Los personajes no me pertenecen son todos propiedad de la gran Rumiko.

Este fic no tiene ánimo de lucro, solo lo hago por diversión.


Conectados

Ranma observaba asustado aquella foto en su teléfono móvil. Si, tenía un teléfono móvil, un smar... smartphone o algo así. Si madre les había regalado uno a él y otro Akane para que se mantuvieran en contacto cuando el chico salía a entrenar o Akane se iba de fin de semana con sus amigas, además de obviamente, para mantenerse en contacto con la familia en cualquier momento.

?l no entendía mucho aquel cacharro ni para que lo quería pero Akane se mostró agradecida e ilusionada, todas sus amigas tenían aquel aparato y Nabiki también tenía uno, es más, fue ella quien les ense?ó todo lo que sabía sobre ellos, como mandar mensajes, llamar, las aplicaciones de moda... en concreto había una muy importante que según Nabiki debían tener, el Line, un servicio de mensajería instantánea gratuito.

Les explicó brevemente cómo funcionaba y esa noche de "prueba" le había mandado un simpático emoticono de la lengua burlona a su prometida. Solo para saber cómo funcionaba.

Al día siguiente cuando las amigas de Akane se enteraron de sus nuevas adquisiciones pasó de tener cuatro contactos (Akane, Nabiki, Doctor Tofu y Casa) a tener a la gran mayoría de su clase en sus contactos.

Incluso tenía un grupo, en el estaban metidos Hiroshi, Daisuke, él.

Akane también tenía el suyo con sus amigas y estaba dichosa con aquel peque?o aparato en su poder.

Recordó cuando sus prometidas se enteraron de aquello, rápidas como centellas fueron a buscar un móvil pero eran terriblemente caros. A diferencia de ellos que no debían pagar nada en sus vidas, Ukyo y Shampoo tenían un negocio que llevar, una casa que pagar y otros muchos gastos por lo que un móvil era algo prescindible. Al menos por el momento.

Cuando supo que aquellas dos no le atosigarían por el móvil sintió alivio.

Con Kodachi fue completamente diferente, ella si podía pagarse un teléfono móvil, incluso tenía el más caro y mejor del mercado por lo que tuvo que estar un par de días aguantando sus llamadas, mensajes y fotos, poco santas a decir verdad.

— Puedes bloquearlo ?lo sabias? — le preguntó una noche Akane quien había observado a su prometido palidecer ante la terrorífica foto en un sexy vestido que le había mandado Kodachi.

— ?Como?

Akane dejó a un lado su teléfono, el cual tenía colgado un peque?o colgante de un mini P-chan con un cascabel de adorno, y extendió su mano hacia su prometido — ?me lo prestas?

Ranma le pasó el aparato a lo que Akane sonrió de oreja a oreja. La observó tocar la pantalla varías veces hasta que la imagen de Kodachi desapareció — Ya está — dijo devolviéndole el teléfono.

— ?Cómo sabes eso? — Akane le ense?ó en su móvil como Kuno estaba igual de bloqueado en su teléfono — panda de acosadores — farfulló molesto haciendo a Akane sonreír.

Después de aquello, su marimacho se había convertido en su ayudante en el tema tecnológico, cada vez que tenía una duda le preguntaba y ella le ayudaba sin problema alguno. Siempre intentaba que su prometida no observara cuando hablaba por el grupo con sus amigos porque eran unos depravados y enviaban vídeos e imágenes que si su prometida veía acabaría muerto de un mazazo.

Hablando de fotos, aquella foto que su prometida acababa de mandarle le había descolocado completamente. Al enterarse de que se iría una semana a entrenar Akane le hizo prometer que hablarían un rato antes de irse a dormir todos los días. ?l prometió que así seria y así fue los dos primeros días, pero a medida que el tiempo pasaba las conversaciones aumentaban e incluso él le mandaba fotos de alguna cascada bonita o una monta?a soleada, recibiendo así de vuelta una foto de alguna trastada de Happosai o de algún dulce que se iba a comer.

Era lo normal y le gustaba aunque siendo sinceros, sentía que aquel peque?o aparato le estaba quitando concentración.

Aquella noche iba a decirle a su prometida que debían acortar sus conversaciones y dejarlas solo para la noche pero cuando iba a mandar un mensaje Akane le envío una foto en el espejo de su habitación que casi le desmaya.

Era una foto de su prometida, vestida con un vestido corto de manga larga, estaba sentada en su cama y le sonreía a la cámara aunque sin mirar directamente al espejo, ?cómo lo había llamado Nabiki? Sielfi o Selfie o no sabía cómo.

Debajo de la foto un conejito saludaba alegre y bajo él estaba escrito — esta noche hay Matsuri, iré con las chicas ?me compre este vestido para hoy? ?Voy bien o es demasiado?

Ranma trago con dificultad mirando la foto una y otra vez, incluso hizo zoom un par de veces para fijarse bien en las piernas de su prometida.

Como respuesta le mando un emoticono de un osito con pulgares hacia arriba.

No dijo más y dejó su móvil al lado para tirarse en el saco de dormir. Estaba intranquilo, mucho a decir verdad. La boba esa iría por ahí así vestida y él no estaría ahí para cuidarla como se merece.

Intento alejar los pensamientos de su cabeza cuando una campanita llegó a sus oídos. Se levantó rápido pensando que era un mensaje de Akane, pero no, era él pesado de Hiroshi con una de sus tonterías.

Entro a mirar si su prometida había leído el mensaje y si, lo había leído. Frunció el ce?o molesto — será odiosa ?qué tanto está haciendo para no contestar?

De repente otro mensaje de Hiroshi llegó a su móvil — Estoy viendo a las chicas.

Ranma entró rápidamente al chat y vio una peque?a conversación. Una parte de él deseaba pedirle a aquellos pervertidos que la vigilaran pero una: a lo mejor era peor el remedio que la enfermedad sabiendo lo obsesionados que estaban esos dos con Akane y dos: ?qué le importaba a él lo que hacía esa boba marimacho? Que se divirtiera mucho — Estúpida marimacho, que haga lo que le dé la gana.

Apartó el teléfono con rabia y se tumbó de nuevo intentando conciliar el sue?o, pero no lo logró. En su cabeza imágenes de Akane siendo perseguida, acosada o secuestrada no paraban de molestarle. Gru?o un segundo y se giró para acomodarse mejor.

De repente una campanita. Ranma apretó los pu?os.

Otra campanita. Sus ojos se cerraron con fuerza.

Otra campanita, y otra más. Ranma tenía una vena en su frente.

Otra campanita y explotó. Se levantó con rabia dispuesto a cantarle las cuarenta a esos idiotas — ?Imbéciles como ma?ana este desvelado por su culpa se van a enterar!

Cuando abrió el chat vio como sus amigos no dejaban de llamarle con insistencia.

—Ranma.

— Ranma amigo contesta

— Ranma por mi padre despierta, tienes que ver esto.

— Ranma.

— Ranma.

Anonadado por la insistencia tecleó una escueta respuesta.

?Qué pasa?

Como respuesta Hiroshi envió una imagen que se descargó al instante. En realidad estaba gratamente sorprendido de que allí, en mitad de ninguna parte tuviera tan buena conexión y cobertura.

— ??Qué diablos es esto?!

En la imagen Akane charlaba con un chico alto y con el pelo agarrado en una coleta baja. Era atlético y parecía estar coqueteando descaradamente con su prometida.

?Quién es ese imbécil? — preguntó.

No idea — contestó Hiroshi para luego volver a escribir — pero llevan un buen rato hablando.

Ranma apretó los dientes con rabia y estuvo tentando a mandarle un mensaje a Akane cantándole las cuarenta, pero se contuvo. No quería meter en problemas a Hiroshi y Daisuke.

Su cabeza empezó a dar vueltas como un remolino. Sentía rabia, mucha rabia hacia ese imbécil y hacia su prometida que aprovechaba un despiste suyo para coquetear con cuanto imbécil se cruzaba.

Ella parece amable con él pero nada más — escribió su amigo en un intento de tranquilizarle.

— Seguro que si — murmuró con sarcasmo Ranma — siempre es amable con todos. Con todos menos conmigo.

Creía que las cosas entre vosotros iban ya en serio.

Ranma se quedó de piedra ante lo que Daisuke había mandado. Vale que su relación había mejorado un poco, el ya no la insultaba tanto y ella cada vez le mandaba menos a volar pero de ahí a que la gente pensara que habían concretado su relación...

Es cierto, incluso os cambiabais los teléfonos.

Eso no es verdad, cuando tengo alguna duda le preguntó y ya está.

Pero le dejas tu móvil — escribió Hiroshi acompa?ando su texto con el emoticono de un oso pensativo.

Una cosa es que te explique algo y otra darle la libertad de mirar tu móvil.

No tengo nada que ocultar — escribió Ranma.

Daisuke envió otro osito pensativo — He de decir que el chico es guapo — mando una foto de la cara de aquel tipo y Ranma pudo apreciar para su disgusto que efectivamente, el tipo no era feo.

Ojos azules, nariz recta, pómulos altos...

Se parece a ti — escribió Daisuke.

Ranma bufo, él también había pensado eso un segundo pero luego al mirarle bien se fijó en que no tenían ningún parecido.

?Que dices? — Mandó un osito enfadado para dar énfasis a lo escrito — Es una versión fea de mí. Tiene los ojos muy separados y es cejijunto.

Daisuke y Hiroshi escribieron un — no es verdad.

?De parte de quien estáis vosotros dos? — arrastró su dedo por la pantalla para llegar a la foto de Akane con aquel idiota. Amplio la imagen y pudo ver la estúpidamente sonrisa pintada en la cara de la chica.

Se parece a mí pero en feo, definitivamente.

Un mensaje de Daisuke apareció en la pantalla — Tienes que hacer algo burro.

No pienso hacer nada — escribió ofuscado — que esa marimacho haga lo que quiera, no es mi problema.

?Pero eres tonto? — escribió Hiroshi mandando un osito enfadado de nuevo — o haces algo o la única chica que te gusta en este planeta se va a largar con una copia barata tuya.

Ranma meditó un momento las palabras de Hiroshi pero como buen Saotome era orgulloso y cabezota — No me importa.

Se quedó expectante mirando la pantalla unos segundos. Se podía ver como Hiroshi escribía, luego paraba y volvía a escribir.

— ?Que tanto escribe este idiota?

Para su sorpresa a su teléfono solo llegó un — Ok.

Simple y conciso. Ranma casi se cae para atrás de la impresión ?para esa chorrada había tardado un siglo en escribir?

Pero luego no te arrepientas.

Ranma leyó el mensaje de su amigo y una terrible imagen llegó a su cabeza. En ella Akane le mandaba a paseo y le cambiaba por aquella mala imitación suya, alegando que era un lento y un indeciso.

El solo podía ver enterrado hasta las rodillas como ella se alejaba por más que la llamaba.

No, no quiero eso — escribió en su grupo.

Pues haz algo, por lo que se ella siempre te habla ?no? Te saca conversación y te pregunta siempre que tal tu día ?cierto?

— ?cómo sabes eso?

Daisuke mano un osito con cara perversa — es muy amiguito de Sayuri, y es la mejor amiga de Akane.

Ranma enrojeció al pensar que esos dos depravados sabían lo de la foto que Akane le había mandado. Por un instante su boca se secó — No pienses eso, si supieran que Akane nos ha mandado una foto ya lo habrían soltado.

Idiota — escribió Hiroshi — Creo que debes hacerle ver a Akane que estas despierto y pensando en ella ?hablasteis hoy de noche?

Si — sintió un poco de resentimiento al recordar la escueta conversación que tuvieron — aunque me dejó en visto.

Daisuke y Hiroshi mandaron emoticonos asustados — ?cómo? ?Por qué?

Ranma pensó un momento si explicar con detalle la situación o no hacer alusión a la foto — mejor me guardo ese detalle — suspiro. Conocí bien a esos dos y si sabían de la existencia de aquella foto no pararían hasta verla. Y el obviamente no iba a permitir aquello.

Me dijo que esta noche se iría al Matsuri con sus amigas y yo le mandé un pulgar hacia arriba, después de eso no me contestó.

Sintió rabia en su pecho, ?y si Akane en realidad había quedado con aquel idiota? ?Y si aquel vestido era para impresionarle? De repente sintió unas terribles ganas de ir a Nerima corriendo y pedir a aquella idiota una explicación.

Si no te contesta es tu culpa.

Ranma abrió los ojos ampliamente — ?por qué es mi culpa?

Hiroshi mando el emoticono pensante — Bueno, le pusiste un emoticono de pulgar, es como si le dijeras "Ok me da igual, no me hables más".

Ranma no se creía lo que leía — ?qué tontería es esa?

No es ninguna tontería — escribió Daisuke — ella quería hablar contigo pero tú le cortaste de raíz. Es como si te ponen un "jajaj" ?qué contestas a eso?

La pobre Akane ha pensado que le has hecho bomba de humo.

No me extra?a que ahora esté con ese chico.

Ranma apretó su móvil con fuerza entre sus manos, ?había dado esa impresión? ?Puede que Akane haya pensado que no quería hablar con ella? Salió del chat con sus amigos y entró en el de Akane. Sonrió levemente al ver que al lado del nombre de su prometida había un peque?o monito, por eso de la fuerza de gorila no por nada cari?oso y romántico obviamente.

Releyó la conversación, no sin antes volver a mirar aquella foto una y otra vez. Cayó en la cuenta entonces de que era idiota.

— Definitivamente soy idiota.

?l no era tonto, inocente sí, pero no tonto. Si leía entre líneas Akane había intentado llamar su atención de manera diferente, quería que él pensara en ella y le mando esa foto. No era una foto que mandaba a un amigo, su comunicación corporal lo dejaba claro, Akane le había mandado esa foto (que en realidad era completamente inocente) con una intimidad que solo se manda a una pareja.

Y él la había cagado.

— Mierda...

Entró con rapidez al chat de sus amigos y tecleó rápidamente — Voy a arreglarlo.

Sus amigos le mandaron muchos ánimos y se desconectaron. Ranma entonces se dio valor, entró en el chat de Akane y respiró profundamente varias veces. Aquel enclenque no le iba a quitar la atención de aquella marimacho boba, él la vio primero.

Dio un largo suspiro auto animándose a sí mismo — Por Dios, me he enfrentado a dioses y demonios, esto no es nada...

Con dedos temblorosos tecleó un rápido — ?qué haces?

Esperó con ansia la respuesta de Akane que tras cinco minutos todavía no había llegado. Ranma frunció el ce?o ?qué tanto estaba haciendo esa idiota? ?Estaba tan entretenida con ese enclenque que ni siquiera tenía tiempo para contestarle?

Pensó unos minutos y se dispuso a mandarle otro mensaje pero justo en ese momento vio que Akane se conectaba y que estaba escribiendo.

Del susto casi se le resbala el móvil de las manos, con torpeza salió de la conversación y tiro el aparato lejos. Lo que menos quería era que Akane pensara que estaba pendiente de ella o de lo que hacía, no quería que pensara que la estaba vigilando...

— ?Por qué no estoy haciendo eso, verdad? — se preguntó. El sonido de los mensajes de Akane llegando a su móvil le alertaron.

Levantó el aparato con cuidado y vio la notificación. Apretó sus labios entre sus dientes y gimió con frustración — ?qué hago ahora? ?Le contestó o espero? — se rascó la cabeza intentando buscar una respuesta — No, no quiero que la muy boba piense que estoy pendiente de ella, esperare al menos cinco minutos.

Se tumbó y dejó su móvil dejando intentando hacer tiempo para contestar a Akane, pero como todos saben la paciencia de Ranma Saotome no es muy amplia y termino cogiendo el móvil con rapidez y entrando en l conversación.

Creí que estabas dormido — Leyó — aquí en el Matsuri, pero pronto me iré a casa.

Ranma releyó el mensaje una y otra vez, buscando algún mensaje entre líneas pero no encontró nada. Resoplo frustrado con el móvil en sus manos ?qué contestaba a eso?

?Y si Akane le había devuelto lo que él le hizo y estaba cortando la conversación de forma disimulada? Se giró sobre sí mismo y se colocó boca abajo en el saco, apoyándose en sus codos mirando directamente al móvil. Vio que Akane volvía a escribir de nuevo para su alivio.

?Tu qué haces? ?Por qué no duermes?

— Por tu culpa — quiso escribir Ranma pero contuvo su lengua y escribió — No lo sé, estoy desvelado.

Pues deberías dormir — escribió la chica.

Ranma frunció el ce?o — ?Por qué tanta insistencia en que me vaya a dormir? Seguro que la muy estúpida quiere pasar tiempo con ese don nadie, pues no lo voy a permitir.

Mando el emoticono de un osito aburrido — es que cene demasiado y ahora no puedo dormir.

Eres un glotón — su prometida mando el emoticono de un conejito riendo.

Ya me conoces...

Pensó un segundo como seguir la conversación no quería que su prometida dará por zanjado aquello, quería que la atención de la chica estuviera en él y solamente en él.

?qué tal el Matsuri? ?Algo nuevo e interesante?

— Muy bien — contestó Akane — Me he comido unos takoyaki en tu honor.

— Ojalá estar ahí y probarlos.

Ranma trago seco ante lo que había escrito. Quería dejar claro pero de manera sutil que quería estar allí con ella. Akane se mantuvo en línea un par de segundos pero sin escribir nada. Ranma se asustó, temía que Akane hubiera mal interpretado sus palabras — Seguro que cree que soy un pervertido.

Un segundo después Akane mando un conejito con cara triste confundiendo a Ranma.

Y yo desearía que estuvieras aquí — escribió Akane consiguiendo que su boca se secara — sin ti esto está muy tranquilo. Y aburrido.

Ranma sonrió tiernamente ante lo dicho por su prometida — tranquila marimacho enseguida regresó a casa.

Un conejito furioso apareció en su pantalla — ?a quién llamas marimacho? Idiota.

Ranma soltó una risita ahogada, no quería que su padre o Soun le escucharan y fueran a molestarle. Si esos dos holgazanes sabían que estaba hablando por Akane no le dejarían tranquilo el resto del viaje.

Le encantaba molestarla, seguro que ahora mismo tenía en la cara un simpático gesto arrugado, ese que pone cuando algo le molesta poniendo boquita de pez.

Pues ya no comparto esto contigo — Akane le mando la imagen de unos ricos dangos clavados en un palito de madera. Salivo al observar esas bolitas de colores, seguro que estaban deliciosas.

Egoísta — contestó con una sonrisa recibiendo de vuelta la imagen de un conejito sacando la lengua. Ranma sonrió aún más y de repente llegó a su cerebro la imagen de los dangos. Detrás del rico postre, estaban las piernas de Akane, por la posición la chica estaba sentada en un banco comiendo. Las rodillas cruzadas y el muslo asomándose entre la tela del vestido ?podría ser que lo hubiera hecho a posta?

Ranma trago saliva con dificultad, no sabía si por el dulce o por aquellas piernas que Akane tan amablemente le ense?aba.

— ?a qué estás jugando?

Ranma observó una vez más o foto y pudo apreciar como justo al lado de la pierna de Akane se podía divisar una pierna masculina enfundada en un ligero pantalón oscuro.

— Seguro que es ese idiota...

Golpeó con rabia la almohada pensando que en aquel momento su prometida podría estar compartiendo dangos con un hombre que no era el, un hombre que podría alejarla de su lado...

— Maldito imbécil. Vas a saber quién es el verdadero ganador aquí.

Se acomodó de lado en su saco de dormir y pensó una pose sexy para tentar la imaginación de su prometida. Seguro que no sería difícil pues su natural belleza conseguía que las chicas suspiraran según pasaba, pero Akane era un misterio para él, nunca sabía cuándo la impresionas o cuando la horrorizas.

Pero no estaba dispuesto a perder.

Colocó su mano izquierda en su hombro derecho, cubriendo parte de su rostro con el antebrazo, se alzó levemente, solo un poco para mejorar el ángulo de su bíceps que se marcó. Se revolvió el flequillo y aguantó la respiración apretando sus pectorales que se entreveían en aquella camiseta de tirantes dos tallas más grande.

Con cuidado hizo la foto y sonrió satisfecho por el resultado. Le gustaba. Mucho.

Con el flash (que prácticamente le había cegado) sus ojos parecían mucho más azules e incluso tenían una sombra de cansancio que le hacía lucir sexy.

No sabía cuándo hizo ese gesto pero tenía una ceja alzada de manera juguetona dándole una expresión adorable a la par que madura.

Seguro que Akane no podía resistirse.

Le envío la foto a su prometida sin pensar ya que si meditaba mucho la acción no la enviaría nunca. Debajo de la foto escribió — Me aburro y tengo hambre. Quiero dangos.

Akane quien seguía conectada pasó varios minutos sin contestar, acto que hizo que Ranma sintiera ganas de desmayarse ?y si la había visto y se estaba riendo de él con aquel idiota? No imposible, Akane jamás haría eso.

?Y si la estaba mirando como él miraba sus fotos? Esa idea infló su orgullo haciendo que su pecho se hinchara como el de un pavo. Seguro que la marimacho estaba alucinando con su foto, es más seguro que le pedía más y pasaba olímpicamente de aquel idiota que estaba con ella.

Si es que la belleza de Ranma Saotome no es de este planeta...

Tienes los ojos rojos — escribió Akane — pareces cansado deberías intentar dormir.

Ranma cayó a plomo en la almohada de la impresión.

— Estúpida marimacho — murmuró apretando con rabia la almohada. Levantó el rostro y observó su móvil con enfado. Esa boba no entendía nada, nunca entendía nada de nada y eso le ponía de los nervios.

No tengo sue?o — escribió — aunque sea tarde, tú deberías estar también en casa.

?intranquilo Saotome?

Pues claro que si — cuando le dio a enviar se arrepintió de escribir aquello. Debía aclararlo, no quería que pensara que estaba celoso o algo — si te pasa algo luego tengo que aguantar yo a tu padre.

Tranquilo, nos iremos pronto, además Mei y Yu me acompa?arán.

— Así que ese imbécil se llama Yu — murmuró con rabia — que nombre tan estúpido y poco original.

?quién es Yu? — intentó que la pregunta sonara indiferente, como si no le importara que algún cretino la estuviera rondando.

Akane mando un conejito tapándose la cara con hastío — He visto a Daisuke y Hiroshi detrás de unos setos haciéndonos fotos.

Ranma casi se cae de golpe una vez más — deberían ser más discretos a la hora de espiar a las personas.

Ranma notó un tic en su ojo ante las palabras de su prometida — Malditos inútiles.

No se dé que hablas — escribió fingiendo indiferencia.

Akane mando un conejito receloso — Está bien, sigue haciéndote el idiota pero bueno, si te deja más tranquilo Yu es el novio de Mei. Llevan juntos un mes.

Ranma parpadeo releyendo el mensaje de Akane — así que por favor diles a esos dos idiotas que dejen de seguirnos.

No se lo podía creer, era el novio de la amiga de Akane, aquel muchacho no tenía ninguna intención con Akane porque era el novio de su amiga... suspiro aliviado y de repente se sintió el mayor estúpido de la tierra.

repito no sabía que estaban haciendo eso — escribió para luego mandar un osito tapándose la cara con la mano — si os molestan dales un mazazo, se te da bien.

Akane mando el emoticono de un conejito riéndose a carcajada limpia — por ganas...

Se tumbó con calma en su saco y miro la pantalla sin escribir nada, simplemente observando la conversación con su prometida.

No sabía si decirles algo a sus amigos o dejar que Akane se encargara de ellos, tal vez lo mejor era que su prometida les diera una paliza por meterse en donde no les llamaban y por desvelarle.

No es que estuviera celoso, pero tampoco quería que algún tío se aprovechara de Akane, era terriblemente inocente con los desconocidos. Siempre veía algo bueno en las personas, incluso en aquellos que no tienen nada de ejemplar y eso le gustaba mucho. El buen corazón que tenía aquella marimacho boba, siempre amable, sin juzgar a los demás...

De repente notó sus ojos muy pesados y la visión de la pantalla se hizo muy borrosa, sentía que un sue?o atroz comenzaba a abrazarle de manera cálida, poca oposición pudo poner pues antes de darse cuenta estaba profundamente dormido.


No sabía cuántas horas había dormido pero la campanita de la notificación le sacó de su sue?o. Abrió los ojos con pesadez observando que su móvil estaba a su lado bloqueado con un par de notificaciones en la pantalla.

Se levantó rápido sobre su brazo, estaba aturdido.

— Me he dormido... ?qué hora es?

Agarro el aparato y abrió los ojos con sorpresa al descubrir que eran cerca de las dos de la ma?ana. Ojeo que tenía varios mensajes de Hiroshi y Daisuke y otros tantos de Akane.

Abrió rápido el Line y lo primero que vio fue la imagen de Akane tumbada en su cama con un corto pijama de verano. Casi le da un infarto cuando la vio boca abajo, todo lo larga que era apoyando su cara en una mano mientras que con la otra se hacía la foto. Una vez más no miraba directamente al objetivo y se tapaba media cara con el móvil.

Trago saliva y notó que empezaba a sudar cuando vio una ligera sonrisa medió escondida tras el aparato. Su cuerpo resaltaba en aquel peque?o pijama azul oscuro de seda. La parte de arriba era de manga larga pero se veía un tejido fresquito, en cambio la parte de abajo... notó su lengua seca al ver como el pantalón corto también ancho dejaba ver las largas piernas de Akane quien las tenía en alto cruzando los tobillos, en una pose tremendamente inocente y tremendamente sexy.

Supongo que ya estarás dormido — se leía bajo la foto — yo ya estoy en casa. Ma?ana hablamos.

Ranma sintió sus mejillas arder y sus manos picar. De repente la temperatura en aquella peque?a tienda estaba subiendo. Y muy rápido.

Miro la hora en la que Akane había mandado la foto. Fue hace una hora y media, veinte minutos después de su último mensaje juntos. Apenas había dormido dos horas... seguro que Akane ya estaba dormida.

— Maldita sea siempre igual — gimió frustrado. Una vez más amplió la foto y se recreó en ella. Akane estaba siendo osada, más osada de lo normal ya que ella siempre le tachaba de pervertido a la mínima y ahora ella mandaba esas fotos... que si bien no eran explícitas no eran el tipo de fotos que Akane Tendo mandaría a alguien.

— ?y si esta hechizada? — Esa idea círculo por varios minutos en su mente pero luego la desecho — na, mi madre ya me habría alertado ni notará algo raro.

Se rascó la cabeza intentando llegar al centro del asunto, ?por qué Akane se comportaba así con él? Ella nunca era así... debía haber una buena razón.

— ?y si... y si quiere mejorar nuestra relación? — La simple idea de que Akane quisiera avanzar le parecía tan atractiva como surrealista... — Podría ser.

Cada día su relación mejoraba un poco, no eran la pareja más cari?osa del mundo pero cada día dejaban entre ver que tal vez y solo tal vez podía existir algo más que una bonita amistad entre ellos.

Aunque primero se arrancaba la lengua antes que admitirlo frente a todos, Ranma sabía que para el Akane era especial. Era la chica con la que veía un futuro, con la que quería casarse y tener una familia. Aunque fuera un boca chancla y un insensible su marimacho era sagrada e intocable, era su... su chica.

— ?Pero y ella? — se rascó la cabeza con frustración. Siempre le echaban la culpa de no ser sincero con sus sentimientos pero Akane no se quedaba atrás, es más siempre era él quien mostraba más afecto por ella que viceversa.

— No, Akane te quiere, lo sabes — se auto animo a sí mismo — ?pero te quiere de la forma en que tú quieres que te quiera? — le preguntó una voz en su cabeza.

Estaba dudoso, no sabía que pensar o que hacer... miro la foto de Akane y tembló — tiene que sentir algo... seguro que sí. Akane no me enviaría esto por nada...

Pero por otra parte, Akane era muy inocente ?y si a sus ojos aquello no era nada malo? ?Y si Akane pensaba que mandarle esas fotos era algo inocente y carente de segundas intenciones? Ella era naturalmente bella y tenía una sensualidad que ni siquiera sabía que tenía... tal vez ella no planeara nada...

— ?Vas a volverme loco marimacho! — gimió con frustración.

Medito un segundo lo que iba a hacer. Observó el móvil con gesto decidido y asintió. Estaba decidido, iba a hacerlo. Se lanzaría a la piscina sin flotador y en la parte honda, jugaría al juego que ella había comenzado e iría estirando el chicle a ver hasta dónde podía llegar.

Estaba decidido, iba a empezar a comportarse con Akane cómo se comporta un hombre con su chica y si había que empezar coqueteando por un estúpido aparato, lo haría.

Todo con tal de que esa peque?a marimacho estuviera entre sus brazos.

— Me tiene a sus malditos pies ?Que rabia! — bufo el joven Saotome quitándose esa gran camiseta dejando su espalda al aire. Miro a su alrededor y pensó cual era la mejor estrategia para dejar a la chica sin habla. Sin camiseta sin duda, solo sus bóxer.

Deberían parecer sus ojos obviamente, eran su punto fuerte e incluso Akane una vez le dijo que le gustaban. Pensó y pensó que parte de él mostrar de manera sutil claro está...

— Ya se, recurriré a san internet...

Entro en aquel buscador y busco información sobre qué parte de los hombres atrae más a las mujeres. También busco "poses para seducir a tu chica" y casi sufre un infarto por la incomodidad de ver fotos de hombre en la misma situación que él en diversas poses.

Una le llamo extra?amente la atención, según el artículo que había leído había dos puntos claves que gustaban mucho a las chicas y aquella pose las resaltaba a ambas.

Sonrió como un felino — Ya eres mía Akane Tendo.

Se tumbó boca abajo y colocó una vez más su brazo cruzado tapando parte de su rostro, dejando al descubierto parte de la nariz y sus ojos.

Alzó el móvil y se medio tumbó dejando entre ver solo una peque?a porción de su rostro y el resto su espalda. Según lo que había leído a las mujeres les atrae mucho una espalda ancha y definida, pues seguro que Akane moría con la suya ya que era ancha y con la musculatura bien marcada producto del ejercicio.

— Además siempre aprovecha a subirse en mi espalda — dijo con sorna aunque luego rio al recordar que la mayoría de las veces el que la había atosigado para que se subiera a su espalda era él.

Se reacomodo un poco consiguiendo que sus músculos se notaran y sonrió satisfecho al ver como en aquella posición su trasero se realzaba. Quedaba mejor de lo que pensó ya que el trasero se veía de manera discreta, pero se veía. Vamos que si se veía, además aquel bóxer apretado marcaba todo lo que tenía para marcar. Sonrió macabro y le dio al botón para hacer la foto.

— A la primera — celebró viendo su obra — si es que soy un dios griego.

En la foto se le marcaba cada músculo, incluso a lo lejos se divisaban sus gemelos. Sus ojos estaban muy resaltados y para su sorpresa se le veía la espalda más sexy de lo normal.

— Se va a quedar de piedra.

Co una risa socarrona envío la foto, debajo escribió — me acabo de despertar, maldita sea.

Espero impaciente para ver si con un poco de suerte Akane estaba despierta y seguía charlando un rato con él, pero pasados diez minutos se dio cuenta de que no obtendría ningún mensaje más de Akane.

Suspiro levemente y se colocó su camiseta para escribir de nuevo — Supongo que ahora eres tú quien está dormida. Ma?ana hablamos, dulces sue?os marimacho y envío el emoticono del oso y el conejito durmiendo juntos en la misma almohada.

Suspiro levante sacando todo el aire de sus pulmones y miro el techo de su tienda con seriedad. No sabía a donde diablos iba a llevarle aquello que su prometida había empezado, pero estaba dispuesto a seguir el juego y finalizarlo. Porque como bien dijo antes, Akane era su chica y ya era hora de que el mundo y ella misma lo supiera.

Sus ojos se cerraban de nuevo poco a poco pero antes con curiosidad leyó los mensajes de sus amigos.

No pudo evitar carcajearse.

Ranma amigo creo que Akane nos ha visto.

Osito asustado.

Otro osito llorando — Ranma nos ha visto y está muy enfadada.

— ?Ranma despierta!

— Ranma tu prometida nos va a matar — osito llorando.

Nos ha gritado y nos ha amenazado, mi dulce Akane... porque...

Ranma que miedo — osito asustado — Akane es una fiera cuando quiere.

— Hiroshi déjalo está dormido, ma?ana le contamos.

Osito rendido — está bien, pero bueno espero que leas esto por la ma?ana: EL CHICO ES EL NOVIO DE LA AMIGA.

— No hemos llevado un coscorrón por ello pero al fin descubrimos la verdad.

— De nada amigo. Buenas noches.

Se imaginó a su prometida abroncando a esos dos idiotas y sonrió con gracia. Akane podía ser terriblemente dulce pero cuando se enfadaba daba mucho miedo.

Que se lo dijeran a él.

Dio un largo bostezo y se acomodó en su saco de nuevo dejando el móvil a un lado. Aún tenía tiempo para dormir. Y esperaba que esta vez fuera del tirón.


Bueno, aquí estoy de nuevo con una idea alocada ?Qué pasaría si Ranma y Akane tuvieran acceso a la tecnología?

Esta historia la escribí una noche a las tres de la ma?ana y no se muy bien si dejarla así con final abierto o continuarla y escribir algunos capítulos mas. Mis queridas y queridos lectores deciden.

Espero que me dejen un mensajito comentando que les pareció, bueno o malo recordemos toda critica es buena. Pedir perdón si se me escapa alguna falta de ortografía y agradecer de corazón todo el cari?o recibido en mis otras historias, de verdad que todas esas bonitas palabras me hacen muy feliz y son el motivo por el cual sigo escribiendo.

Un saludito, un super abrazo y manteneos a salvo, yo prometo volver pronto y actualizar tanto Protectora como esta historia si así lo decidís.

Nos vemos pronto!