Hola!

En realidad no sé si alguien lee estos fics, son de una serie que no está de moda así que lo veo complicado. El punto es que tengo esta obsesión conn Soul Eater y cada vez que escribo uno imagino otro.

Este lo publiqué en wattpad también, pero acá como oe-shot. Si te gusta, porfa dejame review. También acepto promts e ideas.

Septiembre

Maka respiró hondo mientras intentaba arrastrar con cuidado el saco a través del piso. El repartidor se había negado a dejarlo en la bodega, habían discutido y el tipo se había ido sin mas. No sería tan malo si hubiese sido en su habitual horario, de 7 a 10 am, pero en esta ocasión estaba cubriendo uno de los turnos de Blake, por lo que le tocaba recibir insumos. Lo cierto es que era mucho mas pesado de lo que recordaba, casi el doble, y temía que de tirarlo con mucha fuerza las semillas acabaran desperdigadas, pero como eran las 4 no podía demorarse demasiado porque el segundo turno alto –d pm- empezaría pronto. No podía tenerlo ahí simplemente si venían clientes, podían tropezarse.

Entonces entró alguien. Maka no quiso mirarlo, empezó a sudar frio.

-Lo siento, de momento no estoy atendiendo… si gustas me esperas cinco minutos y voy.

El tipo se paró justo frente a ella, dejando ver sus converse con jeans. La mirada subió hasta llegar a unos jeans demasiado grandes para su talla, una camiseta arrojada con demasiada desgana y una chaqueta también dos tallas mas grandes de lo necesario. Demasiado delgado para ser sano, pensó. Pero lo sorprendente era su pelo, y sus ojos. Blanco y rojo. Albino, pensó. Algo en su cabeza le recordó que no podía quedarse mirando la gente fijamente, y se volvió a intentar agarra el saco.

?l la interrumpió, tomándolo como si nada, y caminó hacia atrás.

-Espera, espera, ahí solo puede entrar el staff…

-?breme la bodega, por favor.

Ella abrió la puerta, lo vio dejar el saco en el lugar correcto y entrar al vestuario masculino. Entonces recordó que Liz le había comentado que el compa?ero de cuarto de Blake iba a cubrir su parte del turno y que luego tocaría durante la tarde noche. Al devolverse al comedor, tomó el casco y el bolso, y tocó suavemente la puerta.

-Tus cosas… -la puerta se abrió sólo un poco, una mano apareció y luego un poco mas. Ella limipió una vez mas el lugar, asegurándose que estuviera todo en orden y sólo entonces tomó su libro, tras la caja.

El chico salió con el uniforme de la cafetería mal arreglado. Maka miró mal los botones desabrochados, la camisa fuera del pantalón, la mano que recorría su pelo despeinado. Se sentó al lado, en el piso del barista, dejando una partitura y unas libretas sobre el contador mientras se terminaba de arreglar la ropa.

Parecía otro más de los muchos chicos que trabajaban ahí. Pero a la vez, algo en la forma que su espalda se curvaba, del modo que su cuello se movía, era diferente. Dejó de mirarlo fijo y pensó que tenía que tratar de avanzar algo en el capítulo, porque necesitaba avanzar lo que pudiera en el libro. ?l la ignoró, dedicándose a sus propios libros.

No pasó demasiado tiempo hasta que la puerta se abrió, dejando entrar los estudiantes que venían al Spartoi Coffe Shop.

Maka ni sintió el cambio de compa?ero, sólo que de un momento a otro las dos rubias Thompson se estaban haciendo cargo de los pedidos que ya estaban tomando demasiado en ser entregados. Con toda la conversación que se escuchaba de la gente, como un ruido constante, cuando de pronto un piano empezó a sentirse. Curiosa, ella sintió cada nota dentro, como si sus intestinos y su cerebro vibraran con las notas. Lo cierto es que nunca había asistido a un concierto en vivo, a veces iba a bailar con Liz o hacía el aseo escuchando electro fusión, pero nada parecido a la reacción visceral, de piel de gallina, que esta música le estaba haciendo sentir.

Siguió saludando, recibiendo las órdenes, y pasándolas hacia la torre de bandejas de la izquierda. El sol bajaba, dejando cada vez más gente en la línea de espera que conversaba o escuchaba el piano. Nunca veía tanta clientela en las ma?anas, tal vez porque no solían quedarse en las mesas o conversando alrededor. Conforme fue pasando la hora, la cafetería se fue vaciando hasta que fue la hora del cierre.

-Ahhh, creo que no haré nunca más un cambio. Es agotador este horario.

-Yo tampoco quisiera estar en pie en la ma?ana –Patty se echó una medialuna a la boca –especialmente porque la gente que debe hacerlo viene enojada por levantarse temprano.

-Es verdad, no sé cómo es que tú y Kid pueden sobrevivir el horario. Incluso con el Staff extra, se hace durísimo.

Llamaban staff extra a los chicos que solían ayudar con el aseo de las mesas, Kid, el due?o de la cafetería, era un fanático del control cuya posibilidad de permitir que cualquiera se hiciera cargo de la parte barista era casi imposible. Las mezclas de té, por ejemplo, estaban hechas por la misma Maka, quien cursaba su tercer a?o de química y farmacia. Las de café las hacía el mismo, dejado sólo a Liz la posibilidad de servir las mezclas. El rato que el nuevo había estado a cargo era con las cantidades previamente armadas con ese propósito.

Si bien se habían hecho amigos de diversas formas –adopciones lo llamaba Maka- compartían todos la misma idea de una vida dura, orfandad y sobreesfuerzo. Liz por ejemplo cursaba un técnico en manejo de empresas que Kid auspiciaba parcialmente mediante el sistema de becas a empresas de la misma universidad. Patty estudiaba dise?o, claramente su fuerte eran las esculturas, área en la cual había ganado concursos, pero había que tener una base. Las hermanas se habían topado en algún momento de sus vidas con un chico borracho, que en palabras de ellas parecía un bebé a quien le iban a robar y tal vez secuestrar, a partir de entonces el muchacho había dejado la escuela para crear ese negocio. Fue a partir del café que Liz le dio para que se recuperara, que le contó que su padre había muerto y básicamente no sabía qué hacer, dado que no alcanzaba para pagar la carrera de administración completa.

Liz ya conocía a Maka, una vez hicieron juntas la espera de horas fuera de la oficina de la asistente social para conseguir becas de comida, y sabía lo mismo, que vivía en una habitación unipersonal. Este trabajo les permitía, además, tener comida saludable tres veces al día, stock de buen café infinito, y las mezclas de té que lo estaban haciendo famoso también. De hecho, estaban pensando en vender tales recetas como producto aparte. Por su parte, Blake era amigo de la infancia de Maka, casi hermanos, dado que acudieron al mismo orfanato. Compartían clases de artes marciales en las que habían destacado, junto con Kid, las mismas a las que habría acudido Patty cuando reconoció a Kid borracho, tirado en la calle.

En cambio, Soul era el desconocido. Se acercó tras bloquear la puerta, y subir las sillas hacia las mesas. Ellas compartían tazones de té y comían lo que quedaba en el mostrador –costumbre que adquirieron al darse cuenta que había que tirarla- así que le ofrecieron el sándwich de atún que quedaba.

-No gracias.

-Oye, no lo menosprecies, es el premio mayor que te estamos dando. –Patty lo retó. –o dime algo que te podamos preparar… después de todo es muy tarde para la cena, y no comiste nada en el turno.

-Tampoco comiste antes. –Completó Maka. –apuesto que eres uno mas de los consentidos hasta podrirse. Incluso estudias administración.

-No es eso, coletas, no como tan tarde.

-?Algo mas liviano tal vez? –Liz le ofreció un sándwich de pavo –Con una bebida caliente o fría, lo que prefieras.

-Un jugo, realmente es mala idea tomar café antes de irse a la cama.

Maka lo miró enojada. –Me quedan horas de estudio por delante, el café es necesario.

-Oh, tal vez como gusano de libro que eres pensé que tenías buenas notas.

-Las tengo. Soy la mejor de mi clase. –ella dejó caer su taza en el contador, Patty rió un poco. –Mi colegiatura totalmente pagada por becas, igual que mi estadía. Dependo de mis notas para sobrevivir. Ahora iré a ducharme y cambiarme porque Blake debe venir en camino.

-Lavaré tu taza. –Le dijo Liz, tomándola. Soul ya había devorado la mitad de su sándwich, y tomado su jugo cuando Liz regresó a la mesa. Permanecieron en silencio un rato, hasta terminar de comer. Sólo cuando estaba secando el último plato, se dirigió nuevamente a él. –Amigo, está absolutamente prohibido salir con ella. Totalmente fuera de los límites, ok?

-?Por qué?

-Es una de las reglas del club. Viviendo con Blake ya debes haber escuchado algunas, pero esta es la principal. No salir con Maka Albarn. Tómalo o déjalo.

La puerta se abrió y los pasos de Blake se sintieron en el pasillo.

-Oh, ?Ya conociste a mi hermana? Está totalmente fuera de los límites.

-?Por qué querría salir con una pecho plano come libros? –se puso de pie.

-Exactamente es la actitud.

-Ahhhggg, quien querría salir con un pedazo de raro como tú. –La mentada Maka entraba al comedor en ese momento. –imbécil. –Le estampó su libro en la cabeza.

La marcha hacia casa fue incómoda y silenciosa. Los tres se detuvieron frente al complejo de Maka, ella les hizo una incómoda se?a con la mano y entró corriendo.

Octubre

La verdad, pasaron varios días antes que Soul pudiera verla de nuevo. Una parte de él quería tomarlo como un desafío –enamorar la chica que le estaba prohibida era un tropo de novela- pero por otro, lo cerrado del grupo donde extra?amente había aterrizado le detenía de intentar tal cosa. En toda su vida, en casa, en el internado para chicos y ahora en el campus, se había sentido incómodo en el grupo de amigos, pero cuando estaba en la cafetería no podía sentirse mejor.

El resto del grupo no se aparecía tanto rato, estaban estas chicas Kim y Jackie, quienes mayormente se encargaban de preparar los sándwiches y cosas dulces, y estos otros tres muchachos que llegaban a limpiar las mesas y el piso cada cierto rato. Había una gran pizarra en la parte de staff donde anotaban los ratos que trabajaban, y los ratos libres que tenía cada uno sobre sus horarios universitarios. Cursaban carreras difíciles, todos se habían conocido en la escuela primaria, secundaria, y se habían ido integrando de alguna forma.

Soul en cambio, era un malcriado mantenido, tal como Maka había dicho. En su tercer a?o, se había hartado de que siempre le estuvieran diciendo que sus logros eran inferiores a los de su hermano y se largó de casa con unos pocos cientos de dólares. Su colegiatura estaba paga por ese a?o, buscó un cuartucho cerca de clases –Blackstar tenía un compa?ero que se retiró y necesitaban urgente un compa?ero que pagara la mitad del costo –y con ello vino este casi trabajo, que resultaba ser un alivio. ?l siempre quiso tocar música, así que la oferta le había llegado del cielo.

Pero viviendo con Blake, se había podido dar cuenta de lo fácil que había sido su vida. Nunca habría tenido que preocuparse por pagar cuentas o conseguir dinero para comer, esas cosas estaban cubiertas por sus padres. Pero tampoco sabía esa magia comunitaria de compartir una miserable sopa instantánea con amigos en un sillón hediondo, agotados al final del turno de la cafetería, o de tener sólo media docena de camisetas para cambiarse, y tener que ir uno mismo a lavarlas. Realmente su anterior desprecio hacia los chicos millonarios –malcriados y podridos, como bien había dicho Maka- era algo real, pero ahora se había hecho mas patente.

Pensando en Maka, no alcanzó a preguntar, porque miró la pizarra de los turnos. Ellos no se topaban nunca, de no ser porque alguno de los otros necesitaba que ella le cubriera por la tarde. Sus clases eran casi siempre desde mediodía en adelante, así que ella abría la cafetería junto con alguno de los otros, aseaba y atendía el primer turno. Las pocas veces que ella hacía un reemplazo, sin embargo, solía atender junto con ella en el mesón en lugar de su lugar junto al piano. Si bien no era su trabajo –él solo apoyaba en la música bajo la posibilidad de la jarra de propinas- era bastante fácil para él, le ayudaba a distraerse. De no haber tenido todas sus clases en la primera hora, le hubiera pedido a Kid que le diera ese turno.

Cabe decir que aprendió a mantener breves diálogos con ella mientras apoyaba. Normalmente acababan en un sarcasmo de su parte seguido de un golpe por respuesta. De a poco, coletas empezó a soltarle risitas o responderle con una boca que lo dejaba sorprendido.

Fue su hermano quien lo alertó que ella estaba cerca. No cualquiera, su exprometida. Bueno, mas bien era responsabilidad de sus padres esa relación, que él llevaba desde siempre rompiendo. Ella estaba en otra universidad, pero seguramente tras el par de meses sin volver a casa de sus padres se estarían empezando a preguntar por él y sus pataletas. No tenía fe que se dieran cuenta de su ausencia siquiera. Así que corrió a la cafetería –después de todo quedaba mas cerca de su facultad, y maldijo cuando vio a Maka en la caja.

-Hola, sabes que necesito pedirte un favor gigante. Se lo iba a pedir a Liz llegado el momento pero…

-Sí, dime, ella está en el médico con Patty ahora, se cortó la mano y mi clase fue suspendida, así que me ofrecí a cubrir su turno.

-Ya… ehh, no sé cómo decirlo, es que necesito que finjas que eres mi novia. –Maka entregó el vuelto al cliente, y se fue a lavar las manos, igual le dedicó una mirada extra?a. Estaba sola atendiendo. –No tengo mucho tiempo, debo volver a clase, así que te lo explicaré en detalle mas tarde. –Ella agarró las porciones, el café, empezó a armar la bandeja mientras él hablaba. La chica que compraba el café los miraba curiosa. -Como parte del drama con mis padres, terminé con un compromiso en el que ellos me habían exigido estar, es una de las cosas que me impulsaron a irme, pero esta persona es malcriada y quiere obligarme a estar con ella. No sé cómo rastreó mi teléfono, le dije que estaba con alguien de mi trabajo, y mi hermano me avisa que escuchó una conversación con mi madre donde le dijo que vendría…

-Calma, calma. Aquí está su café y sus galletas. Muchas gracias por preferir Spartoi.

-Pucha, quería escuchar el drama –la chica se fue. Maka soltó una de sus risitas.

-Ahora sí, cuéntame mas…

-Es eso, si alguien te pregunta eres mi actual novia.

-No sé mas que tu nombre, Soul…

-Arg, estudio Administración pero tomo algunos cursos de música, me gusta ver películas de acción y horror y vivo con tu hermano BlackStar. Te pagaré. Toma –le metió un billete de 100 en el bolsillo del delantal –mi hermano me dio eso, es lo último que tengo, por favor sálvame y haré lo que sea.

En realidad, Blake le había explicado parcialmente que ella era de las chicas que hacían de todo por sus amigos, pero no la veía muy convencida. Sabía, sin embargo, que a ellos no les sobraba el dinero, y trataba en lo posible de ofrecer desinteresadamente cubrir algunas necesidades peque?as, como comprarle shampoo o lavandería de Blake. Pero también se había dado cuenta que tenían mucho orgullo. Tenía que hacerlo de forma que ella sintiera que le hacía un favor al aceptarlo.

-Bueno, pero no te acostumbres –soltó otra risita.

-Está bien, debo irme, eres un ángel. –le dio un breve beso en la frente antes de volver a clases.

Mas tarde, ya terminando sus clases, se dirigió al café por almuerzo (Kid había insistido que comiera ahí siempre, y en realidad se sentía más cómodo ahí que en casa) y por ayudar como apoyo. Cuando entró había algunos clientes por ahí y por allá, Liz limpiaba el mesón y Maka lo saludó.

-Hola, cómo estuvo ese turno extra.

-Movido. –Contestó Liz, sacando una lasagna de algún lado. –Kim dijo que la podías comer.

-Oh, me siento conmovido. ?Qué pasó?

-Vino tu novia. –Una botella grande de jugo fue abierta, él se atragantó. –Bueno, ex.

-Casi deja la grande –le explicó Kid, saliendo del cuarto de bodega. –pero elegiste muy bien a Maka como novia FALSA. Pasará una temporada grande en que no te moleste por miedo. -Había algo en la forma que pronunció falsa, y que le cedieran la mejor comida que le hizo sospechar que podía o estar en graves problemas o al menos quedaba como en la mira.

-?Por qué? –casi temió al preguntar.

-?Tú sabes dónde conocí a Maka? –Kid lo miró con una sonrisa que mas bien parecía suya, traviesa en lo hondo. –Ella me venció en artes marciales. Pateó mi trasero. ?Te lo dice todo eso?

Liz soltó una risa brujeril antes de permitirse decir –Los 100 mejor gastados de la vida.

Noviembre

Soul se había acostumbrado a casi vivir en la cafetería, como todos. De a poco había ido conociendo las demás historias entretejidas en esa familia. Dejó de preguntarse por qué la regla de no invitar a Maka a salir tras verla interactuar fuera del área de trabajo con los demás. Aparte de buena para leer, tenía una gran facilidad para dejar inconsciente de un solo golpe a la gente. No sabía cómo no la habían metido en prisión con ese poder.

La cafetería abría tarde los domingos, pero mas por tener comida que clientela. Casi nadie iba, así que con dos personas quedaba cubierto el turno. Esos días trataban de reunirse, incluso si se aislaban a estudiar, trataban de hacerlo en un solo departamento, en este caso, una plaza donde jugaban basquetball.

La pelota resonaba mientras se la trataban de quitar al otro equipo, una y otra vez. Al final casi nadie recordaba qué habían apostado, pero no dejaban pasar el rato sin reírse. Soul notaba que les hacía falta esparcimiento, trataba de estar muy atento a lanzarles bromas. En un momento, sin embargo, se tropezó y tratando de no caer, se aferró a lo mas cercano que tenía, que acabo siendo un pantalón.

Es un problema que pasa a menudo en basquetball, así que no era nada raro, sólo que era el pantalón de Maka. Y que su ropa interior tenía fresas. Mientras se carcajeaba sin control, escuchaba que Kid le decía "en la cara no por favor, gracias a él vendemos mucho" mientras Blake le gritaba que mejor ayudara a sujetarla.

Para ser alguien que soltaba risitas a cada rato, Maka tenía muy poco sentido del humor.

Poco a poco las clases se volvieron mas pesadas. Su hermano le llevó una TV nueva para sentirse menos culpable.

-Te ves muy bien, hermanito, mejor de lo que te he visto nunca. –le palmeó el hombro.

-Gracias wes… le daré buen uso.

-Viene con mi suscripción a distintas plataformas, te daré sólo 100 porque te veo bien alimentado.

-Sí, trabajo en una cafetería. Han sido demasiado geniales conmigo.

-?Cafetería?

-Sí, ?te acuerdas de mi amigo Kid, del internado? Dejó la uni congelada pero puso su cafetería. Creo que retomará el próximo a?o.

-Oh, cierto, de donde es tu novia.

Soul se sonrojó y se pasó la mano por el pelo –eso fue… una gauchada de una amiga pero sí, ella trabaja ahí.

-Oí que pasó un par de días en el hospital, pero me pregunto por qué si pudo salir por su propio pie.

-No quisieron explicarme, tampoco pregunté.

Wes le dio un abrazo. –Me alegro que estés tan bien. Me da pena saber que no estás en casa, pero… tal vez esto sea lo mejor para ti.

Pasó del largo el especial de halloween de la cafetería, con una preparación que no dejaba dudas de los gustos de Kid sobre estas cosas. La gente iba cada vez mas ansiosa a tomar café con pastas, se acercaban los exámenes y pasaban con la cafetería llena. Se contrató mas staff, pero ellos mantuvieron la desición del control de caja y producción de alimentos.

Soul pudo volver a trabajar cerca de Maka sin reírse, problema que a ella le enojaba muchísimo. Le cambió el sobrenombre de coletas a fresitas, sonaba mucho mejor que pecho plano pero a ella no le causaba ninguna gracia. Lo cierto es que le gustaba hacerla enojar y era tan fácil… a veces ella inflaba los cachetes o hacía pucheros, o se sonrojaba si le coqueteaba. No le habían vuelto a recordar la prohibición de salir con ella. Lo cierto, es que él tampoco podía salir con alguien.

Por lo que notaba de sus nuevos amigos, todos y cada uno tenían una historia bastante oscura, tal vez por eso se sentía tan cómodo con ellos. Guapo como era Soul, tenía que tener cuidado porque siempre alguna chica trataba de colarse en sus pantalones, y él no le gustaba eso. Tampoco los chicos. Había sido Blake el que había preguntado, sobre todo después que se expandió el rumor que estaba saliendo con Maka y que no se dignó a desmentir.

-No es eso… no es que no me gusten las chicas… es que me pasó algo y me cuesta, ?Sabes? Antes tampoco… no sé…

Normalmente Blake –Quien solía gritar que era el gran Blackstar, quien sobrepasaría los dioses haciendo café, básquet o lo que fuera que hacían- sólo podía ser tierno alrededor de Maka y de su novia, que llegaría a principios del semestre. Pero en ese momento su boca se tornó una línea y asintió.

Cuando tocó el piano esa tarde, después de los exámenes, sintió que se le había quitado un peso de encima.

Estaba en el piano y ella en caja cuando notó que este chico se quedaba demasiado tiempo junto a la caja, tratando de hacerle conversación a Maka. Al principio ella respondía, pero luego trataba de ignorarlo sin hacer contacto visual. El sitio estaba lleno, los pocos ratos que la caja no atendía Maka trataba de limpiar o hacer bandejas.

Dejó el piano por unos momentos. Si bien él sólo recibía propinas en su jarro, prefería tomar cartas en el asunto. Se acercó a la caja al mismo tiempo casi que Ox, uno de los que hacía aseo, le dijo que Maka tenía novio.

-Y allí viene.

-?Pasa algo cari?o? –se apoyó en el vidrio separador de la caja.

-Nada cielo, el chico ya se iba. Insiste en saber mi horario de salida, pese a que se le dijo que no estaba disponible. –el tipo no se veía nada convencido, Soul no sabía si odiar mas su cara de engreído, o el hecho de saber que era de sus compa?eros de Administración.

-Eres tan linda que todos te quieren. –le dio un peque?o topón en los labios. –pero eres sólo mia.

Ella rio suavemente. En ese momento notó que esa risita burlona y tonta que le irritaba tanto al principio, ahora lo dejaba mirándola embobado.

Diciembre

Casi a una semana de navidad, en la peque?a fiesta dentro de la cafetería cerrada donde celebraban las notas, fue que se le ocurrió la forma de llegar a ella. Porque se dio cuenta a tiempo, entre las risas y las rabietas, que era ella. Hasta la forma que Liz lo miraba ahora ya no tenía ese dejo de sospecha todo el tiempo cuando trataba de molestarla o sacarle una sonrisa.

Habló primero con Kid, que era el que conocía de mas antiguo, para pedirle si podía ayudar en el turno de Maka, de forma paga, desde luego.

-?Te falta dinero, Soul? Ya te dije que te podías mudar a mi apartamento.

-No, me agrada Blake, a pesar del desorden y dormir en un camarote. Me hace sentir mero macho. No es eso, quiero acercarme mas a ella. –lo vio poner los ojos en blanco –ya sé de la regla, me la han dicho hasta el cansancio… sólo déjame acercarme. Prometo no invitarla a salir… sólo estar cerca.

Repitió eso durante la reunión de navidad, cuando Kid mencionó que las mezclas de té se habían vendido generosamente, ante la mirada desconcertada del resto cuando se ofreció acompa?arla al mercado y en el laboratorio. Se repitieron cuando Kid aludió que la contabilidad de Maka la estaba haciendo Soul. No pudo hacerse el inocente, sin embargo, cuando la invitó a ver películas.

-No es una cita, estará Blake. Necesitas tener cultura, además… necesito que me ayudes con algo. Bueno, sabes cómo es él respecto a recibir alguna ayuda y realmente necesita tutoría en matemática, cosa que me servirá también ya que eres una genio.

-Te escucho. Buenos días, bienvenido a Spartoi café, ?Qué se servirá hoy? Gracias, pase por aquí.

-Te pagaré lo mismo que un estudiante normal, pero nos ense?arás a los dos, un par de horas a la semana. Luego, veremos los tres alguna película. Necesitas saber qué son los transformer, y quién es deadpool. Eso ayudará a Blake con sus notas, a la vez que no pierdes el ingreso. ?Qué me dices?

-No sé por qué tengo la sensación que aún crees que puedes comprar a las personas.

-Si eso fuera posible, créeme que ya le habría tenido mas cosas a Blake, ha hecho tanto por mi… no sé cómo pagarlo.

-?l sólo te trató como a todos.

-Exacto. Para una basura como yo es todo. Tal vez no lo entiendas, pero… toda la vida, la gente que se ha relacionado conmigo es porque le pagaban, ya sea con dinero u otras cosas. Blake en cambio no estaba en la obligación de traerme, ni de alimentarme. Tú tampoco. Si hay algo que pueda hacer…

-Puedes hacer mucho mas. Estás en una situación de privilegio. A veces creo que haces turismo, que te cansarás cualquier día de nosotros y te irás de vuelta a tu vida de lujos. Bienvenido a Spartoi Café…

Soul la quedó mirando. Ella era verborreica, pero cualquier emoción que no fuera de rabia quedaba aplastada detrás de esa sonrisa amable. Las manos, solía engancharlas en la espalda y jugar con sus dedos mientras caminaba. Se movía siempre, incluso si estaba sentada leyendo solía balancearse.

Se preguntó por qué siendo tan fuerte Blake la tenía que llevar a su apartamento si era de noche.

Enero

Las tardes de la semana se sucedieron sin drama pasado el a?o nuevo. Blake recibió las tutorías de Maka sin saber que eran pagas, o mas bien ignorándolo deliberadamente, y al principio los tres veían las películas. El resto del grupo tenía opiniones divididas sobre Soul, algunos pensaban que se estaba trabajando a sus amigos, Kid en cambio opinaba que Soul estaba demasiado maltratado en su anterior vida.

-Ustedes no lo entienden. El día que Maka le hizo cosquillas fue la primera vez que lo vi reir, la segunda vez fue por los calzones, pero… él no tenía eso. Los padres lo ignoraron tanto que cuando se fue no lo notaron por un mes. Es el clásico pobre ni?o rico. Pero considero que si puede ayudar a Maka.

-La verdad me da miedo por Maka. –liz tenía la tendencia de limpiar una y otra vez la barra.- Tal vez Blake deba conversarle…

-No es asunto de Blake, es Maka quien debe decidir. –Kirikú era de los que menos se pasaeaba por Spartoi, iba en la madrugada a hacer aseo antes que Maka llegara a abrir el turno junto con Kid. –si ella decide contarle, bien.

Cuando le preguntaron a Blake qué pensaba, les dijo: -Creo que en ese sentido es igual que ella, me cae muy bien como hermano.

BlackStar como Blake le gustaba hacerse llamar se empezó a ausentar mas y mas de las películas. A veces decía que se aburría, otras que iba con la novia. Al principio dejaba la puerta abierta y se iba a su cuarto, pero de a poco, al incorporarse ella en la trama de Spartoi y las clases, lo vieron cada vez menos.

Enero los vio pasar acomodándose cada vez mas bajo una manta sobre el sofá. Lo que al principio era una película, se fue pasando a series, a anime, a programas de Tv. Maka nunca había pasado tanto tiempo frente a un televisor.

Su trabajo los últimos a?os era de empezar la tesis y a tener entrevistas de trabajo. Como su emprendimiento de mezclas de té estaba resultando, pensaba elaborar un trabajo práctico mas que científico. Soul le manifestó interés por hacer su tesina basándose en el modelo de empresas que ella requería. Fue entonces que le comentó de este chico del su laboratorio que le gustaba.

Soul la escuchó, sintiendo que le dolía escuchar eso. Entonces le preguntó si había salido antes con alguien.

-?Los chicos te dijeron algo?

-Sólo que estabas prohibida.

-Ah… bueno, es algo que no me gusta mucho hablar de eso.

-Te entiendo. -La miró fijamente, esta vez permitiéndose a si mismo disfrutar el perderse en esa mirada verde. –Créeme, realmente lo hago. Pero dime mas de este tipo, como es?

La tarde siguiente, Soul se excusó de la tarde de cine, y Maka sintió que leer ya no era tan divertido.

Fue cercano a febrero, antes de San Valentín, que Ox llamó a los chicos a una salida de mero macho para hablar de mujeres en una fiesta de salchicha. Ni a Kid o Soul les gustaba beber, solían retener bien el alcohol, pero al día siguiente no abrirían y en realidad todo era estudios y trabajo así que… ?A la mierda!

Empezaron a compartir bizarras experiencias sexuales, de torpezas, de gritos, de compa?eros de block demasiado alocados, de chicas pasionales. Ox habló de Kim, de cuanto la amaba. A pito de nada, Kirikú le preguntó a un vacilante Soul cómo había sido su primera vez.

-Uhm… nada especial, lo de siempre. Papá te lleva al cumplir los 15 a una casa de putas.

Hubo un terrible silencio incómodo. Kirikú se preguntó por qué mierda se le ocurrió preguntarle precisamente eso. Ah, sí, era el único que no hablaba de cosas sexuales, excepto cuando molestaba a Maka sobre su falta de pecho.

-Hombre… ?Sabes que eso es abuso sexual a un menor?

-Ahora lo sé, estúpido. Pero en ese tiempo no. Sólo Kid lo sabía. Lo siento, arruiné la fiesta. –apoyó su frente en la mesa y roncó.

-Lo sospechaba de alguna forma –hipó Blake –tiene toda la pinta de estar puesto para ser de ella.

-Me gusta un chico.

Liz trató de no gritar que era obvio, logró controlarse para darle un "uhu".

-Lo conozco hace a?os, pero sólo ahora me invitó a salir.

-?En serio? –Una sombra había cubierto un pedazo de su corazón.

-Solía ser mi ayudante de química. Ahora en este semestre no lo es, por eso esperó. Tiene tickets para el baile de San Valentín.

-?Y Soul? –le preguntó Patty.

-Fue el primero que le pregunté. Me animó que le dijera que sí, que cualquier cosa él o Blake iba a estar cerca de todas formas.

-Eres tan tonta que me dolió el estómago. Voy al ba?o. -Patty dio un portazo al entrar al sector de staff.

-?Qué le pasa?

-Soul ha estado detrás de ti desde que llegó. Pensaba que haría algún movimiento.

-?Soul? No me ha dicho nada –se llevó el dedo a la boca, en un gesto de preguntarse cosas. Ahora que lo dices… cuando nos dieron las notas él me abrazó y me dio vueltas, para navidad se durmió en mi falda… y en ninguna de las veces odié que me tocara.

-Para ser una genio, eres bastante tonta.

-?No lo entiendes? –Le gritó, agitada. Maka solía enojarse seguido, pero no lloraba. Nunca. Era una de las cosas que Blake les había contado de la casa de acogida donde habían crecido los dos. –Creo que cometí un grave error.

-Maka, tranquila, no es de vida y muerte. Es un chico con el que querías salir ?No?

-Sí, desde el primer a?o. Es muy guapo. Realmente quise hacerlo siempre, salir con él. –respiró hondo. -?Me ayudas a elegir un vestido?

-Te ayudaré con el maquillaje, vestido y lo que quieras, linda.

-?Me perdí de algo? –Volvió Patty.

Febrero

Soul estaba amargado. No quería hacer el papel de frienzoneado, pero así se sentía. Como que había trabajado las inseguridades de Maka para que otro estúpido viniera y se la llevara. Blake no estaba contento tampoco, el tipo no tenía su sello de aprobación. De todas formas, llevaba a su novia, Tsubaki, al mismo baile. Ella era compa?era de Maka, así que conocía al ex ayudante y no lo encontraba mala persona.

Cuando fue al ba?o, con la película pausada, sintió que alguien entraba a su apartamento. En realidad, ningún ocupante solía tener muchas precauciones, menos Soul, pero recordaba haber cerrado el pestillo. Salió del ba?o con el bate de baseball que Black tenía a mano. Pero en el descanso de la puerta estaba ella, la peque?a rubia, enfundada en un vestido que la hacía salida de un cuento de hadas para ni?os, con las coletas enruladas, la mitad del pelo abajo, maquillada. Zapatos en la mano.

-?Qué pasó? ?Te hizo algo? ?Estás bien?

-Estoy bien, tranquilo, él fue un real caballero. Comimos, bailamos… pero…

-?Pero?

-No eras tú, Soul. Lo siento. No quería hacer raras las cosas contigo, pero…

La frase se detuvo de pronto, cortada por un beso. En un principio fue con los labios cerrados, como cuando Soul jugó a hacerla de novio en la cafetería, pero pronto ella pasó sus brazos tras su cuello, y él buscó su cintura para acercarla. Ella entonces se dejó besar mas profundo, de forma que ambos lo sintieron. No era el primer beso de ninguno, pero tampoco… se sentía distinto igual. Ella lo guió hasta que cayera de espaldas en el horrible sofá de la casa de Blake, que encendió todas las luces rojas en la cabeza de Soul. ?Acaso… iba a pasar ahora? ?Estaba realmente pasando esto? ?Qué pasaría si Blake llega cuando ellos estén…? Las estrictas reglas de no chicas pasado las nueve en el edificio de varones eran corrientemente ignoradas, pero tampoco ella podía llevarlo al de chicas, dado que lo suyo era un cuarto con closet sin cocina, con un peque?o ba?o, algo así como 18 m2.

La puerta se abrió y se escuchó una voz chillona.

-?Soul? ?Estás aquí? ?qué está pasando? ?Quién es ella?

Soul y Maka se separaron brevemente para mirarla, y verse de vuelta.

-Es… ella es…

-Lo sé, me dijo cosas muy desagradables en la cafetería meses atrás.

-?Realmente estás saliendo con esta escuincla?

El chico empu?ó las manos.

-Espera –Maka lo detuvo con la mano en el pecho. -Si la golpeas, puedes tener problemas. Además, ya es hora de guarda, necesitaré que me vayas a dejar a casa.

-?Me dejaste por esta plana? ?Una empleada de tienda? –sacó una pistola de su cartera -?No lo creo! ?Te tiene embrujado! ?La mataré y volverás a lo real!

-Eso escaló rápido. –Maka tenía las manos arriba. Soul puso los ojos en blanco.

-Mal momento, buena talla. Quédate detrás mio.

-las balas atraviesan la carne.

-Está bien, tranquila, respira. Ahora salgamos a hablar fuera, de acuerdo, eso es retrocede.

El escándalo había atraído curiosos, los que no andaban en citas o tomando en grupo, o empezaban a regresar de las celebraciones. La chica salió al pasillo, aún temblando y apuntándolos con el arma.

Mientras Soul trataba de no perder el contacto visual con ella, Maka hizo gestos que llamaran a la policía.

-?Se equivocan, soy yo la novia de Soul!

-Maka es la de química, ella viene muy seguido a verlo, Maka es su novia. No puedo creer que un buen chico como Soul haya estado jugando a dos…

-?No lo está! Ella… tiene un problema. –les dijo Maka. –Un serio problema. Maka vio cuando los policías pudieron ponerle las esposas tranquilamente tras la espalda. Blake llegó jadeando, de la mano de Tsubaki.

-Alguien me llamó, ?Están ustedes bien? ?Maka qué haces aquí?

-Hola… ehhh supongo que ahora somos canon.

Fin

Creo que es lo mas sissi y lleno de tropos que he escrito nunca.