Siempre la he imaginado con ese look, no sé. Pienso que se vería bien. ?Espero les guste! Uwu

Disclaimer: Pucca no me pertenece, lamentablemente. El escrito sí.

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Pucca observó con horror como el chicle que había estado masticando desde hace rato, se había pegado a su cabello. Todo porque no cerró la ventana y el aire entró con fuerza justamente cuando la burbuja chiclosa explotaba. Sucedido todo en segundos…

Trató desesperadamente en quitar el chicle ?Justamente cuando se soltaba el cabello! Su suerte no podía ser tan mala.

Si podía.

Luego de un rato entre tirones del dulce pegajoso y su pelo, llegó a la conclusión de que lo empeoró. Ahora si había quedado hecho un desastre.

La puerta de su habitación se abrió repentinamente, Ching entrando de manera alegre.

— ?Pucca, adivina qué! Abyo me invi- ??Qué rayos?! —la pobre chica se quedó pasmada viendo el pelo oscuro y largo de su amiga, vuelto una mara?a rosa. Won agitó sus alas graznando del susto.

Pucca, ya con los ojos llorosos, se acercó a su amiga implorante de ayuda.

Ching solo pudo recibirla en sus brazos, con un nudo en el corazón. Pues, solo había una solución, y ambas sabía bien cuál era.

Garu se encontraba ajeno a todo, regresando a su casa después de un duro entrenamiento, estirando sus extremidades mientras estas tronaban. A pesar del cansancio, se sentía pleno.

Nunca había alcanzado ese punto de esfuerzo, pues, Pucca siempre llegaba a interrumpirle.

Hablando de ella ?Dónde se habría metido? Aún no venía a reclamar su beso de buenas noches.

No es que lo esperase ansioso, absolutamente no, ni pensarlo. Pero… Ya era costumbre, y con el pasar de las horas se sentía ansioso. Estaba seguro que una risilla cantarina le perseguía.

Poco sabía él, el calvario que la joven de odangos estaba pasando.

No tenía ni idea.

Oh bueno, no la tuvo hasta que unos toques en la puerta lo alertaron.

Con incertidumbre abrió la puerta, y menos mal no se había hecho el té porque si no hubiese escupido la cara de su peculiar visitante.

Ahí estaba ella… Su novia.

Para en medio de la puerta, tímida, nerviosa a punto de explotar a llorar. Traía la misma ropa de siempre, eso no había cambiado. Pero, en vez de su típico peinado de mo?os, lo traía suelto.

Y no suelto largo. Si no, suelto corto.

Con la boca abierta, solo pudo pensar: ??Que rayos!?

No le quedaba mal, sin embargo. Un corte recto, la hacía ver más tierna de lo que ya era. Se veía hermosa a pesar de todo, ese nuevo look le sentaba de maravilla.

Pero…

?Por qué?

Chicle… Lo siento.

Se quedaron mirando, sonrojados. Una avergonzada, pues, que tu cabello tan largo como era se te arruinase por eso, no era de sus mejores logros. Y Garu, pues, solo admiraba aun así lo bella que se veía.

Tal vez, por eso actuó instintivamente. Por eso sus manos se levantaron, lentamente. Por eso, acarició sus mejillas. Por eso, pegó su frente a la de ella.

Por eso, hipnotizado, la besó. Y ella, correspondió.

Tener el pelo corto, no era el fin del mundo.

Por supuesto que no.

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?Gracias por tu review, perlapuccabf!

?Gracias por leer!

Palabras: 503.