Nobara preparó sus clavos y martillo dispuesta a atacar a Gojo.

Se tomó un momento e inspiro por la nariz y exhaló por la boca luego de presenciar tal escena atroz que le hizo rechinar sus dientes.

-Devuelvemela -exigió con sus clavos y martillo en su poder dispuesta a atacarlo.

-?me la prestarias? -pidió y parecía que actuaba "linda"

-?Ahora me lo pedis? -preguntó viéndolo de arriba hacia abajo. ?l no presentaba ni una gota de vergüenza.

-?no sabes compartir?

-No, devuelvemela.

-?No crees que me queda mejor? -preguntó en cambio mientras se lucia.

Nobara ya no quiso seguir mirando y menos como se zarandeaba de un lugar a otro.

La mujer apretó sus pu?os, resistiendo el impulso de clavarle los metales no solo porque era su profesor sino porque quería oir la razón de que lo volviera hacer.

-Quiero una explicación.

-Lo tuyo es mio, y lo mio es tuyo -Gojo dijo despreocupadamente con una gran sonrisa.

Eso ocasionó que Nobara decidiera no tener consideracion, pero sus manos levantadas pidiendo que aguarde hicieron que momentaneamente se detuviera para oir sus ultimas palabras.

-Mi error -sonrió- Lo mio es mio.

Nobara ya no aguanto.

- ?Ya quítate mi falda!