FUERA DE TIEMPO V: Consecuencias

Marguerite se asomó al balcón superior de la casa del árbol e inspiró profundamente. El aroma dulce de la selva nocturna la calmó un poco. La lluvia había parado afortunadamente hacía poco y el olor de la tierra mojada y la humedad flotaban suavemente en el ambiente dándole una sensación familiar de hogar.

Sí... si cerraba los ojos con fuerza, el olor de la lluvia recién caída le recordaba inequivocadamente a Inglaterra. Con un poco de esfuerzo por su parte, la memoria le traía a la mente imágenes bucólicas de prados de hierba y bosques frondosos donde una peque?a ni?a de cabello rebelde y rizado corría agitando al viento una bufanda roja. Había sido feliz en su infancia? No del todo, pero había tenido sus peque?os momentos de felicidad contenida, como cuando corría entre las piedras mohosas y húmedas de Avebury.

Marguerite suspiró preguntándose si esas peque?as gotas de felicidad que había sentido en aquel lugar se debían a la sensación de pertenencia que aquel sitio le transmitía o al hecho de que John Roxton había estado tan cerca en aquellos momentos. Se preguntaba si su alma había reconocido inconscientemente su cercanía y de alguna manera se hubiera sabido predestinada a este hombre y por eso había tenido esa sensación tan fuerte de estar en el sitio adecuado, de que pertenecía, de hogar.

Sacudió la cabeza haciendo volar a su alrededor sus oscuros rizos, mientras trataba de espantar la absurda melancolía que la había invadido en la terraza, que boba se estaba volviendo con el tiempo, que blanda... si Adrianne la viera ahora no la reconocería en pudo evitar sentir un poco de auto desprecio ante las abrumadoras sensaciones que estaba teniendo últimamente.

Un peque?o ruido detrás de ella la sacó de su ensimismamiento. Unas grandes y fuertes manos serpentearon por su diminuta cintura estrechándola y acercándola hacía su acogedora espalda. Sintió unos labios calientes besar ese punto del cuello donde su une con la mandíbula, fue un beso suave pero intenso que le puso el vello de punta. Cerró los ojos con fuerza y se dejó sentir...Roxton tenía la boca más maravillosa que había conocido, besaba de una forma magistral, siempre tenía intuitivamente el ritmo adecuado y la presión adecuada, la hacía sentir débil y necesitada, ese hombre anulaba todos sus pensamientos...quizás esa era una de las razones por las que luchaba con tanta fuerza contra sus sentimientos. Pero Se?or...besaba tan bien...la hacía sentir tan bien...

...

Roxton chupó con avidez el punto de latido de su cuello y ella no pudo evitar ni el escalofrío ni el gemido involuntario que se escapó de su boca. Dejó su esbelto cuello y aspiró el aroma de su pelo con placer

-"Dios mío...hueles siempre tan bien..."

Ella torció un poco más su cuello exponiéndolo aún más al alcance de sus labios, animado por su ofrecimiento succionó aún más fuerte queriendo dejar inconscientemente una marca en su delicada piel. Quería que todos supieran que esa mujer era suya, que la había reclamado para él, que era intocable por nadie más que no fuera él. Santo Dios... nunca jamás en toda su vida se había sentido tan posesivo con una mujer, tan sumamente territorial...Marguerite Krux sacaba un lado salvaje suyo que no sabía que tenía, y eso lo asustaba tanto a él como a ella.

Otro gemido involuntario de la garganta de la mujer espoleó su deseo y de forma instintiva la empujó por detrás con sus caderas mientras subía la mano derecha hasta su seno izquierdo y comenzaba a dibujar patrones circulares cada vez más cerrados hasta que acabó rotando su pulgar en el pico ya duro de su sensible pezón. Ella ahogó un grito pero flexionó delicadamente su cintura unos pocos grados hacia delante de modo que su firme trasero opuso resistencia a sus inquietas caderas y le ofreció un soporte más estable para sus empujes. Bajando un poco la mano libre de su cintura a la pelvis, la fijó con fuerza y se presionó hacia delante, esta vez fue él quien no pudo evitar el gemido de placer que el cuerpo de Marguerite le estaba provocando.

-"Infierno sangriento Marguerite...sabes lo que me estás haciendo?"

Ella rotó su trasero en respuesta, a él le pareció que sí que lo sabía

Amparado en la oscuridad de la noche el alto Lord introdujo una mano traviesa por dentro de la camisa semiabierta de Marguerite, y apartando con suavidad el brassier apretó el suave y caliente pecho con deseo. Con dedos ágiles y rápidos buscó a tientas el duro pezón y lo pellizco estirándolo. Ella siseó de placer en respuesta. ?l se frotó por detrás, su dura erección se aplastó contra su delicioso trasero aumentando exponencialmente su apetito. No habían vuelto a hacer el amor desde que escaparon milagrosamente de la cueva. El la había buscado al principio pero ella se había mostrado tímida de repente. Captando la indirecta, no la volvió a presionar, Marguerite era como un potrillo asustado al que había que tratar con guante de plata, con suavidad, sin asustarla, confiando en que ella viniera sola a él con el tiempo.

Podía entender que se mostrara reacia, su amor compartido en la cueva había sido completamente maravilloso y extraordinario, nunca se había sentido tan conectado a nivel físico, emocional y espiritual con ninguna otra persona, pero también había sido absolutamente inesperado. La única explicación que encontraba había sido la posibilidad muy real de que no hubieran podido escapar con vida. Casi seguro que la proximidad de la muerte provocó que Marguerite se planteara la probabilidad innegable de que nunca pudieran consumar el aspecto físico de su relación y eso hizo caer sus últimas defensas y murallas. Se entregó a él de una forma tan íntima y profunda que él podría jurar que en el momento más alto del éxtasis que compartieron pudo tocar su alma. Tal perfección no era posible en este mundo

Pero luego, al salir y volver a la realidad, ella se retrajo. Se volvió a envolver en su capa de vulnerabilidad y se encerró durante unos días en ella. Por un tiempo Roxton temió que Marguerite se sintiera avergonzada por haberse entregado a él con tanto abandono pero lo que veía en sus profundos ojos cuando lograba hablar a solas con ella era dolor. Su dama estaba dolida y él no podía culparla. Su amor fue maravilloso pero las duras palabras con que las que la había atacado fueron indignas de él. Fue muy duro, atacó con rabia y sa?a, quería hacerle da?o y sabía de forma instintiva que palabras debía usar para ello, la conocía mucho más de lo que ella creía y usó eso en su contra. Que avergonzado estaba de si mismo. El pesar de haberle hecho tanto da?o no tenía excusa posible, la había da?ado hasta lo más profundo, podía verlo claramente cada vez que se miraban. Al final, le había pedido disculpas con lágrimas en los ojos tantas veces que eventualmente ella le perdonó.

Y empezaron de nuevo un baile de cortejo en el que llevaban casi cuatro a?os. Pero esta vez era algo distinto, ya habían tenido una relación íntima, se habían admitido mutuamente que se amaban, esta vez el baile era más intenso, más sensual, más íntimo. Los besos eran más profundos, los toqueteos más calientes, la necesidad más grande. Sus ganas de ella anulaban parte de su cerebro racional, ella lo consumía todo, su inteligencia, su raciocinio, su corazón, su alma, sus pensamientos...su control... como ahora mismo pensó...un rayo de súbita comprensión atravesó su mente haciéndole sentir de repente terriblemente avergonzado...estaba a punto de tomar a Marguerite en el balcón de la planta principal del árbol y sus amigos ni siquiera se habían acostado aún. Abrió los ojos con espanto, que demonios estaban haciendo...retiró una mano que se estaba deslizando por debajo de la falda de ella tan rápido como si se estuviera quemando.

...

Eso alertó a Marguerite que abrió los ojos despertando a la realidad repentinamente, se volvió hacía la entrada de la terraza pensando que Roxton había oído algo, su cuerpo se tensó alerta y se alejó de él. Se volvió de espaldas a la entrada abrochando rápidamente los botones abiertos de su blusa y se giró parcialmente para ver a Roxton inclinado sobre la barandilla con los nudillos blancos por la fuerza con que la sujetaba. Tenía los ojos cerrados y respiraba con agitación, parecía estar luchando con todas sus fuerzas para ganar algo de autocontrol. Con lo dura que era su erección perfectamente visible a través del bulto de sus pantalones no debía ser una tarea fácil de asumir.

Echó un vistazo a la casa y al no ver a nadie se acercó con cuidado al cazador y le tocó ligeramente la ancha espalda. El saltó como movido por un resorte y se apartó de ella con brusquedad. Los ojos de Roxton eran oscuros, húmedos, incluso líquidos, diluidos por el deseo que se filtraba a través de ellos.

-"No me toques Marguerite o no me hago responsable de lo que pueda pasar...dame un respiro por favor"-dijo él esperando no sonar demasiado brusco

Ella asintió con la cabeza y retrocedió un par de pasos dándole algo de espacio. Sujetándose también a la barandilla de madera miró a lo lejos observando el cielo, a ella también le resultaba difícil apartar sus pensamientos de lo que casi acaba de suceder hacía unos pocos momentos. Tomando profundamente un par de respiraciones se intentó calmar

-"Crees que volverá a llover?"-le preguntó tontamente intentando suavizar la situación

Roxton la miró como si le hubieran crecido un par de cabezas extra

-"Bueno...si todo este ambiente no fuera tan húmedo y caliente...igual...quiero decir que un poco de aire fresco no nos vendría mal ahora"-Ella farfulló mientras hablaba

?l se echó a reír

-"Húmedo y caliente se?orita Krux?...no es una buena elección de palabras si lo que estas intentando hacer es relajar la situación"-su voz de barítono resonó con fuerza

-"También dije aire fresco Roxton..."

-"Cierto... mis disculpas, aire fresco...aunque no se a ti pero a mi ahora mismo una ducha fría me vendría bastante mejor..."

La risa cantarina de ella fue finalmente lo que calmó la tensión del ambiente, ambos se miraron a los ojos sonriéndose.

-"Creo que se nos ha ido un poco de la manos..."-comentó la hermosa morena

-"un poco?...casi te tomo aquí mismo delante de todos"-el estaba molesto consigo mismo-"...como un adolescente caliente en su primera vez, pensé que tenía un poco más de control de mi mismo..."

-"no estabas solo allí recuerdas?...yo también estaba participando activamente"

Roxton la miró con cari?o, ella siempre estaba dispuesta a compartir la carga con él, nunca dejó que el asumiera mas culpa de la que era necesaria...era una de la cosas que más amaba de ella. Despacio, se acercó un poco más y con suavidad le retiró un rebelde mechón de la cara y se lo colocó detrás de la oreja, luego le acarició la mejilla aun sonrojada

-"Dime una cosa Marguerite..."

Ella asintió con la cabeza dándole permiso silenciosamente para que formulara su pregunta mientras apoyaba la cara dulcemente en su mano

-"Porque hoy?...han pasado semanas desde que hicimos el amor en la cueva, pensé que no querías que volviéramos a tener relaciones, y lo entendí, no te trate correctamente allí dentro, pero porqué hoy sí? ...has pasado un infierno anímicamente esta noche con Malone y los demás, te has abierto emocionalmente a ellos como nunca lo habías hecho antes, tienes que estar agotada y exhausta después de todo lo que has contando allí dentro...así que...porque ahora?...y por favor no me digas que solo vamos a hacer el amor cada vez que tengas una catarsis emocional porque no se si podría aguantarlo..."

Ella sonrió con tristeza ante su última frase y lo miró con anhelo

-"Honestamente?"-empezó a decir-"no lo sé John, el haber podido abrirme a todos vosotros esta noche creo que ha sido de alguna forma liberador... de alguna manera el haber dejado ir parte de mi pasado me ha hecho sentir...no se...libre de una forma extra?a, como si me hubiera librado de una pesada carga y tuviera una segunda oportunidad...y por otra parte...el recordar por todo lo que he pasado, todo lo que he hecho, todo lo que he contado y lo que no he podido contar... me ha hecho darme cuenta de lo frágil que es la vida, de que podría haber muerto cientos de veces y no haber llegado a conocerte, de lo que tenemos tu y yo y de lo rápido que podríamos perderlo...te amo John Richard Roxton y quiero estar contigo de todas las formas posibles mientras estemos vivos...pero no se sinceramente... si tendríamos un futuro juntos más allá de esta meseta...

El alto Lord la miró intensamente y la agarró de los brazos con fuerza acercándola de nuevo a él.

-"no digas eso, no digas eso nunca más Marguerite, no quiero volver a oírte decir lo que nuestro futuro puede o no puede ser porque será...de una manera u otra será...tiene que ser..."

y dicho esto la besó aplastando su boca contra sus labios de una forma brusca y dura, como si pudieran sellar su unión con un solo beso atormentado. Ella le pasó los brazos por el cuello y se fundió en su cuerpo sintiendo aún los efectos de la pasión en él. Profundizaron el beso abriendo sus bocas y las lenguas comenzaron una lucha desesperada por un futuro que se les escurría entre las manos.

Un carraspeo inoportuno les hizo separarse bruscamente, Marguerite con un jadeo escondió su cara ruborizada en el pecho de John. El llevó una de sus manos a su cabeza y le acarició el pelo con tensión mientras giraba la cabeza para mirar con frustración al intruso que había osado interrumpir su momento privado.

Challenger se cruzó de brazos y fingió mirar el horizonte mientras les concedía unos segundos para recomponerse, después carraspeando de nuevo se dirigió a la mujer

-"Marguerite, querida, va siendo hora de que te acuestes, has pasado por mucho estos últimos días y lo de esta noche ha debido ser muy duro para ti, te hace falta una buena noche de sue?o reparador y no te preocupes por levantarte pronto ma?ana...yo me ocuparé de que nadie te moleste...duerme tranquila y descansa"

La heredera levantó una ceja por el tono autoritario y paternalista que el científico estaba usando con ella pero estaba demasiado cansada y exhausta para intentar discutir, con un profundo y audible suspiro miró a John por última vez y le susurró un buenas noches, él acercó sus labios por última vez a su frente y la beso

-"buenas noches Marguerite"

-"buenas noches Challenguer"

...

Ambos vieron como ella desaparecía en el oscuro salón y escucharon sus pasos hasta que el ruido les avisó de que ya estaba en su dormitorio. Después ambos hombres se miraron el uno al otro con desaprobación.

-"Se puede saber a que ha venido eso Challenger?"

-"pensé que os vendría bien un respiro, parecíais un poco...como decirlo...emocionados"

Roxton frunció el entrecejo

-"Solo le estaba dando las buenas noches a Marguerite"

-"Roxton...puedo ser un poco ciego a veces pero no soy un tonto, ese beso no era un beso de buenas noches, de hecho creo que el dormir sería seguramente lo último que tenías en mente..."

Roxton enderezó la espalda de repente tensionado y molesto por su amonestación.

-"Lo que Marguerite y yo hagamos o no hagamos nos incumbe solo a nosotros dos Challenger, ambos somos adultos y perfectamente capaces de tomar nuestras propias decisiones, no necesitamos que nos tuteles"

-"oh ya lo creo que lo necesitáis Roxton, ambos lo necesitáis...esta noche se os estaba yendo de las manos a los dos, y no es la primera vez que os observo en una situación demasiado comprometida, no quiero que hagáis algo de lo que os podáis arrepentir después..."

-"arrepentirme?...se te ha ido la cabeza George...como voy a arrepentirme de estar con Marguerite?...la amo con toda mi alma por si no te habías dado cuenta...!"

-"pues claro que la amas, y ella a ti...por Dios Santo vosotros dos tenéis suficiente chispa como para prenderle fuego a toda la maldita meseta...todos lo sabíamos mucho antes incluso que vosotros dos os dierais cuenta... llevas enamorado de ella desde que te disparo entre las piernas aquella primera ma?ana en mi despacho, y ella de ti, aunque solo Dios sabe porque lo ha intentado negar con tanta vehemencia durante tres largos a?os. Pero precisamente por eso, porque os amáis no podéis continuar así..."

-"que quieres decir Challenger"

-"pero es que no has prestado atención esta noche muchacho?

Roxton se estremeció ante lo que él sintió como un insulto, él no era un muchacho, hacía mucho que no era uno, había dejado de sentirse joven desde la muerte de su hermano, y desde luego no se sentía así con Marguerite

-"No has escuchado nada de lo que Marguerite nos ha contando?

-"cada maldita palabra profesor, a donde quieres ir?

-"es que acaso no te das cuenta de todo lo que eso implica?...Marguerite no va a poder volver a Inglaterra nunca, de hecho no creo que pueda volver a ningún sitio, en cuanto ponga un pie fuera de esta maldita meseta la matarán..."

La matarán...esas dos palabras impactaron en su mente de forma insidiosa, y el sabía que era verdad, no la dejarían vivir, no sabiendo todo lo que sabía...

-"te das cuenta la cantidad de secretos que nuestra Marguerite conoce, todo lo que nos ha contado y sobre todo lo que no nos ha contado. Nos ha querido proteger de saber demasiado y no nos ha dicho ni la mitad de lo que sabe, trabajando para ambos bandos, con los chinos y los rusos detrás estoy incluso sorprendido de que ella siga viva aún...no la dejarán volver John, sabe demasiado y es muy peligrosa..."

Challenger inhaló aire antes de seguir hablando

-"...en cuanto salgamos de la meseta estaremos en la portada de los periódicos de toda Europa , nuestras fotos darán la vuelta al mundo , seremos el foco de atención de toda la prensa, ella estará en primera línea y lo sabrá todo el maldito planeta...no vas a poder protegerla John..."

-"no voy a poder protegerla..."-el cazador sintió un escalofrío mientra interiorizaba esas duras palabras -"Dios mío... no voy a poder protegerla...".- Imágenes de las distintas formas en que podría perder a su amor bombardearon su cabeza sumiéndolo en un profundo pozo de desesperación, de repente le faltaba el aire, se agarró a la barandilla de madera con fuerza

-"y eso sin hablar de lo que la sociedad le haría..."

Roxton lo miró con miedo y recelo, que más podría pasarle?

-"Sabes lo que pasará si vuelves con Marguerite a Inglaterra como tu amante? Aquí, en la meseta las normas sociales se diluyen Roxton, aquí todo es blanco o negro, vives o mueres, tienes que vivir al día porque no sabes si habrá un ma?ana, y vosotros dos os amáis con tanta intensidad que me sorprende que no hayáis cedido antes a la tentación, pero fuera eso no os valdrá, si la conviertes en tu amante y la muestras al mundo de esa manera, la sociedad la destrozará John, ella encarna todo lo que no toleran , es profundamente autosuficiente, tiene carácter, tiene independencia económica, se ha casado varias veces, es joven y muy hermosa, no la perdonarán, y tu eres un Lord para más motivos, John el escándalo sería tan grave que acabaría irremediablemente con vosotros...en Inglaterra sigue siendo 1922, no os dejarán vivir en paz..."

La sacudida emocional fue tan grande que el rostro del cazador estaba blanco, no había nada sencillo en esta vida, él lo único que deseaba fervientemente era poder estar con la mujer que amaba y vivir en su propiedad tranquilamente cuidando de ella, de su madre y de los futuros hijos que su amor traería. Porque tenía que ser todo tan complicado?

-"Ya pensaré algo Challenger, cuando salgamos de esta meseta algo se me ocurrirá para mantenerla a salvo, no la voy a dejar aquí George y no estoy renunciando a ella..."

La ferocidad en su declaración no pilló al científico desprevenido, sabía perfectamente que Lord Roxton lucharía con todos los medios posibles a su alcance para mantener a Marguerite a su lado, no renunciaría a ella fácilmente, no después de todo lo que había pasado para ganarla y no desde luego con la forma en la que se amaban. ?l mismo haría todo lo posible por ayudarlos, de hecho ya tenía algunas ideas, que había que madurar por supuesto, para mantener a Marguerite a salvo, pero la gran pregunta era...accedería la rica heredera a lo que le iba a proponer?. El científico suspiro profundamente...no había nada fácil en este mundo.

-"Pensaremos algo entre todos Roxton, no te preocupes, ninguno de nosotros dejará que le pase algo malo a Marguerite, ella misma es bastante astuta así que no me extra?aría que ya estuviera pensando en algún loco plan para salvarse, te juro que nunca he conocido a nadie con el instinto de autoconservación que ella posee..."

El cazador asintió con la cabeza pero no halló consuelo en las palabras del viejo profesor. Algo se agitó dentro de él, el instinto de peligro le avisaba de nuevo y sabía que era un grito al que había que hacer caso, sus percepciones le habían salvado el trasero más de una vez. Algo estaba a punto de cambiar, iba a pasar algo, lo sabía, lo sentía. Era la misma sensación que tuvo hace a?os antes de emprender el safari que le costó la vida a su hermano. Un miedo se le instaló en el estómago.

-"...en cuanto a tu relación con Marguerite..."

Roxton miró al pelirrojo con cuidado, sus ojos le lanzaron una advertencia, nadie y con nadie quería realmente decir NADIE iba a separarlo de Marguerite jamás.

-"...yo te aconsejaría por su bien y por el tuyo propio..."-Dijo carraspeando y toqueteándose la barba con nerviosismo-"...que antes de dar el siguiente paso físico lógico en vuestra relación y viendo la manera en la que os amáis...te cases con ella, o por lo menos os prometáis, será la única forma de acallar las voces una vez que volvamos..."

El Lord suspiró hondo y cerró los ojos con fuerza, se llevó una de las manos a la boca y apretó. Challenger observando su comportamiento malinterpretó su reacción

-"..pensé...pensé que tu relación con Marguerite era seria Roxton, siempre pensé que acabaría casándoos antes incluso de volver a Londres, he visto como os miráis...no entiendo...no quieres casarte con ella?...estás jugando con Marguerite Roxton?...acaso no tienes escrúpulos?"

La indignación del patriarca de la extra?a familia de la casa del árbol fue subiendo por momentos, no podía creer lo que estaba viendo. No...De hecho no lo creía, Roxton era demasiado noble, demasiado caballero para actuar de forma tan mezquina, tenía que ser otra cosa, que era lo que lo frenaba?

-"no es eso verdad Roxton?, claro que quieres casarte con ella...pero no puedes por algo...que es John?...que te impide hacerlo?..." susurró más para si mismo que para que el cazador lo escuchara, la lógica en la mente del científico siguió su curso natural y de golpe su razonamiento le dio la respuesta más probable y comprendió... abriendo mucho los ojos miró incrédulo al hombre al que quería como si fuera su propio hijo-"...no puedes casarte con ella porque ya estás casado verdad?...maldito seas Roxton, dime que me equivoco..."

Pero los ojos de Lord John se había oscurecido de vergüenza y miedo, el terror que le transmitían junto a la palidez de su cara no dejaba lugar a dudas, una vez más el científico no estaba equivocado. Debatiéndose entre la ira y la empatía que ahora mismo sentía por ese hombre se dividió sin saber que hacer. Pero lo vio tan perdido, tan roto, tan destrozado que la compasión y la misericordia se impusieron a su indignación y lo abrazó. No pudo evitar pensar que debía ser realmente el fin del mundo si alguien con la fortaleza, el vigor y la virilidad de Roxton caía en su brazos llorando como un ni?o perdido mientras repetía como un mantra entre sollozos.. -"No puedo perderla, no puedo perderla..."

...

Pd: Realmente no se si esta historia está teniendo seguidores o no, no se si continuarla o dejarlo estar. Tampoco se muy bien si es un problema de idioma, el espa?ol es mi primera lengua y realmente no me atrevo a destrozar otra, además siempre es posible optar por la posibilidad del traductor o es que humildemente escribo mal. Es posible que a alguien le interese que siga?. Muchas gracias a todos los que han llegado hasta aquí, siempre me querré parecer a Marguerite puesto que Roxton fue mi primer Crush