Capitulo 48: Invertir para ganar

1 mes ha pasado desde que el conflicto empezó, en este tiempo se han librado 10 batallas: 5 a favor del imperio oscuro, 3 a favor de Equestria y 2 terminaron por el clima, sin tener un claro ganador.

El campamento alfa pudo ganar algo de territorio pero a un costo relativamente alto; la capilla que servía como hospital estaba llena con soldados heridos, el capitán Shining Armor se encontraba hablando con el doctor y enfermera a cargo.

–?Resistirán un viaje al campamento central?- preguntó el unicornio con seriedad.

–Los pegasos probablemente, pero la unicornio está muy delicada- la enfermera le extendió unos papeles– trate de estabilizarla pero sus pulmones están casi colapsando, está intubada por un respirador manual pero si no la operamos...dudo que sobreviva.

–Lamentablemente, supera mis capacidades. Esto debe ser llevado a cabo por un especialista o el resultado no será favorable– el doctor garabateo un nombre y se lo extendió al capitán– es un colega mío, trabaja en el centro de especialidades en Canterlot. Sería mejor traerlo.

–Somos el campamento más cercano al imperio y apenas ayer nos atacaron, hay informes de avistamientos de soldados oscuros a nuestro suroeste, es muy peligroso traerlo- Shining Armor puso su casco en la barbilla mientras meditaba la situación.

El unicornio llevaba el cabello recogido en una peque?a coleta, su mejilla derecha tenía una cicatriz al igual que su pata delantera contralateral . En su pata trasera llevaba un vendaje y tenía algunos moretones en el pecho. Su mirada era fría y en sus ojos había unas peque?as ojeras.

–Ignorando que no posee las habilidades, ?Tenemos lo necesario para una operación que al menos le logré estabilizar más, Doctor?

–Si, me parece que tenemos lo necesario al menos para que aguante unos días...

–Bien, entonces solicitaré llamar a su colega para que le dé instrucciones por medio de la radio...dependerá de que se comuniquen bien y pueda seguir sus ordenes- antes de que el doctor pudiera decir algo, Shining salió del improvisado consultorio– vaya preparando lo necesario para hoy a las 3 de la tarde, en cuanto a los otros dos llamaré a una patrulla del campamento gamma para que los lleve a la base central, preparenlos por favor.

Después de que escribiera las cartas e hiciera las solicitudes, Shining Armor regreso a la capilla, está vez para ver cómo estaban sus cadetes. El capitán siempre había sido muy empático, algunos le decían que tenía complejo de hermano mayor ya que solía cuidar bastante a sus soldados. No tenía mucho tiempo pero se aseguró de por lo menos ver cómo estaban todos y recoger algunas cartas para enviarlas a sus familias.

–?Harás de Santa ahora?- dijo el pegaso de piel naranja mientras le golpeaba con su ala.

–Burstlight, veo que decidiste despertar después de todo- Shining ladeó una sonrisa, le alegraba tener a su amigo en estos momentos.

–Las lindas enfermeras me pidieron que descansará, sería una lastima no hacerles caso. Aunque veo que eso no bastó para ti.

–Sabes que no puedo darme el lujo de bajar la guardia, vamos a la desventaja y ni siquiera nos hemos acercado más allá de la cordillera- masculló con una mezcla de tristeza y enojo en su voz.

–Pues, estamos más cerca que al inicio- Burstlight trataba de ser optimista pero sabía a lo que su amigo se refería– ?crees que debamos alertar a las princesas de lo que pasó ayer?

Shining Armor guardó silencio, de entre todas las batallas que había librado, la de ayer le había dejado un hueco en el corazón. Ya había recibido reportes pero no quería creerlos, no podía ser cierto, no lo creería hasta verlo con sus ojos y eso fue lo que pasó...los vio.

En la batalla no solo había soldados oscuros, también había ponis de cristal, pensó que aquellas gáleas (así se llaman los cascos de la cabeza) que cubrían sus rostros emanaban algún tipo de control mental así que dió la orden de priorizar el liberarlos de ellos; gran error. Cuando le despojo al pony de cristal de su casco se topo con sus ojos: fríos, furiosos...pero sin esa aura verde que esperaba ver.

–Sabia que no merecía ser nuestro príncipe. ?Ustedes, malditos, Nos traicionaron!- grito aquel pony que Shining conocía.

Ese poni era un artesano, les había confeccionado vasijas y algunas sonajas para Flurry, solía poner su puesto los fines de semana...siempre alegre, siempre amable, siempre sonreía al ver a la pareja imperial. –"Benditos los cielos que nos recompensaron al darnos gobernantes tan amables"-pronuncio en la feria de cristal, un a?o después de que el imperio volviera.

Su piel, no era de cristal brillante, pero tampoco tenía el aspecto opaco que poseían cuando el imperio recién volvió. En su lugar, aquella piel parecía contener un tipo de carbón traslúcido, como si en vez de brillar estuviera conteniendo bruma dentro de si.

Los lobos que dijeron ver en la primera batalla, aparecieron y les atacaron. Shining vio como esos ponis se envolvían en una esfera de poder y cambiaban sus cuerpos a esos canes salvajes.

De no ser por qué, en un intento de protegerse de un inevitable zarpazo, conjuro el hechizo de des trasformación que usaban para defenderse de los changelings, y descubrió un efecto inusual: no lo regreso a su forma original de pony, pero si logro que se encogiera asustado, ese lobo retrocedió con la cola baja y al verse rodeado huyó en dirección al oeste. Era como si se tratara de un lobo natural.

Una lágrima resbaló por la mejilla de Shining, lograron ganar pero además de que muchos resultaron heridos...habían tenido que hacer algo horrible.

–Yo...no sé cómo se lo diré a Cady- el capitán bajo la cabeza– Las princesas esperan que los podamos salvar, pero...ahora resulta que ellos nos odian, no podemos dejar de pelear o acabarán con Equestria. Pero ellos ya no quieren ser salvados.

–No puedes postergar esta información, debemos confirmar las sospechas de los otros campamentos y...alertar a las princesas.- Burstlight puso su casco en el hombro de su amigo– se que te duele, ellos estaban bajo su cuidado, pero lo que pasó no es culpa ni tuya, ni de Cadence. Escucha, todos los que están peleando se han dejado cegar por la ira, pero te aseguro que allá, dentro de los muros de cristales negros, hay ponis que aún confían en sus gobernantes...en al princesa y príncipe de cristal.

Fue así que el capitán se llenó de valor y llamo a la central, pidiendo comunicación urgente con las regentes de Equestria.

–Capitán Armor. Aquí la princesa Celestia. ?Qué ocurrió en la batalla? ?Se encuentra bien?- la voz de Celestia se escuchaba entrecortada por la mala se?al que había, pero era comprensible.

–Hay algo que debo comunicar- Shining Armor guardó silencio un momento para tranquilizarse– Los ponis de cristal...están del lado del Rey Sombra por su voluntad, pido permiso para re- organizar nuestra estrategia...

Una semana después: Castillo de Canterlot, sala del trono.

Las princesas llamaron a una junta de urgencia, los campamentos se quedaron a cargo de los segundos al mando mientras todos los generales y capitanes regresaban a Canterlot. También estaban presentes los líderes de los reinos que les brindaban ayuda, Discord y 4 de las portadoras, se suponía que vendrían las 5 pero Pinkie Pie se huyó antes de tomar el tren, Rainbow y Applejack habían venido junto a los generales de sus respectivos campamentos.

Todos testificaron acerca de la situación:

Anteriormente, la princesa Luna había condenado a un guardia de traición al no creerle cuando dijo que no había matado a su compa?era estando consciente: en las batallas se habían dado varios casos en los que los ponis atacaban en medio de la batalla, uno de los dragones había logrado someter a uno y se le pudo tomar una confesión, aquél pony afirmó haber sentido un piquete antes de ver todo nublado.

Los lobos que aparecían en las batallas, No se trataban de cambiantes, se trataban de ponis. A esto se le a?adió que el hechizo de des trasformación servía como arma eficaz contra ellos.

Finalmente, se habló de los ponis de cristal, su aspecto, su desprecio ante los que buscaban rescatarlos. Se llegó a la conclusión de que, en efecto, se habían terminado por unir al Rey Sombra.

El objetivo de la guerra cambio: ya no se priorizaría rescatar a los ponis de cristal. Ahora sólo debían defender la frontera a toda costa con el fin de que no toquen tierras de Equestria. Incluso si eso significaba tener que acabar con los ponis de cristal.

Además cabía aclarar que en tierra civil también habían pasado estragos:

El reino hipogrifo cerro fronteras con todos los reinos involucrados en la guerra y se negó al diálogo hasta que todo se resolviera. Por ende desataron furia en comerciantes.

Los ponis de Arabia, retiraron a sus embajadores de Equestria y se pronunciaron a favor del Imperio Oscuro, después de ellos les siguieron El reino de los gatos y el de los perros diamante.

En las tierras del sur hubo desapariciones de ponis, cambiantes y grifos.

Durante toda la junta, se pudo ver a la princesa Cadence con la mirada baja y aferrándose al casco de su esposo. Una vez que todos se retiraron, la alicornio rosa rompió en llanto. Shining le abrazo pero no pudo evitar unirse a los sollozos de su esposa.

La princesa Luna se acercó a ambos con su característica mirada serena.

–No fue su culpa, ustedes hicieron un gran trabajo como líderes...

–?Cállate!- grito furiosa Cadence– si hubiéramos actuado antes...Si tú te hubieras tomado enserio los testimonios anteriores ?Esto no estaría pasando!.

–?Disculpa? Yo no fui la que se negó a atender sus responsabilidades. ?No me vengas con...!

–Cálmensepor favor , solo...- murmuró Celestia, pero recibió insultos en respuesta.

Discord trato de defender a Celestia, a esto Fluttershy, celosa por aquella acción, defendió a Luna. Rainbow y Applejack se pusieron del lado de Cadence, Rarity y Shining trataron de calmar a todos, pero era inútil, la sala se había convertido en un campo de batalla verbal.

Todo iba de mal en peor, a este punto terminarían odiandose y perdiendo la confianza de los ponis por completo. Cuando salga a la luz que los ponys de cristal les habían traicionado...?Cómo lo tomaría Equestria?. Shining pensaba en ello mientras apartaba a Cadence quien se había agarrado de las gre?as con Luna.

Un insoportable chirrido hizo que todos se taparan los oídos y voltearon hacia la puerta, parada ahí estaba Pinkie Pie con mirada seria.

–Sabia que eran peor que verduleras, pero no imaginé que tanto- dijo mientras tiraba el tenedor con el que había hecho aquel sonido.

–??Dónde diablos estabas?!- reclamo Rarity molesta.

–Ahora si apareces ?No? Según tu yo era la débil y cobarde pero tú no eres más que una...- Fluttershy estaba rabiosa pero Discord hizo desaparecer su boca para evitar agendar todo.

–Solo hice lo más inteligente y traje ayuda.

–?Ayuda? Perdóname Pinkamena, pero a menos que hayas traído a un Dios supremo, no tenemos tiempo para tus locuras- masculló la princesa de la noche mientras se tallaba la cien.

–Bueno, yo no lo consideraría Dios ya que ella es estúpidamente modesta. Pero si usted quiere referirse así por mi mejor- la pony rosa se acercó a todos y vio discretamente a Shining Armor, el unicornio agrando los ojos.–Ya puedes entras, oh Dios supremo.

–Por dios, Pinkamena. ?Puedes dejar el sarcasmo...?- Applejack fue interrumpido cuando vio una silueta entrar; se trataba de una pony encapuchada pero su altura era mayor a la del promedio.

Discord cayó de rodillas al sentir aquella aura. No era posible.

La pony se retiró la capucha, dejando ver un cuerdo color lavanda, cabellos azules con mechones desordenados de color rosa y púrpura. Está extendió sus alas, dejando caer por completo la capucha. Sus ojos violetas carecían de brillo, su expresión era neutra y su cabello apenas llegaba un poco más abajo de su hocico.

Frente a ellos, estaba...

–Twilight...-susurró la princesa Celestia

Fin del primer libro

Esta historia consta de dos libros, el segundo saldrá cuando menos se espere. Gracias por leer hasta aquí, me alegra que al menos algunas personas se tomen con cari?o este proyecto. 3