Capítulo I: Canto del destino

La luz del sol brillaba tenuemente en lo alto, la escarcha en el pasto cubierto parecían peque?os fragmentos de cristal, era su momento del a?o favorito y sin duda alguna se hubiera tomado su tiempo para disfrutar del paraje, pero en ese momento preciso solo importaba llegar a la cima de aquella vieja monta?a que ella tan bien conocía.

Su paso era apresurado, pero no pudo ignorar una suave voz que se oía muy cerca, la melodía que se entonaba no era conocida y la letra le resultaba aún más enigmática.

" El camino de un alma no siempre es claro para su due?o, el destino juega con ellas como si fueron dados, pero la suerte no se equivoca. El hilo carmesí unirá, los corazones se llaman" Eran las palabras que cantaba una anciana de humilde vestimenta mientras caminaba tan pausadamente que parecía que el tiempo se ralentizaba.

" El camino de las almas se cruzan entre sí, incontable son las veces que se pierden. Camino de bosque, camino de monta?a, las hojas caen, se pierden, se enga?an, mueren." Sin duda era un canto extra?o, pensó para sí. Tuvo curiosidad por saber a qué se refería, pensó en preguntar, ya que la anciana estaba relativamente cerca, sin embargo, tenía que subir pronto.

"No es sensato que subas hoy a la monta?a, la nieve ahora es cambiante, aunque parezca estar firme puede enga?arte y herirte, la caída será dolorosa" Dijo con una voz muy serena y apacible la anciana, quien había cesado su melodía para advertir a la joven.

Cuando la muchacha la miró hizo una peque?a reverencia a manera de saludo y le dedicó una peque?a sonrisa. La mujer que tenía delante suyo tenía un aire solemne pero cálido, y le transmitía seguridad. Nunca la había visto en el pueblo antes, quizás era de alguna peque?a aldea cercana, juzgó por su vestimenta.

"Venerable se?ora, agradezco tu advertencia, pero conozco bien el camino de esta monta?a y he venido en otras ocasiones nevadas, soy cuidadosa, no resbalaré tan torpemente" le aseguró. "No quiero ser irrespetuosa y te pido me disculpes si no te ofrezco mi ayuda para seguir el camino, pero necesito seguir el sendero pronto."

"Toda caída duele, te aseguro que resbalar en esta suave nieve será el menor de tus males. Peque?a, toma tu canasto, no encontrarás lo que buscas, será inútil y solo tendrás tristeza." La anciana dijo con un peque?o atisbo de pesar en su voz, aunque su rostro seguía sin inmutarse.

"Aun si no lo encuentro, debo intentarlo, ?no lo cree?" Respondió la joven, ella estaba segura que su búsqueda no era un desperdició, se había impuesto esa tarea y la completaría, pero no quería contrariar a la viejecita. La dama mayor solo cerró sus ojos y apenas estiró sus labios, como si intentara sonreír, asintiendo ante la chica que estaba en su delante.

"Esa canción que cantaba ... jamás la había oído, ?de qué ...?"

"No mucha gente la comprende, pero quienes lo hacen a veces se toman su tiempo en entenderla. Si ya has decidido seguir adelante, no te entretendré más". La anciana se giró y avanzó unos pasos cuando escuchó la respuesta a su despedida. "Que tenga buen viaje, venerable se?ora" lo siguiente que oyó fueron los pasos de la chica alejándose con prisa.

"Desearía poder decir lo mismo, Korihana"


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