Extra 2

Volvieron al camino que en el estaban, recorriendo unos 15 minutos, se volvieron a detener, esta vez, Fersen bajó primero y le dijo para bajar.

Oscar – Qué pasa Axel, algún problema

Fersen – No mira atrás

Atrás de ellos estaba un peque?a cascada con un laguna, muy bella, él vio que en su mirada un brillo muy especial.

Se le acercó le tomó de la mano, y la guió hasta la orilla.

Fersen – Oscar, si deseas puedes ba?arte o mojarte los pies, tengo toallas en el carruaje.

Oscar – Oh Axel, si me gustaría mojarme los pies, parece no tan profunda, pero me gustaría que me acompa?es.

Fersen – Claro que si, y de hecho si bien recuerdo no es profunda.

Se sacaron los zapatos y las medias, y se acercaron a la orilla de la laguna, caminaron por el borde, Oscar estaba muy feliz, Fersen la miraba con mucho cari?o, ya que era la primera vez que la veía con esa expresión de felicidad. Cuando estuvieron a la mitad de la laguna, el agua les llegaba a la mitad de la pierna. De pronto Fersen sintió que le caía agua al su rostro, y era ella que le había echado un poco. En ese momento, Oscar sintió que le caía agua a ella, y de pronto empezó una peque?a guerra de agua, los dos estaban muy felices echándose agua mutuamente. Al acercarse se empezaron a empujar, y después de una lucha los dos terminaron sentados dentro de la laguna, totalmente mojados.

Cuando reaccionaron como estaban se empezaron a reírse mucho. Caminaron para salir de la laguna, en ese momento Oscar se resbaló con una piedra que estaba llena de moho, cayendo al fondo del lago, para lo cual Fersen se apresuró y la sacó, ella se agarró del cuello, ya que la levantó al estilo princesa.

Fersen – (Mirándola a los ojos) Oscar estás bien?

Oscar – Si, bien

Se miraron los dos, un vínculo entre ellos se había creado, que era invisible pero en ese momento empezó a brotar, de pronto empezaron a acercarse sus rostros, y se dieron su primer beso, uno muy simple pero llenos de sentimientos.

Cuando se separan sonríen y sin decirse nada uno al otro Fersen la llevó en brazos hasta la carreta, el cual la puso dentro.

Fersen – Allí hay una muda de ropa, cámbiate, yo espero afuera.

Oscar – Si, Axel, eso haré.

Terminó de cambiarse e hicieron el cambio, ya que consistía en una bluza y un pantalón. Fersen se cambió más rápido. Luego entraron a la carroza, ahora juntos en el mismo lado, él tomó la iniciativa y le tomó de la mano, y aprovechó para entrelazar sus dedos. Oscar se puso roja.

Fersen – Oscar, yo siempre…

Oscar – Shhhhh, lo sé – le puso su dedo sobre sus labios, a lo que Fersen tomó la mano y le dio un beso. Después volvió a acercarse a ella para volver a besarse, esta vez, ya sin miedo ni temor. Cuando se separaron.

Fersen – Gracias Oscar, soy el hombre más feliz del mundo.

Oscar – Si yo también estoy feliz.

Fersen – Ahora que deseas hacer, seguimos el paseo o volvemos a casa.

Oscar – ?Sigamos, pero hay más cosas para ver?

Fersen – A ver, un pueblo, una feria…. Pero nada más hermoso que tú.

Oscar – jeje (sonrojándose) , vamos a la feria, me intriga.

Fersen – Está bien, vamos.

Se sentaron del mismo lado, ahora Oscar apoyaba su cabeza sobre su hombro y estaban tomados de la mano, entrelazando sus dedos.

Oscar estaba feliz, era la segunda vez que se sentía libre de ser como es realmente, junto a la persona de la cual se había enamorado.

Y así visitaron la feria, comieron, pasearon, se divirtieron y después de unas horas ya estaban cansados y retomaron el regreso a su casa.

Cuando llegaron se encontraron con otro carruaje que había llegado, ya era tarde. Entraron y se sorprendieron quien estaba adentro.

Oscar – Padre !

Coronel Jarjayes – Oscar, hija, Fersen, me da gusto que estén disfrutando de su tiempo juntos. ?Y supongo que me darán una buena noticia no?

Oscar – Bueno, padre….

Fersen – Coronel, bueno con Oscar somos pareja desde hoy.

Oscar, se ruborizó, mientras que su padre esbozó una gran sonrisa, pocas veces vista por su hija, llena de alegría verdadera.

Coronel Jarjayes – Que bueno, esas palabras me hacen muy feliz. Hija ven para darte un gran abrazo.

Y así Oscar con Fersen fueron abrazados en forma muy efusiva por el Coronel.

Oscar – Me alegra, y que bueno que estés aquí con nosotros, tienes algunas novedades o solo de visita.

Coronel Jarjayes – Para las dos cosas, vine a ver como te iba aquí y de paso contarte como van las cosas por París. Las cosas están igual, pero Alaín se ha recuperado y ya pronto saldrá de prisión, se le acortó la pena por haberte salvado. Saint Just, no ha sido encontrado pero dudo que por un tiempo vuelva a las andanzas, pues sus heridas eran de consideración. Pero también me comuniqué con tu madre y me dijo que vendrá a visitarte y que espera que seas muy feliz.

Oscar – Oh que bien, les das mis saludos y a mis hermanas también. Dile que las extra?o y la quiero mucho.

Coronel Jarjayes – Oscar, me sorprendes, nunca había escuchado expresarte así, amigo Fersen, has sido una muy buena influencia para mi hija.

Oscar – Padre, no exagere (ruborizándose), y Axel, no sonrías tanto que la mandíbula te va a doler.

Fersen – Jajaja si, Oscar como tú digas. Coronel puede quedarse el tiempo que sea necesario aquí, mi casa es su casa.

Coronel – Gracias Fersen, sólo por esta noche, ma?ana tengo trabajo que hacer.

Fersen – Muchas gracias Coronel, ya avisé para que se quede en el dormitorio de huéspedes.

Coronel – Bueno, me retiro, ha sido un largo viaje, ustedes no se preocupen por mí, tienen bastante para conversar. – dijo (cerrándole el ojo a Fersen)

Fersen – Humm si, vamos Oscar, si tienes hambre podemos cenar algo ligero.

Oscar – Si, Axel, un poco.

Cenaron solo leche con unos panes. Después se sentaron en la sala, uno frente al otro, necesitaban conversar, porque ahora ya era una pareja. Ya lo sabía el Coronel, pero le extra?aba la tranquilidad de la casa, al consultar, le dijeron que Fabián y Sofía había ido a la capital a comprar, ya era tarde, por lo tanto, debieron quedarse en un hospedaje.

Fersen – Bueno Oscar, sé que lo has pasado, y quisiera saber qué opinas de nuestra relación, ya que puede ser que sea debido al momento, no sé. Perdona que piense así, estoy sintiendo muchas cosas y bueno no quiero obligarte a nada.

Oscar – (se sentó junto a él, y le tomó de la mano, entrelazando sus dedos), Axel debo confesar que la primera persona de quien me enamoré fuiste tú, cambié mi forma de pensar y mis sentimientos y pensamientos estaban contigo, por ti me puse mi primer vestido. Y cuando me rechazaste me dije que nunca más iba a volver a sentirme mujer de nuevo.

Fersen – Oh Oscar, por Dios, no sabía.

Oscar – Déjame continuar por favor, y fui al regimiento militar, André se me declaró, yo no le hice caso, pero su persistencia y su devoción hacia mí hizo que empiece a quererlo, no sé si sabías, pero al otro día después que yo acepté estar con él y ser su esposa, aunque nunca me casé, lo mataron, yo quedé muy mal herida y lo demás ya lo conoces.

Fersen – Oscar, es una gran pena, pensé que André estaba contigo hace tiempo, cuanto lo siento.

Oscar – Sobre nosotros, estoy muy feliz contigo, eres mi primer amor Axel.

Fersen – Oscar, me siento muy halagado, te quiero mucho Oscar, en este tiempo que hemos estado juntos he visto a ti, la verdadera mujer, fuerte, decidida, emocionada de la cual me he enamorado cada vez más.

Oscar – Escuchar eso me hace muy feliz.

Se acercó hacia él y se besándolo de una forma muy tierna. Sintiendo en su corazón el amor de cada uno. Se separaron en unos minutos.

Fersen – Vamos linda, a descansar, ya es tarde y ma?ana tu padre seguro saldrá muy temprano.

Oscar – Bueno si, con todo lo que ha pasado, si estoy agotada, buenas noches Axel. Gracias por el día de hoy.

Se dieron un tierno beso y se dirigieron a sus habitaciones.

Al día siguiente, temprano Oscar se había levantado muy temprano, ya que lo más probable es que su padre se iría a primera hora.

Y era cierto, el Comandante ya estaba cambiado y tomando desayuno en el comedor.

Oscar – Buenos días padre, como amaneció.

Coronel Jarjayes – Muy bien Oscar, el clima es muy bueno y se descansa muy bien aquí. Y aprovechando que estamos solos, dime Oscar, ?eres feliz aquí con Fersen?

Oscar – Bueno padre, esto es nuevo para mí, ya que con André fue muy distinto en época de persecución, y siendo sincera estoy tranquila y me siento muy bien a su lado.

Coronel Jarjayes – Hija, nunca te pregunté, ?pero en verdad estuviste con André?

Oscar – Si, padre, lo quise mucho, y murió, al día siguiente después de que yo recién lo acepté y estar por primera vez.

Coronel Jarjayes – Oh hija, lo lamento mucho, no supe eso, pero ahora me alegra que seas feliz al lado de Fersen, se nota que te quiere mucho, me di cuenta cuando hizo hasta lo imposible por rescatarte y aun así poniendo en riesgo a su vida. ?El se ha portado bien contigo?

Oscar – Si, todo un caballero conmigo, aunque le contaré sobre André, espero que me comprenda.

Coronel Jarjayes – Claro hija que lo hará, si te quiere lo hará.

Estuvieron conversando unos minutos más, cuando llegó Fersen

Fersen - Buenos días, espero que hayan descansado muy bien mi amor, y usted también Coronel Jarjayes.

Oscar se sonrojó, nunca le había hablado así, y más aún cuando se acercó a darle un beso en sus labios, frente a su padre.

Oscar – Axel, puedo hablar contigo

Coronel Jarjayes – Bueno yo he pasado un muy buen día y ya me retiro, Fersen, cuida a mi hija y Oscar, se feliz.

Fersen – Coronel Jarjayes, ?no se va a quedar más tiempo?

Coronel Jarjayes – No Fersen, tengo mucho que hacer en Francia y tú debes conversar con mi hija.

Fersen – Si claro Coronel, espero regrese muy pronto con su familia, mi casa es su casa.

Coronel Jarjayes – Muchas gracias Fersen, lo tendré en cuenta, Oscar cuídate mucho, me avisas cualquier novedad.

Oscar – Si padre, cuídese mucho por favor, y si me gustaría que venga mi mamá y mis hermanas.

Coronel Jarjayes – Eso haré hija. Ahora si me tengo que ir. Adiós y muchas gracias.

Se despidió de los dos con un abrazo, y partió rumbo a Paris.

Fersen – Si amor, que es lo que me quieres decirme.

Oscar – Bueno Axel, es difícil decirlo, pero no quiero enga?arte…. yo estuve con André antes de que él muriera, quería que lo supieras.

Fersen – Pero Oscar, eso no va hacerme dejar de amarte, te quiero y eso es lo más importante para mí. Además, si fuera por mí ya me hubieras echado hace tiempo.

Oscar – Jajaja si verdad, así que puedes ir haciendo tus maletas.

Fersen – Pero si es mi casa, no vale jajajaja, Oscar te amo y nada va a cambiar eso.

Se besaron esta vez ya con más sentimiento, hasta que el oxígeno les faltó. En ese momento, Fersen metió una mano a su bolsillo y sacó una caja, se arrodilló en frente de ella.

Fersen – Oscar, mi vida, deseas ser mi esposa?

Oscar – Pero qué? Ohh Axel, es en serio?

Fersen – Si Oscar es serio, te quiero con todo mi corazón, quiero vivir para siempre junto a ti, en la alegría y la tristeza.

Oscar – Si Axel (llorando de felicidad, y abrazándolo con fuerza), acepto, también te quiero mucho.

Fersen puso el anillo en el dedo de Oscar, ella seguía llorando de felicidad.

Oscar – Me haces muy feliz Axel, te amo mucho

Fersen – ?Yo también mi amor, quieres desayunar?

Oscar – Claro, si esto me ha dado apetito

Fersen – Sabes, cada día me enamoro más de ti, y para cuando deseas la boda.

Oscar – No sé me gustaría que esté mi familia y la tuya también.

Y así pasaron 2 meses, todo estuvo listo, las dos familias y algunos amigos se reunieron para disfrutar del mejor momento de sus vidas, el que los va a unir por el resto de sus vidas.

Y así vivieron felices por siempre.

FIN