Disclaimer: Versalles no Bara no me perteneces, es propiedad de Riyoko Ikeda y esta es una obra con el único objetivo de entretener, no genero nada al hacer esta historia.

_Mi se?or, lady Vera ha dado a luz a su hijo_una mujer de escasa edad entraba por la puerta de su despacho, no la reconoció, pero la ropa que portaba dictaba que era una criada de su hogar, con cara sonrojada y manos temblorosas avanzo hasta plantarse enfrente de él.

_... Este hijo mío que mencionas ?es varón? _ pregunto el hombre elegante mientras se paraba de su escritorio.

_Si mi lord, es un varón, con un cabello tan brillante como oro y ojos tan azules como el mar_ la mujer le explicaba mientras se arreglaba la falda y recomponía la postura.

_Es un ni?o muy sano, lloro tan pronto llego a este mundo y ahora mismo se encuentra descansando en brazos de lady Vera mi se?or_ y con solo esas palabras Charles perdió el interés.

Howard, John, Jack, ?qué nombre otorgara a la criatura que acababa de nacer?

El conde Charles Alexandre de Addington no tenía tiempo para dicho asunto. ?l era un hombre realizado, un hombre realmente afortunado, un "bastardo afortunado" según sus colegas. Poseía una esposa hermosa y sumisa, un título que generaba envidia ante los nobles de rango inferior, una mansión enorme a las afueras de la gran ciudad, enormes cantidades de dinero los cuales se había encargado de administrar a lo largo de los a?os porque al fin y al cabo era el patrimonio de su honorable familia. Muy afortunado. Y él lo entendía, claro que sí, él es un hombre consciente de sus fortunas y atributos. Pero a el conde ya no le interesaba su descendencia.

Cuando Vera dio a luz a su primer hijo varón Charles no cabía en su felicidad, ?el linaje Addington seguiría por una generación más!, Charles agarro a su hijo entre sus brazos y lo presumió con todo aquel que se le cruzara por enfrente. Harry Agustín de Addington había nacido y por ende se convirtió en el heredero del conde.

Pero obviamente el no pararía de procrear con su mujer, una mujer tan hermosa y perfecta a sus ojos siempre seria su centro de atención. Su sorpresa va siendo que mediante Vera se embarazaba iba naciendo un varón.

Detrás de Harry vino Henrik, Markus, Louis y Samuel. El conde se encargo se disciplinarlos en diferentes ramas de poder. Henrik viviría para la política, Markus seria un hombre culto y sabio, un maestro, Louis se encargaría del clérigo, sería un hombre de dios y Samuel por supuesto entregaría su vida a la música, un concertista mundialmente reconocido.

Esto fue dictado por el mismo conde y hasta la fecha sus hijos nunca le habían recriminado, seguían sus palabras tal y como fueron dictadas. Aun y cuando no todos habían alcanzado la mayoría de edad todos y cada uno se había dedicado a estudiar la rúbrica que él les había planteado. Todo actuaba de acuerdo a su plan.

Hasta que hace 9 meses exactamente su mujer vino a verle emocionada, "grandes noticias" le había dicho. Estaba embarazada y Charles estaba decepcionado. Fue bondadoso con su mujer, dibujo una sonrisa en su rostro y la abrazo.

Esto no estaba en sus planes. Pero mientras el tiempo pasaba Charles se permitió hacer algo que hace tiempo no hacía, Fantasear, fantaseaba con la idea de una peque?a ni?a de cabello dorado como el de Vera y ojos verdes como Charles, ella serviría para que su hermosa esposa tenga a alguien con quien entretenerse y poder vestirla y consentirla para que finalmente el conde pueda buscar el mejor pretendiente y casarla.

Charles comunico este plan a su mujer y ella encantada se permitió hundirse en la fantasía de su esposo, tanto fue la emoción y el sue?o que fue comunicado a sus hijos, todos estaban de acuerdo, era la mejor opción.

Al fin y al cabo, está en los genes de su esposa, no lo conoce personalmente pero su mujer le había contado historias, de como ella tenía un primo francés el cual no había podido tener ningún varón.

Tenia cinco hijas y muy poco tiempo para poder procrear un varón según había dicho su mujer, el hombre ya estaba algo viejo. Pero su esposa le conto que el hombre no se rendiría, que aun que solo tuviera una última oportunidad para poder concebir, juraba en voz alta a todo aquel que le cuestionaba que el siguiente hijo que su mujer diera a luz sería el heredero de la familia Jarjayes.

El hombre se permitió fantasear y Charles no podía culparlo.

Pero ahora al escuchar las palabras que salían de la boca de la peque?a mujer temblorosa, Charles sintió una decepción profunda, la primera de muchas el conde pensó mientras se giraba hacia el ventanal que tenía detrás de su escritorio.

?Que esperaría de un hijo que solo le traería decepción? La respuesta es nada, así es, Charles decidido que no esperaría nada de la criatura que acababa de nacer. El conde Charles Alexandre de Addington sello el destino del bebe que se encontraba en brazos de su madre.

_Se llamará William_ dijo dando la espalda a la mucama, la escucho irse y solamente así dejo escapar un suspiro decepcionado.

William de Addington sería su mayor decepción.

La condesa Vera Evangelline de Addington era una mujer muy afortunada, francesa de nacimiento e inglesa de corazón era consciente desde muy peque?a de su rol a desempe?ar, casarse, tener hijos y ser feliz, fácil y sencillo.

Se dedico a gran parte de su infancia a prepararse para el momento y para cuando cumplió dieciséis a?os se volvió una realidad, su padre consiguió al mejor esposo que pudo encontrar y Vera fue feliz por mucho tiempo, cuando se entero de su primer embarazo a los diecisiete la felicidad eclipso el miedo de ser madre primeriza porque después de todo ella se había preparado para este momento. Rezo a Dios todas las noches para que le concediera el honor de llevar al heredero que su esposo esperaba con ansias.

Dios es perfecto y bondadoso por eso él le concedió a Harry, el heredero que tanto esperaban. Vera aun recordaba con profundo amor el momento que Charles conoció a Harry, corría de un lado a otro mostrando a su hijo, pavoneándose ante los ojos de todos. Se permitió descansar por ese día.

Pero obviamente ella no dejaría de complacer a su bondadoso esposo ella siempre estaría a su eterna disposición. Cual va siendo su sorpresa que cada que daba a luz un ni?o llegaba a sus brazos. ?Estaba rodeada de varones!

Henrik era un ni?o muy ambicioso que al crecer se volvió en un hombre apuesto y muy serio, un hombre entregado a la política, reconocido por todos y elogiado por su trabajo es alguien entregado a la corona.

Markus era un ni?o muy travieso que al crecer se volvió en un hombre sabio y paciente que le causaba desagrado recordar su pasado intrépido, un hombre entregado a la educación, reconocido por todos y elogiado por su trabajo, es alguien entregado al estudio.

Louis era un ni?o muy adorable que al crecer se volvió un hombre respetable y servicial, un hombre entregado a la religión, reconocido por todos y elogiado por su trabajo es alguien entregado a Dios.

Y por último su peque?o Samuel que ya para este punto Vera había olvidado ese sentimiento de miedo que la había invadido hacía mucho tiempo cuando dio a luz a Harry, ahora solo la acompa?aba la monotonía.

Como todos Samuel era un ni?o encantador que al crecer se volvió un hombre fabuloso y admirable, su música llegaba a todos los rincones del país, un hombre entregado a la música y sin duda el ultimo hijo varón que Vera iba a criar.

Cuando se entero que estaba embarazada una vez más, trato de fingir toda la emoción que pudo, no fue una sorpresa para ella cuando al terminar de decir esas palabras no pudo ver la emoción en los ojos de su esposo por que al fin y al cabo ella lo conocía y sabia perfectamente que un sexto hijo no figuraba en los planes de su amado. Se sintió humillada por el bebe que portaba en su vientre.

Pero mediante el tiempo pasaba sucedió algo maravilloso, su esposo empezó a fantasear.

Le conto sobre como seria maravillosa la hija que portaba en su vientre, así es, una hija, ?Vera nunca lo había pensado!, le dijo que era obvio que nacería una mujer ya que Dios es justo y bondadoso, el le concedería una ni?a la cual Vera podría criar y mimar de principio a fin, llenarla de lujos y vestirla con las mejores ropas del país. Y podrían casarla con el mejor esposo que podrían encontrar.

?Sonaba maravilloso!

Una peque?a ni?a con el cabello dorado como el suyo y ojos verdes como los de su apuesto padre.

Y ahí fue cuando su esposo le recordó aquella historia que hace mucho había contado. Fran?ois Augustin Regnier de Jarjayes su primo tan testarudo como una mula solamente había podido engendrar mujeres.

_ ?Dios es tan bondadoso que le concederá un varón a tu primo y una mujer a nosotros Vera! _ Había dicho Charles mientras sonreía frente a ella y la agarraba firmemente por los hombros.

Pero ahora que se encontraba sostenido a este varón en sus brazos sintió toda la decepción caer en sus hombros y mas aun cuando regreso sin Charles. Ella había fallado, hizo enojar a Dios al ser tan egoísta que le había denegado el deseo de tener una mujer.

?Que desgracia!

Pero mientras sostenía a William- el nombre que había decidido Charles según la mucama- le llego a la mente una revelación. Charles le había prometido que ella criaría a este hijo tal y como ella quisiera.

Minerva era el nombre que había decidido para su peque?a hija, pero no estaba tan ciega en la ignorancia para ver que William era un ni?o en toda la extensión de la palabra y que nunca la dejarían vestirlo con ropa tan fina como la que había so?ado. Pero sí que podría mantenerlo a su lado e inculcarle todo lo que le gustaba a ella.

William Minerva de Addington era una decepción, pero al menos podría moldearlo a su gusto, así Vera pudiera divertirse criándolo igual como su esposo se divirtió criando a sus demás hijos.

_Lady Vera han llegado noticias desde Francia_ llego corriendo un joven sonrojado por el esfuerzo o el frio supuso ella, después de todo era 28 de diciembre y afuera estaba nevando.

_La familia Jarjayes a comunicado que a nacido el heredero del linaje, ?Pero es una mujer, el lord Jarjayes a nombrado como heredero a una mujer y la ha llamado Oscar! _ gritaba el joven impactado y escandalizado.

Sosteniendo a Minerva ella empezó a reír enfrente del joven, la partera y las mucamas que le hacían compa?ía.

Al parecer era una cosa de familia.

Buenaaaaaaas, este será mi primer fanfic en hacer y publicar y realmente estoy muy emocionada por él.

Agradezco públicamente a Only D por ser una inspiración para poder publicar esta historia. Sin mas que decir me despido.

Nos vemos