué ha pasado finalmente? Hace tiempo ya que parece haber abandonado esa búsqueda.

─ P-pues, no es tan así, Kagami. Simplemente pasa que Hiyori-chan encontró otro objetivo.

Kagami frunce el ce?o, queriendo una explicación al respecto. Por cosas de la vida Konata había traído consigo el doujin que Hiyori le había dado y se lo muestra a Kagami y Tsukasa. No era algo precisamente subido de tono, para nada, pero a ambas hermanas las deja patidifusas el ver cómo Hiyori había planteado el romance entre las cuatro chicas implicadas.

─ De verdad, ha sido una suerte para nosotras que no nos descubriese antes. No habría sido capaz de soportar verme así ─ dice Kagami al terminar de leer el doujin.

─ Pero en honor a la verdad, Hiyori-chan hizo un excelente trabajo ─ dice Tsukasa.

─ No digas esas cosas. Recuerda que nosotras pudimos haber estado allí.

Konata recupera el doujin y lo guarda, y Kagami y Tsukasa se levantan para cumplir con el deber del momento. Konata se levanta también, aunque sabía que no la dejarían hacer nada por estar como invitada.

─ Va a estar bastante tranquilo todo a partir de ahora ─ dice Konata bastante animada ─. Otro polígono amoroso es el que capta la atención, hemos terminado los exámenes, sigo con ustedes ?Qué más podría pedir?

─ Buena pregunta, Konata. Realmente no siento que nos haga falta nada más ─ opina Kagami.

Y antes de que las tres saliesen de la habitación de Kagami, ambas hermanas besan a Konata por ambos cachetes y la abrazan de forma breve pero bastante amorosa. Era apenas el principio de una de las formas de vida más surrealistas que se puedan llegar a dar en Japón, y Konata no dudaría un solo instante para disfrutarlo al máximo. También sabía que Kagami y Tsukasa tampoco lo dudarían.


Yutaka seguía sin entender lo que había pasado.

Antes había tenido que ver que Hiyori y Soujiro habían parecido rendirse en la búsqueda de la chica con dos novias, después Hiyori quería retomar la búsqueda, y otra vez de pronto deja de lado la búsqueda, pero con el detalle de que estaba bastante contenta, y de paso Soujiro también parecía que fuera a flotar de un momento a otro.

─ Siento que me he perdido de algo importante...

─ Yu-chan, aquí tienes la cena ─ Soujiro le acerca el plato de comida y él mismo se prepara para comer ─. Muy bien, para cerrar este día tan hermoso, nada mejor que esto.

─ Pues tienes razón, tío ─ Yutaka sonríe con nerviosismo ─. Pero igual siento que me estoy perdiendo de algo...

─ Pues no sé a qué te refieres, pero como dijo en su momento Steve Jobs "si es importante lo vas a recordar". Ahora a dar las gracias por la comida.

Yutaka se encoge de hombros y se prepara para dar gracias y empezar a comer. Ese consejo por lo menos le sirvió para relajarse un poco y, como si se tratara de algún tipo de encantamiento, termina olvidándose de sus preocupaciones al poco tiempo. Tenía sus propios asuntos por atender, y la chica con dos novias jamás había sido realmente su prioridad.

Fin


De verdad me cuesta hacer un final, pero es que también era tontería pretender darle más largas a la historia. Originalmente quería empezar a publicar la siguiente historia incompleta de Lucky Star en 2020, aunque fuese a finales de a?o, pero ahora toca hacerlo indefectiblemente en 2021. Igual ha sido divertido hacer esto, y espero que ustedes se encuentren bastante bien. Nos veremos muy pronto.

Hasta otra