"Regalo"

Guandam Wing

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AU, PG 13, SHONEN AI, ONE SHOT

By Judith_VazSa

Regalo Navide?o para: Scarlett Lee Blackfraids "Espero te guste, no negaré que sufrí para escribir de nuevo pero me encantó"

?Historia que participa en la quinceava convocatoria de "Gundam Wing Yaoi en Espa?ol" (página de facebook)? (la cual me ha entusiasmado tanto siendo que extra?aba bastante a estos pilotos tan geniales y sin duda deben visitar). Gracias por invitarme a formar parte de esto y a inspirarme de nuevo a escribir jojojo.

"Gundam Wing y todos sus personajes son propiedad de sus respectivos autores y son utilizados en este fic para entretenimiento sin fines de lucro (Al menos hasta que consiga comprarme los derechos sobre Duo y entonces si cobro por verlo xD)"


Entró a la habitación y cerró de golpe la puerta a sus espaldas, dejó las bolsas de compras que traía consigo a un lado de la cama antes de dejarse caer descuidadamente sobre ésta. Estaba cansado, adolorido y tan hambriento que solo empeoraba su malestar general.

Enterró su rostro en las mantas que, hasta antes de su llegada, mostraban una cama pulcramente arreglada. Soltó un suspiro a la vez que se giraba y quedar boca arriba para luego perder su mirada violácea en el alto techo de la recámara.

— ?Cómo demonios dejé que Quatre me convenciera de esto?—soltó un bufido y frunció su ce?o.

El rubio los había reunido de lo más tranquilo para avisarles que tendrían una cena de navidad, dijo un sinfín de excusas como el hecho de no convivir tanto como antes, disfrutar de la paz, del significado de estas fechas, tantas que al final realmente nadie pudo negarse a ello.

—"Ni siquiera Heero"— pensó mientras levemente una sonrisa se dibujaba en su rostro

El ojicobalto le había dedicado una mirada tan intensa al de ojos azules que cualquiera esperaría una negativa, después de todo, era de Heero Yuy de quien se estaba hablando. Pero cuando sin más aceptó la petición de Quatre y prometió llevar regalos para todos como le había pedido…nadie pudo negarse.

—Si tan solo pudiéramos negarle algo a ese rubio y su sonrisa— rio en voz baja —el problema es que ahora tengo 3 regalos…3… —se enderezó hasta quedar sentado, con los codos apoyados sobre sus muslos, el rostro entre sus palmas y un mohín de desagrado claramente pintado — Si tan solo no fuera tan difícil saber que darle a ese tonto de Heero —.

Había tenido el suficiente tiempo para elegir el regalo perfecto para los otros 3, sabría que sería divertido regalarles o que seguramente les gustaría…pero en el instante en el que intentaba saber que regalarle a Heero Yuy…todo se iba al traste.

Salió desde temprano para comprar todo, estaba satisfecho con lo obtenido, sus compras fueron realizadas en tiempo récord pues apenas una hora y ya hasta los tenía perfectamente envueltos gracias a ese servicio en las tiendas departamentales…el resto del día prácticamente lo pasó de un lado al otro de la ciudad en busca del regalo perfecto para alguien como Heero Yuy… fue un completo fracaso y ésa era la razón por la que ahora su nivel de estrés estaba al máximo.

Decir que descifrar a Heero Yuy es fácil, es tanto como decir que a Duo Maxwell le gusta permanecer callado, por dios, había descubierto más fácilmente el lugar exacto al que desaparecían misteriosamente Trowa y Quatre por las tardes, cuando creían que nadie se daba cuenta.

Se encontraba ensimismado en sus pensamientos cuando las voces de Quatre y Trowa pudieron escucharse por el pasillo.

—"Todo es culpa de ese rubio, así que ahora me ayuda" —fue el fugaz pensamiento que pasó por su cansada cabeza.

Con rapidez se puso de pie y abrió la puerta en para toparse con esos dos, por desgracia ya nos e encontraban frente a su habitación pero pudo escuchar sus voces más adelante, seguramente se dirigían a la alcoba del ojiverde.

Se dirigió a paso rápido y pudo alcanzarles antes de que entraran a la habitación del piloto de Heavyarms.

—Oiga ustedes dos— ambos pilotos se giraron y le miraron con extra?eza—necesito de su ayuda, en especial de la tuya querido Quatre, eres el culpable de mis males—.

— ?En qué puedo serte de ayuda Duo? —preguntó el rubio sin poder ocultar la diversión en su voz, estaba más que seguro de a qué se refería con ser el culpable de sus males.

— Por tu culpa he tenido un pésimo día, y mira que ser el gran Dios de la muerte no es como estar en un lecho de rosas—parloteaba mientras se fingía ofendido y entraba a la habitación de Trowa y se sentaba de lo más tranquilo en la cama de éste.

— ?Y a qué se debe tu pésimo día Duo? — preguntó en su típica forma calmada Trowa mientras tomaba asiento frente al escritorio que se encontraba en un extremo de la habitación

— ?Por qué más va a ser? — Infló las mejillas — ?A quién se le ocurre que tenga que buscar un obsequio para alguien como Heero Yuy? ?Acaso soy el único que no tiene idea de qué darle? Nadie en su sano juicio sería capaz de descifrar que le gustaría a alguien como "el soldado perfecto" — dijo con sarcasmo

El joven rubio rio divertido mientras tomaba asiento junto a él, sabía perfectamente por lo que su trenzado amigo estaba pasando, incluso él lo había pasado mal al intentar saber qué sería el regalo perfecto para alguien como Heero y al ver a su amigo en ese estado, le hacía estar seguro de que el regalo que había escogido, ni siquiera a Duo se le había pasado por la cabeza.

— Iré por algo de té y pesaremos juntos qué podrías obsequiarle —sugirió mientras dibujaba en su rostro una sonrisa tranquilizadora

— Si tú lo dices — suspiró Duo mientras dibujaba un puchero en sus labios

Trowa pudo observar como el ojiazul le sonreía inocentemente antes de dejarlos solos, quien no conociera a Quatre pensaría que no habría anda detrás de esa linda e inocente sonrisa…pero no él, él sabía que justo ahora podría en marcha el plan que desde días antes le había mencionado…pese al tiempo de conocerlo aún le costaba creer que de hecho fuera a ser capaz de hacer lo que dijo…sin duda sería divertido ver la reacción del ojicobalto.

— ?Y tú qué le regalarás a Quatre? —Preguntó el ojivioleta intrigado—por qué es más que obvio que ya debiste de tenerlo listo, lo conoces más que cualquiera de nosotros—sonrió burlón provocando que Trowa desviara la mirada e intentara aclararse la garganta

— No fue difícil de adivinar lo que quería —respondió intentando mantener su serenidad

— ?Qué nos regalarás a los demás? ?A Heero? —Se mostró realmente interesado, quizás el cirquero pudiera darle alguna idea— si no consigo algo…tendré que decirle a Quatre que apunte mi nombre junto al suyo en la tarjeta—se cruzó de brazos.

Cualquier cosa que pudiera decir Trowa, quedó interrumpida por la entrada del piloto del Sandrock, quien entraba a la habitación.

— Entonces no tienes idea de que regalarle a Heero — comentó Quatre mientras le entregaba una taza de té caliente al afligido trenzado que sin oponer resistencia alguna la aceptó y comenzó a beberla.

— Si, ya te lo he dicho varias veces — tomó un sorbo —cada vez que veía algo en los aparadores pensaba, "hey, quizás le guste a ese loco de Heero" pero de inmediato lo imaginaba recibiéndolo, mirándome sin expresión alguna y diciéndome "baka trenzado"sin dudarlo y dejándolo de lado — frunció el ce?o a la vez que realizaba su imitación del soldado perfecto.

—Y no pensaste en algo quizás… ?hecho a mano? —preguntó con tranquilidad mientras le observaba beber por completo el contenido de su taza

— ?Cómo un pastel o algo así?-enarcó una ceja y vio asentir con tranquilidad al rubio —no…la última vez que quise preparar algo en tu cocina… —pasó su mirada desde el chico con el cabello cubriendo su rostro hasta la taza entre sus manos —Wufei, Heero y Trowa lo prohibieron ya que terminaba pareciendo zona de guerra…además de que Heero dejó bien claro que no comería algo hecho con mis "habilidades culinarias" —resopló — como si él fuera el experto cocinero…él ni siquiera…ni siquiera… —bostezó —ni que fuera tan bueno… —bostezó de nuevo —?le pusiste algo a esto? —Enarcó una ceja —me está dando muchísimo sue?o —bostezó de nuevo

—Debe ser que te está ayudando a relajar toda esa tensión que tienes encima —rio divertido — ?crees que podría enga?arte y poner algo en tu té? —.

—Cierto, suena tonto —dijo entre bostezos y talló sus ojos —debe ser lo que dices…maldito Heero…por su culpa…. —bostezo —estoy tenso… ?qué eso no causa calvicie?... —otro bostezo —si por su culpa quedo calvo…. —.

Y eso fue lo último que Duo Maxwell dijo antes de caer dormido sobre la cama y soltar la taza entre sus manos que, para fortuna de Quatre, en un ágil movimiento Trowa pudo salvarla de terminar en pedazos sobre el suelo.


Abrió los ojos lentamente, quería poder adaptar su vista a la poca iluminación del sitio donde se encontraba. Una punzada de dolor en la cabeza, provocó que los cerrara esperando atenuara poco a poco. Los abrió de nuevo rápidamente al notar que le era imposible llevar una de sus manos hasta el rostro, se encontraba firmemente atado.

— ?Qué demo…?— comenzó a forcejear notando que no solo sus manos estaban atadas, literalmente estaba por completo envuelto en algo— muy bien…tengo mis extremidades atadas…estoy obligado a estar sobre… ?una cama? —Enarcó una ceja —ok…no es la primera vez que me atrapan, me atan y me encierran en algún lugar… pero… ?desnudo? Eso sí es nuevo —rio bastante nervioso— al menos es más cómodo, bien, ?con qué me tienen atado y como me libero? — intentó identificar lo que le ataba, era una sensación conocida… ?Cómo listones? ?Quién y por qué le atarían con listones?

— "Quatre" — el nombre del rubio vino rápidamente a su mente

?l y Trowa fueron los últimos con los que estuvo, ?ellos no podrían…o sí? Agitó la cabeza sacando esa idea de su mente, sería imposible que esos dos fueran los que lo tuvieran así, Trowa no se prestaría a algo como eso, no va con su estilo…

—A menos que cierto rubio se lo pidiera…entonces no se negaría — frunció el ce?o y resopló

Intentó forcejear para liberarse, fue completamente inútil, sin duda ese par había hecho un buen trabajo al atarlo; rió levemente al fugaz pensamiento que cruzó su mente al preguntarse, ?por qué eran tan buenos atando a alguien desnudo en una cama?

Escuchó unos pasos fuera de la habitación, alguien se acercaba a paso tranquilo, ?debería gritar para que le sacaran? Negó rápidamente, conociendo a Quatre n le dejaría en algún sitio peligroso…estaba casi seguro que seguía en la mansión del rubio por lo que había la posibilidad de que ese alguien afuera se tratara de alguien conocido…lo que llevaba a la gran posibilidad de que se tratara de Wufei…y de ser así, el chino no perdería la oportunidad de burlarse de él…

—"?Y si es Heero?" —abrió grandemente los ojos ante esa posibilidad y un sonrojo cubrió sus mejillas

Su mirada ya estaba más acostumbrada a la oscuridad, por lo que ya podía distinguir mejor los objetos a su alrededor…todo era familiar…demasiado… ?por qué no lo había notado antes?

Observó con pánico la sombra que se mostraba al final de la puerta, se habían detenido justo frente a ésta. La perilla comenzó a girar…

— Entrará, me mirará… ?qué demonios hago ahora? —giró su mirada en todas direcciones intentando encontrar algún modo de escapar

La puerta fue abierta…por un momento quedó cegado por la iluminación exterior por lo que cerró sus ojos para luego parpadear rápidamente intentando acostumbrarse. Fueron unos breves segundos antes de que pudiera distinguir la silueta del soldado perfecto quien se encontraba quieto en la entrada observándole fijamente. Su expresión estoica no cambió en absoluto pero Duo podría jurar que pudo observar un brillo inusual en la mirada cobalto, aunque desapareció tan rápido como la había visto.

— ?Feliz…navidad? —expresó con una risa nerviosa

Lo siguiente que pudo ver, fue a Heero entrar a la habitación y cerrar la puerta a sus espaldas, sin despegar su mirada de él, en ningún momento.

Sin que los otros dos lo notaran, la llegada de Heero fue vista por dos pares de ojos a los lejos. El rubio sonrió divertido luego de escuchar las palabras de Duo y el que Heero entrara a la habitación y cerrara la puerta, sin duda su plan había salido a la perfección.

— Estas bastante satisfecho con lo que hiciste, ?no? — Preguntó Trowa mientras le miraba tranquilo— ?Cómo estas tan seguro de que no habrá represalias? —enarcó una ceja.

— Sencillo — se encogió de hombros mientras le miraba sonriente — sé que a Heero le gustará ese regalo…e incluí el nombre de Duo en la tarjeta—.


Notas de la autora:

Uff! Sin duda no negaré que amé volver a escribir una historia de estos pilotos, amo a DUO MAXWEL! Solo lo comparto con Heero ajajaja. Pero también he de decir que sufrí para poder escribirlo, el bloqueo de autor seguía en mí asi que espero les agrade el resultado, puse todo de mi para hacerlo.

?MUCHAS GRACIAS POR TOMARSE EL TIEMPO DE LEERLO!

Judith VazSa (Ladyyami-atem)