Holaaaaaaaaaaaa

Estoy que me muero de la vergüenza, llevo casi dos meses sin actualizar pero últimamente no me da tiempo de nada, para compensarlos subiré otras historias que tengo escritas desde hace algún tiempo para que se entretengan y tratare de actualizar por lo menos cada mes, bueno los dejo continuar así que ...

Sayonaraaaaaaaaaaaaaaa

Capítulo 4 Conociéndote un poco más (parte 1)

El último día del entrenamiento estaba por terminar, todos preparaban sus cosas para irse a casa a descansar.

― Excelente- aplaudió― estos tres días todos pulimos poco a poco nuestras habilidades

― Quieres alejarte de mí- gru?o molesto

―No quiero- dijo con indiferencia

― Y nos estamos preparando para las nacionales- continuo

― Maldito zorro

― Quieres callarte no escucho al capitán

― Dentro de poco...

― Tu sucio hedor me marea, vete al otro lado de la cancha

― Tarado, ni siquiera sabes cómo se escribe hedor

― MALDITOOOOOOO

― Cállense de una vez- grito furioso al ser interrumpido constantemente por los dos jóvenes del fondo― todo el día se la han pasado peleando y ahora están interrumpiendo cuando estoy hablando

― Gory, no tienes porque darle animo a esos perdedores, ya verás que el gran Sakuragi derrotara a todos los equipos en las nacionales- fanfarroneo, haciendo saltar una vena al capitán

― No seas engreído, ?piensas que las nacionales son fáciles?, si te confías demasiado terminaras perdiendo y te arrepentirás toda tu vida

Todos miraban aliviados, parecía que el joven pelirrojo se había recuperado por completo al verlo tan animado para estar peleando con su eterno rival Rukawa.

― Bien, todos vayan a descansar, ma?ana nos veremos en el entrenamiento de la tarde y espero que todos tengan muchos ánimos

― ?SI!- gritaron

Comenzaron a recoger el equipo y su equipaje, poco a poco se iban despidiendo hasta quedar solamente dos personas en el gimnasio.

― ?Oye!, ?me puedes decir qué demonios te pasa?- lo miro malhumorado debido a que todo el día se la paso pegado a su lado

― ?De qué hablas?- fingió ignorancia, haciendo rabiar más al pelirrojo

― No te hagas el tonto, todo el día te la pasaste molestándome, tu sola presencia me repugna y hace que me sienta asqueado

― Vaya- dijo asombrado- no pensé que supieras tantas palabras nuevas y bien usadas en una oración- lo miro dudosamente, quizás finalmente sus neuronas estaba funcionando para hablar de esa manera

― Maldito, ?quieres que te golpee?- lo sujeto de la solapa de la camisa, con el pu?o en lo alto estaba dispuesto a matarlo. Rukawa lo miro, sujeto su mano con fuerza haciéndolo soltar su camisa.

― Lo que quiero es esto- sin dejarlo reaccionar lo tomo de la barbilla y lo obligó a besarlo, al principio intento apartarlo pero le sujeto ambas manos y conforme pasaban los minutos sus contantes forcejeos se esfumaron por completo dejándose llevar por los suaves labios del pelinegro y cayendo al suelo por el aturdimiento― ya te lo dije, te quiero solo para mi- Hanamichi no podía evitar aguantar la respiración, el semblante serio de Rukawa no detonaba alguna vacilación, aunque, en si no le había dicho bien lo que quería de "él" solo podía imaginarse lo que "él" pretendía.

― N...no vuelvas a hacer eso- cuando finalmente reacciono el sonrojo en sus mejillas era lo suficientemente notable y aunque intentaba cubrirse el rostro se podía notar. Se levantó y se dirigió a la entrada listo para irse a su casa, abrió la puerta y al cerrarla la azoto.

Rukawa no podía evitar quitarle la vista, miro a un costado y suspiro desganado, tomo las cosas que estaban recargadas en la pared y salió del gimnasio.

A varios metros de distancia un joven iba diciendo maldiciones mientras se dirigía a su casa pero se detuvo al darse cuenta que no llevaba su equipaje consigo― Maldita sea, ese estúpido zorro- refunfu?o― ni loco vuelvo ahí- se negó a regresar

― Hey idiota- susurro en su oído desde su espalda haciéndolo saltar por los escalofríos que le causo el acercamiento―olvidaste esto- dijo estampando el maletín en su pecho

Sakuragi aún no salía de su shock, su corazón estaba acelerado y el nerviosismo le impedía abrir la boca.

― ?Y bien?- pregunto como si estuviera esperando algo pero su acompa?ante parecía no entender, así que lo dijo claramente― ?no me vas agradecer?- completo, haciendo saltar al joven que lo miraba avergonzado pero aunque quería decir algo su boca simplemente no emitía sonido alguno

― Yo... yo no te pedí que lo trajeras- le costaba tanto decir esa palabra y más cuando se trataba de ese zorro engreído

― Esto no lo hice de a gratis, quiero una bebida

Lo último que quería era deberle un favor al estúpido de Rukawa, aunque podía negarse prefirió terminar con el asunto lo más rápido posible porque al estar a su lado le causaba un sentimiento extra?o.

Saco unas monedas de sus bolsillos y se dirigió a la máquina expendedora pero cuando le entrego la bebida este la rechazo

― No la quiero- miro la lata de refresco haciendo gru?ir al pelirrojo

― Maldito- estuvo a punto de lanzársela pero fue interrumpido

― No la aceptare a menos que provenga de tu casa

Sakuragi lo miro (° o°), Rukawa lo miro (?_?)... Sakuragi lo seguía mirando y Rukawa también lo seguía mirando

Apretó la lata de refresco que sostenía en sus manos hasta reventarla― Vete al diablo- y la arrojo, Rukawa se cubrió la cara para que no lo golpeara mientras veía al pelirrojo murmurando maldiciones camino a su casa, suspiro con desgano y lo siguió.

― Oye, QUIERES DEJAR DE SEGUIRME DE UNA MALDITA VEZ- se giró gritando, ya estaba harto de dar vueltas por los alrededores, pensó que después de dos horas se cansaría y se iría a su casa pero a pesar de todo continuaba caminando detrás de él, inclusive intento despistarlo al dar una vuelta a toda velocidad por algunas calles pero al mirar al frente estaba parado a un costado suyo y eso solo hizo que se preguntara ?cómo diablos había logrado alcanzarlo si le llevaba una buena distancia de ventaja?, respuesta: corrió en círculo.

Cansado y fastidiado miro hacia atrás y vio que aún lo seguía, era mejor terminar con el asunto, inicio su caminata nuevamente hasta llegar a una peque?a casa de dos pisos, parecía vieja y maltrecha y por lo que podía ver el espacio era muy reducido para cada habitación, continuo su camino y subieron por las escaleras, las luces de las demás habitaciones estaban apagadas debido a que casi era cerca de media noche.

Sakuragi saco de sus bolsillos un juego de llaves, abrió la puerta y aventó su mochila en una esquina, se dirigió directamente al refrigerador, sacando de el una bebida que de inmediato estampo en el pecho del pelinegro.

― Toma tu estúpida bebida y lárgate de aquí- dijo furioso

― Ya es muy noche y tengo sue?o, me quedare a dormir aquí

― ?Q...QUEEEEEEEE??- grito entre ofuscado y anonadado ?acaso ese tonto estaba jugando con él?― A M? NO ME IMPORTA SI ES DE NOCHE O TIENES SUE?O, SOLO LARGATE DE MI CASA- y colérico comenzó a gritarle

Rukawa tapo sus oídos por los tremendos gritos que el pelirrojo le proporcionaba, sabía que no iba a ser fácil pero de que se quedaba se quedaba

― Estúpido, no grites, despertaras a los demás, si eres tan escandaloso te correrán de este lugar- y de inmediato guardo silencio. Rukawa se extra?ó de su comportamiento, su rostro estaba rojo y avergonzado, apretaba los pu?os con fuerza y veía como intentaba contener toda su ira, al parecer esas palabras le habían hecho recordar algo pero ?Qué sería?, lo único que estaba seguro era que averiguaría todo sobre de el

― Bien, quédate- dijo malhumorado mientras se rascaba la cabeza

Observando a los alrededores todo parecía tan vacío, una cama en una esquina, una peque?a parrilla sobre una mesa, un par de ollas, sartenes, vasos, platos y palillos, todos esos utensilios los podía contar con sus dos manos, un peque?o lavabo y un ba?o, después de ver los alrededores solo pudo deducir que el joven vivía solo pero ?por qué?

― Tengo hambre, dame algo de comer

― Maldito sinvergüenza, todavía que me haces pasar un día de mierda vienes a pedirme comida- gru?o molesto

― Si, soy tu invitado

― ?Invitado? Mis %$?, no tengo nada de comer y no voy a cocinar nada, si no te gusta lárgate de una vez- su respiración estaba acelerada aunque quería gritar no podía y en verdad estaba enojado como para no hacerlo

― Bien, yo cocinare- contesto dejando impactado al pelirrojo, reviso el refrigerador sacando un poco de arroz, verduras y huevos, hábilmente movía sus manos y preparo un omelet de huevo con arroz y verduras salteadas, Sakuragui solo lo observaba desde su mesita ubicada en el centro de la habitación, finalmente termino y dejo dos platos sobre la mesa, se veía delicioso y no podía evitar que la saliva se escurriera sobre la mesa

― Come- dijo y tomo una cuchara para empezar antes que el pelirrojo.

Sakuragi miro el plato, en verdad tenia buena pinta y olía delicioso y aunque quería negarse su estómago comenzó a gru?ir haciéndolo avergonzar.

Tomo la cuchara con cautela, se sentía extra?o con esta situación, después de todo tener a Rukawa en su casa, siendo el su gran rival y comiendo un plato preparado por él, jamás lo habría imaginado.

Metió el primer bocado a su boca y un delicioso sabor la inundo, emocionado continuo comendo hasta dejar el plato vacío y satisfecho grito ― Gracias por la comida-y por extra?o que parezca alguien le contesto

― De nada idiota- aunque lo había insultado no lo tomo en cuenta, desde hace un par de a?os nadie le contestaba cuando decía esa frase y en estos momentos, una calidez lo invadió por completo, haciéndolo derramar una lagrima por su mejilla dejando impactado al pelinegro por su reacción y al darse cuenta seco rápidamente sus lágrimas con las mangas de su chaqueta.

Rukawa se levantó, sujeto su mu?eca y lo acerco hacia su pecho. Otra vez una calidez recorría todo su cuerpo, respiro profundo y se abrazó de él dejándose llevar por el momento.

― Dime...?Qué te pasa?- acaricio su cabello depositando un beso en su cabeza, esperando a que el joven contestara su pregunta

― Mi...- escuchaba atentó― mi mamá falleció cuando tenía 5 a?os, no recuerdo mucho de ella pero si recuerdo que su comida era deliciosa. Recuerdo que los tres cenábamos juntos, nos divertíamos y jugábamos antes de irme a dormir, me contaba un cuento, me arropaba, acariciaba mi cabello y me daba un beso en mi cabeza pero un día enfermo... recuerdo- hizo una pausa― que íbamos muchas veces al doctor, mi mamá perdía peso día con día y ya no tenía energía para prepararnos la rica comida que nos hacía, yo me encargaba de ayudarla mientras mi papá trabajaba tiempo extra para solventar los gastos pero aun así tuvimos que vender la casa y mudarnos a un departamento peque?o, aunque llevaba todos sus tratamientos en tan solo tres meses falleció y mi padre y yo nos quedamos solos .

Cuando tenía 6 a?os me pelee con el hijo de la se?ora que nos rentaba el departamento y nos corrieron de aquel lugar, fuimos a otros 4 departamento pero en todos lados nos corrían porque hacía mucho ruido y no les gustaban los ni?os, finalmente nos mudamos aquí cuando entre a la secundaria.

En este departamento llevo viviendo 4 a?os, parecía que ya nos habíamos acoplado a esta nueva vida sin mamá pero un día cuando regresaba de la escuela mi padre estaba tirado en el piso, intente levantarlo pero estaba teniendo un infarto, salí corriendo para buscar ayuda pero unos tipos que había vencido unas horas antes me atacaron. Eran más de 10 personas y aunque rogué que me dejaran ir seguían golpeándome- una ira incontenible invadía el calmado corazón del pelinegro al escuchar todo lo que le había pasado al pelirrojo―le dije que mi padre estaba teniendo un infarto pero no querían escucharme, Yoei me ayudo, los derrotamos y salí corriendo al hospital pero cuando regrese con el doctor a mi casa, mi padre ya había muerto- un par de lágrimas se derramaron por su mejilla― después de eso me dedique a las peleas, sin importarme nada más, me jure que nunca sería derrotado por nadie- se apartó de sus brazos― je solamente Yohei sabe esta historia, ni siquiera a los chicos se las he contado, no sé porque te lo conté- se limpió las lágrimas y se iba levantar pero fue detenido por unos enormes brazos que lo sostenían por la espalda

― No es tu culpa- las lágrimas se derramaron por completo, esas palabras las había deseado escuchar desde hace mucho tiempo, termino de contarle que ninguno de sus tíos se quiso hacer cargo de el porque lo culpaban de la muerte de sus padres, que su mamá estaba cansada de cuidarlo y por eso no se recuperó y que su papa falleció por ser un chico problema que buscaba peleas con cualquiera que se le acercara― Idiotas, todos son unos malditos- Rukawa no dejaba de maldecirlos, se rio un poco y sintió como el peso de su corazón se había hecho más liviano.

Respiro profundo y se dejó mimar, después de tanto llorar se quedó dormido, Rukawa lo cargo para recostarlo en la cama, se deshizo de su ropa dejándolo en camiseta y bóxer, se quitó su ropa y se acostó a su lado, lo abrazo por el cuello y enredo sus piernas con las de él, le dio un ultimo beso en los labios y se durmió