CAPITULO 1: La fiesta.

?Hola! soy Dean :)

Recién me he decido a publicar esta historia, es mi primer fanfic en esta plataforma, aunque no es la primera historia que escribo :)


Aclaración:

No soy due?a de los personajes: Lex o Scar (así como otros personajes que aparecerán eventualmente). Admiro mucho a sus creadores y los respeto, este fanfic es solo por diversión.

Aclaración 2:

En este fanfic voy a incluir a algunos OC.

Aclaración 3:

Los acontecimientos de este fanfic se sitúan 4 a?os después de la pelea contra los xenomorfos ocurrida en la Bouvetoya, Antárctica.

Aclaración 4:

Las conversaciones entre los depredadores estarán escritas en cursiva, lo que quiere decir que no están en espa?ol y los humanos no pueden entenderlas. Los pensamientos estarán escritos entre: 《》


— ?Cuánto tiempo vas a quedarte? —Preguntó Amber, era ligeramente más alta que Alexa y sus labios eran más carnosos. Alzo un poco más su voz al notar que su hermana seguía inmersa en sus propios pensamientos — ?Lex! —a?adió.

— ?Qué? —Cuestiono Alexa, miraba por la ventana del copiloto.

—Estas muy distraída— Concluyo Amber.

—Solo estaba pensando— dijo Alexa, giro su cabeza hacía su hermana y sonrió.

— ?Se puede saber en quién? — Amber aparto un momento su vista del frente para dedicarle una mirada pícara a su hermana menor.

Alexa sacudió la cabeza, pensaba en él, ?por qué pensaba en él? Tantos a?os habían pasado y ella todavía tenía presente su ?rostro? ?Sus rastas? Le había salvado la vida cuando ese horrible y descomunal monstro la había atacado en la torre de agua, dado un milagroso saltó y atravesando la piel de la horrorosa Reina Alíen, Scar, como le había apodado ella por ser incapaz de interpretar los chillidos, clics y gru?idos de él cuando ella le preguntó su nombre, él había sido su héroe y después fue empalado de una manera cruel. Alexa se sintió culpable, si tan solo el plan de sujetar a la Reina la primera vez en la torre, hubiera funcionado, el pobre depredador no hubiera muerto.

Muerto…pensó Alexa. No, Scar estaba aún vivo cuando los otros miembros de su clan se lo llevaron dentro de la nave, brutalmente herido, pero vivo. Alexa se rega?ó a sí misma, era absurdo preocuparse por un extraterrestre que recién había conocido y que era un asesino.

— ?Alexa! — Exclamo Amber.

—Lo siento— Se disculpó la morena, se sintió apenada por ignorar a su hermana, no era su intención pero no podía concentrarse en otra cosa.

—Lex, a veces creo que ya no eres la misma— Se atrevió a decir Amber.

—Soy la misma, no he cambiado— Dijo Lex.

—Desde que volviste de esa misión a esa Isla en medio de la nada, te he notado muy diferente, ya no eres la misma Lex. Estas distraída, dudas por todo y no te concentras en nada— Dijo Amber se detuvo un momento a la orilla de la carretera, Lex sabía que había cambiado pero no tenía idea de cuánto.

—Que tontería…— dijo Alexa.

— ?Y por qué tienes esa marca en tu mejilla izquierda? Nunca lo mencionaste.

—Amber, no quiero hablar sobre eso— se quejo Lex, se paso una mano por la frente.

— ?Por qué?

—Porque es absurdo, estoy bien. Esta marca solo fue un accidente con una cuchilla, no significa nada—Alexa odiaba las mentiras, pero no había otra opción, ?cómo explicarle a su hermana todo lo que había sucedido? ?Ni siquiera ella lo entendía! Lo único que se sabía de la fallida expedición es que hubo una explosión por alguna especie de dispositivo dentro de la pirámide y que Alexa había sido la única sobreviviente, ni siquiera había mencionado a los temibles alienígenas negros o a los depredadores. No había ningún rastro de ellos y posiblemente la hubieran encerrado en un manicomio si se le ocurría mencionarlos, no tenía pruebas más que la lanza ceremonial que se había encargado de esconder.

Amber encendió el auto y siguió conduciendo— me preocupas, Lex— Dijo.

—Estoy bien, lo prometo. Es solo que atravesar por todo lo que sucedió en la pirámide me dejo algo desequilibrada. —Lex decidió usar la palabra: desequilibrada, porque se negaba a admitir que estaba traumada.

—Entiendo y no te preocupes, ya no te voy a agobiar con más preguntas, hoy será una noche especial, los ni?os se irán a pedir dulces y nosotras podemos quedarnos en casa a ver películas, así como antes.

Alexa se había mudado temporalmente con su hermana mayor, quería tomarse unas vacaciones y Florida resultaba ser una excelente opción, no había frio, no había hielo y los recuerdos de la Antártica parecían más lejanos en un lugar como éste. Amber vivía solo con sus dos ni?os; una ni?a de nombre Emma de 7 a?os y un ni?o que se llamada Daniel, de 10 a?os. Hoy era 31 de octubre, una fecha que para todos los ni?os significaba salir a las calles y pedir la mayor cantidad de dulces, pero para las dos mujeres significaba relajarse en paz; bajaron del auto todas las bolsas llenas de despensa y una botella de vino y algunas cervezas.

Ya eran las 6:00 de la tarde y los ni?os ya habían preparado sus disfraces, Daniel abrió la puerta y ayudo con algunas bolsas, Emma siguió en su habitación, preparándose.

Lex pensó que le agradaba la comodidad y la vibra hogare?a de la casa de una sola planta de su hermana; las paredes era amarillas, los marcos de las ventanas de madera eran blancas y las cortinas de eran de un color rosado; cualquier dise?ador pensaría que esos colores lucían espantosos combinados, pero Amber siempre conseguía que todo se viera agradable; Lex llevó las bolsas a la cocina y las puso sobre una mesa redonda y café.

— ?Tía Lex! ?Adivina qué soy! — exclamo Daniel, esperando que Lex ovacionara su disfraz.

Lex miró al ni?o, a penas pudo entender lo que decía; tenía el cabello desordenado como si estuviera recién levantado y unas ojeras grandes y negras, un traje gris, una capa larga y roja y unos prominentes colmillos —un temible vampiro— dijo Lex con una sonrisa.

Daniel se quito la incómoda dentadura postiza y abrazo a su tía— casi no puedo hablar con esto— Se quejo Daniel.

—Pues quítatelos— dijo Lex y le revolvió el cabello, posteriormente se encamino a guardar las compras.

—No, un vampiro debe tener grandes colmillos— dijo Daniel.

— ?Mira tía Lex! ?Soy tú! — Dijo Emma, Lex casi se atraganta con su propia saliva, Ema se había disfrazado de ella, ?incluso se había puesto la marca en la mejilla izquierda! El pelo también estaba acomodado hacía atrás con la división en la cabeza y en un medio chongo y traía un suéter rojo.

—Emma…— Ver a la ni?a le trajo a la mente todos aquellos recuerdos que deseaba enterrar — ?Por qué no elegiste otra cosa?

—Porque quiero ser como tú— dijo Emma, muy segura de sí misma.

Lex sonrió, solo estaba siendo paranoica, no había forma de que volviera a ver a Scar y la probabilidad de que éste viera a su querida sobrina con la marca del cazador era aún más baja.

Los ni?os salieron una hora más tarde, Lex y Amber se pusieron a ver una película y a comer palomitas de maíz y algunas cervezas. El vecindario en el que vivía Amber era un lugar tranquilo y agradable, los vecinos eran amables y nunca pasaba nada remotamente emocionante; Lex se imagino así misma viviendo en un sitio como este, sin preocupaciones, solo gozando de la normalidad y de pronto su vista se perdió en la pantalla de la televisión, veían una película llamada El quinto elemento, pero ella había dejado de ver los personajes, podía quedarse a vivir aquí, rentar algún departamento y tal vez con el tiempo, comprar una casa. Esa idea le pareció tan estupenda como aburrida… la monotonía de las cosas acabaría con ella y volvería a los deportes extremos. 《 ?Qué es lo qué quieres Lex?》 Se cuestiono.

Su hermana le dio un golpecito con el codo en el costado y ella dio un peque?o salto, la mirada inquisitiva de Amber buscaba una respuesta a una pregunta que Lex no había escuchado. Lex pensó que sería grosero no contestar y solo asintió.

—Pues a mí me parece asqueroso— Dijo Amber.

— ?Qué cosa? — Cuestiono Lex.

—El policía se enamora de la chica, pero la chica es un extraterrestre, es asqueroso— concluyo Amber.

— ?Y?

—Lex, te pregunté si te atreverías a salir con un alienígena y solo asentiste.

Alexa le dio un trago al vaso con vino, esa pregunta solo tenía sentido en una conversación como esa, pero para Lex la implicación de las cosas era mucho más profunda, no pudo evitar pensar en Scar, en su apariencia extra?a e intrigante ?saldría ella con él? Le dio otro trago a su bebida, era una locura.

Emma volvió a la casa y camino hacia la sala de estar, en donde las dos mujeres charlaban.

—Tía Lex, ?me puedes prestar unos guantes de lana? —Cuestiono Emma, afortunadamente para Lex, la conversación con su hermana se pauso cuando Emma llegó.

—Oh cari?o, no empaque ningún artículo para el frio— dijo Lex y se metió un montón de palomitas a la boca.

—Está bien…— Dijo Emma con resignación, Lex se giro sobre el cómodo sillón.

—Tengo un gorro que mi papá me obsequio, puedes tomarlo, está en la bolsa derecha de mi maleta pero cuídalo bien— dijo Lex y le gui?ó un ojo a la peque?a ni?a.

Emma camino alegremente a la habitación de Alexa y hurgo entre sus cosas hasta encontrar el gorro, sin embargo, algo más llamó su atención —Tía Lex, ?puedo tomar el palo que tienes aquí? —cuestiono Emma desde la habitación, Lex quién había traído algunos ganchos desmontables para colgar su ropa y pensó que no había problema.

— ?Claro!— Exclamo Lex desde la sala.

Emma sostuvo la lanza ceremonial con dificultad, era muy pesada pero también muy genial, Emma pensó que ese era el ingrediente final de su disfraz y con ambas manos sujeto la lanza y la apoyo en su pecho, después salió de la casa.

Mientras tanto, unos ni?os admiraban entre asombrados y aterrados la increíble y sumamente realista decoración de un hombre que colgaba de los pies a un árbol, sin piel y escurriendo sangre.

—Estas personas están locas— dijo un ni?o rubio, disfrazado del Capitán América.

—Sí, estos maniquís están muy bien hechos— dijo otro ni?o, su disfraz consistía en un traje de soldado y una arma de plástico.

El ni?o soldado observo tres puntos rojos que figuraban los vértices de un triángulo, estaban sobre su antebrazo, alzo la vista y miro que la luz de la lámpara de un poste se reflejaba sobre una silueta grande y transparente que permanecía inmóvil en el tejado de una casa. El ni?o alzo su arma.

El depredador observo con atención, ?era este acaso un digno oponente? La respuesta fue NO. Su biomascara detecto que el arma era falsa y no puso sentirse más frustrado, recién había conseguido cazar a ese ladronzuelo que había colgado con la cabeza abajo y ahora se encontraba con un montón de peque?as criaturas que portaban armas falsas como si fueran juguetes, opto por retirarse.

?Qué clase de ceremonia es esta? —Cuestiono el depredador. Scar no le prestó atención y esto solo hizo enojar a la sangre joven— ?Scar?— insistió.

Deja de estar preguntando tonterías—gru?ó Scar, desde que conoció a Lex decidió adoptar su apodo como su nombre formal, en se?al de respeto hacía la peque?a humana, que le había salvado su vida. Y ahora lo habían dejado a cargo de un Yautja que recién había pasado su rito de madurez, y como todo adolescente precoz quería devorar el mundo y demostrar que era capaz de enfrentarse a cualquier presa honorable. Scar podía verse reflejado en Lake, ese instinto asesino y desenfrenado que caracterizaba a los Yautja más jóvenes siempre le pareció interesante y estúpido, ese mismo ímpetu había provocado la muerte de sus dos hermanos: Celtic y Chopper, si tan solo hubieran sido más inteligentes, estarían vivos. Scar sacudió la cabeza y miro que Lake se permanecía sentado sobre un montón de tubos rotos, se habían ocultado en una vieja y abandonada ferretería, pues los humanos solían huir de las sombras y ese lugar estaba lo bastante apartado como para ser visitado.

?Cuál es el plan?— cuestiono Lake.

Un grupo de humanos armados se quedan en una casa, no muy lejos de aquí. Esperaremos que lleguen y después, los cazaremos, son al menos unos 15. — Dijo Scar, los brillantes y verdes ojos de Lake brillaron.

Cuando los humanos estropearon el equilibrio de la pirámide y todas las bestias negras salieron, los depredadores decidieron mover el rito de iniciación a otro planeta en donde establecieron un control más estricto. Lake al igual que Scar, había sido el único sobreviviente y eso era lo único que tenía en común con él, Lake era impaciente y aún no afinaba muy bien su temperamento, Scar siempre había sido un estratega.

Lake tenía la piel un poco más obscura que Scar y la marca del cazador la portaba también en la frente, tal vez un poco más a la izquierda, su biomascara tenía una especie de punta en la parte que cubría sus mandíbulas, como si se tratara del pico de un ave y los ojos lucían más alargados. Lake admiraba de cierta forma a Scar, sabía que podía aprender de él, en cambio Scar lamentaba la decisión que habían tomado los antiguos de hacer que pagará su deshonra, trabajando con un compa?ero fastidioso. O al menos así veía las cosas.

La deshonra era haber dejado que un abraza caras profanara su cuerpo; los antiguos elogiaron la destreza de Scar, era el primer sangre joven que lograba asesinar a una reina en muchos a?os de historia Yautja, pero su descuido le había otorgado un castigo. Scar estaba a punto de agotar sus últimas reservas de paciencia que le quedaban al tratar con Lake, pero matarlo solo le daría un castigo peor.

Ambos depredadores siguieron a los humanos, pero pronto Scar se dio cuenta de que eran solo unos enclenques humanos, traían armas, pero estaba seguro de que ninguno sería un peleador digno, no al menos para él. Lake parecía entusiasmado y Scar decidió que le "dejaría" acabar con tan lamentables presas.

Se alejo de la casa y se dirigió a la ciudad, su caminata lo trajo a cierto barrio en el que algunos ni?os miraban un cadáver colgado en un árbol, esto le hizo enfurecer, ?Por qué Lake tenía que ser tan estúpido? Había dejado un cadáver a la vista de todos y ahora los humanos investigarían.

Bueno, puede que eso me consiga un buen trofeo— dijo, quedaba la remota posibilidad de que entre todos esos agentes policiacos, destacará un oponente digno. Uso su camuflaje en todo momento y a diferencia de Lake, fue precavido con las luces de las lámparas.

—Ya no quiero ver esa cosa— Dijo una peque?a ni?a de piel morena, Scar podía ser sigiloso, podría estar a tu lado y jamás te darías cuenta; camino hasta la ni?a, algo en ella le resultaba familiar, observo los cabellos negros, el gorro, el suéter y la marca, su marca.

—Lex— Dijo, no había duda, era ella, pero estaba confundido, ?se había encogido? Y traía la lanza ceremonial.

Observo como un ni?o más alto le quitaba la lanza y corría con ella, riendo y gritando, mientras la Lex peque?a lloraba— ?dámela!—Gritaba la ni?a, ambos corrieron por toda la calle, lejos de los otros ni?os.

Scar pensó que eso era una falta imperdonable y siguió a los ni?os, Emma consiguió alcanzar al ni?o que vestía como si fuera una momia y le empujo con fuerza, Scar observo atento, el ni?o le regreso el golpe, era obvio que su fuerza era superior a la de Lex peque?a y eso basto para que su irá despertará, quito el camuflaje que ocultaba su gran figura y tomo al ni?o del cuello y lo levanto en el aire, Emma gritó, primero por la sorpresa y después porqué pensó que el odioso ni?o moriría.

El ni?o soltó la lanza y comenzó a llorar, Scar lo inspecciono, no era un oponente digno, solo era un ni?o llorón y abusivo y lo dejo caer al suelo. El ni?o corrió despavorido y Emma se quedo junto al cazador, las lágrimas de la ni?a le habían borrado una parte de la marca en su mejilla, recogió la lanza del suelo y después miro a Scar, sacó un chocolate de su canasta de dulces y se lo ofreció.

—Gracias— dijo Emma.

— ?Lex?— Preguntó Scar, su voz sonó peor de lo que imagino, un espa?ol horrible que parecía más un gru?ido leve que una palabra clara.

—Soy Emma, Lex es mi tía— dijo la ni?a, se veía minúscula en comparación, Scar se inclino a ella.

— ?Lex está aquí?— Cuestiono.

Emma asintió —Toma el chocolate—insistió.

Scar lo tomo, no estaba seguro sobre qué diablos estaba pasando, inspecciono la barra con los lentes de su biomascara, parecía un objeto comestible.

—Para ti— Dijo Emma, Scar pensó que tal vez esa era la forma de agradecer que tenían los humanos, los Yautja ofrecían armas, los humanos barras de caramelo.

Scar se fue, si Lex estaba aquí, tenía que verla otra vez.