Sekaiichi Hatsujoi

Kirishima Zen x Yokozawa Takafumi

.

Había sido en su cumpleaos 35. Sí, Hiyo era muy perspicaz y el un idiota por no notarlo.

.

.

.

Feliz Cumpleaos a Yokozawa Takafumi!

Gracias por leer y sus comentarios!

Los amo~

.


Junio 18

.

Había sido en su cumpleaos #35 cuando Hiyori los había visto besándose en la sala.

Ese martes por la tarde, Kirishima y él habían logrado salir temprano del trabajo, lleganoo antes de lo normal a la casa del editor.

-Tengo un regalo para ti, pero quiero dártelo mientras aún estamos solos.

Desconfiando totalmente del significado torcido que la frase emitía, se había negado rotundamente. Hiyo volvería pronto de su club en su primer ao de preparatoria y lo que menos quería era que presenciara algo que aún no debía.

Seis aos habían pasado desde que había comenzado a andar con Kirishima y aún podían mantenerlo oculto de su hija. Cómo? Ni él mismo lo entendía, pero así era.

-Si quieres también podemos divertirnos un rato en el cuarto mientras llega Hiyo, pero no me refería a eso- susurró en su oído mientras le sujetaba por la cintura y luego se alejaba unos pasos con una carcajada.

Rojo por delatar sus propios oscuros y sucios pensamientos, aclaró su garganta y preguntó de qué se trataba.

-Cierra los ojos y extiende tu mano.

Frunció un poco el ceo pero aún así hizo lo que se le indicaba. No pudo evitar pensar en un anillo, era eso lo que estaba por darle? Aunque... realmente ya tenían uno de aos atrás conseguido en uno de los tantos viajes al parque de diversiones.

Escuchó el abrir de una caja y el sonido metálico de lo que pensó era una cadena. Casi enseguida sintió el metal frío en su mueca.

-brelos.

Lo hizo y su mirada se fijó en su mano, donde Kirishima estaba colocándole un reloj color plata, él mismo con uno muy parecido en negro.

-Uno más a las cosas que hacen juego -el mayor rió- Pero no pude evitarlo, especialmente después de que comentaras hace un par de semanas que el tuyo se había descompuesto. Vi este par y enseguida pensé en nosotros.

Su sonrisa era tan sincera que no pudo más que sentir un gran aprecio por el hombre.

-Y no es todo...

Antes de colocarlo por completo, volvió a retirarlo y girarlo para mostrarlo por el revés.

-Tiene grabadas en romaji las iniciales de nuestra familia.

"Nuestra familia..."

En efecto, las iniciales Z, H y T estaban grabadas en una letra cliché cursiva. Una pequea risa se le escapó. Nunca dejaba de sorprenderle lo romántico que Kirishima llegaba a ser.

El editor de Japun volvió a colocar en posición el reloj y, mientras lo ajustaba, le vió directo a los ojos, acercando lentamente y su cabeza e inclinándose. De un momento a otro, besándole de manera suave. Cuando hubo terminado con la pieza de joyería, colocó su mano izquierda en su cadera y la otra en la espalda. l, por su parte, con los ojos cerrados, se aferró con una mano al suéter de tejido de punto y con la otra a la cintura de su pareja.

"Ah... diablos" Kirishima era tan bueno en esto.

Pronto sintió cómo sus lenguas poco a poco se entrelazaban. Lento, sueve, tomándose su tiempo. Sintió el suspiro en sus labios, cómo una mano guiaba su camino hasta su cabello, acariciándole y relajándolo. l mismo atrajo hacia sí al cuerpo ajeno.

Podría quedarse así por horas. Podría... pero...

-Aaah!

La expresión de asombro de una voz femenina lo sacó de su pequeo cuento y de un momento a otro sintió cómo la vida dejaba su cuerpo y empalidecía al percatarse de quién era esa voz.

-Hiyo! -exclamó el padre.

Kirishima aún lo sujetaba, así que rápidamente lo alejó por impulso y volteó a ver a la no tan pequea nia (o más bien adolescente).

-Hiyo, no es lo que pare-! -se apresuró a decir

-Es exactamente lo que parece... -le interrumpió en un murmuro el mayor a lo cual no tardó en verlo con una mirada acusatoria.

-Lo siento! - Hiyo junto ambas manos e inclinó la cabeza, disculpándose - Fui yo quien les dijo que llegaría más tarde y al final terminé saliendo pronto del club.

-No te preocupes, esta también es tu casa -contestó Kirishima.

-Hiyo... -intentó intervenir.

-No te preocupes Oniichan, todo está bien!

Qué estaba sucediendo...? No comprendía.

-O... tal vez debería decirte...Papá?

Sintió cómo el mundo le daba vueltas y tuvo que agarrarse del sillón y sentarse para no desmayarse del susto, la impresión y todo lo que fuera que estaba pasando en su cuerpo en ese momento, llevándose incluso la mano al corazón.

Mientras. escuchaba cómo Hiyori reía y Kirishima lo veía con una carcajada claramente contenida.

-Tenías razón papá. La expresión de oniichan fue muy divertida -limpiándose unas lágrimas que se escapaban de sus ojos, comentó- Iré a terminar tarea y prepararme para la cena.

Y desapareció en su cuarto.

Un momento... Esto sólo podía significa que... Kirishima y ella ya habían tenido esta conversación! Volteó a ver al mayor, cuestionándolo en silencio.

-Hace dos aos me arrojó la pregunta. Hiyo es una nia muy perspicaz, sabes?

Sí, Hiyo era muy perspicaz y el un idiota por no notarlo.