Jujutsu Kaisen & sus personajes son propiedad de Gege Akutami.

Solo quiero aclarar que termine haciendo mi propia Playlist así que me disculpo de antemano si se decepcionan por no ser de alguna de las prompt que subieron :'D

?Holi!, lamento venir un día tarde a publicar, pero mejor eso que nada (?), la verdad quería publicarlo el mero domingo y a las 00:00 del sábado, pero no me dio tiempo. Recién llegó a mi casa y tal vez estoy algo ebria (?), pero aquí ando. Ahora, este primer OS es un AU y tendrá una continuación más adelante uwu. De momento espero que disfruten este intento de OS, de verdad lo siento si hay algún error, lo revise varias veces y hasta con la nota de "leer en voz alta" de word xD

Sin más…Enjoy!

.

.

.


.

.

El verano acaba de iniciar y el semestre estaba por culminar. Lo que significaba fiesta tras fiesta antes de poder regresar a sus hogares y estar a la espera para cuando de forma oficial la universidad diese por concluidas todas las clases. Ese día en particular por la tarde se llevaría acabo una fiesta en uno de los bares al aire libre que había en la playa. Gojo no era muy partidario de consumir alcohol, pero sabía que aquella fiesta sería una total perdición, y tampoco es que fuese una persona tan recatada o algo, todo lo contrario pues le encantaba ir de fiesta pero aquello implicaría convivir con sus compa?eros de grados superiores, aquellos que les jugaron las clásicas novatadas durante todo el primer mes de su primer a?o como universitarios. Por otro lado Geto le comentó que un buen informante le había dicho que aquellos sujetos de la fraternidad no iban a presentarse en dicha fiesta, pues ellos se encontraban de viaje en otro lugar. Al final de cuentas Gojo terminó accediendo a asistir, la verdad necesitaba distraerse bastante bien antes de regresar a la rutinaria vida con su familia y tener a su padre pisándole los talones. Terminó de juntar algunas de sus cosas en el dormitorio y se tumbó en la cama a ver su teléfono. Sonrió galante al ver la cantidad de mensajes que tenía de algunas de las féminas con las que llegó a salir o intercambiar solamente números, todas preguntándole y diciéndole exactamente lo mismo, que esperaban verlo en aquella dichosa fiesta.

Escuchó la puerta del dormitorio abrirse y había deducido que era Shoko, pues de haber sido Geto este ya habría entrado a su cuarto. Se dio la vuelta en la cama y miró nuevamente su celular.

—Shoko. —le llamó desde su habitación.

"?Hmm?"

Había sido la respuesta de su mejor amiga que se encontraba tirada en el sofá de la sala.

—?Irás a la fiesta de hoy?

—Aún no estoy segura. —respondió asomándose al cuarto de su amigo—. La verdad no tengo muchas ganas de ir, pero un senpai que conozco me comentó que habría DJ y música en vivo, así qué tal vez puede que vaya.

—?Música en vivo? —cuestionó ilusionado, de verdad le encantaba aquello—. Geto solo me dijo que sería una fiesta de playa más, pero ahora que mencionas que habrá música en vivo sí siento interés por ir.

—Tú solo quieres ir por todas tus conquistas. —comentó la casta?a mientras se adentró al cuarto y se recostó en el espacio que quedaba de la cama.

—?Y tú, Shoko? —cuestionó este mirándola por el rabillo del ojo—. ?Acaso no piensas ir porque habrá alcohol gratis y algún buen revolcón?

Shoko suspiró y respondió.

—No olvides la hierba, la hierba es la cereza del pastel.—puntualizó.

Ambos amigos rieron y se quedaron recostados un rato mirando sus celulares. Eso hasta que Geto entró dando tremendo portazo que los hizo saltar de la cama. Salieron del cuarto de Gojo solo para toparse con Suguru en la mesita de la sala con su laptop demasiado concentrado.

—Escuché que alguien va subir las nuevas materias y horarios al sistema. —dijo de forma acelerada mientras tecleaba repetidas veces.

Y sin pensarlo Gojo y Shoko corrieron cada uno por sus portátiles y volvieron a la mesita de la sala. Satoru encendió su laptop y la de Shoko mientras esta última iba por dos latas de cerveza y una lata de refresco para Gojo.

—?Es segura la información que nos dices?

—Lo escuché de un docente.—respondió Geto.

—?Alguien más sabe de esto? —cuestionó Shoko mientras encendía un cigarrillo.

—Estaba con Nanami y Haibara cuando escuchamos por accidente aquello.

Siguieron entrando, saliendo y actualizando el portal donde se supone subirían los horarios nuevos, pasaron cuarenta minutos y estaban por rendirse cuando Shoko entro de nuevo al sistema.

—Lo subieron…

Y de nuevo se pusieron manos a la obra. Sentían una enorme presión tras estar escogiendo sus nuevos horarios. Una vez que acomodaron sus clases tal cual querían, el trío había quedado que para la clase extra que llevarían escogerían la misma, y habían optado por idiomas. Soltaron un suspiro de alivio al ver que sus horarios ya habían quedado subidos y autorizados en el sistema. Sus respiraciones se sentían como si hubiesen acabado de correr todo un maratón.

—Necesito un cigarrillo. —comentó Shoko mientras se ponía de pie y sacaba una cajetilla mientras les ofrecía a sus dos amigos, Gojo pasó de eso y Geto si aceptó uno—. Deberíamos alistarnos si queremos agarrar buen lugar para la fiesta.

Los dos jóvenes asintieron y se devolvieron a sus respectivos cuartos. Las horas pasaron y salieron de aquel piso compartido. En esta ocasión le tocaría conducir el jeep a Geto, pues el conductor designado de la noche sería Gojo —ya que este no iba consumir alcohol—, salieron del campus de la universidad y tras unos kilómetros más notaron que el atardecer estaba en su mero punto, donde todo el entorno era naranja con algunos tonos rosáceos y lilas, sumándole el olor de la brisa marina. Entraron al estacionamiento y a pesar de estar abarrotado tuvieron algo de suerte al encontrar un lugar, algo distanciado pero al final de cuentas dentro de la zona de aquel lugar. Y al llegar a la entrada los guardias de seguridad solo se encargaban de revisar que todo aquel que entrara llevase consigo el carnet de estudiantes de aquella universidad. El lugar estaba totalmente al aire libre y con una decoración bastante característica que debía tener. Contaba con dos pisos, y los tres jóvenes estaban fascinados, no es que no hubieran ido antes a alguno de los otros bares de allí cerca, pero ese en especial, era nuevo y según lo que Geto había escuchado, unos alumnos de grados superiores conocían a los due?os y pidieron que para la inauguración darían una fiesta del inicio de verano a los alumnos de la universidad. El primer piso era como el área tranquila, que contaba con acceso directo a la barra, así como algunas mesas que rodeaban un peque?o escenario y otras mesas en la parte de afuera, las iluminaciones eran un tanto más tenue y no menos importante, los ba?os se encontraban en dicha planta. Mientras que el segundo piso era más escandaloso, pues esta contaba con una cabina para algún presentador, también con una plataforma para cuando hubiese DJ invitados y claro esta misma podía ser usada como un escenario para grupos de música. También contaba con mesas y claro la pista de baile al centro.

Cuando Gojo se dio cuenta que se encontraba solo, al parecer Geto y Shoko ya sabían a donde tenían pensado ir. Por su parte el joven albino se quedó en la primer planta, se acercó a la barra y le dieron un menú de bebidas, al final opto por un shirley temple sin alcohol. Sintió que algo rozó su pierna y al voltear a un lado se encontró con que era una de aquellas chicas con las que se lió, no recordaba su nombre pero si su cara. Se encontraba besándose con quien parecía ser su novio —el cual le daba la espalda a Gojo—, mientras aquella fémina le miraba coqueta por un costado y le seguía rozando la pierna con su pie. Gojo le sonrió de medio lado, tomó su bebida y decidió abandonar de manera discreta su lugar. Se encaminó entre los demás alumnos y pensó que sería buena idea ir al segundo piso, probablemente encontraría a Geto o Shoko con algún ligue. Al girarse para subir los escalones hubo algo que llamó su atención.

Fueron los primeros acordes de una guitarra, eran tan suaves que lo hicieron detener su andar, y por si fuera poco aquella melodiosa y suave voz que comenzó a cantar al compás de la guitarra le hicieron girarse sobre sus talones. Poco a poco fue acercándose a las mesas del centro y se quedó a una distancia prudente donde pudo observarla mejor. Por alguna extra?a razón sintió que ya había visto alguna vez a aquella joven de cabellos oscuros, más no recordaba bien, probablemente su cerebro le jugaba alguna broma. Ignoró sus pensamientos y siguió observando a aquella joven que se miraba tan inmersa en su labor de tocar y cantar al mismo tiempo, Gojo debía admitir que a pesar de la cicatriz que tenía en el rostro sus facciones no dejaban de ser finas, e incluso se atrevía a decir que le daba un aire misterioso y cool.

"Una belleza exótica."

Pensó.

Satoru no se consideraba un experto en cuanto a temas referentes de la música, pero lo que sí podía decir sin siquiera conocer a aquella chica, es que su inglés era bastante fluido y sobretodo entendible.

Who are we?
Just a speck of dust within the galaxy?
Woe is me
If we're not careful turns into reality

Y con cada verso cantado en compa?ía de aquellos acordes Gojo sentía como los poros de su anatomía se abrían y atravesaban todo su ser. Tras unos segundos más sus miradas se encontraron, empero el entrecejo de aquella joven se había fruncido de tal manera que Satoru pudo sentir su molestia pues dicha acción lo hizo tragar en seco. Aunque lo que le había sorprendido fue la capacidad con la que cambió su expresión de enojo a la relajada de un inicio y prosiguió con su labor de cantar. Unas cuantas canciones más y por fin el show había cesado, los aplausos no se hicieron esperar y aquella joven solo hizo una reverencia dando las gracias. Gojo la observó bajar del escenario y la siguió discretamente con la mirada, se sorprendió de ver que Shoko se había acercado a aquella chica dandole un abrazo, se miraban bastante cercanas y Gojo no dudó en acercarse a ellas.

—Shoko.—carraspeó un poco mientras la llamaba—. Pensé que estarías en la planta alta.

—Yo debería decir eso.—respondió esta como si nada aunque si un poco desconcertada—. Me sorprende que estés aquí.

—Me gusta probar cosas nuevas.

Shoko suspiró con algo de pesadez, a pesar de conocer de casi toda su vida a Gojo aun le sorprendía lo idiota y cínico que podía ser. Frotó el puente de su nariz con algo de frustración disimulada.

—Gojo, ella es una de los senpai que te nombré antes de venir para acá. —se?aló a la joven que actualmente estaba bebiendo un tarro de cerveza como si su vida dependiese de eso—. Utahime-senpai, este idiota de aquí es Gojo Satoru mi mejor amigo y compa?ero de cuarto.

—Un placer. —respondió Gojo extendiendo su brazo para estrechar su mano con aquella joven.

Utahime lo vio con una ceja alzada y un tanto extra?ada, sujetó con más fuerza su tarro a tal grado de que su mano tembló. Soltó un suspiro, no estaba en sus principios ser alguien grosera y al final extendió su mano para estrecharla con aquel sujeto. Aquellos tres siguieron bebiendo y conversando tranquilamente en una de las mesas de afuera mientras ordenaron dos tarros más de cerveza y otra bebida más sin alcohol para Gojo. Cuando dichas bebidas fueron traídas por uno de los meseros los jóvenes brindaron y dieron un sorbo, Shoko y Utahime dejaron salir un sonido de satisfacción mientras que Gojo sintió su bebida más dulce que las anteriores, y algo de lo que se había olvidado en ese instante era que, si una de esas bebidas preparada es más dulce era porque contenía exceso de licor. Un rato después se puso de pie porque quería ir al ba?o, sintió como su cabeza le pesaba y a la vez le daba vueltas, más no le tomó importancia porque al instante se volvió a sentir como de costumbre. Una vez que terminó sus necesidades se encontraba lavando sus manos, vio su reflejo en aquel espejo y luego sonrió. Secó sus manos y salió de aquel lugar para ir en busca de Shoko y Utahime, pues las había dejado solas. No tuvo problema en encontrar a Utahime pues se encontraba en el escenario metiendo la guitarra con la que tocó en su estuche, pero a Shoko parecía haberla visto con Geto demasiado juntos, aunque también pensó en que habría sido su imaginación, quiso acercárseles pero alguien pasó empujándolo accidentalmente y terminó perdiendo de vista a sus amigos nuevamente. Y Utahime, ella seguía donde mismo, tragó saliva y se encaminó al escenario por la parte trasera de este.

—?Necesitas ayuda?

La joven dio un respingo al escuchar a Gojo tan cerca de sí.

—No. —respondió a secas pero sin tratar de sonar grosera.

—Vamos. —dijo animado—. Luce pesado y además eres amiga de Shoko, y los amigos de Shoko también son mis amigos.

—No necesito amigos cómo tú. —mustió entre dientes y luego sonrió tratando de ocultar su irritación—. En serio, está bien así.

Pero Gojo no entendía de evasivas y ignorando aquello último que dijo Utahime se atrevió a quitarle la guitarra y la ajustó a su hombro. La joven rodó los ojos y solo por no armar un alboroto o llamar la atención accedió sin más. Le indicó que lo siguiera a la segunda planta, pues de allí subirían a la azotea que era donde se encontraba el cuarto que los due?os les permitieron usar para guardar los instrumentos. Al llegar se sorprendieron de que no era como el prototipo de bodega o cuarto donde acumulaban cosas. Pues este estaba muy bien equipado que parecía un mini piso donde alguien podía vivir. Bajaron los escalones para poderse adentrar y dejaron la guitarra y unos instrumentos más en donde no pudieran estorbar.

—Al menos no tuvimos que traer la batería. —comentó Gojo mientras ayudaba a Utahime a dejar un teclado en el suelo—. Porque necesitaríamos más ayuda y además no cabe.

—Uno de los due?os dijo que podíamos dejarla en el escenario. —respondió mientras se sacudía las manos—. Creo que ya debemos irnos.

Dijo cuando vio a Gojo curioseando en el lugar. No iba a mentirse, ella también quería saber con que fin fue echo aquel cuarto o si alguien viviría allí, pero al final de cuentas no era de su incumbencia después de todo. Tras explorar por un rato y haber tomado una botella de cerveza que encontró en el refrigerador Utahime volvió a repetirle a Gojo que era mejor que se fueran pero este parecía solamente fingir no escucharla, lo cual la hizo molestar y mejor optó por irse ella sola.

—Apagas las luces cuando salgas. —dictó mientras se dirigía a subir los escalones que la llevarían a salir de aquel cuarto.

—Utahime no seas aburrida. —canturreó mientras la seguía.

—Gojo, no puedes hacer lo que quieras en este lugar, pues pertenece a alguien y debemos respetar su privacidad.

—Lo dice la que se bebió una cerveza del refrigerador. —dijo entre risas—. Eres muy traviesa.

Y aquello colmó su paciencia. O sea, Gojo si tenía razón en aquello que dijo, hizo mal en abrir y tomar una cerveza de aquel refrigerador pero, ?era solo una cerveza de muchas más que había en el refrigerador! No creía que ese alguien se fuese a dar cuenta.

—Escúchame bien, estoy tratando de-…

Las palabras se quedaron atoradas en su garganta al girarse y toparse cara a cara con Satoru, sabía que él era más alto pero debido a que ella se encontraba arriba de unos escalones ahora podía apreciarlo más detalladamente. Odiaba sentir aquella inquietud por la forma en que la miraban esos orbes celestes. Estaban tan cerca que sus respiraciones se habían mezclado y ni hablar del olor a alcohol que emanaba de ellos. El ambiente se tornó tan tenso que podía cortarse con el más mínimo movimiento.

—Utahime…—susurró en su rostro.

Y adiós a la muy poca cordura que quedaba en su cerebro. Tomó la iniciativa al romper esa poca distancia entre ambos sujetando el rostro de Gojo para unir sus labios en un beso desesperado. Satoru no tardó en tomarla de la cintura para pegarla a su cuerpo y como sabiendo lo que ambos querían, Utahime enroscó sus piernas alrededor de la cintura masculina ocasionando que sus intimidades hicieran fricción y ambos gimieran en la boca del otro. Gojo sintió su piel erizarse ante el tacto y los gemidos de Utahime. ?Es que acaso todo era melodioso en esa chica? Sujetó su trasero con fuerza y lo estrujó, la fémina jadeó y siendo presa del placer que la estaba invadiendo comenzó a restregarse en Gojo como si se tratase de algún animal en celo. Satoru se desconoció asimismo pues normalmente era él quien tomaba iniciativa en dichos actos y sobre todo era quien dominaba, y ahora se encontraba allí postrado en aquel sofá gimiendo como un adolescente en su primera relación sexual. Y como no hacerlo si aquella chica con tan solo roces lo estaba haciendo delirar. Alzó un poco el vestido/overol de esta y metió sus dedos por debajo de las bragas, estirándolas y ocasionando que estas hicieran presión en su centro. Ella gimió y echó su cabeza hacia atrás, aguantando poco comenzó a desabrochar los shorts de Gojo, mientras este alzaba su cadera y los bajaba llevándose consigo parte de sus bóxer hasta las rodillas dejando a la vista su creciente erección. Y sin más Utahime se posicionó encima suyo, pero Gojo la detuvo por un instante.

—Protección…—dijo entre suspiros mientras buscaba su cartera.

—Tomo anticonceptivos. —murmuró sobre sus labios mientras tomaba su miembro y se hundía por completo en el.

Utahime ahogó un gemido y se sujetó con fuerza —y sin hacer tanta presión— del cuello de Gojo mientras sentía el placer llenándola. Y por su parte, Satoru se sintió como nunca antes, ni si quiera en su primera vez había gemido tanto como lo hacía ahora.

Los primeros rayos del sol atravesaron levemente las persianas, Gojo arrugó su entrecejo al sentir tal molestia y se giró sobre el colchón, pero el ruido de alguien más que parecía estar vistiéndose mientras soltaba maldiciones lo trajo nuevamente a la realidad. Y la vio allí de espaldas, acomodándose aquel vestido/overol que se le entallaba bien y sin llegar a lo vulgar a su cuerpo. Se incorporó y sintió dolor en su cabeza, llegó a la conclusión de que alguna de las últimas bebidas que ingirió si tenían alcohol de más, sin contar también sintió un leve dolor muscular el cuello y el ardor que sentía en hombros lo hizo sonreír al recordar lo de anoche. Obtuvo una agradable vista de la retaguardia de Utahime cuando esta se agachó para recoger algo y este no pudo evitar soltar un silbido ocasionando que ella se girara a verle de manera sobresaltada.

—Buenos días. —comentó Gojo mientras se levantaba de aquel sofá y se estiraba.

—Buenos días. —a?adió sin sonar nerviosa.

Gojo se acercó a hasta donde estaba y se agachó un poco hasta quedar cerca de su rostro, ella retrocedió y aquello desconcertó un poco al albino. Utahime volvió a observarlo con el entrecejo fruncido.

—Esto no debió pasar. —comentó sin más.

Satoru la miró con una ceja alzada, era la primera vez que le decían aquello.

—?Acaso estuve tan mal? —él sabía que no, que no había estado absolutamente mal en nada y ella menos, por primera vez sintió placer al sentirse dominado por breves ratos, hasta iba proponerle repetir y de solo pensarlo se sentía humedecer y endurecer.

Ahora quería saber porque de haberse entregado como lo hicieron anoche ella le decía que no debía suceder. ?Tendría acaso alguna relación? Y virgen no era, así que ahora no entendía la razón de su arrepentimiento.

—No es eso. —respondió sin pena alguna—. A decir verdad, estuvo bastante genial, solamente…

—?Te arrepientes?—cuestionó un tanto serio y tal vez, solamente tal vez un poco preocupado.

—No. —notó que su respuesta hizo soltar aire contenido a Gojo, volviendo este a tomar su actitud despreocupada—. Pero no se va volver a repetir.

Aquello descolocó y bajó de su nube de ego a Gojo.

—?Por qué? —estaba siendo consciente de que parecía un ni?o haciendo un berrinche por no obtener lo que quería.

—No te lo tomes personal, pero la verdad no me agradas.

—?Perdón?

—Solo te tolero y te toleraré porque eres amigo de Shoko, pero de ser necesario no vuelvas a dirigirme la palabra, no soy tu amiga y ni quiero serlo.

—No entiendo porque te desagrado tanto si nos acabamos apenas de conocer. —respondió sin sonar indignado, aquello había sido un golpe bajo hacia su persona—. Pero respeto si no deseas decírmelo, aunque debo decirte que estoy algo confundido. —Utahime lo miró con una ceja alzada—. Normalmente las chicas siempre son agradables y cari?osas conmigo después del sexo. —luego la se?aló con su dedo índice—. Eres la primera que me dice que no se va repetir, y eso es bastante intrigante para mi.

—Tengo mis razones para que no me agrades. —dijo sin más mientras se cruzaba de brazos y volteaba su rostro para ignorar su torso desnudo—. Podría decírtelo, pero no quiero que Shoko tenga dificultades por nuestros mal entendidos, así que solo ignorémonos mutuamente.

—Lo siento pero no puedo aceptar lo que me pides. —volvió a acercarse nuevamente a ella y se encorvó para estar cara a cara—. Nunca me han dicho que no, y no lo tomes personal, puedo lidiar con ello porque siempre hay una primera vez que te dicen "no", pero lo que me intriga ahora eres tú, U-T-A-H-I-M-E.

Pinchó su nariz tras terminar de deletrear su nombre y pudo observar más de cerca como sus orejas se tornaban coloradas, tanto que podía asegurar que en cualquier momento echarían humo.

—?Solo déjame en paz! —estalló mientras lo pinchaba con furia en el pecho—. ?No voy a estar lidiando con el culpable de que mis calificaciones y las de mis compa?eros se vieran afectadas! ?Por tu culpa y la de-…aaghhh!

—?Que? —Gojo estaba confundido—. ?Ni siquiera sabía que estudiabas aquí!…espera, eso significa que nos hemos visto antes ?verdad?

—?Y ni siquiera lo recuerdas! —sonó tan frustrada que Gojo pensó en que podría lanzarle algún objeto en cualquier momento. Utahime inhaló y luego exhaló—. Me voy…?Y ni siquiera se te ocurra seguirme!

Finalizó saliendo de aquel cuarto dando tremendo portazo. Bajo de forma rápida y con sumo sigilo hasta llegar a la primera planta, suspiró de alivio al ver que no se encontraba nadie en el lugar. Salió y buscó su vespa, se colocó su casco y ajustó bien su bolso mientras se subía y la encendía para salir de aquel lugar. Tenía los sentimientos a flor de piel y otros más encontrados. Definitivamente no debió dejarse llevar por la tensión de anoche, pero no se arrepentía.

Gojo por su parte hizo caso omiso a lo que Utahime le dijo de no seguirla, pero debía admitir que ella era demasiado rápida, pues cuando llegó a alcanzarla esta ya se encontraba saliendo del estacionamiento del lugar. Al igual o tal vez peor que ella, Gojo estaba bastante confundido, por una parte había tenido el mejor polvo de su vida, pero aquella chica le dice sin miramientos que no se volverá a repetir, sin contar que tuvo la total sinceridad de decirle en su cara, ?que él no le agradaba! Revolvió su cabello con frustración y recibió una llamada a su celular.

Era Geto.

—?Satoru! ??Donde estas y porque no has llegado a la casa!?

—?Quieres dejar de gritarme?—masculló molesto, pues su cabeza aún dolía—. Te contaré en cuanto esté allá.

Colgó y se aproximó hacia el jeep, al entrar lanzó su teléfono al asiento de copiloto y encendió el coche. Una vez que este se calento y el aire acondicionado refrescó lo suficiente salió de aquel estacionamiento. Pensó en qué tal vez, solamente tal vez podría encontrarse con Utahime en el camino. Ahora tenía intriga de cuando se habían visto, el anoche cuando la vio cantar tuvo esa corazonada de que tal vez ya la conocía pero no estaba del todo seguro, y ahora con lo que ella recién le había dicho…

Soltó un gru?ido de frustración y golpeó el volante.

—Tienes que responderme un par de cosas, Utahime.

.

.


.

.

Y bueno, sí llegaron hasta aquí espero de verdad que les haya gustado este primer/segundo día de la GojoHime/GoUta week, en el transcurso del día traeré el segundo 7u7

Sin más me despido, nos leemos pronto!

~ChachosBane~