Pov Narrador

Todo comienza en una calida noche de verano. En las profundidades bajo la Ciudad de Nueva York.

Nuestros héroes de bandana naranja y azul se daban paso por el muy concurrido mercado de la ciudad vendedores intentando llamar la atención, para obtener clientes, objetos mágicos curiosos. Y ni?os rogando insistentemente a sus padres, para que estos le compren algo de los puestos.

Unas de las tipicas situaciones de un mercado.

–Aaagh...?por que debemos venir justo este día?...–

Protesta la tortuga de azul, mientras oculta más su rostro con el gorro de su chamarra.

–... Ya te dije que soy buscado en este lugar después del incidente del balneario...?porque no se lo pediste a alguien más, como Raph o Donnie?–

–Porque ellos están ocupados...Donnie aún esta trabajando en Shelldon, y Raph está teniendo una sesión de entrenamiento privada con papá–

Contesta Miguel ?ngel mientras observa con entusiasmo varios de los objetos que se vendían. Le encantaba visitar esa ciudad. Y más si se trataba de ver novedosos objetos mágicos.

–?Y porque no se lo pediste a Draxum?... ?l está libre– Pregunta Leo, molesto por estar allí. No gustaba de ocultar su identidad, y tener la tensión de no dejarse ver.

–?No recuerdas que él es buscado masivamente aqui?... Están siendo más precavidos con los prisioneros después de que ustedes escaparon de la carcel...–

Mikey se voltea para ver con seriedad a su hermano mayor.

–...Si lo atrapan, puede que no podamos rescatarlo tan fácilmente como la ultima vez...no podemos arriesgarlo–

–Claro...y a mi pueden encerrarme para toda la vida, ?no?–

–No seas exagerado...tu eres un joven ninja... Obviamente no serás atrapado tan fácilmente como él, que está débil y mayor para persecuciones...– dice dedicándole una mirada algo molesta–... ?Porque crees que me enviaron aquí?–

–Exacto, te enviaron a ti, ?porque me incluyen en esto?...–

Leo se detiene frente a una tienda, quedando pasos atrás del de naranja.

–Porque eres mi hermano mayor. Y debes acompa?arme a hacer los pedidos de Draxum–

Mikey lo encara, algo molesto por la poco habitual mala actitud del azul. Normalmente este estaría encantado de venir a ese lugar.

–Hoy era el ultimo capitulo de "Casado con si mismo". ?Ahora como sabré si él descubrió que solo era un espejo?– Se queja levemente por su perdida.

Mientras Mikey solo da una mirada molesta, al descubrir la razón de porque su hermano mayor andaba así.

Aveces, aunque no lo aceptara, podia sacar a relucir su lado infantil.

–Mira, yo perfectamente pude venir solo. Pero Rapha dice que tengo prohibido venir solo a esta ciudad... No es mi culpa que me trate como a un bebé–

–Pues mía tampoco es...Yo solo quería disfrutar de esta bella noche del sabado...Disfrutando unas deliciosas botanas, mientras observo unos de mis programas favoritos...–

Mikey soloempieza a negar con la cabeza levemente, en se?al de desaprobación hacia la actitud del mayor. Pero Leo solo lo ignora ,sonríendo mientras imagina esa anhelada situación. Para después dar un suspiro de derrota.

–?Pero que crees?...no todos obtenemos lo que deseamos... Tu no abandonas el nido, y yo no tengo mi gran final–

–Oye, no compares mi situación con tu tonto programa de narcisistas– dice el de naranja cruzando sus brazos, en signo de enojo.

–Si si...como digas bebé Mikey...– Se adelanta al menor con mirada burlesca –...Intenta insultarme cuando hallas dejado el nido de mamá Rapha, ja ja...–

Miguel ?ngel solo da un leve gru?ido por las burlas que estaba recibiendo de parte de la tortuga de orejas rojas. Pero estaba resistiendose a iniciar una discusión.

–Ja ja ja ..mira tu cara pareces un viejo gru?on–

Leo rie mientras apunta el rostro de un Mikey notablemente enojado, que parecia apunto de estallar. De verdad podía ser molesto cuando discutían.

–Si no la cambias puedes quedarte así para siemp—

La burla de Leonardo se vio interrumpida, debido al repentino golpe que recibió por parte de la puerta de la tienda. Que fue abierta por unos sujetos encapuchados, que salieron a toda velocidad de esta.

–?LEO!...–

Mikey olvida la discusión, para rápidamente auxiliar al casi inconsciente Leonardo. Quién quedó totalmente aturdido por él golpe que recibió.

–?AUXILIO!–

Rápidamente dirije su mirada hacia la persona que grito. Descubriendo un cíclope de avanzada edad , que salia de la tienda abatido por lo que acababa de pasar.

–?Esos sujetos se han robado mis espejos!–

Miguelangel mira a los que acababan de salir de la tienda. No estaban lejos y no eran muy rápidos.

Dedujo que tardaría poco tiempo en alcanzarlos si se abría paso por los techos y edificios.

Esta sería una buena oportunidad para demostrar de lo que es capaz a su hermano de banda a azul. Sabotear un robo sin tener la ayuda de sus hermanos, sería una buena haza?a que los callaría de forma definitiva.

Además, al ser un autoproclamado héroe, no dejaria pasar esa injusticia tan fácilmente.

–Espera aquí Leo, no tardaré–dice simulando una voz típica de un héroe de las historietas, que leía sin permiso de Leo .

En cuanto dice eso, deja las bolsas de las compras de ese día, con el chico aún aturdido por el golpe. Para rápidamente emprender la persecución tras esos ladrones.

–?Eh?...?Espera!–

La ausencia de la tortuga de caja lo recompone inmediatamente del aturdimiento. Y como puede, intenta rapidamente levantarse.

–?Mikey vuelve aquí!... ??A donde crees que vas?!–

Lastimosamente este no fue escuchado por el menor. Quién corre por los techos de las tiendas tan rápidamente, que en un segundo desaparece por completo de su vista.

–Rayos...?ahora que le diré a papá?–dice fastidiaso al ser abandonado de esa forma.

Y adolorido por su caída.

–?Eh?... ?Oigan!, ??ese no es el ladrón del balneario?!–

Confundido voltea para ver de donde vino ese comentario. Encontrándose con un grupo de Yokais que estudiaban minuciosamente su apariencia.

Se rasco su cabeza confundido por las miradas interesadas de estos. Solo para notar que este ya no traía puesto la gorra de su chamarra. Que seguramente se había caido en ese golpe.

Juró que en ese momento sudó frio

–He he, no sé de que hablan, es la primera vez que vengo a esta ciudad– Dice disimulando lo mejor posible su nerviosismo. Con la esperanza de que estos creyeran su mentira.

–?Miente!...– Grita uno de ellos mostrando a los presentes un cartel de "Se busca". Con una muy gratificante suma de dinero como recompensa– ... ?Es el mismo sujeto de la foto, solo que ahora está pelón!–

–Rayos–

Apenas dice eso, procede a tomar las compras, y a escapar a toda velocidad por la calle principal. Hacia la misma dirección que tomó su hermano menor hace unos segundos atrás.

–?VUELVE AQUI!–

El grupo de Yokais lo persiguen como si se tratara de una multitudenfurecida persiguiendo a una bestia. Hasta con antorchas y armas.

Leo solo corre como si no hubiera un ma?ana. Usando sus habilidades de ninja para evitar chocar con la gente desconcertada del mercado.

–?ESTA ME LA PAGAS MIKEY!–

Es lo único que pudo decir para correr a toda la velocidad. Esquivando las armas y redes de la multitud.

La tortuga de bandana naranja logró ganar algo de ventaja en la persecución. Tanto que casi pisaba los talones de los bandidos.

Pero aún le faltaba para alcanzarlos.

–?Demonios, nos alcanza!...– uno de los sujetos grita con angustia a los demás. Que igualmente estaban cansándose de la carrera

–... ?Al!... ??Que hacemos?!–

El mencionado piensa en un plan mientras seguian corriendo. Hasta que repentinamente su cara es ilumina por una ocurrencia.

–?Siganme!...?tengo una idea!–

Sus secuases escuchan sus ordenes y aumentan su velocidad al maximo. Logrando doblar por una calle, para rápidamente esconderse en un callejón.

Desapareciendo así de la vista de Miguel ?ngel. Y así ganar algo de tiempo.

–?Que hacemos ahora?...– unos de los sujetos pregunta mientras seca el sudor de su frente–...nadie debe saber donde esta la guarida–

–Si...Jefe nos matará si lo llevamos allá...O si llegamos con las manos vacías–

–Okey...escuchen...esto es lo que haremos– dice entre jadeos de cansancio por la carrera previa–...uno tendrá que distraerlo para que los demás vayan a la base con la mercancia...Este va ha divertirlo el tiempo suficiente para que podamos escapar de su vista, ?entendido?–

–Bien, ?y quién será la carne de ca?on?–

Tres de los sujetos entran en modo pensativo, tratando de elegir al sujeto.

–Oigan, ?Por que no envíamos al mocoso?...Almenos podría hacer algo tan simple...?No?–

El mencionado se exalta por las miradas de los tres sujetos, dirigidas a él. Ya tenían decidido a quién mandarían como carnada, y eso no le gustó.

Solo pudo dar un leve suspiro por esa orden.

–Ya que– con desánimo baja sus hombros. Odiaba esos tipos de trabajos, pero no tenía de otra.

Pov Mikey

Llegó a un cruze de calles que estaba totalmente vacia. Seguramente por que la mayoria de habitantes estaban en el mercado en esos momentos.

Mientras regula su respiración por la anterior carrera, intenta percibir algún ruido. Sin tener éxito en su búsqueda

–No pudieron haber ido tan lejos–

Se afirma a si mismo, tratando de observar con detenimiento su entorno. En busca de cualquier pista que lo lleve a sus objetivos.

No eran lo suficientemente veloces para escapar así de rápido. Aún debían estar por esa zona.

Estaba observando los tejados, hasta que escucho el sonido de unos pasos tras él.

Al dirijir su vista a la fuente de ese sonido, logró captar a uno de los sujetos, que poseía unalarga cola sobresaliente. Este, al verlo, instantaneamente empieza a correr por una de las calles del cruze.

–?Alto ahí!–

Rápidamente emprende nuevamente la persecución para ir tras ese sujeto, dejando el lugar.

Y al mismo tiempo dejando que los demás criminales se escabulleran, huyendo así del ninja.

Otra vez se hallaba corriendo, pero esta vez solo tras uno de ellos. Que a comparación de los otros, este corría con menor dificultad por los pasajes de la ciudad. Como si los conociera de pies a cabeza.

El sujeto debes en cuando lo miraba por encima del hombro. A segurándose de que este aún seguía corriendo tras él.

Para después mostrar su lengua, con intencion de provocarlo.

Eso no hacia nada mas que enfadarlo.

-?Detente en este momento!- dice ya muy irritado, de no poder alcanzarlo.

En algún punto se percato que estaban en una calle que él conocía.

Y que él sujeto al cual perseguía se había adentrado en un callejón. Cual, si no mal recordaba, no tenia salida.

No había forma que pudiera escapar.

–Ya eres mio chico lagarto– dice dibujando una maliciosa sonrisa, por su victoria asegurada.

Pero al doblar la esquina, listo para atrapar al fugitivo, solo pudo ver el callejón vacio. No lo podia creer.

?l sujeto había desaparecido.

No tuvo tiempo de analizar lo que acababa de pasar. Puesto que lo halló trepando la pared cual ara?a.

–??Pero...qué?!– exclama más que desconsertado por esa escena.

Mientras el muchacho llega hasta la cima de la muralla. Ya mas que fuera de su alcance.

Después logra observa como le dedica una mirada bufonesca hacia él, desde su lugar en las alturas.

–?Adiós enano, suerte a la próxima!– dice el encapuchado para después, entre risas, desaparecer de su vista.

No lo iba a permitir. Si no atrapaba, aunque sea a uno de ellos, Leo probaría su punto, y no lo dejaría en paz toda una semana por eso.

–?Oh, no lo harás!–

Más que decidido, busca una forma de subir hacia la cima.

Observando la zona, logró visualizar los balcones de un edificio. Que convenientemente estaban cerca de la muralla.

Rápidamente trepa por ellos, hasta lograr subir la muralla.

Pov Narrador

Esta vez la persecución continuó sobre los techos. Que eran de estructura diferente a las de Nueva York, y era más complicado correr sobre ellos.

Mikey intentó atrapar al sujeto con uno de sus nunchakus. Pero este pronto nota ese movimiento, y salta para esquivarlo.

–Veo que no te das por vencido fácilmente– dice el sujeto sin parar de correr.

–Cuando se trata de hacer justicia, ten por seguro que no lo haré– declara la tortuga con una mirada determinada.

–Pues ya veremos si sigues con esa actitud después de esto–

Seguidamente el encapuchado lanza un montón de canicas tras él. Causando que Miguel ?ngel resbale hacia la ventana de una casa.

Se escucha un fuerte estruendo dentro de esta. Seguido por gritos de personas.

–??Pero que rayos?! ?fuera de mi cocina!– grita un hombre furioso, en el interior de la vivienda.

–Je...ni?o tonto– el lagarto sonríe satisfecho por deshacerse de su perseguidor.

Pero su felicidad dura muy poco al ser sorprendido por él muchacho. El cual aparece frente a él, usando una cacerola en su cabeza, cual casco.

–?Ahora es mi turno!–

Mikey procede a sacarse el "casco" , para lanzarlo cual frisbee hacia el sujeto.

Dando un golpe limpio en la cara de este y provocando quecallera del tejado, hacia un montón de sábanas de una carreta situada en la calle.

Mikey baja del tejado y seacerca hacia la carreta, para así finalmente poder atrapar al sujeto. Pero este súbitamente es cegado por una sábana mojada disparada por él chico.

–?Aghh!–

–?Ahí te vez, ni?o!–

Mientras la totuga intentaba quitarse la enorme sábana de encima, el chico aprovecha para salir corriendo nuevamente con el espejo robado en sus manos.

Mikey ya estaba cansandose. El sujeto no quería detenerse por nada del mundo, y la verdad es que ya estaba perdiendo fuerzas.

No era como atrapar a un típico ladrón humano. Era un tipo escurridizo, veloz...Y trepaba paredes cual hombre ara?a.

Esto ya era ridiculo.

Subieron de nuevo a los tejados. Parecia que esto nunca terminaría, hasta que al ladrón se le acabaron los techos en los cuales correr. Quedando en una zona realmente alta, en el tejado de una casa en muy mal estado, que parecia no haber sido habitada en a?os.

No tenia por donde escapar.

–Okey chico, dame ese espejo...– dice Miguel angel acercándose al encapuchado, mientras gira uno se sus nunchakus–... Ya no tienes escapatoria–

–?Eso crees?–

El sujeto saca de su bolsillo una muy larga cadena.

Miguel ?ngel entra en alerta, y se prepara para cualquier ataque.

Pero en un segundo queda totalmente confundido cuando el sujeto lanza el extremo de la cadena con gran velocidad hacia el cielo. Haciendo que quedara enredada en la pata de una de las muchas criaturas voladoras (mas especificamente una clase de dragón).

–?Adiós, ni?o tonto!– dice el encapuchado, despidiéndose con una risa burlona.

Mikey ni siquiera pudo defenderse de ese insulto. Ya que en unos segundos el sujeto ya se hallaba suspendido en el aire, siendo llevado por el reptil volador.

–??QU??! ...??ES ENSERIO?!-–

La peque?a tortuga queda totalmente irritada.

Solo procede a pisar fuertemente con un pie el tejado, para desahogar su enojo por no poder alcanzarlo.

Pero su furia desparece tras escuchar un leve crujido proveniente de donde estaba parado. Para después sentir como este se rompe, provocando su caída al interior de la vieja casa.

Pasó una hora de la anterior persecución. Y el chico reptil hace un buen rato dejó el expreso dragón, para poder encontrar a sus compa?eros.

De verdad ya estaba cansandose de correr, pero por nada del mundo podía dejar que ese chico lo alcanzara.

Agotado decide esconderse en un lugar oculto, el cual suele visitar en varias ocasiones. Un lugar muy poco concurrido, y donde sabía que podria descansar, sin miedo a que él sea encontrado.

Al llegar a su zona segura, solo pudo dar un suspiro de alivio. Ya estaba fuera de peligro.

–Al fin...– dice mientras revisa que efectivamente ya no era perseguido–... pude perderlo–

Ya más calmado, empezó a caminar hacia su escondite. Que era uno de de los muchos túneles de un abandonado paseo peatonal.

Parecia que hace mucho tiempo no era concurrido. Muy probablemente al estar un poco más alejado del centro de la ciudad, y ser poco atractivo para turistas.

–Ese enano fue dificil de sacar de encima... ?Acaso es un ninja?...– habla consigo mismo, mientras se adentra al oscuro túnel.

–... Ya ni siquiera se donde se fueron los demás–

Revisa el bolsillo de su chamarra para sacar un dispositivo de este. Para seguidamente revisarlo.

–Y para rematar mi comunicador se quedó sin bateria...Esto es prefecto–

Estaba en lo suyo hasta que notó un olor peculiar. Como a queso derretido, salsa de tomate, orégano y otros condimentos.

Rápidamente se percata que ese olor proviene de arriba suyo. Y al fijar su vista al techo del tunel, queda totalmente paralizado por lo que ve.

–??Pero qué?!–

–Al fin te atrapé chico lagarto– Dice Mikey, mientras le dedica una sonrisa maliciosa, que logra incomodar al muchacho.

No tenía idea de como la tortuga había conseguido llegar allí antes que él.

–?Maldición!– dice teniendo sus ojos como platos, al ver a su perseguidor en ese lugar.

Este rápidamente opta por escapar de ese lugar lo antes posible. Pero su escape es saboteado cuando Mikey se deja caer encima de él, dejandolo sin oportunidad de moverse.

El espejo resbala de sus manos, y estas son inmovilizadas por el fuerte agarre de Miguel ?ngel.

–Ya fue suficiente amigo, devuelve ese espejo ahora mismo–

–Quitate de enci—

La discusión que estaba apunto de formarse, fue interrumpida tras el susto que recibieron por parte del espejo, que impactócon fuerza delante de ellos.

Este reventó en mil pedazos, para seguidamente soltar un extra?o humo fucsia brillante.

–?Agh!...?Genial!...–

El encapuchado quita en un segundo a la peque?a tortuga de su espalda. Y rápidamente se pone de pie, encarando a Mikey, con notable enojo.

–...Mira lo que hiciste, ahora tendré que buscar otro– dice enfurecido, mientras se?ala al obtejo, que yacía roto en el suelo, aún soltando humo.

–Pues bien merecido lo tienes...–Miguel ?ngel se levanta para encarar al muchacho, que estaba en la defensiva–...Robar está mal chico–

–Yo te ense?aré lo que estará mal si no te largas ahora mismo–

El chico reptil saca nuevamente el kusari fundo, de la manga de su chamarra. Para después dar un gesto amenazante, tronando la cadena con sus manos.

Eso altero un poco a Miguel ?ngel.

No tenia planeado pelear en serio con el chico. Solo deseaba que este devolviera el espejo de forma pacifica.

No estaba en el mejor estado para pelear.

–E-espera calmate, no quiero pelear conti—

–?LARGATE!–

Repentinamente es atacado por el enfurecido encapuchado. Quién intentaba atacarlo con el kusari moviéndolo un lado a otro con intenciones de golpearlo.

–?Dejame en paz!...ese anciano tenía espejos de sobra. No veo nada de malo con quitarle uno que los cientos que tiene–

El muchacho da una breve pausa con su movimiento. Realmente estaba agotado por la carrera previa.

–Eso aún así es robo... Y lo menos que puedes hacer es pagarlo–

–?CALLATE!–

Mikey logra esquivar el fuerte golpe del arma, brincando lejos del sujeto.

Ya le dio el suficiente tiempo para redimirse de forma pacífica. Y no estaba dispuesto a recibir una paliza esa noche.

–Okey amigo, intenté hacerlo por el lado fácil...pero tu no me dejas de otra–

Mikey rápidamente desenvaina sus nunchakus, para empezar a girarlos. Listo para atacar.

–Te vas a arrepentir de enfrentarme, enano– Dice el chico encapuchado, mientras da una sonrisa jocosa.

–Yo te mostraré lo que este enano puede hacer– lleno de determinación le dedica una sonrisa.

–?Eso ya lo veremos!–

En ese momento la conversación termina, Para dar comienzo a la pelea.

La cual empezó de manera emocionante. Para después terminar más rápido, de lo que tenia en mente Miguel ?ngel.

Irónicamente, el chico encapuchado terminó siendo derrotado con su propia arma. Recibiendo un fuerte golpe, de parte de la pesa del kusari. Quedando inconsciente en el suelo.

–Emm...entonces...?gané?– es lo único que Mikey pudo decir tras ese hecho.

Tenía que aceptar que esa situacion no le habia pasado antes. Y no sabía como reaccionar ante eso.

Llegó a la conclusión que lo que tenía el chico de veloz, le faltaba en fuerza.

Este fue derribado con tanta facilidad, que no pudo evitar sentirse mal por este. Era mas que evidente que ese sujeto era más de palabras, que de acciones.

–Oye chico...?estás bien?–

Pregunta al chico tendido en el suelo. Sin recibir respuesta de este.

?l estaba preocupado al no ver ninguna reacción en el otro. No parecía siquiera respirar.

No podia estar muerto...

...?verdad?...

??VERDAD?!

Esa autopregunta lo asustó.

El chico perfectamente pudo haber muerto con ese golpe tan fuerte en su cabeza.

En ese instante sintió como la culpa lo aplastaba como diez elefantes.

No queria lastimarlo...Y MUCHO MENOS MATARLO.

Rápidamente procede a auxiliarlo. Quitando el pesado kurari de su cabeza, y sacudiendo su espalda para que este despertara.

–H-Hey amigo,despierta... ?Abre tus ojos!–

Empezó a sudar frio al ver que ni siquiera sacudiendolo habia reacción.

No podia creerlo...No quería aceptarlo...Era muy joven para morir.

–?NO VAYAS HACIA LA LUZ!–

Pronto puede notar como el muchacho abre lentamente sus ojos. Aún se veía aturdido, pero almenos estaba vivo, y eso lo tranquilizó.

–Ah...estas vivo–No podia estar mas feliz de que abriera los ojos. Sintió como su alma volvió al cuerpo –...gracias a—

Rapidamente es callado, al ser tirado al suelo por la larga cola del reptil. Golpeándose la cabeza en el suelo por eso.

–?Agh!...?Que pasa contigo? Solo queria ayudarte– dice Miguel ?ngel desde su lugar, sobando su recién golpeada cabeza.

–??Ayudarme?!..?Me diste un golpe que casi me mata!–

–Tu solito te lo diste–

El chico encapuchado nuevamente intenta golpear a la tortuga, con mas furia que el anterior ataque. Pero una vez mas, pudo esquivarlo, quedando al borde del mirador, y lejos del sujeto.

–Ya tuve suficiente...lo de antes solo fue un peque?o desliz...–El chico se prepara colocándose nuevamente en su pose de pelea. Con mirada maliciosa dirigida a su objetivo

–...esta vez no seré amable contigo–

–Así me gusta–

Miguel ?ngel responde de la misma forma que el chico. Preparando sus pu?os para atacar, y formando una sonrisa de determinación en su rostro.

Estaba tan concentrado con el que estaba en frente suyo, que no se percato que en el lugar que estaba pisando se estaba formando una gran grieta.

–?Dame lo mejor que tengas nene!–

El chico estaba apunto de atacarlo. Pero este queda paralizado al ver el lugar en donde la tortuga estaba parada.

–?CUIDADO!–

Esa advertencia desconcertó a Mikey, que ya estaba listo para pelear.

Apenas tuvo tiempo de pensar, hasta que se vio callendo desde esa alta y empinada edificación.

El borde se hizo a?icos.

Eso explicaba la gran cantidad de cintas de peligro que estaban alrededor de todo el lugar.

Ese mirador practicamente se estaba callendo en pedazos.

?l estaba cayendo al vacio. Y no tenía sus nunchakus para evitar la caída. Lo mas probable es que los dejó en el suelo cuando estaba viendo como estaba el chico lagarto después del golpe.

No tenia salvacion.

Su vida paso frente a sus ojos en un segundo.

Su padre...sus hermanos...sus amigos...

Ni siquiera pudo despedirse de ellos.

No podia creerlo

No lo podia aceptar.

?No quería aceptarlo!

?No quería terminar de una manera tan absurda!

?NO QUERIA MORIR AS?!

?l solo pudo cerrar sus ojos con fuerza. Esperando que cuando su cuerpo golpera el suelo, no sintiera tanto dolor.

Ya dándose por acabado.

Pero su miedo fue inmediatamente eliminado. Dejado en su lugar el total desconcierto.

En esos momentos ya debió haber tocado el suelo, y haber pasado al mundo de los espíritus. Pero al abrir lentamente sus ojos, se percato que este estaba aún suspendido en el aire.

?Como era eso posible?

Dirigió su vista hacia su brazo estirado hacia el cielo, notando que este estaba siendo sujetado por la cadena oscura del kusari del chico.

Rápidamente el otro muchacho empieza a tirar de esta, subiendo poco a poco a la joven tortuga.

La tensión de la cadena, empezó a manifestarse en el antebrazo de Mikey. Causándole dolor al sentir como este se apretaba. Pero prefería mil veces eso, que tener una muerte espantosa estrellándose en el suelo.

No pudo evitar soltar unas lagrimas del dolor y alivio cuando por fin volvió a estar a salvo en el mirador.

Esa situación realmente lo habia asustado. Y no podia creer que el mismo sujeto, que hace unos momentos quería atacarlo, lo habia salvado de una mas que asegurada muerte.

–Gracias...pero...?Por que tu—

Rápidamente es callado por la ausencia de su inusual salvador.

–?Chico lagarto?–

Miguel ?ngel rápidamente se pone de pie para buscar al chico reptil, que hace unos segundos estaba frente suyo.

-??Donde estás?!-

Despues de una breve búsqueda visual, lo encuentra en lo alto del muro. Que separaba la calle del mirador.

Este se hallaba mirándolo fijamente por encima de su hombro.

–O-Oye..Por que tu me—

–No vuelvas a molestarme...mocoso– dice el chico reptil;mientras se voltea, evitando tener cualquier contacto visual con la tortuga. Para seguidamente prepararse para emprender su huida.

–?E-Espera!...?Olvidaste tu...kusari–

Mikey no pudo terminar de decir lo que quería. Pues él chico ya se habia marchado del lugar.

Realmente estaba confundido.

?Porqué el sujeto que intentó golpearlo en varias ocaciones, lo salvo de caer al precipicio?

Realmente fue muy raro lo que acababa de pasar.

?l ya estando mas tranquilo de todo lo que acababa de ocurrir, procedió a quitar la cadena que apretaba fuertemente su brazo.

Lentamente la desenvolvió, dejando a la vista unas no muy agradables a la vista, marcas en su piel.

De verdad preferia esos moretones, que haber tenido ese horrible destino final.

Una vez que envolvió el kusari fundo del muchacho. Procedió a recoger sus armas. Junto a ellas encontró una especie de teléfono móvil, que tenía la pantalla completamente destrozada.

Enseguida supuso que era del chico lagarto.

Estaba admirando el objeto hasta que logró distinguir una voz familiar llamándolo a lo lejos.

–?Mikey!...?Porfin te encontré!–

–?Leo?–

El mencionado baja rápidamente donde estaba su hermanito. Se veia totalmente exhausto y enojado.

Se podia notar enseguida que tuvo una carrera intensa.

Miguel ?ngel estaba tan concentrado notando su aspecto cansado. Que no se dio cuenta cuando este ya estaba agarrando sus hombros.

–T-tu...??EN QUE ESTABAS PENSANDO?!–

–Ah...yo—

–??Como se te ocurre perseguir a esos criminales?!...?pudieron haberte lastimado!–

–?Que te pasó Leo?– pregunta sorprendido con el aspecto tan exhausto y sucio de su hermano mayor.

–Una multitud enfurecida intentó capturarme por horas...?pero eso no es lo importante ahora!– contesta con enfado al ver que el menor quería cambiar de tema.

–?Por horas?– cuestiona el menor, mientras que el mayor seguia rega?ándolo.

–?Si!...?y no me cambies de tema!...?No vuelvas a perseguir a maleantes solo!...?es peligroso!...??Me escuchaste?!–

–?Y no utilizaste tus espaldas para teletransportarte?–

El de azul dejó de gritarle, para pensar en lo que acababa de decir el menor.

Si no hubiera estado tan cansado. Se habría abofeteado a si mismo en la cara, al no darse cuenta que fácilmente pudo haber evitado toda esa carrera escapando de esa forma.

Solo da un profundo suspiro de fastidio, en se?al de rendición.

–Como sea...vamonos a casa ahora mismo–

Dice para emprender su viaje. Seguido por el menor.

–Desde ahora yo iré a hacer los encargos de Drax–

Mikey solo se dedicó a seguir a su hermano en total silencio. Aún estaba algo aturdido por todo lo que acababa de pasar.

Solo se preguntaba porque ese chico lo habia ayudado, si tenía claras intenciones de acabar con él.Y porqué cuando lo miro a los ojos, sintió que este estaba ocultando algo.

Eso realmente...fue mas extra?o de lo normal.

Es lo único que pudo decir mentalmente, mientras emprendían su viaje de vuelta a casa.