Descargo de responsabilidad: Los personajes pertenecen a DC Cómics. No hay ánimo de lucro.


Capítulo 5:

El ambiente en la Casa Falcone era tenso. Mario podía ver claramente que Lee no entendía qué era lo que estaba sucediendo. Fue Ana, una de las chicas de Víctor, la encargada de avisar a las familias y a Víctor que Sofía Falcone había regresado a Gotham. Carmine había sido el primero en darla la bienvenida. Estaba reunido con los Zsasz, jugando una partida de póker en el salón, mientras esperaban a Oxana. Mario y Lee habían estado de guardia en el hospital, en uno de los peores turnos de urgencias que había visto en meses. Había tenido que dejarlo todo enseguida, últimamente no ganaba lo suficiente para ese tipo de sobresaltos. ?Necesitaba unas vacaciones! A ser posible, lejos de las familias y de los negocios de su padre, porque era eso lo que le estaba generando estrés.

- Vengo a conocer a la nueva integrante de la familia.-dijo Sofía.

Lee fue la única que la creyó. El resto sabía que Sofía estaba mintiendo. Había algo en Gotham que ella quería o algún lío del que necesitaba salir o alejarse desesperadamente. Pero Lee no sabía nada de eso, todavía no entendía lo que era la lealtad familiar en la mafia, no conocía la historia de Sofía Falcone.

Lo que para Lee eran preguntas normales o interés de Sofía en ella, Mario sabía que su hermana estaba intentando sacarla información. Lo que para Lee eran preguntas sobre Mario, Mario sabía que Sofía estaba buscando algún punto débil. Lee estaba cayendo en todas sus trampas y no se daba cuenta. Tendría que tener una charla con su esposa, porque estaba casada con el hijo de un capo de la mafia y no podía ir dando ese tipo de información.

- ?Y dónde está Víctor?-preguntó Sofía, provocando que todos se tensaran al instante. Nadie quería contestarla, ni siquiera Mario. ?l miró a Lee, para que se mantuviera callada, algo que afortunadamente ella hizo. Mario no delataría a Víctor, él ya no era esa clase de hombre. Sofía cogió una silla y se sentó al lado de su padre. Le estaba retando.-Me enteré que alguien os había secuestrado. ?Una lástima! ?Me alegro de que ya estéis bien!

- Sofía.-dijo Carmine.-Ya basta de juegos. Dime ?por qué has venido?

- ?Qué pasa, papá? ?No puede tu hija mostrar interés en su familia?-preguntó Sofía.

- Ambos sabemos que no estás aquí por eso.-dijo Mario, incapaz de quedarse callado.

- Tienes razón.-dijo Sofía sorprendiendo a todos.-La razón de mi visita es simple. Quiero casarme con Víctor.

Bueno. Su hermana siempre había sido muy directa cuando era necesario. Esto era completamente inesperado. Víctor y Sofía nunca se habían llevado bien. Mario sabía que Víctor era bisexual, pero Sofía no era la clase de mujer que pudiera interesarle a Víctor. Ella era cruel, frívola y a veces sádica. Sofía y Víctor se habían odiado mutuamente desde que eran peque?os. No tenían ningún tipo de contacto. ?Qué se le habrá pasado a su hermana por la cabeza? Mario no podía entenderla. La situación era completamente ridícula. Al parecer todos pensaban lo mismo, salvo Lee, que no se estaba enterando de la situación real.

- ?Qué?-Mario había expresado lo que todos pensaban.

- La cosa es simple. Papá, estás perdiendo poder. Todos lo saben. El Pingüino te está robando tu territorio, tus negocios y familias. Yo puedo encargarme de todo. Soy una Falcone. El problema es que eso no basta y pocos me respaldarán porque soy una mujer. Víctor es leal a la familia y como mi marido, será mi consorte y mi consiglieri.-dijo Sofía.

Expresado así, sonaba lógico. Mario sentía lástima por Víctor en este momento. Miró a Lee. Se alegraba de tenerla y de que su matrimonio hubiera sido por amor. Este tipo de confabulaciones era normal entre la mafia y él mismo se había librado de unos cuantos. Nunca se lo diría a Lee, pero la había investigado antes de que empezaran a salir, cuando descubrió que no tenía conexiones directas ni indirectas con ninguna familia mafiosa, la invitó a salir. Puede que algún día ella quisiera experimentar y llevar algún negocio. Mario no aprobaba lo que hacía su padre, pero le respaldaba, al igual que haría con Lee si llegaba la ocasión.

- Quita tus zarpas de mi nieto.-dijo Svetlana.-Ya le has causado suficiente da?o.

- Yo restauraré el apellido Falcone.-respondió Sofía.-Continuaré con el linaje familiar, le daré un heredero. Las familias Falcone y Zsasz unidas, reinando sobre Gotham.

- Me niego. No lo permitiré.-dijo Svetlana.-Sé lo que les sucedió a tus maridos. Siete ?verdad? ?O eran ocho? ?Qué pasará con Víctor el día que lo hayas exprimido del todo, que no pueda darte el capricho que se te antoje? ?Aléjate de él!

Siete maridos de Sofía (que se sepan). Todos adinerados, multimillonarios, empresarios, con conexiones, algunos mafiosos. Todos muertos o desaparecidos (es decir, muertos). Sofía quedó impune de todo, pero misteriosamente heredó todo el dinero y negocios de sus maridos. No era de extra?ar que nadie, ni siquiera Mario, quisieran que Sofía y Víctor se casaran.

Se empezaron a escuchar disparos afuera. Mario, con sus rápidos reflejos, empujó a Lee al suelo. Las ventanas ya estaban rotas, los cristales por el suelo, las balas atravesaban los muebles, pero afortunadamente, todos estaban ilesos.

- ?Qué está pasando?-preguntó Lee.

- No lo sé.-respondió Mario.

No quería pensar que Sofía estaba detrás de esto. Vio a su padre y a los Zsasz con sus móviles, dando instrucciones a sus hombres. Mario se tapaba los oídos para no oír nada, así evitaba que el sonido de las balas perforase su tímpano. Lee hizo lo mismo. Ella no estaba acostumbrada a los tiroteos como él, pero su experiencia médica la hizo reaccionar. El reloj de su mu?eca marcaba las once y media de la noche cuando se acabó el tiroteo, el reloj de la pared, destrozado, marcaba las once y veinte. Era más fiable el de su mu?eca. Hubo un momento de quietud, donde nadie quería moverse por si estaban recargando, después vinieron los gritos pidiendo ayuda. Iván reaccionó primero al reconocer a Oxana. Con cuidado, pero sin entretenerse, salieron. Encontraron a Jim Gordon en el suelo, apenas consciente, herido de varias balas. Víctor estaba a su lado, pálido pero con expresión asesina, mirando constantemente alrededor. Lee se arrodilló a su lado, tapando la herida, mientras Carmine pedía una ambulancia.

- Me protegió del tiroteo.-dijo Oxana.

Mario suspiró. Estaba cansado. Jim Gordon causaba más problemas de los que solucionaba. Empezaba a pensar que Gordon estaba loco y que Lee se había quedado con él y no con Jim, porque sabía que era más probable que Mario regresara a casa, que era Mario el que le daría seguridad y no Jim. Si ese era el caso y Lee creía que había seguridad con el hijo de un Don de la mafia italiana, Mario tendría que reconsiderar el divorcio. Se arrodilló al lado de Lee para ayudarla a atender a Gordon. Ahora su familia le debía dos deudas de vida.

Esperaba que Sofía no estuviera detrás de todo esto, porque el tiroteo, además de destrozar la Casa Falcone, había estado a punto de matar a dos de las familias mafiosas que regentaban Gotham. Ni siquiera Carmine podría salvar a su hija si se demostraba que tenía algo que ver con esto.