Tik Tok navideo

Estaba ya harto… esa maldita aplicación era siempre el tema del que todos hablaban… una aplicación que, en su opinión, no servía para nada más que para ensear a los demás un baile de moda, hablar estupideces, tutoriales de cosas que se saben de sobra, y más cosas inútiles.

La última moda era pillar desprevenidos a dos desconocidos y ponerles un muérdago encima de sus cabezas… para ver su reacción y grabarla. Muchos se besaban… independientemente de si son hombres o mujeres, de si se conocen o no, o de si tienen o no pareja.

Por suerte, para los que hacían eso, a él no le habían hecho la jugarreta… aún. Rezaba para que no se acercaran a él para eso.

Solo faltaban dos días para las vacaciones y se acabaría la aplicación hasta el ao que viene. Solo estaría pendiente de su hermana Rin, que estaba totalmente obsesionada. Menos mal que ella sabía la aversión que le tenía a Tik Tok y no lo usaba o mencionaba cerca de él.


Ella era Tiktoker, le encantaba bailar sobretodo. Pero todo se lo guardaba para ella, su cuenta era privada, sólo aquellos que la seguían, que eran pocos, veían sus vídeos. Su Tik Tok era de ella y poco más.

La moda del muérdago era entretenida de ver, pero nunca se atrevería a hacerla por más que quisiera hacerla, sobre todo con cierto alvino de ojos dorados, Sesshomaru. Se había fijado en él desde que empezó la carrera. Se hizo amiga de su hermana Rin y por ella sabía que el ojidorado odiaba Tik Tok. Por ello no se atrevía si quiera a mencionar la aplicación cerca de él.

Con el tiempo él se había acercado a ella y eran buenos amigos, pero por más que ella quisiera y se le insinuara, el peliplata no daba el siguiente paso.


Ya era el último día de clase y todos los alumnos estaban revolucionados con las vacaciones y el muérdago.

Kagome salía de su penúltima clase de su horario cuando, de pronto, se vio rodeada de compaeros, uno de ellos sujetaba su móvil y, temiéndose lo peor, otro sujetaba una pequea caa de la que colgaba sobre su cabeza un muérdago… el Tik Tok del muérdago la había encontrado.

El chico que tenía a su lado… no era ni más ni menos que Kouga… un chico pesado que no paraba de invitarla a salir y, por más que lo rechazaba, el seguía insistiendo. Por la sonrisilla que este llevaba, no era una coincidencia el que estuvieran en esa situación los dos.

l la sujetó de la cintura antes de que ella pudiera reaccionar y empezó a acercarse a sus labios. Ella no quería tener nada con el moreno y levantó una de sus manos para darle la bofetada que tantas veces había querido darle…

Pero antes de darle esa merecida cachetada, una mano firme la asió del su brazo levantado y la soltó de un tirón del agarre de Kouga. Del tirón, ella se pegó al pecho del que era su salvador.

Su salvador era un peliplata que había visto de lejos otro Tik Tok de muérdago, iba a dar media vuelta como hacía siempre pero vio entre el revuelo un pelo azabache difícil de confundir.

Al ver que la encerrona era a Kagome, sus pies se movieron solos hacia ella… sin embargo, al ver que el chico que estaba con ella en la encerrona era el lobucho de Kouga, aceleró su paso y sonrió al ver que la chica iba a darle una buena bofetada. Pero su instinto le hizo cogerla del brazo, girarla hacia él y besarla como si no hubiera un maana.

Ella le correspondió gratamente y estuvieron un buen rato así, olvidándose de todo lo que tenían a su alrededor… al cabo del rato se separaron y sonrieron al mirarse a los ojos.

El moreno había desaparecido, junto con algunos de sus amigos. Pero el Tik Tok fue publicado como el momento más humillante del ojiazul y el comienzo de una gran pareja como lo eran Sesshomaru y Kagome.

Y a partir de entonces… a Sesshomaru empezó a gustarle un poco Tik Tok… sobre todo si implicaba besar a su preciosa novia.

FIN