Mismo día a la tarde - Oficina de Valentina

- Así como lo oyes Lu, así como lo oyes - le aseguró Lauren a través del el manos libres de su celular. La latina había tenido varios asuntos que atender hasta el mediodía, pero ya de tarde, iba rumbo a la oficina con todas las intenciones de indagar a su socia acerca de los acontecimientos de la noche anterior - ?Cómo que si estoy segura de lo que digo Lucia? - Lauren estaba poniendo al tanto a la Se?ora Carvajal de la información que manejaba - ?Tengo que repetírtelo? ?Dios! Camila me hizo explicarle mis deducciones como tres veces esta ma?ana... Bien - se resignó - Abre bien tus viejas orejas... Evidencia número uno - Empezaba el recuento de la investigación realizada por Lauren - las últimas en dejar el edificio la noche anterior fuimos Olivia y yo - aseguró - Y cuando nos fuimos la rarita... - Lauren giró los ojos ante el reproche de la madre de su mejor amiga - Bueno, bueno... JULIANA - destacó - la rarita - murmuró para ella, no había otra forma de reconocer a la morena para la latina que no sea esa - Seguía esperando a la testaruda de tu hija en el lobby, y estoy muy segura de que no se iba a mover de ahí hasta no verla - De hecho ella misma le había dado permiso para que se quedara siempre y cuando Lauren podía pasar a ver al Mercedes Brabus, pero esa extorsión no tenía por qué saberla nadie más que ella y la rarita - Si, si, ya sé que la rubia culona de tu hija... - Automáticamente Lauren frenó el auto para ver si no estaba Juliana para corregirla - ?Dios! La rari me ha vuelto una psicótica perseguida, ahora no puedo hacer mis bromas sobre el trasero de Valentina sin pensar que en cualquier momento la rari me corta por partes y me mete en unos de sus freezers - Y dale con eso - Como sea... ya se que la casta?a culona de tu hija estaba enojada con ella, que se encerró en su oficina sin querer ver a nadie y que no hay nadie más cabeza dura en el mundo que Valentina pero... - Y esto era muy importante - Lucia... la rari es el virus que atraviesa absolutamente todas las paredes protectoras que tiene Valentina en sus sistema - Lauren estaba actualizada - Y cuando digo todas, me refiero a absolutamente todas. ?Por Dios Lu! Tu viste con tus propios ojos la cara de tonta enamorada que pone cada vez que la rarita está cerca... ?Exacto! - Al parecer la se?ora Carvajal le había dado la razón - Y eso que ni siquiera la viste toda verde defendiendo su territorio el otro día - Por otro día se refería a aquella tarde en que ella y Valentina fueron a ver los nuevos inquilinos de Juliana y se encontraron con una peque?a sorpresita - La tendrías que haber visto toda celosa Lucia, más que Hulk era "La increíble Valen". No paró hasta que todas las valijas de la morocha nueva estuvieran afuera del edificio, y la rari la miraba con su cara torcida y toda confundida... - ?El chico? -Lucia, que al parecer estaba muy al tanto de la situación, preguntaba por el otro inquilino - Por favor... - Lauren soltó la carcajada justo mientras entraba a la cochera del edificio - Después de que vio como Val echaba a patadas a la otra tipa salió espantado de allí - al parecer la morena se había quedado de nuevo sola en su departamento - En fin - La conversación se había desviado - Evidencia número dos, tu hija no volvió a dormir al departamento y... - Lauren giró los ojos - ?Puedes ser más negativa? ?Cómo que se puede haber quedado llorando en la oficina? - Lucja no quería ilusionarse - Primero que todavía no sabemos si tu hija es capaz de llorar y no derretirse y segundo que una de los principios supremos e inquebrantables de Valentina es "Tu casa es mi casa, pero mi oficina no es tu casa" - Era cierto, la casta?a lo tenía como una política de trabajo para todos sus empleados. Era muy útil a la hora de evitar que empleados emparejados entre ellos trajeran sus problemas personales al trabajo, o evitar que alguna mujer despechada apareciera a hacer líos en las oficinas, o para que ninguno de sus empleados abusara de los recursos de la empresa para uso personales - Y además tengo una tercera prueba que está aportada por nuestra testigo oficial, la secretaria de Valentina. Karen me aseguró que Valentina le ordenó suspender todas las reuniones del día - Parece que Karen no había soltado la lengua en cuanto a Juliana se trataba - ?Escuchaste eso Lu? Valentina, la obsesionada por el trabajo, la se?orita trabajo hasta los feriados, la mujer dinero, volvió a suspender reuniones importantes y de miles de millones. Yo no se qué piensas tú Lucia, pero a mi esto me huele a rarón por todas partes - dio su no tan desacertado opinión - ?Ja! - La latina soltó la carcajada - Tu porque no lo has visto en vivo y en directo, porque cuando tengas la suerte de hacerlo como yo, no vas a querer volver a ver el peque?o manicito de León... - Otra reprendida de la mujer que vivía en Los Angeles le hacían girar nuevamente los ojos - Como sea Lucia, como sea... El asunto es que tengo razón y lo sabes, tu hija, está loquita por la rari y ahora mismo estoy por entrar al ascensor rumbo a averiguar la verdad de lo que aconteció en este edificio ayer a la noche. Y cuando lo sepa, tu y Camila me van a dar la razón, la ex rubia culona está ramera por el rarón... Mira eso, me salió un trabalenguas - El ascensor abría sus puertas - Luego actualizo información, ahora me tengo que ir... - el último giro de ojos - No Lucia, ya te dije que no voy a participar en tu pinchada de forros... además no creo que funcione - la latina estaba al tanto de los deseos de su amiga de usar otro método para cuidarse - Y tampoco quiero que mi amiga se arruine la vida siendo madre de tan joven, sólo yo se lo difícil que es tener una hija a esta edad... - las risas de Lucia traspasaron el auricular del celular - ?Perdón??Cuál es el motivo de la risa?... ?Por supuesto que soy madre!... ?Cómo que de quién? ?No te suena el nombre Tay o Lern Junior como le dice Camz? Recuerdo el día del parto como si fuera ayer, cuando aprendió a caminar, su primer día en el Jardín - Lauren tenía una película en su cabeza - Es igualita a mi. Faltan varios días para que vengas y la vas a conocer... ?LUCIA! - Las carcajadas de Lucia cada vez eran más grande - Estúpida madre de la casta?a culona - Cansada de escuchar risas cerró la llamada y se metió al ascensor - Vamos a ver quién carajo le cuenta las noticias ahora, vamos a ver quién miércoles le da nietos porque pienso hacer que Valentina se cuide con anticonceptivos de elefantes... - Lauren seguía refunfu?ando mientras bajaba del ascensor - Ninguna mujer sensata se puede casar con ese viejo decrépito que se cree que juega bien al golf... Ya lo sabía yo.

- Buenas tardes Se?orita Jauregui - la saludó Karen.

- ?Dónde está la idiota de tu jefa? - Lucia la había dejado de mal humor.

- Sigue en su oficina. No ha salido de ahí en toda la tarde - avisó - Ni siquiera acompa?ó a la Se?orita Valdez... - Ups, hablaste de más Karen.

Una pícara sonrisa se dibujaba en el rostro de Lauren y su humor empezaba a mejorar - ?La rari estuvo aquí? ?A qué horas se fue? - preguntó interesada

Karen se puso colorada - Se?orita Jauregui no me comprometa por favor - le pidió Karen

Lauren caminó hasta la puerta - No te preocupes, lo voy a averiguar yo misma - entró sin golpear.

- ?LAS AGARR?! - Lauren esperaba dos cosas, o encontrarse a la rarita montándose a su amiga, o a su amiga montando a la rarita, pero nunca esperó encontrar la oficina vacía -?Valentina? ?Val? - el lugar era grande pero tampoco tanto como para que la ex rubia se pudiera esconder.

- Lo... ?Eres tu? - la voz débil de Valentina se hizo sentir detrás del escritorio. Lauren pudo ver un poco de humo salir del mismo lugar.

La latina apuró el paso hacia el lugar de donde pensó que venía la voz - ?Valentina? ?Qué demonios haces? - la casta?a estaba tendida entre el espacio que quedaba libre de su escritorio con la pared. En su boca sostenía un cigarrillo el cual no ponía mucho esfuerzo por fumar. Por la posición en la que estaba parecía una estrella humana - Se supone que los angelitos los tienes que hacer cuando hay nieve Val, no en la alfombra que está debajo de tu escritorio - bromeó - Y quita esa sonrisa aterradora, me das miedo - agregó de verdad asustada por la sonrisa casi de oreja a oreja que tenía su socia.

- Lolo... Lo... amiga... Juliana... Anoche... esta ma?ana... hasta el mediodía... en todos lados... en el sillón... en la mesita... contra la pared... en el escritorio... contra la ventana... en la alfombra... en la silla... en... en... ?Dios Lo! En todos lados - dijo para después darle una larga pitada al cigarrillo.

Lauren no perdió el tiempo y se acostó al lado de su amiga sacándole el cigarrillo para aprovecharlo ella un poco - ?Y por qué estás en el piso? ?Te dejo la rarita tirada? - preguntó divertida.

Valentina negó riendo, estaba en un estado de éxtasis total - Me dejó en el... en el... - no podía ni hablar, asique con su cabeza se?aló el sillón.

- ?En el sillón? - Valentina asintió mientras Lauren tiraba el humo por su boca.

- Quise caminar hasta mi silla - siguió explicando la casta?a - Pero mis piernas cedieron antes de llegar y... y... ?Dios Lo! Juliana es tan... tan... - no había palabras para describirla.

- ?Y se puede saber dónde está la rari ahora? - preguntó

- Tiene muchos tatuajes por hacer antes de irse a Londres ma?ana por la noche - Estaba tan feliz que ni siquiera eso la amargaba - Me dijo que me ama Lo - la latina giró para mirar a su amiga - Juliana me ama y yo la amo a ella, la vida es color de rosas - esa era su conclusión.

- Me alegro por ti amiga, pero me da mucha pero mucha envidia verte toda cogida y yo aquí sin recibir nada de nada - le dijo Lauren.

Valentina rió ante lo dicho - Eso te pasa por elegir a chicos gay como novios y es cierto... estoy muy pero muy cogida, nunca me había sentido tan cogida en mi vida - había que aceptarlo - Y vale totalmente la pena - ambas rieron - ?Me ayudas? - Lauren se paró primero y sacó su celular

- Un momento Val, sonríe para la foto ?Clic! - foto a la mujer desparramada en el piso. Ahora sí ayudó a Valentina a pararse.

- ?Para qué me sacas fotos? - no tenía ni fuerzas para reprochar

- Esta va directo al grupo "yo también quiero que la rari y la casta?a culona estén juntas" - no había duda de quién lo había creado.

Valentina giró los ojos y ni intentó detener la publicación, después de todo ella también era miembro del grupo.

- ?Qué es esto? - Una cartulina blanca con un dibujo en el medio que estba en el escritorio de Valentina, le llamó la atención a Lauren.

Valentina le dio una rápida mirada y sonrió aún más - Nuestro futuro tatuaje - dijo - Lo trajo Juliana anoche junto con otra dos cartas de sus padres - eso era lo que la morena llevaba en la bolsa negra.

Lauren había desplegado toda la cartulina y no podía parar de mirarla con la boca abierta - Esto es... es...

- Es asombroso ?cierto? Yo tuve la misma reacción - Ninguna de las dos podía creer lo que Juliana había hecho con las pocas indicaciones que les habían dado.

- Valentina nosotras le dimos un papel con un peque?o dibujo que hicimos en la preparatoria... Y mira lo que hizo carajo - aun no caía - Nuestra rari tiene talento - ahora era nuestra rari

- Dice que aún le faltan algunos ajustes y además estoy segura de que de aquí hasta que nos los haga va a tener varias ideas más - La cara de idea de su novia se le vino a la cabeza.

El intercomunicador sonó despabilándolas - Disculpe Se?orita Jauregui, pero el abogado está esperándola en su oficina - le avisó Karen.

Lauren apretó el botón - Voy en camino - anunció - Bueno Val, mientras tú estás aquí disfrutando de tu post orgasmo, algunas tenemos que trabajar - caminaba hasta la salida.

- ?LAUREN! - La llamó su socia - La próxima vez que extorsiones a Juliana con su auto, ve despidiéndote de que alguien cuide de ti cuando te hagas una nueva cirugía de pechos - Valentina fue la encargada en la primera.

- ?OYE! ?LO PROMETISTE! - le recordó

- Y lo voy a cumplir siempre que dejes al "bebe" de Juliana tranquilo - Después de la noche que la hizo pasar no quería que nadie perturbara la paz de su morena.

- ?ESTOY HARTA DE LAS CARVAJAL! ?HARTA! ?NO ME DEJAN VIVIR! - con un fuerte golpe de puerta hizo notar su descontento.

Valentina se rió mientras trataba de acomodarse en su silla - Karen - apretó el intercomunicador - ?Puedes ir a la farmacia por unos calmantes? -algo de alivio no le vendría mal.

- Ya me encargué de eso se?orita Carvajal, enseguida se los llevo - anunció la prevenida mujer.

Dos segundos después la mujer aparecía con una bandeja con un vaso de agua y una pastilla en ella - ?Tengo que preguntar? - A Valentina le llamó la atención la predicción de la mujer.

- Con todo respeto se?orita Carvajal no me mire así, yo solo fui a la farmacia a comprar lo que la se?orita Juliana me pidió, pero el farmacéutico, con muy buen criterio para mi gusto, agregó las pastillas y la pomada que...

- ?La pomada? ?Qué pomada? - Valentina no veía ninguna pomada cerca.

Karen se puso colorada - ?Qué pomada Karen? - Insistió Valentina

- Bueno... la pomada se la di a la Se?orita Juliana cuando la vi salir de su oficina media paspada... - Valentina abrió grande los ojos - El farmacéutico tiene buen ojo parece porque apenas le dije el tama?o de los preser...

- ?KAREN! - Valentina la frenó - Sigue con tus tareas por favor - Necesitaba quedarse sola para repasar cada momento vivido con Juliana y de paso quería hacer una llamada al estudio de tatuajes de la chica.

- Por supuesto Se?orita Carvajal - Karen se alejó hacia la puerta pero se frenó antes de salir - ?Se?orita Carvaja? - llamó a su jefe

- Dime Karen - Valentina no quería saber nada más del farmacéutico.

- La ropa interior que la Se?orita Juliana dejó en el ba?o... - Valentina volvió a abrir los ojos - ?Quiere que haga algo con...

- Ya me encargo yo misma de eso Karen, no dejes que nadie entre en el ba?o hasta que yo pueda... buen hasta que yo pueda pararme - Ya no había secretos.

- ?Quiere que le vaya a comprar unas sales que el farmacéutico me...

- ?Carajo! - basta de farmacéutico.

Siguiente día en la ma?ana Departamento de Valentina

- ?Rari? ?Qué haces aquí? - Lauren había terminado de desayunar como todos los días cuando sintió golpes en la puerta. Apenas abrió se encontró a la morena agitando su mano para saludar a la latina.

Juliana dejó de saludar y puso sus manos detrás de su espalda - Vengo a... yo vengo a... Valentina quiere que...

- LAUREN D?JALA PASAR - gritó Valentina desde la cocina.

La latina sonrió con malicia - Estoy bromeando rari - aclaró - Val ya nos había dicho que venías para ir al médico. Tu chica está un poco desesperada por probar al rarón sin ropita - puso a Juliana incómoda - Pasa - se corrió para dejar pasar a la morena - Valentina lleva toda la ma?ana cocinando para ti - exageró.

Juliana trató de esquivar a la intimidante latina lo más que pudo y avanzó rápidamente hasta la cocina.

- ?Por qué estás caminando raro? Parece que te hubieras bajado de un caballo - Preguntó la latina apenas entró a la cocina. La morena caminaba un poco abierta de piernas pero tampoco para tanto.

Valentina dejó de cocinar y miró a su novia que se había frenado avergonzada por lo dicho por Lauren - Juliana... ven aquí - llamó a su chica y la vio caminar hasta ella, era cierto caminaba raro.

La morena llegó hasta la empresaria y se quedó a su lado mirándola con su cabeza torcida

Valentina apagó el fuego de la cocina y se acercó a su novia para abrazarla por la cintura - Buen día - la saludó sonriente

Juliana también sonrió - Hola - correspondió el saludo

- ?No me vas a dar un beso? - le preguntó Valentina

Juliana se sonrojó y miró a Lauren que sin prestarle atención a las chicas simulaba tomar su café y leer las noticias

- Por mi no te preocupes rari. No es en tus besos en los que estoy interesada - dijo la latina implicando su interés por otra parte del cuerpo de la morena.

Juliana no tuvo tiempo para sonrojarse porque Valentina agarró su rostro y la obligó a mirarla. Después de unos segundos inspeccionando las pupilas de su novia, la casta?a atrapó la boca de su chica con la suya propia - Ahora si es un buen día - dijo separándose y dejando a Juliana con su boca preparada para más. Valentina sonrió y dejó un peque?o beso - Después - le dijo - Ahora a comer. Quiero que desayunes bien - la exrubia sirvió un enorme plato de comida que puso sobre el desayunador.

Lauren estiró su mano para manotear algo... - ?Zaz! - un manotazo de Valentina le hizo retirar la mano - Eso es para Juliana - le advirtió la casta?a.

- Pero... pero... yo también quería - Los pucheros de Lauren eran todo un espectáculo.

Juliana se sentó en la banqueta disponible y puso en el plato de Lauren un poco de su comida

- No creas que compartiendo tu comida vas a hacer que me olvide de que me mandaste al frente con Val sobre tu auto rari - le advirtió la latina engullendo su ración.

Juliana agitó su cabeza en negativa - No es un... no es un auto... es... es mucho más que eso... es mi bebe - la corrigió la morena mirando como Valentina se sentaba a su lado con su propio plato.

- Lo que sea rari, me debes una vuelta - habló entre bocados.

- No te debe nada Lauren, déjala en paz - Valentina besó la mejilla de su chica - ?Cómo te sientes? - la casta?a miró disimuladamente la entre pierna de su novia para que la morena entendiera a que se refería - ?Te pusiste la pomada? - después de todo para algo tenía que servir el chusma farmacéutico ese.

Juliana la miró y abrió la boca para contestar pero Lauren la interrumpió

- ?Cómo quieres que se siente Val? ?Acaso no la viste caminar? ?Cómo te sentirías tu si hubieras estado frotando tu lámpara durante casi doce horas? ?Cómo te sentirías si te la hubieran lustrado toda la noche? La pobre rari tiene el tronco rapado de tanto darle y darle...

- ?LAUREN! - Su novia no comía porque tenía su rostro escondido en su cuello por culpa de su amiga - ?No se te hace tarde? ?Acaso no tenías cosas importantes que arreglar del negocio con la editorial? - Quería hablar con su novia a solas.

- Eso es a las diez Val- dijo mirando su reloj - Aun tengo tiempo - agregó - Entonces rari... ?Te gustó lo que Valentina te hizo? Yo dije que en vez de banana había que practicar con...

- ?SE NOS HACE TARDE! - Juliana no había probado bocado, y lo más probable es que no lo probara si Lauren seguía con ellas, asique era mejor sacarla de ahí y comprarle algo de comer.

Más tarde - en la clínica del Doctor Dallas

Valentina estaba sentada al lado de la morena mirándola atentamente. Si bien ya había visto a Juliana nerviosa siempre había pensado que ese estado de nervios de la morena se debía a su timidez o a su bajo autoestima, pero ahora, la chica que tenía a su lado moviendo su pierna de arriba hacia abajo en una gran velocidad como si fuera el conejo tambor de Bambi estaba nerviosa por otra cosa, no como las veces anteriores

- Juls - Valentina le puso su mano sobre la pierna para calmarla y automáticamente frenó los movimientos e hizo que su novia la mirara girando rápidamente el cuello.

Valentina giró los ojos y girando su cuerpo, cambió la mano en su rodilla y con la otra sobó el cuello de la tatuadora - ?Podrías intentar hacerlo más despacio por favor? Tengo miedo de que un día te quedes dura... - la sonrisa que se le dibujó a la morena hizo que Valentina girara los ojos de nuevo - Dura del cuello me refiero morena atrevida - aclaró sonriendo y acercándose al oído de su chica - De lo otro me encanta que te quedes dura - le largó haciéndola poner colorada. Valentina besó su cabeza.

- ?Por qué estás nerviosa? Si es por qué vienes a tu doctor conmigo podemos hablarlo - Eso Valentina lo decía de la boca hacia afuera, porque por dentro sabía que quería conocer al hombre. Afortunadamente Juliana negó con su cabeza - ?No te cae bien el doctor Dallas? - preguntó

Juliana torció su cuello y pensó para después afirmar con su cabeza

- Entonces dime que te tiene tan nerviosa - preguntó la casta?a acariciando su espalda.

- Es que... y... si... y si... ?Qué pasa si te enteras cosas que no te gustan? - preguntó con temor mirando para abajo.

Valentina frunció el ce?o y pensó rápidamente que podía saber el doctor que a ella no le gustara

- Juliana... - ambas miraron a la mujer que salía de su lugar en el mostrador - El doctor está listo para atenderte - anunció.

Valentina decidida tomó la mano de la morena y tiró de ella para caminar hacia el consultorio. Antes de entrar se frenó y miró a Juliana tomando su rostro - Te amo, y nada de lo que el doctor diga va a cambiar eso ?De acuerdo? - Dijo firmemente - ?Juliana! ?De acuerdo? - insistió.

La morena asintió insegura y giró la perilla de la puerta.

- ?Pero miren quien está aquí! - Un simpático doctor se paró de su silla para recibir a ambas chicas - Nada más y nada menos que la GRAN Juliana Valdez - Valentina giró los ojos, Juliana le había dicho que no le gustaban las bromas del doctor y ya sabía porque. Al igual que Lauren y Shawn el médico parecía ser uno de los impresionados por el tama?o del miembro de su novia. Valentina apretó la mano de su novia para darle seguridad.

- Hola - Juliana agitó la mano para saludar al hombre. Pero al parecer el médico era más afectivo porque abrazó a la morena arrebatándola de la mano de Valentina y la alzó por los aires. El médico era blancon, alto y grandote asique parecía un gigante apretando a su novia. Cuando la dejó en el suelo Valentina pudo ver como Juliana luchaba porque sus pulmones volvieran a tener aire. El hombre se enfocó en Valentina.

- Bueno al parecer las historias que me contaron Jane y la Hermana Ana sobre una hermosa jovencita que conquistó a nuestra Juliana eran ciertas... Mucho gusto, el doctor Frank Dallas para servirla bella dama - El hombre le extendió la mano y Valentina la tomó con gusto, parecía alguien amable.

- Valentina Carvajal, la novia de Juliana - se presentó con una sonrisa.

- ?Novia dijiste? - el hombre no sabía que las cosas iban tan en serio - ?Juliana! - le dio una fuerte palmada en la espalda que hizo que la chica tirara el aire recuperado - ?Bien hecho! - la felicitó - Aunque déjeme decirle Se?orita Carvajal...

- Por favor llámeme Valentina - le dijo mientras tomaba asiento, si era amigo de la casa porque usar formalidades

El hombre sonrió - Déjame decirte Valentina que tengo que sentir un poco de pena por ti, no cualquiera puede aguantar a la GRAN Juliana - y empezábamos de nuevo - Así como la ve, está peque?a es una leyenda entre las enfermeras de este hospital - Valentina miró a la no tan recuperada morena. Por la cara colorada de su chica dedujo que las historias embarazosas estaban por empezar.

- No me diga...

- O si - insistió el doctor - El día que las mellizas la encontraron en la calle toda machucada - no le gustó a Valentina como el doctor tomó con tanta liviandad los golpes de Juliana - Pasó mucho tiempo internada - contó - Y tu sabes que la ropa de hospital no deja nada a la imaginación, asique Juliana andaba de aquí para allá mostrando su enorme atributo - contó largando una carcajada - Una de las enfermeras ?Te acuerdas de Clara Juliana? - De nada servía que Juliana participara de la conversación cuando sus ojos estaban clavados al piso - Clarita le decía a su pene "El gigante del segundo piso" - el hombre volvió a reir - Todas las ma?anas Clara preguntaba ?Quién se ofrece a ayudarme a lava al gigante del segundo piso? Eran tantas las manos que se levantaban que se tenían que hacer sorteos para elegir a la acompa?ante - contó risue?o - Esos sorteos fueron épicos ?Cierto Juliana? - el hombre seguía insistiendo en incluir a la tatuadora en la conversación.

Valentina se mordía la boca para no decir nada.

- Y eso fue a los catorce a?os, porque en el último examen que te hice hace dos meses estaba más grande - Valentina miró al hombre, estaba llegando a la parte que le interesaba.

- Doctor Dallas, ya que lo menciona, me gustaría saber sobre la condición de Juliana - Valentina miró a su chica para obtener permiso pero la morena seguía mirando con mucha atención el piso.

El hombre se puso serio - Bueno, déjame contarte como fue todo el proceso Valentina - el hombre se sentó en la silla frente a su escritorio y buscó varios archivos en su computadora. La morena seguía de pie lo más alejada posible - Cuando Jane y Ana vinieron a verme con Juliana la verdad estaba muy sorprendido y realmente perdido, no sabía de qué se trataba. Al principio pensé que Juliana podía tener ambos sexos, yo he atendido muchos casos de esos, y Juliana no era uno. Juliana carecía totalmente de genitales femeninos - comentó el doctor algo que Valentina sabía muy bien - Después de varios análisis y consultas con otros expertos me enteré que en Rusia había un caso igual y a partir de allí también nos enteramos de un caso similar en Nueva Zelanda. Y entre los tres doctores deducimos que se trataba de un caso muy pero muy poco frecuente de mutación genética. El nombre científico es "Mutxis Gen" y se trata de que durante su formación, el cuerpo de Juliana se forma como mujer pero al momento de desarrollar sus genitales los cromosomas cambian y pasan a ser totalmente masculinos - explicó con profesionalismo - Fuera de eso, Juliana es totalmente normal - volvió a sonreír.

Valentina asintió - ?Y los otros casos también son... son... son... - la exrubia no se animaba a preguntar.

- ?Quieres saber si el pene de los otros casos es tan grande como el de Juliana? - el hombre la ayudó y la casta?a asintió - Para nada, son de la medida promedio, eso es pura genética que me atrevo a decir viene de parte de su familia - agregó el doctor - En mi opinión el tama?o de Juliana sorprende más que una mujer teniendo un pene - dijo riendo nuevamente.

Valentina sonrió peor en realidad no había escuchado la broma, estaba formulando su siguiente pregunta - Doctor, Juliana y yo... bueno usted sabe que las parejas sienten necesidades... - la carcajada del hombre la detuvo de inmediato

- Créeme Valentina que nadie más que yo sabe las necesidades de Juliana - no paraba de reír - ?Jane o Ana no te contaron de la maratón de cuarenta y ocho horas de esa chica? - se?aló a una avergonzada morena.

Valentina miró a Juliana tras su espalda y volvió al hombre - ?Maratón de cuarenta y ocho horas? - no sabía de qué hablaba.

- Bueno déjame contarte que tu novia, hace un par de a?os, y no sabemos por qué causas, tuvo su amigote arriba durante cuarenta y ocho horas - volvían las carcajadas y a eso se le sumaban los ojos abiertos de Valentina - No había con que bajárselo, el tipo estaba muy cómodo arriba y no quería aflojar - contó el bromista - Me acuerdo el día que llegó a la clínica como si fuera ayer, tenía una carpa como de ochenta metros - exageró - le pusimos películas y nada, revistas y nada, Jane la llevó a esos bares de strippers y nada - A Valentina no le estaba haciendo nada de gracia eso - Fue algo muy comentado por las mujeres de aquí - otra cosa que no le causó risa - Finalmente no se cómo hizo pero se le pasó - ambos miraron a Juliana que estaba más lejos que nunca y más colorada que nunca.

Valentina se aclaró la garganta para salir del paso - Como le decía doctor - el hombre notó el cambio en la chica y volvió a ponerse serio - Juliana y yo queremos tener relaciones sin protección y yo me preguntaba si...

- Juliana es capaz de procrear Valentina, es más me animo a decir que por sus condiciones es más fértil que otros - Los espermatozoides gigantes de Lauren se le venían a la cabeza - Así que si usted tiene un ginecólogo personal, hágale saber que necesita mucha atención y precisión al cuidarse con pastillas - le dijo con conocimiento.

- Doctor Dallas - parece que Juliana recuperaba su voz - mis últimos análisis... usted podría... podría...

- Tus últimos análisis los hice hace dos meses y estabas perfectamente limpia Juliana, con eso te puedes quedar tranquila - le aseguró el hombre - ?Has tenido relaciones con otras mujeres antes de Valentina en esos dos meses sin protección? - Valentina miró a su novia, la pregunta le interesaba. Ellas solo llevaban de novias pocos días asique si Juliana había tenido sexo con otras mujeres no tenía por qué importarle.

De todas formas la alivió la negativa de Juliana a la pregunta

- Perfecto, entonces no hay de qué preocuparse. No es necesario que vuelvas a pasar por otros análisis similares. De todas maneras Valentina si quieres podría hacértelos a ti - el doctor miró a Valentina.

- Mis análisis van a estar para la semana que viene - agregó la casta?a. Al parecer ella se estaba encargando de eso - Pero jamás he tenido relaciones sin protección - tranquilizó al hombre protector de la morena.

- Juliana puedes dejarme a solas con Valentina un momento - pidió el doctor amablemente.

Al principio la morena se enderezó y con su cabeza torcida parecía mirara al hombre como queriendo negarse, pero después asintió y salió del consultorio.

Valentina esperó a que el hombre hablara - Jane y la hermana Ana me comentaron de la reciente aparición de sus padres - dijo

Valentina asintió - No se preocupe, me estoy encargando de eso, no voy a dejar que nadie le haga da?o - aseguró la Ojiazul.

El hombre sonrió - Me alegra que tu llegada coincida con la ausencia de moretones y marcas en el rostro de Juliana también -resaltó - Es un gusto conocerte y espero que sepas que estás tratando con un ser muy especial - le dijo mientras la acompa?aba hacia la puerta

- El más especial de mi vida - confirmó Valentina con una sonrisa.

Una semana después - Aeropuerto de New York

- ?No me mires así! ?No es mi culpa que Camila prefiera quedarse con ese pelinegro estúpido que venir con nosotras! - Aseguró Lauren.

- ?Si es tu culpa! - le discutió Tay sentada en uno de los asientos del aeropuerto. La peque?a latina tenía los brazos cruzados y miraba a cualquier lado menos a Lauren, la peque?a aguantaba sus lágrimas lo más fuerte que podía - Tu la has alejado de nosotras y ya no nos quieres igual que antes. Ahora prefiere irse a jugar con ese tal Shon..

- Es Shawn - la corrigió Santana

- Como sea, es tu culpa - aseguró la peque?a. Una de las lágrimas se le salió sin permiso

- Tay Tay... no llores - A Lauren se le partía el alma - Shawn es el novio de Camila y tenemos que aceptarlo...

- ?No! ?tu lo tienes que aceptar! ?Yo no! - Discutió la ni?a - ?Se suponía que teníamos que formar una familia! ?Me prometiste que íbamos a ser Camila, tu y yo! ?Y ahora ella va a formar su propia familia y nos va a abandonar como lo hizo el estúpido de mi padre! - las lágrimas de la peque?a caían en forma incontrolable.

- Tay... - Lauren intentó acercarse pero la peque?a se negó

- ?Déjame! - La ni?a se corrió varios asientos para alejarse lo más posible de la latina. Y Lauren se sentó sola cruzada de brazos.

A los segundos la soledad de Lauren se vio interrumpida por Valentina. La casta?a se sentó a su lado y también se cruzó de brazos.

- ?Dónde está Liah? -pregunto la latina

Tanto Liah como Tay iban a pasar varios días con las chicas. Todo porque los se?ores Carvajal estaban en la ciudad por el tatuaje de Juliana y querían aprovechar para malcriar a su "nieta".

- No me quiere ver ni pintada - contestó Valentina - Se tiró sobre los brazos de mamá llorando como si yo fuera lo peor que le pasó ?Puedes creerlo? - Valentina no entendía.

- Claro que puedo - le dijo la latina se?alando a la peque?a latinita que lloraba a varias filas lejos de ella - Como si yo tuviera la culpa de que Camila no pudiera venir a recibir a la rarita, como si yo tuviera la culpa de que Camila estuviera loca por ese estúpido..

- En parte la tienes - agregó Valentina.

- Cállate Carvajal - Lauren no quería saber nada.

- ?Y dime porque entonces yo tengo la culpa de que Juliana decida irse una estúpida semana a hacer un estúpido tatuaje? - al parecer ese era el reproche de Liah.

- ?Tienes un cigarrillo Val? ?Qué? - respondió hasta la mirada de reproche de su amiga - Esto de ser madre es estresante - defendió su vicio

- Llevan dos días con nosotras Lo - Valentina quería hacerse la fuerte pero estar con Liah sin Juliana se le estaba haciendo difícil.

Las dos miraron como León llegaba a darle un chocolate a Tay mientras Liah comía el suyo para diabéticos arriba de Lucia. Lauren y Camila se miraron y giraron los ojos de forma coordinada. Desde que llegaron y descubrieron a las ni?as los se?ores Carvajal las estaban malcriando más que nunca, sin contar que se habían convertido en el respaldo de las peque?as contra Valentina y Lauren.

- ?Le dijiste a la rari que tus padres ya estaban aquí? Digo si alcanzaste a hacerlo después de que desocupaste tus dedos...

- ?Cállate Lo! - odiaba que su amiga fuera tan chusma.

- Oye si no querías que nos enterásemos del sexo telefónico o por skype con la rari lo hubieras hecho en otra parte, tus gritos traspasan paredes Valentina - La verdad que esta vez no tenía la culpa.

Valentina no se sonrojó para nada, al contrario - Tengo una novia con muchas necesidades - aclaró -Y además... si le dije - respecto a lo de sus padres - Ya sabe que están acá y se puso nerviosa cuando le dije que no se asustara si la trataban un poco más fríos o con más dureza, o más distantes. Tu sabes - hablaba con aire de superioridad - Soy la única hija que les queda, tienen miedo de perderme, tienen miedo de quedarse solos, por mucho tiempo fui la preferida, soy la luz de sus ojos...

- ?JULIANA! - la voz de Lucia se hizo notar en el aeropuerto - ?Allí está León! - Lucia salí corriendo con Liah en sus brazos mientras que León corría con Tay en su mano.

Lauren y Valentina miraron como los se?ores y las peque?as se abalanzaron sobre la recién llegada morena.

- ?Qué decías Val? - Lauren sonreía malignamente

- Cállate latina estúpida - Valentins se paró de su asiento y fue en busca de su novia

Cuando llegó a la peque?a multitud vio a su madre llorando en los brazos de su padre - ?En serio mamá? ?En serio? - su madre era una exagerada. Cuando volvió la vista hasta su novia la encontró con las dos peque?as en su brazo pero con su mirada torcida puesta sobre Valentina y una enorme sonrisa en su rostro.

- Hola - le dijo Juliana con total alivio. Nunca una semana se le había hecho tan larga como la que pasó lejos de Valentina.

Valentina caminó hasta su chica mientras la morena bajaba a las dos peque?as. Sin perder tiempo llegó y besó la boca de la morena sin intenciones de separarse.

- Valentina... tus... están tus... - la morena le reprochó el exhibicionismo que poco le importó a la casta?a porque volvió a atacar los labios de Juliana haciéndola poner más colorada aun.

- ?Guacale! - Protestó Tay desde el piso - La hermana Ana dice que si yo volvía a besar a alguna ni?a así iba a tener que rezar trecientos rosarios - No era que la monja tuviera problemas con la homosexualidad sino que Tay era imparable.

-?RARI! - Lauren llegaba a darle la bienvenida - Se te extra?ó mucho, sobretodos los empleados de la empresa te extra?aron - la idiotez de Valentina se hizo sentir - Y no te preocupes que cuidé mucho al Brabus, lo saqué a pasear todos los días...

Juliana miró inmediatamente a Valentina y la casta?a giró sus ojos para después calmar a su novia con un beso - No te preocupes que no la dejé que tocara nada - le aseguró agarrándola de su mano para empezar a caminar a la salida. De hecho se formaba una larga e interesante discusión cada vez que Valentina y la latina iban al departamento de Juliana.

- ?Llegaron... hubieron... mandaron más cartas? - Valentina miró a su chica y el interés por las cartas le indicaron un gran avance en el tema. Mientras Juliana recogía a Liah del piso Valentina analizaba la pregunta.

Valentina asintió - Todos los días recogía una nueva - contó.

- ?Esas son las cartas que te escriben tus papis Juls? - preguntó una callada Liah.

Valentina miró a la morena y esperó una respuesta

- Creo... no se si... creo que si Lili, pero no me gustan decirles así - le comentó a la peque?a con diplomacia mientras llegaban a los autos.

- ?Vas a ir al estudio? - le preguntó Valentina sentándose en el asiento de acompa?ante del auto de Lauren. Juliana dejó a Liah en los brazos de su novia.

Juliana asintió - tengo que preparar varias cosas - le dijo

- Camila y Santi nos esperan en el departamento. Los pasamos a buscar y vamos - agregó Lauren subiéndose al lado del conductor una vez que Tay ya estaba arriba.

- Nosotros nos vamos con Juliana a ver su estudio - habló León

- ?Qué... qué te pasa? - Juliana notó la cara de su novia enseguida. A pocas horas de que una aguja la empezara a perforar Valentina estaba sintiendo los nervios.

- Estoy bien - aseguró imitando fortaleza - Nos vemos enseguida - Agarró a Juliana del cuello y tiró de ella para besarla.

- Ya llevan 900 rosarios - dijo Tay desde el asiento trasero.

- Esa es mi hija - festejó la latina.

Varias horas después - En el estudio de Juliana

- ?WOW! ?Wow! ?No tengo otra palabra! - Santi miraba su espalda al espejo - Siempre pensé que los tatuajes eran estúpidas calaveras o mujeres con poca ropa, pero nunca pensé que se pudiera hacer semejante obra de arte - El muchacho no podía dejar de mirarse - Tu morena - se dio vuelta y se?aló a Juliana - Eres mi nuevo artista favorito - le dijo

Juliana agachó su cabeza avergonzada.

- Solo faltas tu Valen - Lucia había presenciado el tatuaje de Camila, Lauren y Santi mientras se turnaba con León para encargarse de las ni?as.

- Si, no seas cobarde como esta - Tay se?aló a Lauren desde su posición en los brazos de la bailarina.

- Oye ni?a - la frenó Lauren - No soy cobarde - le aclaró

- ?Te desmayaste! - le reprochó la peque?a

- No es cierto - se defendió -Solo tenía sue?o y el movimiento de la aguja me hizo relajar ?Cierto rari? - Juliana no le estaba prestando atención a la conversación, tenía su mirada puesta en el color pálido de su novia que se paseaba por toda su oficina con una dormida Liah en sus brazos.

- Entonces ?Por qué Juls te tuvo que dar algo con azúcar para despertarte? - Camila se unía a la ni?a.

Tay se largó a reír ante la cara de Lauren - ?Sabes qué? - Habló la latina - Ya vas a venir cuando esta noche Camila se vaya con el tipo ese a...

- Esta noche no me voy a ningún lado - saltó Camila

Tay y la latina miraron a la casta?a - ?En serio? - preguntó Lauren

- ?Te quedas con nosotras? - preguntó la latinita.

Camila asintió - Pero pensé que tenías la cena aniversario con tu novio - o eso había entendido al entrar al estudio y sentir al chico restregárselo por la cara.

- Si, la tenía - aclaró en pasado - Pero le dije que mi peque?a favorita está acá y que quiero pasar tiempo con ella - dijo Camila - Quiero pasar tiempo con mis dos latinas preferidas - agregó mirando a Lauren mientras abrazaba a la peque?a.

- ?VALENTINA APURATE! - la presionó Lauren, ahora más que nunca quería ir a su casa.

La empresaria se acercó al grupo bajo la atenta mirada de su novia - Acabo de decidir que no voy a hacérmelo - les dijo.

Todos miraron a la casta?a de inmediato - No es justo Val, si yo me la aguanté tú también lo haces - se quejó la latina.

- Valentina - Santi se acercó a ella - Llevamos a?os planeando esto, desde la preparatoria. Es lo que nos une decíamos ?Recuerdas? - el chico apeló a la nostalgia.

- Es que... no me siento muy bien - mintió - Además Liah ya está cansada y...

- ?Me pueden dejar a solas con Valentina por favor? - Juliana se levantó de su asiento y con mucha seguridad habló

Valentina miró a Juliana y se dio cuenta de la seriedad de la chica. Dejó a Liah en los brazos de su madre con mucho cuidado.

Apenas se quedaron solas en la oficina de Juliana, la morena se acercó a la casta?a y puso sus dos manos en su cintura - ?Tienes miedo? - le preguntó.

Valentina negó con su cabeza - No es eso...

- No me mientas por favor - le pidió Juliana

Valentina localizó los ojos marrones - Mucho - confesó finalmente - Nunca me gustaron las agujas - agregó.

Juliana sonrió - No te rías de mi, sabía que te ibas a reír - Valentina amagó a irse pero Juliana la frenó rápidamente y la apretó contra la puerta.

- Sonrió de felicidad - le dijo mirándola - volverte a ver me hace feliz y no quiero volver a separarme de ti - le dijo mientras abrazaba a la casta?a.

Valentina se relajó en los brazos de su chica - Llévame contigo - soltó de repente.

Juliana la miró - ?De verdad? - preguntó la morena

Valentina asintió - No me dejes nunca más - le dijo casi como súplica.

Juliana la miró con intensidad - Nunca más - le aseguró para después comerle la boca y trenzar su lengua en una pelea con la de Valentina.

La casta?a agarró la cara de Juliana para obligarla a separarse - Hoy te quería solo para mi y tuve que compartirte con un montón de gente - le reprochó en forma egoísta - Pero ahora que estamos sola, que eres toda mía de nuevo quiero que me ames, que nos amemos - le dijo cerrando la puerta del estudio con llave.

- Si - jadeo Juliana que sujetó la mu?eca de Valentina cuando la mano de la ex rubia ya acariciaba su entrepierna excitándola - Sácame el vestido Juliana - se dio vuelta para dejar visible su cierre. La morena le bajó el cierre del vestido y le ayudó a quitárselo.

Apenas la casta?a la volvió a enfrentar Juliana le quitó el sujetador y frotó la cara lentamente en uno de sus pechos hasta que sus labios atraparon un pezón y lo succionaron sin piedad.

- Juliana quiero que lo hagamos sin condón. Mis resultados ya llegaron y estoy limpia - le dijo - Ya empecé a cuidarme con pastillas - agregó mientras ella misma se sujetaba un pecho y con su duro pezón le delineo el contorno de sus labios a Juliana.

La morena se irguió, y con sus ojos marrones, ennegrecidos contempló a Valentina con hambre, mientras se quitaba las zapatillas, los jeans y los boxers. Se dejó la camisa puesta, de entre las pecheras asomaba el miembro erecto, moreno y brillante de humedad.

Le bajó las bragas a Valentina, y ella levantó uno a uno los pies para ayudarla. Le froto con delicadeza el monte de venus depilado y la vulva hasta que pensó que Valentina se desmoronaría en medio de gemidos y temblores. Juliana amaba atestiguar como se entregaba, como se iluminaba el rostro de Valentina en el placer, cómo dejaba caer los párpados y entreabría los labios. Amaba sentir cómo su vagina caliente y húmeda se contraía en torno a ella. Le atrapó los labios en un beso voraz y absorbió sus suspiros y su aliento, mientras le apretaba el trasero y la refregaba contra su enorme y listo bulto.

- Sácate la camisa Juliana - alcanzó a decir - Quiero que estemos piel con piel - le dijo.

La tatuadora no tuvo problema en cumplir con el deseo de su novia con una rapidez que provocó risas en Valentina. La morena volvió a apretarla contra su cuerpo.

- Pasa una pierna por mi espalda - le dijo Juliana con sabiduría mientras ella misma agarraba la casta?a parte de atrás.

Valentina se ubicó como pudo frente a ella, y enseguida percibió la dureza del pene contra ella y no supo si era por el tiempo que había pasado o porque lo vió más grande que nunca que le dio un poco de temor volver a sentirlo inexperta dentro de ella. Juliana se introdujo dentro de Valentina.

Para la morena, la sensación de su carne desnuda en contacto con la vagina de Valentina resultó más de lo que había imaginado y explotó y eyaculó como si fuera una inexperta - Lo siento - se disculpó - Estaba muy caliente - agregó entre convulsiones.

Valentina acarició la espalda de su chica entendiendo - Tranquila... - no alcanzó a consolarla que ya sintió como Juliana se endurecía nuevamente y empezaba a embestirla sin piedad.

Apenas Valentina sintió su orgasmo golpeándola en oleadas se tiró sobre los brazos de Juliana dejándole la tarea de sostenerla a la morena. La tatuadora le agarró el rostro transpirado y la obligó a que la mirara

- Entrégate a mí, completamente. Por favor - suplico

Valentina la miró y no le costó entender a qué se refería su novia. Juliana, la persona que la había marcado hace unos segundos como suya, ahora quería marcarla con tinta. Valentina le prestó atención a las pupilas marrones que la miraban entregada, enseguida supo que no se podía negar a ellas y asintió al pedido.

Sin demoras y sin importarle la desnudez en que se encontraban ambas, Juliana dejó a la ex rubia en la camilla de trabajo - Solo escucha mi voz amor - le dijo la morena.

Valentina sintió como Juliana ponía los calcos con el dibujo en su piel y apenas sintió el ruido de la máquina cerró los ojos - Concéntrate en mi voz amor de mi vida - insistió Juliana

- Primero voy a hacer el símbolo de su colegio - Al parecer ese era el centro del dibujo, la insignia del colegio - ?Duele? - preguntó

La verdad es que no le dolía, pero tampoco quería darle libertad a su novia para que trabajara más rápido, le gustaba tenerla para ella sola toda desnuda y dibujando sobre su cuerpo - Un poco - mintió.

Juliana disminuyó la velocidad con la que dibujaba aún más y besó la espalda desnuda de su chica - te amo - le dijo.

- Te amo - contestó Valentina.

Varias horas más tarde

- Pensé que después de esto no era recomendable hacer actividad física - Después del tatuaje Juliana había arrastrado a Valentina hasta el viejo sillón de su oficina para hacerle el amor una vez más.

- No pude evitarlo, estaba muy dura - tener a Valentina desnuda en la camilla no era algo de todos los días.

- ?Qué haces? - Valentina seguía tirada sobre el sillón de espaldas mientras miraba como Juliana le sacaba una foto a su reciente tatuaje.

- Lo quiero en mi pared - le dijo la morena.

Valentina sonrió y se apretó el labio - Déjame verla - hablaba por la foto

Juliana se sentó en el suelo a la altura del rostro de Valentina y le mostró la pantalla de la avanzada cámara. El tatuaje había quedado perfecto. En un costado del símbolo del colegio estaba una Lauren porrista cuya sombra era un demonio sexy y cuyos ojos miraban con intensidad a la otra casta?a porrista que estaba en el lado opuesto del símbolo. Se veía claramente en el tatuaje como está casta?a bailaba seductoramente para el demonio que salía de Lauren. En la otra esquina había un muchacho con una corona de promoción y vestido con una falda mientras que en la última esquina, había otra seductora porrista a la cual Juliana le había hecho unas poderosas pesta?as y había resaltado su hermosa figura. Al contrario de las otras dos, esa porrista no tenía pompones en sus manos sino que las tenía firmemente apoyadas en su cintura y con agilidad Juliana había dibujado el piso de esa animadora como si fuera un plano mundial. De esa forma demostraba como ese dibujo estaba por encima de todo.

- Tienes mucho talento - le dijo Valentina a su novia. Juliana quiso agachar la cabeza pero la casta?a sostuvo su mentón y aprovechó para besarla.

- Si me sigues besando así no voy a dejar que salgas nunca de aquí y nos van a seguir tirando papelitos por debajo de la puerta - le se?aló la puerta a Valentina.

Valentina miró un montón de papelitos que se acumulaban en ese lugar - Leamoslos - le dijo a la morena

Juliana los buscó y volvió a su lugar en el piso - Este dice... "Valen y Juls nos cansamos de esperarlas y nos pareció que los ruidos no eran acordes para la edad de las ni?as, nos vemos en el departamento. Camila. PD: a mi los ruidos me parecieron sexis"

- "Valen espero que no te hayas cuidado. Besos tu madre" - leyó el otro

- Bueno en eso le pegó - opinó Valentina acariciando el cuello de su chica.

- "Val te dije que tus gritos no traspasan barreras Pd: No entiendo como aguantas al rarón y te da miedo una simple aguja" - obviamente era Lauren.

- Nunca lo pensé antes - Lauren tenía un buen punto.

- "Ya perdí la cuenta de los rosarios que deben. Lauren me dijo que sea lo que sea que estén haciendo no tiene perdón de Dios. La hermana Ana se va a enojar y eso me gusta" - Tay tenía el mismo concepto de maldad que Lauren.

- Queda uno - Juliana agarró el último - "Se?orita Carvajal, la se?orita Jauregui me comentó la situación y me tomé el atrevimiento de comprar analgésicos y pomadas, las dejé al pie de la puerta. Dice el farmacéutico que si siguen así les conviene comprar al por mayor..."

- Dame eso - Valentina manoteó la nota - Estúpido farmacéutico.