VARIAS SOSPECHAS

Una serie de explosiones se sintieron en los accesos de la base Beck. Entre el humo, el fuego y los disparos, dos jóvenes corrían llevando armas en sus brazos. Ambos se ocultaban entre los pasillos lanzando granadas y escondiéndose de los estallidos que ellos mismos provocaron. Saltaban los cuerpos de los heridos con el único objetivo de averiguar quién era el que estaba al mando de toda la organización militar que descubrieron.

Sí o sí tenían que llegar a la sala de comandos lo antes posible.

Uno de los jóvenes con una característica trenza larga disparaba su fusil mientras que su compa?ero de cabello casta?o con aspecto atlético lo vigilaba por detrás dándole indicaciones.

- ?Ya estamos cerca ! - gritó Dúo mientras disparaba a un grupo de uniformados que se acercaban hasta ellos esquivando los disparos.

-Algo no está bien aquí - dijo Heero sospechando que el acceso hasta el bloque más importante de la base había sido demasiado fácil.

- Pero ??qué dices?! - exclamó Dúo percatandose de la sospecha de su compa?ero.

- Ahora que lo dices...- Comenzó a decir Dúo mientras escuchaba una marcha de muchos pasos detrás de ellos.

Al voltear dio cuenta de un gran grupo de soldados que los apuntaban.

Heero tomó una de sus granadas esquivando todos los disparos que recibieron al enfrentarse a ellos. Dúo corrió detrás disparando su arma hasta que se quedó sin balas, mientras su compa?ero seguía peleando hasta el cansancio para no ser acorralado.

Por el frente de ellos apareció otro numeroso grupo de soldados los cuales les bloquearon el acceso. Ahora los enemigos eran mayoría absoluta.

Ya no podían seguir, se vieron superados por el número de contrincantes, definitivamente no estaban preparados para tal cantidad de enemigos. Si querían saber de qué trataba todo este complot contra la paz, no les quedaba otra que rendirse y averiguar más de la organización.

Ambos jóvenes levantaron sus manos en se?al de entrega. Entre los soldados que los apuntaban, se alzó una voz entre el humo.

- Vaya Vaya...así que ustedes son los famosos preventivos. Los estábamos esperando - dijo el hombre acercándose a Dúo y Heero.

-??Quiénes son ustedes?!- preguntó Dúo con tono amenazador viendo como varios hombres se acercaban para retenerlo.

Heero observaba atentamente al tipo que hablaba y que se acercaba hacia él. En silencio vio cómo éste le tomaba de barbilla para examinarlo de cerca. Heero instintivamente hizo un movimiento brusco para alejarlo, pero el soldado levantó su pu?ó y lo golpeó fuertemente en su cara.

- ?A ver si con esto te quedas más tranquilo! - exclamó el hombre con furia.

- ?Que les...! - gritó Dúo mientras buscaba librarse de los soldados que querían retenerlo, pero estos lo tomaron firmemente y golpearon por la espalda tirándolo al suelo.

Al ver que los ex pilotos Gundam ya no oponían mayor resistencia, el aparente líder de la tropa militarizada dijo:

-Tienen que saber que nosotros no somos admiradores de los que resguardan la paz, ?no les debemos nada!. Vamos a ir por TODOS ellos, sin piedad. Nosotros no creemos en la nueva era.


En la colonia LX0005 estaba terminando un importante congreso de líderes de que duró varias semanas. Finalmente los representantes de las colonias se habían reunido para finiquitar el acuerdo de libre comercio que ayudará a la reactivación de las mismas.

Este punto era muy importante para ayudar al clima de paz que se generó el último a?o, ya que entre los petitorios más importantes de la ciudadanía del espacio exterior estaba la exigencia de igualdad de condiciones y oportunidades para todas las colonias sin distinción. Llevaban discutiendo en eso bastante tiempo por lo que ese día era clave en la resolución final.

La última jornada había sido una ma?ana maratónica dado el apuro por el cierre del acuerdo. Por suerte, para la representante de relaciones exteriores Relena Darlian, esto no era complicado de dirigir. Se le asignaba el rol de equilibrar las necesidades de las colonias tomando en cuenta todos los puntos importantes. Incluso no siendo economista, ella podía discernir los posibles conflictos que podrían surgir y hasta la tierra aparecía nombrada en el tratado dado que proveía materia prima para varios proyectos futuros.

Finalmente todos llegaron a un acuerdo gracias a las voluntades de todos los líderes por mantener las buenas relaciones y a la convicción de Relena por mantenerse firme ante los puntos.

Relena salió exhausta de la reunión que se estaba realizando en uno de los salones del hotel. Ya en el exterior, en una extensa terraza disfrutó de los rayos de sol y melancólica miró las nubes del cielo de la colonia. Suspiró tratando de no perder la paciencia.

-?Se?orita Relena! - gritaron desde lejos. Era la coordinadora de relaciones públicas que planificaba todo su itinerario durante el viaje. Ella había sido de gran ayuda los últimos meses colaborando con el orden de la agenda diaria.

-Disculpe que la moleste, pero venía a recordarle que en media hora tendremos la conferencia que dará los resultados positivos de la junta final de hoy. Además de eso llamó su madre para...?se?orita? ?me está escuchando? - preguntó la coordinadora viendo como Relena estaba abstraída en sus pensamientos.

-?Oh disculpa Lisa! ando algo distraída, ya sabes fue una semana muy intensa - respondió Relena.

-Entiendo, lo fue para todos. Gracias a su gestión todo salió perfectamente aunque esa tensión debe ser agotadora. Su entrega por la paz es tan abnegada - dijo Lisa admirada observando el cielo con ella.

- Solo hago lo que considero lo mejor para la tierra y el espacio, por cierto sin tu ayuda nada de esto sería posible, ya que últimamente ando algo distraída, te pido perdón por eso.

-?No se preocupe Srta. Relena! Yo soy feliz de facilitarle su día a día. Si me permite aconsejarle algo creo que debería tomar un descanso, unas breves vacaciones solo por su bienestar.

- Tomaré muy en cuenta tu consejo, gracias Lisa ?Dijiste algo sobre mi madre? - recordó Relena.

-?Asi es! llamó esta ma?ana pidiendo que por favor se comunique con ella. Además la jefa mayor del departamento de prevención Sally Po, también solicitó contactarse con usted. Además...

Relena se sobresaltó al escuchar la última parte dicha por Lisa pero, no tenía tiempo para devolver el llamado a su madre ni tampoco a la jefa de prevención. Se lamentó de tener que dar frente a la prensa teniendo que posponer lo que realmente quería averiguar.

-Se?orita Relena ?se siente bien? - preguntó Lisa al ver nuevamente distraída a la representante.

Relena reaccionó ante la pregunta de su compa?era. Se dirigió a ella fingiendo una sonrisa para no preocuparla más.

- Si ... si estoy bien. Vamos Lisa quiero cerrar la conferencia lo antes posible.

Ambas volvieron a entrar al edificio en dirección a la sala de prensa. Los representantes de la colonias ya estaban en sus ubicaciones cuando Relena estaba ingresando. Cuando entró al locutorio, los flashes se dispararon siguiéndola hasta el podio dónde le correspondía dar el breve comunicado de introducción.

Ella sabía lo que debía decir o hacer, pero sus pensamientos estaban lejos de ese salón, así que trató de concentrarse lo más posible en su discurso para luego pasar al momento de las preguntas de la prensa. Amablemente respondió a cada uno de los medios para dar paso al economista encargado del tratado de libre comercio. El explicaría con mayores detalles los artículos importantes para la ciudadanía espacial.

Finalmente la jornada casi había acabado y mientras todos se despedían en el hall del hotel, Relena buscaba la manera de acortar su presencia en el lugar, pero cada vez que estaba sola alguien nuevo la abordaba para felicitarla o conversar sobre el tratado de las colonias.

Cuando ella creía que estaba libre de obstáculos para irse, intentó retirarse pero alguien tocó su hombro. Al girar vio un joven rubio, alto y apuesto que aclaró su garganta al verla.

-Espero te acuerdes de mi, Relena - dijo el joven.

Relena lo reconoció enseguida. Había sido compa?ero de ella en el instituto Saint Gabriel hace mucho tiempo en la tierra.

-?Andrew? ?qué sorpresa! - dijo ella amablemente extendiendo su mano - ?qué haces en esta colonia?

- Bueno, mi padre es uno de los inversionistas más importantes de la colonia LR0008 y vine con él para asesorar algunas decisiones más importantes respecto al bienestar de nuestra comunidad y la familia Solberg.

- Ahora entiendo todo, tu padre es Winston Solberg - concluyó Relena. Recordó que Winston fue uno de los opositores al tratado de libre comercio en sus inicios y durante esa semana fue uno de las principales tropiezos para lograr un acuerdo total. Aún así, él había logrado ceder frente a la presión de los demás representantes.

-Pido disculpas si mi padre fue una molestia frente a las decisiones tomadas durante la semana. Espero su comprensión ya que él ha crecido en una era llena de violencia y totalitarismos. A las personas de mayor edad les cuesta creer en los liderazgos más jóvenes. Como consecuencia tienen miedo a los cambios.

-Entiendo absolutamente la postura de su padre Andrew. Lo importante de todo esto es rescatar el acuerdo unánime que se logró. Finalmente los hechos mostrarán el éxito de nuestras políticas de paz - aclaró Relena.

La sonrisa de Andrew era muy cálida frente a la joven y ella admitía que conversar con alguien de su edad era más reconfortante. Siguieron conversando más alejados de la muchedumbre, mientras veían como otros representantes eran entrevistados por los medios sobre sus opiniones de la jornada.

Los jóvenes recordaron sus últimos días en el instituto, a sus compa?eros e incluso Relena pudo enterarse del paradero de alguna de sus antiguas compa?eras. Repentinamente un flash los interrumpió en su conversación, un medio desconocido había aparecido repentinamente.

Finalmente Relena decidió que era momento de retirarse, cortésmente comenzó a despedirse de Andrew, pero este era bastante insistente y buscaba seguir la conversación.

-Me preguntaba hasta cuándo te quedarás en esta colonia, ya que ma?ana habrá un baile que concluirá la semana de actividades bajo el nuevo tratado. Sería bueno verte para seguir hablando...

La mayoría de los representantes insistían en que ella formara parte de esa actividad. Relena había puesto todo tipo de excusas frente a la invitación porque no estaba de ánimos para ir a una fiesta.

- La verdad es que he sacado de mi agenda esa actividad, por ahora prefiero...

Pero, lo lejos una voz interrumpió la explicación. Relena reconoció la voz de Quatre Raberba Winner a la distancia.

-?Se?orita Relena! - él la llamó desde la entrada del hall, se acercó y cuando se percató que junto a ella estaba Andrew Solberg, la expresión de Quatre cambió. Disimuló ante la genuina alegría de Relena.

- ?Quatre me alegra mucho verte! - saludó Relena.

-Vaya qué coincidencia verte aquí Quatre Raberba Winner - dijo cortésmente Andrew entre dientes.

- Lo mismo digo Andrew Solberg - agregó seriamente Quatre.

El ambiente se volvió tenso por unos segundos, pero fue Andrew quién cortó con el silencio incómodo.

- Creo que no nos veíamos desde que nuestros padres negociaban la construcción de la nueva colonia hace un par de a?os. Recuerdo que en esos tiempos conflictivos todo era difícil de sobrellevar, espero que ahora todo ande de mejores ánimos

Andrew extendió la mano a Quatre en gesto de conciliación.

-Eso espero, ahora que la paz se ha vuelto estable nada debería ser motivo de conflicto ?verdad? - respondió Quatre respondiendo con leve tono amenazador

-?Qué te trae por aquí? ?andas de visita en esta colonia? - preguntó Relena a Quatre.

-He venido directamente a buscarla para llevarla al hotel, coincidentemente es parte del holding de mi familia y quiero garantizar su comodidad y seguridad en su última noche aquí.

A Relena le causó extra?eza el comentario de Quatre y sospechó que algo podría estar pasando. Andrew aclaró su garganta para despedirse.

-Me retiro entonces Se?orita Relena, pero antes reitero mi deseo de verla ma?ana en la fiesta de cierre para poder seguir charlando - agregó inclinándose ante ella y Quatre. Se alejó entre el gentío que quedaban en el lugar.

Relena pidió a Quatre alejarse para no ser sorprendidos por alguien más y evitar quedar retenidos otros minutos.

- Pensé en eso, estamos estacionados por la salida lateral del hotel para evitar el barullo.

Al salir del salón Relena no pudo evitar sospechar, ver repentinamente a Quatre en una junta de representantes de las colonias sin anunciar su arribo daba qué pensar. No podían enga?arla, algo estaba ocurriendo y tenía que saber.

- Entonces ?puedes decirme por qué estás aquí? - preguntó Relena sin poder retener la duda.

-Prefiero explicarle en la limusina, pero no se preocupe, nada grave ha sucedido por ahora.

"Por ahora" esa frase resonó en la mente de Relena. Al llegar a la limusina partieron en dirección hacia el hotel, el atardecer comenzaba a caer en la colonia y las luces de la ciudad comenzaban a encenderse. Durante el camino Quatre observaba atentamente el rostro de Relena, su sexto sentido le decía que algo importante pasaba por la mente de la viceministra.

- Se?orita Relena estoy notando que algún asunto le preocupa ?no es así?.

-?Acaso mi rostro evidencia eso? - preguntó Relena mirando a través de la ventana con un ligero tono de tristeza

Quatre entendió que ella estaba muy preocupada y no era solo por el trabajo también había algo más que ocupaba su corazón.

- Se?orita Relena usted es una persona muy fuerte frente a todo lo que tenga que ver con las colonias y la paz. Quiero que tenga claro que las personas que la estimamos también sabemos que usted es amable, humana y por consecuencia a veces vulnerable. Somos los que la apoyamos incondicionalmente.

-Gracias por tus palabras Quatre. Si, suelo ser muy fuerte en todo lo referente a mis ocupaciones, pero debo admitir que estoy preocupada por un par de asuntos personales - comentó Relena.

-Le pido que no pierda la fe, estoy seguro que Heero volverá bien de su misión y pronto tendremos noticias desde el área preventiva - dijo Quatre esperanzado.

Al escuchar ese nombre, Relena sintió su corazón acelerarse.

Miró a Quatre deduciendo que él estaba enterado de todo. Hace un mes que Sally po había reportado que la organización preventiva no había tenido comunicación con los enviados a una misión importante ligada a las sospechas de elaboración de armamento militar en la doceava constelación de orión, la cual estaba muy lejos de la órbita de las colonias.

- Supongo que aún no hay noticias sobre ellos - concluyó Relena volviendo a mirar hacia la ventana.

- Aún no - dijo Quatre viendo el cielo - pero recuerde que son ex pilotos Gundam, si no sabemos de ellos es por una razón importante que seguramente ya tienen bajo control.

El auto se detuvo frente al hotel. Relena recordó la tensión entre Andrew y Quatre que percibió al terminar la jornada.

- Quatre, ?finalmente me dirás por qué viniste? - aclaró Relena antes de bajarse de la limusina. Si bien ella tenía teorías al respecto quería corroborar con él sus datos.

-?No puede olvidarlo cierto? me cuestionaba si hablarle sobre aquello. Si quiere saber por qué vine hasta aquí fue por asegurarme que usted estuviese bien. La verdad es que tengo serias sospechas sobre las intenciones de la familia Solberg, puntualmente con Winston Solberg.

-Entiendo, confieso que ya sabía algo al respecto - respondió Relena seriamente aceptando la situación tranquilamente.

Quatre se sorprendió que ella estuviese al tanto. Las investigaciones del área preventiva de la paz eran absolutamente confidenciales. Sin duda ella se las había arreglado para estar actualizada con las últimas informaciones.

Ambos bajaron de la limusina e ingresaron al hotel juntos prefiriendo no seguir hablando del tema, ya que era peligroso.

Quatre la acompa?ó hasta el pasillo de su habitación. Ya frente a la puerta, él se acercó a Relena antes de que ella entrara al cuarto y para animarla decidió decirle lo que percibía.

- Se?orita Relena estoy seguro que él reconocerá el nuevo brillo de sus ojos inmediatamente y se dará cuenta de todo con solo mirarla - susurró con mirada cómplice.

Ella lo observó sorprendida "?Quatre dio cuenta?" pensó para sí misma.

Ella no le había contado a nadie sobre su sospecha, aunque sabía que su amigo tenía un sexto sentido único. Incluso desde que lo conoció en Sanc, fue de los primeros en conocer los sentimientos que ella sentía por Heero.

Relena sintió alivio ante la sonrisa reconfortante de Quatre, eso le devolvió la paz que había perdido durante la semana.

- Gracias Quatre tus palabras me reconfortan.

- Por favor cuídese estaré cerca de usted ayudándo en lo que pueda. Por cierto, felicidades - dijo sonriéndole sinceramente a la joven.

Ella desapareció detrás de la puerta dando las buenas noches sintiendo un torbellino de emociones. No se había detenido a procesar la situación hasta ese momento, la inundaba una gran felicidad pero a la vez una tremenda incertidumbre. Solo deseaba estar cerca de Heero.

Se acercó hacia la ventana observando la oscuridad de la noche en la colonia un poco más aliviada luego del encuentro con Quatre.

-"Heero"- murmuró mirando las estrellas.