Disclaimer: No.6 pertenece a Atsuko Asano.

Entre la realidad y los sueos

A veces, cuando caminaba en la bruma entre la realidad y el mundo de los sueos, Shion se permitía perderse en sus reminiscencias, en el rumor constante de memorias cimbrando en su mente y, de algún modo, forjando su futuro. Indefectiblemente, también pensaba en el vacío de su ausencia.

Recordaba la ciudad en ruinas fuera de No.6, el Bloque Este, todos ignorando su existencia a pesar de que el aroma ácido de los desechos se colaba a la gran ciudad amurallada, tal y como ignoraban la parte más sucia de sus almas. A veces, rememoraba el tacto helado de los cadáveres apilados, su voz apremiante, la pérdida paulatina de calor de los cuerpos recién desechos.

También se hallaba pensando en Inukashi y sus perros y en la mano amiga de Rikiga en ese mundo cruel. Ambos, de alguna forma, siendo pequeos rayos de luz que le aseguraban que, aún en un sitio desprovisto de esperanza, esta podía nacer, refulgiendo para despertar sus ateridos corazones.

Su vida fuera de No.6 marcaba un inicio y un final, mientras intentaba adaptarse a la verdad de su pequea bola de cristal. En cierto modo, le parecía irónico haber regresado a la ciudad, buscando refugio en los brazos de su madre y siendo nombrado regente cuando apenas podía poner en orden su vida después de que él se marchara.

Había mucho que hacer frente a la corrupción arraigada en el corazón de las personas, mientras él mismo luchaba para no ser consumido por esta, y por eso era por lo que solo en las lindes de la realidad y las quimeras era que podía dejarse llevar por el pasado, por sus valiosísimas memorias.

Después de todo, aún recordaba la magia de la presencia de Nezumi.

Cuando estaba con él, compartiendo una cama individual mientras sus extremidades se mezclaban al punto de que, en ocasiones, olvidaban dónde empezaba una y terminaba la otra, Shion se podía dar el gusto de dejar de lado el inminente caos que los atosigaba. Junto a él, las ruinas adquirían cierto aire místico que le hacía ver la belleza en lo grotesco, porque Nezumi no parecía perturbarse por eso, porque esa era la realidad, para bien o para mal.

A veces, cuando estaba muy sumergido en ese mundo al revés, podía oler su ligero aroma a jabón mientras que el tacto de sus manos suaves, pero firmes, acariciaban su piel, y creía escuchar su voz cantando palabras que se elevaban al viento como una oda a un ente que no conocían. Shion se dejaba embelesar por su risa grave y aoraba sus bromas y sus apodos.

Sin embargo, recordaba el brillo metálico de sus ojos, se quedaba sin aliento porque su corazón latía desbocado y su estómago brincaba siempre como la primera vez que lo había visto. En esas pupilas, que conocían lo bueno y lo malo de la humanidad, Shion había aprendido a luchar por sus ideales, esperando que se fijaran solo en él. Sus ojos eran como las noches de tifones y, a pesar del peligro que advertían, de algún modo, Shion se sentía seguro cuando los recreaba tras sus párpados, porque sabía que podía confiar.

Entonces, cuando despertaba, era más consciente de su ausencia. A pesar de que se repetía que era imposible, miraba con esperanzas pueriles la pequea ventana de su habitación por donde ni siquiera el pequeo Nezumi de hacía tantos aos hubiera sido capaz de colarse sin importar el torrencial que se les estuviera viniendo encima.

Y, aun así, Shion esperaba por esa promesa de reunión. Con el corazón en el puo y su sempiterna confianza en Nezumi. No importaban los aos, continuaría caminando hacia el incierto futuro mientras permitía que el nio de doce aos de Cronos dejara la ventana abierta para él.

Muchas gracias por leer!

No.6 fue uno de los primeros animes que vi y, hace unos días, me puse a leer el manga y no pude resistirme escribir algo para esta fecha. Espero les haya gustado!

Tengan una excelente semana!