EL GUARDIA REAL

Nunca se imaginó que un paisaje como ese le recibiría. Con el alba frente a él, pudo observar las monta?as llenas de árboles verdes, caminos repletos de flores, aromas desconocidos, un clima cálido y animales que sólo había visto en libros. Yuu, su fiel compa?ero se veía feliz, trataba de salirse del camino en cada momento y él debía jalar las riendas para recordarle que tenían una cita en el palacio, ya habría tiempo de explorar y seguir maravillándome con tal belleza desconocida para dos forasteros de tierras heladas.

Después de varios días de viaje, Xiao Lang por fin había llegado al palacio de Mazapán. Estaba decidido a probar su valor, a demostrarle a su padre que él no sólo era un heredero, sino que podía ser mucho más. A sus veinte a?os era el segundo hijo del ducado de las nieves. Su hermano Kurogane siempre había mostrado ser hábil para todo lo administrativo, llevando a su familia a un momento lleno de abundancia y prosperidad. Sin embargo, para él, la vida… su vida, era mucho más que administrar y eso le había ocasionado problemas con su padre, quien creía que las batallas eran cosa del pasado. Por ello el duque no entendía por qué su hijo menor estaba empecinado en entrenar y le daba tanta importancia al uniforme rojo en lugar de concentrarse en lo verdaderamente importante: La extensión de sus riquezas.

Al entrar al pueblo pudo constatar lo que había oído durante todo su camino. La algarabía y felicidad de la gente era muestra de que su primo se había convertido en un buen gobernante y que el pueblo estaba mejorando su forma de vida, como decían. Esto le daba esperanzas de haber elegido el camino correcto, sin embargo el temor de no ser capaz o de estarse equivocando, como decía su padre, no lo dejaba sentirse completamente seguro.

El palacio era enorme y se podía ver desde la entrada del pueblo, pero al estar frente a él, la distancia no le hacía justicia; era gigantesco. Hecho de mármol con terminados en cristal, ventanas grandes que seguro daban mucha luz a su interior y la puerta de caoba decorada con diamantes de todo tipo le daba un toque único.

Bajó de su caballo, que fue tomado por uno de los guardias del palacio, mientras entregaba a otro la carta que traía consigo. Esperó pacientemente mientras observaba hacia donde era llevado su amigo, y cuando ya no pudo verle, su atención se centró en el lago artificial que podía ver a lo lejos, era muy bello.

—?Li, Xiao Lang! —gritó uno de los soldados de la puerta—. El rey lo está esperando.

Caminó por varios pasillos, llenos de cuadros, jarrones y sirvientes. El soldado se detuvo al llegar a una puerta.

—El rey le verá aquí, espere adentro —dijo el soldado.

Xiao Lang agradeció con una reverencia y procedió a entrar a la estancia. Era muy hermoso, a diferencia de los pasillos, esta habitación estaba decorada con un mural, donde se podía ver la historia de los reyes, cómo se conocieron, su lucha contra el rey de los ratones y su victoria.

—?Te gusta?

—Es muy hermoso, un recordatorio de tan grandes haza?as —contestó ensimismado, aunque inmediatamente recordó donde estaba y giró para ver a su interlocutor, el rey, que vestía de azul con capa roja—. Su majestad, lamento mucho haberle contestado fuera del protocolo, no me percaté, lo siento —todo lo dijo con una profunda reverencia y completamente avergonzado.

Eriol sonrió, aún no se acostumbraba a todo eso de ser rey, pero estaba muy contento de ver al que por relación con el duque Li, se volvió su primo. Ellos le ayudaron mucho cuando quedó atrapado en ese mundo y lo hicieron sentir como parte de la familia.

—No te preocupes, Xiao Lang. Por otro lado, has crecido mucho, tengo sin verte casi cinco a?os, ?no es verdad? —Su majestad observó al joven: alto, delgado, cabello casta?o, como su padre, y ojos color ámbar— ?Ven! Déjame darte un abrazo.

Li se incorporó y se acercó para abrazar al rey, dándole las gracias por la oportunidad, al tiempo que este le decía, que él sabía que lo haría muy bien.

—Toma asiento, Li. Déjame contarte sobre tu trabajo en el reino. —El rey se sentó e hizo sonar una campana. Una mujer ingresó con té para ambos, sirvió y salió de la habitación—. Te conozco desde hace mucho, sé que tu sue?o es ser parte de la escolta real, pero debes pasar por un proceso como todos los candidatos.

—No esperaba menos, su majestad —contestó el joven con mucha seriedad. Eriol sonrió y prosiguió—: Ha pasado poco desde que terminó la batalla contra el enemigo, nuestros soldados están en casa con sus familias, y aún no hemos retomado los entrenamientos porque queremos darles un tiempo de descanso. La guardia real está formada por el general del ejército, Sir Fye D. Flowright, y los pocos soldados que tenemos en el palacio cuyas actividades varían desde resguardar a la reina e invitados, hasta cuidar del castillo. — Tomó un poco de té para continuar hablando—: Al ser una persona de confianza, he decidido pedirte que te hagas cargo de un miembro de la familia real, cuando el proceso de entrenamiento comience podrás ir y pasar las pruebas necesarias para estar conmigo, ?Qué piensas?

—Será todo un honor su majestad.

—Muy bien, ella es…—pensó un poco las palabras correctas, pero al final decidió dejar que él lo descubriera—, como tú, una prima de la reina, lady Sakura Kinomoto, pertenece al reino de las Flores y es hija del Conde Fujitaka Kinomoto. Es buena chica, sólo que ha pasado por mucho. Espero puedan llevarse bien, ya que pasarán mucho tiempo juntos.

—Así será su majestad, sólo… —Li dudó un momento, no quería parecer malagradecido, pero para él era muy importante hacerse de un nombre por sí solo—. Quisiera pedirle un favor. —Eriol asintió para que Xiao Lang continuará—; no quiero que nadie sepa que soy hijo del duque Hien Li, no me malinterprete, estoy orgulloso de mis orígenes y sé que, si no fuera parte de esa familia nunca le habría conocido, es sólo que, para mí, alcanzar mis metas y sue?os sin la ayuda de un título es fundamental, demostrar que valgo por lo que soy.

—Entiendo, Xiao Lang, y lo respeto, sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo, tarde o temprano los demás lo sabrán.

—Espero que sea tarde —terminó de decir con una sonrisa.

Los dos se levantaron y caminaron por el palacio. Llegaron a una puerta donde fueron anunciados. Al ingresar conoció a Sir Fye D. Flowright, el que sería su jefe directo, Xiao Lang, fue presentado con el apellido Kimura, buscando guardar su secreto.

Su majestad solicitó le mostrará el lugar, su habitación y posteriormente le presentará a la futura condesa, para que comenzará sus labores ese mismo día.

Después de un recorrido de casi una hora, el joven soldado desayunó en sus aposentos. Cuando iban a dar las diez de la ma?ana el general pasó por él para encaminarse a la habitación de la condesa, la cual había sido informada por su prima, la reina, del nuevo guardia que estaría con ella.

Llegaron a una habitación que daba hacia uno de los jardines del palacio, el general tocó la puerta, la cual atendió una joven de cabello casta?o recogido en dos peque?as coletas, ojos color miel y perfectos modales.

—General, los estábamos esperando. Por favor pasen —abrió la puerta e hizo una reverencia.

—Gracias se?orita Mihara. Permítame presentarle al nuevo cadete, el soldado Xiao Lang, él será el guardia personal de la lady Sakura.

—Un gusto conocerlo —dijo volviendo a hacer una reverencia la joven dama.

—Igualmente, se?orita —contestó Li de la misma forma.

—La se?orita. Mihara es la dama de la futura condesa, también estarás en contacto con ella de manera constante —completó el general observando al casta?o.

—Pero puedes llamarme Chiharu. Le he pedido al general que lo haga, pero insiste en las formalidades —se?aló la joven.

Fueron interrumpidos por un sonido dentro de la habitación y luego se escuchó una voz que llamaba a la chica. La joven salió corriendo mientras les pedía a ambos ingresar a la sala. Después de unos minutos Chiharu apareció con la que debía ser la futura condesa, se veía más peque?a que su dama de compa?ía, pero lo que le impactó al joven soldado fueron sus ojos verdes, jamás había visto unos ojos así.

—General Flowright, ?es un verdadero gusto verle! Parece que no vivimos en el mismo lugar, siempre tan ocupado —dijo lady Kinomoto, mientras ofrecía su mano para ser besada.

—Lady Sakura, siempre un placer verla. Y tiene razón, el trabajo me tiene atareado, hay tanto por hacer y organizar —a?adió, mientras besaba la mano de la mujer que ahora sería resguardada por Li—. Permítame presentarle al soldado Xiao Lang, él será su nuevo guardia real.

Era el momento de causar una buena impresión, aunque su sue?o no era ser ni?ero, era el primer paso para alcanzar sus metas.

—Lady Kinomoto, es un placer, mi nombre es…

—Sí, mucho gusto —interrumpió la joven, sin siquiera voltearlo a ver.

El general y Chiharu se percataron de la mala actitud de lady Sakura, aunque ambos la conocían, y tratando de aligerar el momento la dama de compa?ía exclamó:

—Joven soldado ?por qué no me acompa?a y le muestro su lugar de trabajo? —Sonrió la chica.

Xiao Lang tenía el ce?o fruncido, se sentía realmente ofendido pues nunca le habían tratado de esa forma y comenzaba a sentirse arrepentido de haber aceptado resguardar a una ni?a grosera y mimada.

—Soldado Xiao Lang, por favor, acompa?e a la se?orita Mihara, necesito hablar con la futura condesa a solas —a?adió el general sin dejar de ver a la ojiverde, la cual miraba al soldado con un gesto altivo—. Y no olvide que todos los días hay entrenamiento matutino, con los soldados del palacio, al alba, lo espero en el jardín del ala este.

—Sí general, con permiso. —Reverenció y salió detrás de Chiharu.

Ambos salieron por una de las puertas internas de la habitación, antes de cerrarla pudo escuchar al general discutiendo con lady Kinomoto. Li pensó que la espera por los entrenamientos sería muy larga.

Pasó el día al lado de Chiharu, la joven le explicó con mucha calma y siempre con una sonrisa la agenda de lady Sakura, la cual estaba plagada de actividades. La mitad de su día lo vivía en clases, de etiqueta, historia, arte, música, baile entre otras. Por las tardes asistía a reuniones diversas, algunas se agendaban el mismo día, otras estaban programadas con mayor anticipación, como la gala de bienvenida en su honor, que sería dentro de quince días.

También le explicó que, como su guardia, él debía ir detrás de ella cuando caminaban por los pasillos, jardines, salones. Cuando llegaban a una habitación, su deber era anunciarla y esperar donde ella le pidiera. En ocasiones podría estar dentro del lugar y otras fuera.

Por último, le comentó que no siempre la doncella acompa?aba a la futura condesa, ya que había asuntos que sólo le correspondía a la realeza, como las clases, sin embargo, él siempre estaría a su lado, sin importar qué. Lo que hizo que Li frunciera el ce?o de manera automática, gesto que no pasó desapercibido por ella por lo que decidió distraerlo, diciéndole que ese día se consideraba "libre" de actividades para él, debido a su llegada, y que en definitiva sería su día de descanso cada semana, a menos de que hubiera algún evento importante o viaje debía asistir junto a su se?ora.

Li escuchó atentamente todas las recomendaciones de Chiharu. La futura condesa no salió de sus aposentos de nuevo, Li, terminó su capacitación en la sala posterior, que era el lugar que podría ocupar cuando su "nueva verdugo" no tuviera actividades.

—Pues creo que eso es todo Kimura, digo Xiao Lang. Sabes me gusta poder llamarte por tu nombre, es extra?o, normalmente los soldados son muy cerrados con eso, pero a la vez me da confianza —dijo la joven mientras recogía las tazas de té que habían tomado.

—Bueno, pues conmigo solo Xiao Lang —Sonrió.

—?Bien! Entonces, es todo por hoy, ma?ana, después de tu entrenamiento matinal y desayuno te esperamos, debes llegar a las diez de la ma?ana, se puntual.

—Cuenta con ello. Por lo pronto me retiro—. Se levantó, pero antes de salir Chiharu lo llamó.

—Xiao Lang, sé que la primera impresión de la lady Sakura no fue la mejor, me apena mucho su trato hacia ti contigo. No puedo pedirte que la entiendas, solo espero que con el tiempo puedas conocerla de verdad, ella no es mala, es sólo que…—Dudó en continuar, no le tocaba a ella hablar de esto así que recapacitó—. Sólo te pido que le tengas paciencia.

—Trataré, para mí estar aquí es importante, espero poder sobrellevar su mal carácter—. Hizo una reverencia y se retiró del lugar.

Estando en su habitación a punto de dormir, dedicó un último pensamiento a sus sue?os, no dejaría que una ni?a grosera se los arrebatara, él era Xiao Lang Li y le demostraría que con él no iba a poder.

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Habían pasado ya cinco días desde que llegó al palacio. Sus ma?anas comenzaban excelentemente bien, los entrenamientos eran muy completos y variados, estaba aprendiendo a manejar diversas armas, así como estilos de lucha. Amaba esas dos horas de su vida, incluso el ba?o que seguía así como el desayuno que, aunque no era tan vasto como los que tenía en casa al ser hijo de un duque, era delicioso.

Sin embargo, su suplicio comenzaba a las diez cuando llegaba por la "mimada" como él le decía en su mente. Era grosera, altiva, petulante…lo que tenía de hermosa, lo perdía con sus pésimos modales. Los cuales había observado iban dirigidos sobre todo al género masculino; a excepción del general y el rey, todos los hombres gozaban de su mala cara o desplantes. Pero él sufría mucho más. Ella siempre hacía como que olvidaba su nombre para así referirse a él como "?hey, tú!", y cuando le recordaba cómo se llamaba, ella sólo obviaba la información y hacía su solicitud. Si llegaban a alguna habitación y se tardaban en abrir, le culpaba de que no tocó con la fuerza suficiente; si abrían rápido, era muy lento al anunciarla; si iba delante de ella caminaba muy deprisa y si se quedaba atrás parecía tortuga. Cuando la escoltaba en lugares abiertos, le decía que estaba muy cerca, que no quería sentir su presencia. Era una verdadera tortura.

Esa tarde tendría que acompa?arla a una comida con una lady que la visitaba desde el reino de las flores. Por lo que le dijo Chiharu, era su mejor amiga y venía a quedarse al baile de presentación de la futura condesa. Como la reunión era con personas de confianza, Chiharu estaría presente para atenderlas y él se encargaría de la seguridad. Al ser un jardín debía estar cerca.

—?Hey, tú! —dijo su se?ora.

—Se llama Xiao Lang, mi lady —comentó Chiharu.

—Sí, como sea. Espera afuera de la habitación, en cuanto te informen que mi amiga llegó, nos lo haces saber, quiero reunirme con ella cuanto antes.

—Como usted diga, mi lady—. Salió de la habitación y respiro profundo. No había podido ver al rey, pero en la primera oportunidad le diría que haría cualquier cosa, menos cuidar al ogro que tenía que resguardar.

No pasó mucho tiempo, cuando un vasallo se acercó a los aposentos de lady Kinomoto y extendió un sobre al soldado. El súbdito le hizo saber que era para la futura condesa, su amiga había llegado.

Entró a la sala principal e informó a Chiharu, la cual llevó la nota a Sakura. Casi de manera inmediata salieron de su habitación, ella caminaba aprisa y se veía contrariada, tenía la nota en su mano y pudo percibir, miedo en sus ojos, nunca la había visto así, siempre estaba segura de sí misma. ?Estaría todo bien? ?Y si estaba en peligro? Al llegar al lugar, Xiao Lang se armó de valor, al final ese era su trabajo protegerla, ?no?

Llegaron a la puerta que daba al jardín, pero Li se detuvo y volteó a ver a la futura condesa con mucha determinación, quería que sus palabras le alcanzarán, que comprendiera que era honesto a pesar de todo:

—Antes de que la anuncie. Debe saber que a pesar de que no le caigo bien, mi trabajo es resguardarla, si hay algo que la esté contrariando o la ponga en peligro, puede confiar en mí. Le juré al rey que la protegería y cumpliré con mi palabra. No tenga miedo, yo estoy aquí para que no le pase nada.

Sakura se quedó impactada por sus palabras, había tenido varios guardias en ese último a?o que llevaba en el palacio, todos la odiaban y a ella nunca le importó, ese era el punto, que nadie la observará nunca y si con el odio lograba eso, estaba feliz de que así fuera. Sin embargo, ese joven frente a ella la había dejado sin palabras, lo trataba muy mal y a pesar de eso, él estaba dispuesto a cuidar de ella.

—Gracias —fue lo único que atinó a decir, con la misma seriedad de siempre, pero con un tono de agradecimiento.

Xiao Lang afirmó con su cabeza y la anunció.

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Fue un desayuno extra?o, esperaba ver alegría excesiva, comentarios propios de las damas de sociedad o incluso chismes. Nada lo preparó para observar a lady Sakura aferrarse a un abrazo como buscando protección, entendimiento. Además, lloró la mayor parte del tiempo, sólo tomo té y dijo haber perdido el apetito. Hablaban casi susurrando, con miedo a que las oyeran. Al final quedaron de acuerdo en verse por la noche en los aposentos de lady Yanagisawa para hablar con calma.

Por eso, Li se encontraba en la sala de la habitación de lady Yanagisawa esperando a que terminaran la conversación. De manera constante revisaba por la ventana o se acercaba a la puerta del pasillo para verificar que no había nadie cerca.

El sonido de la puerta de la recamara abriéndose le hizo volver su atención, la futura condesa salió con los ojos muy hinchados mientras le agradeció a su amiga por todo, se colocó una capa con capucha que la cubría completamente y se dirigió a él.

—Xiao Lang, ya podemos irnos. —Li abrió los ojos por la sorpresa, nunca le había llamado por su nombre, eso era algo nuevo e inesperadamente cálido.

—Sí, mi lady, tendremos que tomar el camino largo de nuevo, sólo esté cerca de mí como cuando veníamos.

Ella asintió, salieron caminando, iban lado a lado, para evitar sospechas. ?l aún no entendía por qué ella tomaba tantas precauciones para hablar con su amiga, algo muy raro estaba pasando.

Cuando llegaron a los aposentos de Sakura, Li iba a despedirse, pero ella habló primero.

—Quiero agradecerle de nuevo por esto —dijo mientras lo veía a los ojos, era la primera vez que le observaba sin altivez, podía ver agradecimiento genuino en su mirada.

—Es mi trabajo —dijo con mucha seriedad.

Ella negó con la cabeza mientras bajaba un poco su mirada.

—No —le miro de nuevo—. Su trabajo es cuidar de mí durante mis actividades fijas, esto es extra. Espero que comprenda que nadie debe enterarse de la reunión que acabo de tener con mi amiga.

—Lo comprendo, ahora si me disculpa…

—?No...! —levantó la voz—, espere… —suavizó su tono, dudo un poco, pero al final continuó—: Hay una cosa que debe saber, y es que ma?ana llegará al palacio un hombre del consejo del reino de las flores, el duque Rokuro, quiero pedirle que no me deje sola con él nunca, de preferencia no quiero ni siquiera verlo, sé que el día de mi baile estará ahí, pero no quiero que se me acerque. No puedo decirle más, pero si de verdad quiere protegerme, hágalo de él.

—Así será —terminó con una reverencia y se retiró mientras pensaba que esa petición no la esperaba ?quién era ese duque y por qué la futura condesa no quería saber nada de él?

Al llegar a su habitación se quedó pensando un rato de qué manera podía proteger a Sakura, hizo algunas anotaciones en su agenda y se recostó. Había sido un día extra?o, pero parecía que las cosas estaban mejorando entre ellos, por lo menos ahora ya se sabía su nombre. Sonrío, tal vez la "ogro" no era tan mala como él pensaba.

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La siguiente semana pasó sin muchos contratiempos, el misterioso hombre arribó tal cual como dijo Sakura. Era un caballero probablemente del doble de edad que él, alto, bien parecido, viudo y muy rico por lo que había escuchado, su nombre era Rokuro Hashiyama, duque y concejal del reino de las flores.

Li se había hecho amigo de algunas mucamas por lo que les pidió investigar la agenda del concejal. Con esa información había hecho algunos cambios en las rutas que la futura condesa seguía al hacer sus actividades, logrando evitar que lo viera por los pasillos. Aunado a esto, Sakura le pidió que entrará a todas sus clases para mantenerse en la puerta y no permitir ingresar a nadie extra?o.

Sin buscarlo, tuvo que participar en algunas actividades, los maestros de la esmeralda creyeron que era bueno incluir al guardia en debates en contra de su se?ora, lo que le permitió conocer sus opiniones y puntos de vista en diversos temas. Además notó alegría al momento de ganar algún argumento, era verdaderamente inteligente. En otra de sus clases fue objeto de dibujo y al no poder moverse prestó atención a los diversos gestos que la esmeralda utilizaba cada que se frustraba o el trazo no salía como esperaba. Uno de los momentos más vergonzosos para ambos fue la clase de baile, no había tanta confianza entre ellos lo que hacía que sus movimientos fueran un tanto mecanizados, más de una vez ella le pisó y pudo notar sus mejillas enrojecidas cuando se disculpaba. Esto hizo que la relación entre ellos se volviera más cordial, no era que fueran cercanos o amigos, pero habían firmado un acuerdo de paz.

Ella se había dado cuenta de que él tenía un genuino interés en ayudarla, todo lo que había hecho para asegurarse de que no tuviera que ver al concejal le sorprendió mucho, además participaba cada que los maestros lo solicitaban sin rechistar, probablemente estaba realmente interesado en ayudarla, en protegerla.

La fecha del baile estaba muy cerca, y a dos días del evento, todo mundo estaba trabajando en decoraciones, arreglos florales, preparando el menú para la comida, la recepción de los invitados entre otros. Por lo que las actividades de la futura condesa cambiaron para limitarse a estar con la reina planeando el acomodo de los nobles que estarían en su presentación ante la sociedad.

El tradicional baile navide?o del palacio de Mazapán, fue elegido como el momento para que los nobles interesados en formar alianzas con el reino de las flores y con los nuevos reyes se presentarán. Además, querían retomar dicha celebración que se perdió cuando el rey de los ratones tomó el trono. Sakura no se veía muy emocionada, actuaba bien frente a los reyes, pero en los traslados, en sus clases o mientras desayunaba, podía observarle descorazonada, lo cual era extra?o, normalmente las chicas nobles esperaban ansiosas su presentación social para encontrar el "amor".

Un día antes del baile, mientras regresaba a su recámara, pudo observar una figura moviéndose entre las sombras. Inmediatamente le siguió de cerca y se percató que llegaba al lago artificial del palacio. Ahí un hombre le esperaba, vestido con una capa negra que cubría su rostro. Xiao Lang se escondió detrás de unos matorrales para escuchar la conversación.

—?Le diste mi mensaje? —dijo el hombre de la capa.

El hombre se arrodilló en una pierna y contestó:

—Mi se?or, la dama de compa?ía de la condesa es muy leal, no ha habido manera de conseguir los horarios de sus clases. Además, su guardia real no la deja ni a sol ni a sombra, no he podido hacerle llegar su mensaje.

—?Excusas! —levantó la voz— ??Cómo es que ese soldado siempre parece ir un paso delante de nosotros!? El baile es ma?ana y no he podido acercarme a ella, se me escapó del reino de las flores, pero aquí no lo hará, esa ni?a es para mí y nada se interpondrá en mi camino, así deba tomarla a la fuerza.

Xiao Lang tenía las manos hechas pu?o, su molestia era tal que estuvo a punto de salir y molerlo a golpes, sin embargo, estaba seguro de que el hombre detrás de aquella vestimenta negra era el concejal, no podía reaccionar de esa manera, era un noble y él, en ese momento, sólo un soldado. Si se hubiera presentado como el hijo del duque Li, las cosas serían diferentes, nunca pensó extra?ar ese título, sus pensamientos fueron interrumpidos por la figura en negro.

—Ma?ana es el baile, de una u otra manera quiero a la futura condesa ?entendido? No me importa lo que tengas que hacer, si hay que deshacerse de su guardia, encerrar a su dama, ?lo que sea! —Terminó gritando al hombre de rodillas frente a él.

—Así será, se?or.

Ambos hombres tomaron rumbos diferentes, Li necesitaba pensar las cosas, ?qué debía hacer?

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A unas horas del baile, Xiao Lang estaba listo esperando a lady Sakura, no le había dicho nada aún, no quería mortificarla más. Desde que llegó a sus aposentos le había visto poco, pero pudo notar preocupación en su mirada. Cuando el reloj dio las ocho de la noche, salió de su recamara junto con Chiharu.

Desde el primer día notó que era hermosa, sin embargo, su forma de ser le opacaba completamente. Ahora que había tenido oportunidad de estar con ella en términos de paz, le había observado apenada cuando llegó a pisarlo mientras ensayaban el vals, feliz cuando ganaba con algún argumento durante un debate, ilusionada cuando estaba por probar un postre nuevo, amable con todas las mucamas y riendo al lado de la reina y el rey.

Esa noche lucía más bella que nunca. Su cabello largo había sido arreglado con flores que caían por toda su cabellera y una peque?a tiara coronaba su cabeza. El maquillaje era sútil pero resaltaba su mirada y labios. El vestido le quedaba perfecto, y el color turquesa, usado en honor a los colores de su reino, resaltaba su piel. Con un escote discreto pero sensual, peque?as piedras blancas adornaban toda la parte de arriba y terminaba en una falda vaporosa.

De pronto el joven soldado, tragó en seco cuando los ojos de ella lo observaron, se quedó sin palabras y parecía que ella esperaba a que hablará. Tomó valor y caminó hacia ella.

—Mi lady, será un honor ser su escolta esta noche, luce usted muy bella. —Terminó haciendo una reverencia más parecida a la de un caballero que a la del soldado que era.

—Gracias —sonrió la dama.

—Antes de que salgamos, con el objetivo de poder cuidarla bien, Chiharu accedió a ser mi compa?era esta noche. Ambos estaremos al pendiente de usted, le pido no salir del salón de baile sin hacer contacto visual con nosotros para que podamos seguirle con una distancia prudente.

La puerta sonó y Li se puso tensó por un momento. Chiharu le indicó que debía ser el conde Kinomoto, padre de Sakura, quien debía llegar con ella al baile.

—Muy bien. Así lo haré, estaré al pendiente de que ustedes estén cerca de mí en todo momento. Ahora es momento de aparentar. —Respiró profundamente y sonrío, sin embargo, la felicidad nunca alcanzó sus ojos.

El conde parecía una buena persona, aunque estaba muy serio, normalmente en ese tipo de reuniones los padres hablaban sobre lo orgullosos que se sentían. Pero en el camino sólo hubo silencio, pudo sentir una calma tensa, como cuando algo malo está a punto de suceder. Cuando llegaron al salón principal, Li dejó pasar a Sakura con su padre. Ella le observó por un momento y pudo ver miedo de nuevo, pero él trató de sonreír para calmarla.

Las trompetas sonaron, y el heraldo anunció la llegada de lady Sakura Kinomoto, del reino de las flores. Ella y su padre bajaron las escaleras con calma, saludando con su cabeza a todos los que hacían contacto visual con ellos.

Li venía detrás con Chiharu. Inmediatamente comenzó a buscar al concejal y al sirviente de ayer, pero no pudo ubicar a este último. El duque Rokuro estaba bastante alejado de la multitud, en una esquina parado junto a varios hombres que platicaban con él, de hecho, parecían poco interesados en la presentación de la futura condesa. Pero Xiao Lang no iba caer en su trampa, él sabía que era una careta y tenía que estar atento toda la noche.

Cuando terminó de bajar las escaleras, los primeros en acercarse fueron los reyes, quienes presentaron a Sakura:

—Es para nosotros un verdadero honor ser partícipes de un evento tan mágico y especial para lady Kinomoto, futura condesa del reino de las Flores. Esperamos pase un momento único en compa?ía de todos los presentes. ?Muchas felicidades! —Terminó de decir el rey para después recibir una lluvia de aplausos. Su majestad hizo una se?a a la orquesta y la música comenzó a sonar, ofreció su mano a Sakura para abrir el vals mientras el conde Kinomoto bailó con la reina.

La noche transcurría entre bailes y momentos de plática, Sakura había disfrutado varios vals con diversos caballeros esa noche y había sido testigo de que todos quedaban desencantados con su "lindo carácter". Chiharu le informaba quiénes eran las personas que estaban con ella en todo momento. Conoció desde la lejanía a su madre Nadeshiko Kinomoto y a su hermano Touya. Supo que los gemelos Tsukishiro eran amigos cercanos a la familia y que el mayor de ellos, Yue, había estado en pláticas para comprometerse con Sakura. Sin embargo, nunca se concretó nada.

Mientras la noche avanzaba, Li comenzaba a relajarse, creía que tal vez el duque se había dado por vencido al notar que Sakura estaba siendo cuidada por él y por su dama.

Li había estado tomando agua toda la noche por lo que Chiharu se ofreció a llenar su copa nuevamente, él agradeció y la vio caminar hacia la cocina. Regresó su mirada a Sakura quien estaba con su amiga platicando cuando un joven le pidió bailar, Chiharu no había regresado y él no sabía si era una persona de fiar, así que comenzó a caminar entre las mesas para acercarse a ella. Sakura accedió al baile y camino a la pista, buscando a Xiao Lang, cuando sus miradas se cruzaron, de la nada salió una sirvienta a toda prisa con una charola y chocó con él, haciéndolo caer de manera estrepitosa y ocasionando que todas las personas cercanas se arremolinaran para ver lo que había pasado. ?l se paró muy rápido, mientras la mujer se disculpaba por su torpeza. Li la ignoró, así como a las personas a su alrededor. Sus ojos se movían rápido, no podía ver a Sakura por ningún lado y el duque también había desaparecido. A lo lejos vio a Chiharu salir corriendo de la cocina, se veía desali?ada. Corrió a su encuentro y ella le explicó que un hombre la había encerrado en la alacena mientras le decía que por fin tendrían a la futura condesa.

La doncella estaba al borde del llanto, veía hacia todos lados buscando a su se?ora y las manos le temblaban —Chiharu, escúchame, debes tranquilizarte, habla con una persona de confianza para Sakura, alguien de su familia, no sé, tal vez su hermano. Dile que no la encontramos y lo que te pasó en la cocina. Yo saldré a buscarla al jardín posterior, tú búscala aquí y quien pueda ayudarnos que vaya al jardín principal ?rápido!

La joven dama asintió. Li salió prácticamente corriendo del salón, hecho que no pasó desapercibido por Eriol, el cual comenzó a buscar algo o a alguien a su alrededor, al no encontrarlo llamó a su general y le dijo algo en secreto. Sir Fye, salió del recinto casi de inmediato, por donde Li se había retirado, mientras que el rey se disculpó para seguirle unos momentos después.

Sakura estaba atrapada en una de las paredes del jardín posterior, ese hombre la había enga?ado, le acercó durante el baile a una de las puertas del jardín donde el duque esperaba para llevársela, exactamente cuando una mujer había tirado a Xiao Lang. Sakura no podía gritar, sólo lloraba, le había amordazado y en ese momento le estaba amarrando las manos.

Xiao Lang alcanzó a escuchar un sollozo, por lo que desenvainó su espada silenciosamente, se pegó a las paredes del jardín y caminó con mucho cuidado, hasta que por fin estuvo lo bastante cerca para poder oír lo que pasaba.

—Mi dulce flor, apenas que nos empezábamos a conocer te fuiste del reino. Me molesté mucho con tus padres cuando supe que te habían mandado tan lejos, estábamos por cerrar nuestro compromiso y ahora me entero que te presentas ante la sociedad ?después de haberme engatusado en tu casa? —dijo mientras la volteaba hacia él para que lo viera—. Voy a quitarte la mordaza, ?prometes no gritar?

Sakura asintió y el duque aflojó el amarre.

—Suélteme, por favor —rogó Sakura mientras seguía llorando—. Usted está confundido, yo nunca tuve intereses románticos por usted. Solo fui amable y educada porque eso me ense?aron en mi familia. No me lastimé —pidió— la última vez —rompió en llanto y el duque prosiguió.

—La última vez te me escapaste, pero hoy no será así, hoy sí te haré mía. Para qué quieres un ni?ato a tu lado, cuando puedes tener un hombre, yo te ense?aré lo que es ser mujer y entonces nadie te querrá, tendrás que ser sólo para mí.

—Suéltela duque —dijo Li con mucha seguridad mientras ponía su arma en la espalda del hombre.

Sakura escuchó su voz y lo miró. Por un momento verde y ámbar se cruzaron, ella sintió alivio y él mucho dolor al verla así.

—No voy a repetirlo. ?Suéltela! —gritó el joven soldado.

El duque levantó las manos y Sakura gritó:

—?Cuidado!

Li esquivó la espada que venía por detrás, era el sirviente de la noche anterior. Un duelo comenzó, sin embargo, el vasallo del duque no era muy buen espadachín y pronto se vio derrotado por Li.

El duque tomó su espada, pero no soltó a Sakura.

—Estás loco si crees que vas a ganar. Sólo debo matarte y decirles a todos que te encontré tratando de propasarte con lady Kinomoto.

—Duque, está muy alterado, le recomiendo que baje su arma y suelte a la futura condesa.— El concejal la soltó y caminó en círculo siendo imitado por Xiao Lang, quien al final quedó dándole la espalda a Sakura, ésta se aferró a su guardia mientras escondía su rostro en la espalda de él—. Mejor aún, dejaré que el rey se encargue de ti, es mi palabra contra la de un soldado y una ni?a tonta.

—Yo lo pensaría dos veces concejal, sobre todo porque hemos escuchado todo lo que ha dicho.

El concejal volteó rápidamente y su espada cayó al pasto. El rey en persona había pronunciado esas palabras.

—General, escolte al concejal al calabozo, ma?ana mismo será condenado.

—Como usted ordene, majestad. ?Guardias!

Dos soldados tomaron al concejal y siguieron al general hacía el calabozo. El duque gritaba que ella le había provocado, exigía que lo soltaran y proclamaba venganza por tal ultraje mientras trataba de zafarse.

Sakura comenzó a caer y Li al percatarse de esto, la detuvo para que no se lastimara, ella lo agarró fuertemente de su ropa y lloró, mientras le daba las gracias por haberla buscado y haberla salvado. Li no pudo controlar el impulso de abrazarla y acariciar su cabeza.

—Iré por su dama de compa?ía para que la acompa?é, llévala a su recámara por favor, Xiao Lang.

—Sí, su majestad. —Xiao Lang rompió el amarre de las manos de Sakura y la cargó mientras entraban por un pasillo del palacio.

Ella iba aún llorando, pero conforme caminaban él le dijo:

—Ya no debe preocuparse, mi lady, ya no hay nada que temer, yo siempre la protegeré. —Al terminar de pronunciar esa promesa Li recordó su sue?o de ser un guardia real, de pronto le parecía tan lejano y poco importante.

Sakura, le escuchó atentamente y sonrió, susurrando un "Gracias" mientras recostaba su cabeza en el pecho de su guardia.

Llegaron a la habitación de Sakura y Li entró hasta la recámara para dejarla sobre su cama, y antes de despedirse Xiao Lang agregó:

—Además, si me permite. Creo que usted no tiene la culpa de lo que pasó, así que también debería de dejar su máscara de antipatía, ya no debe protegerse a sí misma, para eso estaré yo.

Sakura se levantó de su cama e hizo una reverencia ante él antes de decir:

—Gracias, Xiao Lang.

?l se movió por inercia para tomar su mano y entonces dijo:

—Mi verdadero nombre es Li, Xiao Lang, segundo hijo del duque Hien Li del reino gélido, y mi sue?o siempre ha sido ser guardia real, es por eso que oculté mi apellido —reverenció y dio un beso en la mano de Sakura—, pero de ahora en adelante y para siempre, estaré a su servicio mi lady.

Esa noche de invierno fue el inicio de una amistad muy especial que con el tiempo se volvió amor eterno.

Nota final

Fue todo un reto para mí trabajar una historia como esta, no soy muy fan del cascanueces y por ende conozco poco la historia, sin embargo me gustó explorar este mundo.

Me faltan palabras para agradecer el apoyo y la oportunidad brindada por WonderGrich al invitarme a este proyecto. Además un agradecimiento especial a Pepzipez y Jemmy Lee por ser mis mentores en este ejercicio literario.

Espero que lo hayan disfrutado.

FELIZ NAVIDAD A TODOS