Su pie se movía en nerviosismo, ella nunca había experimentado un día como este, fatal. Había demasiadas cosas que tenía que procesar en tan solo peque?os segundos. Ni siquiera había tenido tiempo suficiente para poder huir de la escena en la que se encontraba. Estaba acorralada, sin salida, con una mujer que aparentemente sólo había visto por televisión.

No tenía sentido, pensó. En un momento entró por aquella gran puerta y al otro estaba sentada en una mesa para dos. Era demasiado tarde cuando se percató que se había equivocado, su mirada no se había cruzado ni cuando se acomodó en el asiento vacío, no se dio el tiempo de mirar los rasgos familiares de la mujer, pero una cosa era segura, Kara Danvers estaba en un lugar que no debía estar.

"Entonces ..." Murmuró nerviosa, extendiendo su mano para arreglar sus gafas en un movimiento innecesario. "Yo ... quiero decir... ?C-cómo te llamas?". Su rostro se inundó de un color rojizo cuando la perfecta mujer alzó un ceja en cuestión.

"?En serio quieres preguntar mi nombre?"

No, por supuesto que no. Era Lena Luthor.

"Bueno... yo, es qué, si se tu nombre, quiero decir, sales en televisión". Sus ojos se desviaron de nuevo, demasiado insegura si debía mirar fijamente.

"Debo decir que estoy agradecida". Una peque?a risa salió de sus labios, demasiado divertida al ver los nervios evidentes de su acompa?ante. "No pensé realmente que ibas a aceptar esta cita o si ibas a venir". Inmediatamente apoyó sus manos en su rostro, Kara no estaba segura si era una se?al de aburrimiento. "Llegas tarde".

"Tráfico". Murmuró demasiado rápido para su gusto. "Yo, lamento la tardanza, vine, prácticamente volando"

"?Volando?"

Sorprendida, Kara sintió que su corazón triplicaba sus latidos. Casi de inmediato llegó una fuerte adrenalina que corrió por su dedos y casi sintió pulsar la sangre en sus venas, y su condición solo empeoró cuando alzó la mirada para ver que si, definitivamente, la expresión oral no era lo suyo . "Corriendo, ya sabes". Alzó las manos en el aire mientras intentaba encontrar palabras adecuadas. "Es una metáfora". Agregó rápidamente. Lena le lanzó una sonrisa divertida, demasiado llena de humor, balanceándola a una más burlona, tanto que Kara deseaba hundirse en su propio asiento. Alex tenía razón, ella debería pensar más en lo que iba a decir. Apretando los dientes en su evidente incomodidad, sus manos se quedaron sobre la mesa mientras miraba de reojo a Lena. "Soy Kara Danvers".

"Hola Kara Danvers, yo soy Lena Luthor". Y por más chistosa que fuera la situación, una mano tendida entre el espacio considerable de la mesa hizo presencia. Ella alzó la suya débilmente posándola sobre la suave piel lechosa de la mujer. Kara estaba nerviosa, estaba ocupando un asiento que claramente no era suyo, solo estaba contando los minutos para que Lena se diera cuenta de ello.

Era claro que ella no era su cita, no sabía exactamente cuánto tiempo estuvo esperando Lena, pero por la evidente frustración y rigidez de su cuerpo, no estaba tan contenta a como quería aparentar. Sentía una increíble pena, y no por Lena, si no por ambas, a las dos las habían plantado descaradamente en el restaurante. Solo que la mujer que tenía enfrente no sabía de la situación.

Quería levantarse y decir una excusa tonta, tal vez así escaparía de la noche trágica que evidentemente iba a suceder. "?Has visto el ba?o de este lugar?". Preguntó, con una sonrisa en su rostro, una sonrisa demasiado encantadora, tal vez un poco forzada, pero Kara quería escapar de la mesa tan pronto como podía.

"?Acaso planeas irte?"

No lo sé. Era lo que le hubiera gustado decir, pero las palabras quedaron atoradas en su garganta y luego simplemente se ahogaron cuando bebió grandes sorbos de agua tan solo para poder calmar su nerviosismo. Fueron alrededor de diez segundos que le sirvió para poder organizar adecuadamente sus ideas. "Realmente lamento llegar tarde..."

"Tonterías". Con los dedos suavemente tocando la copa llena de vino, sonrió despreocupada. "Por cierto". Retomó casi de inmediato bebiendo un peque?o sorbo del líquido . "Sam, debió mencionar mi apellido un montón de veces. Debes saber que aprecio altamente que hayas aceptado esto".

?Quién es Sam?

Claro. Esa era la pregunta que debería hacerse, pero nuevamente, la miró y no podía hacerse la pregunta como quería, los rasgos tranquilos y hermosos (altamente hermosos) de la mujer eran cegadores, jamás había pensado que Lena Luthor poseía unas rasgos tan simétricos y bellos. La sorprendente escasez de maquillaje en su rostro era envidiable, sus ojos delineados y sus labios con ese magnífico lápiz labial la hicieron sonreír como boba. Kara no era tan idiota, sabía reconocer cuando una mujer era mucho más bella de lo que podría ofrecer.

"No juzgo a las personas por un apellido". Mencionó regalándole una sonrisa comprensiva. Lena en su lugar, se quedó observándola, pelo rubio amarrado en una coleta semi alta, mechones rebeldes adornando sus mejillas, lentes que adornaban los hermosos ojos azules tras las peque?as lunas de vidrio, era alta, podía ver sin esfuerzo el cuerpo ejercitado de la mujer, aquel vestido sin mangas daba una vista maravillosa de sus bíceps muy bien trabajos. Lena se mordió el labio por un microsegundo. Sam no había mentido cuando dijo que su contacto tenía un buen porte.

"Bueno, ser un Luthor es mucho más que un apellido". Respondió con diversión sarcástica.

"Pero te llamas Lena, bonito nombre por cierto" Comentó en su emoción habitual. "Vi lo que estás haciendo, intentas poner la empresa en buen camino." Kara sonríe, mucho más tímidamente que antes jugueteando con sus gafas. "Es un placer poder conocerte al fin, estoy ansiosa de poder ver más allá que una simple noticia de televisión"

Lena parpadeó ante el tramo de confianza que Kara estaba demostrando. "Bueno". Sonrío ampliamente. "Eso es... encantador". Alagó entrelazando sus manos sabiamente sobre la superficie dura de la mesa. "Puedo adivinar, ?Es la primera vez que haces esto?"

"Yo.. eh, bueno... si, quiero decir, no-". Kara tragó saliva, desestabilizada en cuestión de segundos. Ojos brillando con una emoción que Kara no podría descifrar muy bien (burla, diversión, lastima). Lena con la gran formalidad que la caracterizaba, dejó el menú sobre la mesa, apoyándose aún más sobre el agarre que tenía entre las manos, sus labios tirando en una sonrisa completa, quizás tierna, o irónica y Kara tuvo que mirar hacia otro lado para no morir de vergüenza. Tal vez podría marcar a Alex para que la salvara, oh claro, sonrió divertida, estaba muy equivocada si pensaba que Alex iba a venir corriendo por ella solo para sacarla de una cita no programada. "?Estoy haciendo el ridículo verdad?"

"?Oh no! Kara no". Rió Lena alcanzado sus manos para frotarlas con cari?o y jalarlas un poco al centro de la mesa "Está bien sentirse nerviosa, si te hace sentir mejor, no he tenido una cita en meses". Giró un poco la cabeza, inclinándose hacia la derecha para darle un mejor apoyo emocional. "Sam, mi amiga, está dispuesta a organizarme varias citas, piensa que estoy... demasiado metida en el trabajo". Comentó, diciendo lo último de una forma desinteresada. "Tomemos esto como una oportunidad". Murmuró sonriendo mientras jugaba con sus manos con un leve nerviosismo que Kara no pudo identificar. "Se me hace gratificante ver precios de comida que las estadísticas de una pantalla."

Kara se sintió cómoda de inmediato. "?Es agobiador?". Se atrevió a preguntar. "Ya sabes.. papeles, reuniones...". Susurró mirando detenidamente sus manos entrelazadas. Oh vamos, eso era una cita, una cita, no era una cosa de amistad o reunión de amigos o de negocios, era un cita, ?Por supuesto que iba a ver contacto físico!

"No tanto si te acostumbras". Alardeó sin importancia, dejando sus manos de costado en el proceso. "Lex puede ser una mente brillante pero sabe como enviar todo al diablo solo por una venganza sin límites".

Kara asiente en comprensión. "Tengo una hermana que trabaja para el gobierno, los casos que a veces llegan son un tanto... peculiares". Dice, frunciendo el ce?o mientras miraba hacia atrás. La cara del recepcionista mirando fijamente en su dirección.

"Aún no me has contado que haces para ganarte la vida". Mencionó interesada.

Podía decirle que trabajaba en CatCo como asistente, aunque no tenía algo estable, no tenía trabajos dignos de mencionar. "Bueno, yo...". Su mente vagó por una mentira que no quería decir, recordando finalmente su intento fallido de trabajar en un bar que frecuentaba con sus amigos, o el como había probado una bebida especialmente fuerte para poder asegurarse de que era apto para el consumo de los clientes, por supuesto, su intento de ayudar, terminó con una Kara embriagada de alcohol, y con una noche imposible de olvidar, había hecho el ridículo, cantando horas y horas en el karaoke, sonriendo y jugando y claro, jamás olvidaría su vuelo fallido de ir al DEO, abollando una pared del tama?o de un cráter al no aterrizar como se debía.

Una ligera risa llegó a sus oídos, haciéndola enderezar de golpe la cabeza.

"Tienes razón, es una pregunta muy cliché para una primera cita". Reconoció Lena llevando sus dedos hacia su cabello perfectamente peinado. "Un poco estúpida si quieres mi opinión. No tienes que responder"

Kara no sabía realmente como debería de manejar esto. Hasta el momento, Lena parecía ser la única que quería y hacía lo posible por mantener una conversación normal.

"?Quieres pedir ahora mismo?". Sugirió empujando la carta perfectamente puesta sobre la mesa. "E oído que tienen una excelente comida francesa, oh espera, ?China?, no, creo que pediré una ensalada, ?Langosta? o Dios mío, ?Estos son dumplings? Lena, amo los dumplings"

Lena se ríe mientras observaba la hermosa expresión de ternura de la mujer. Sus labios ligeramente abiertos por la sorpresa y sus ojos brillando de las maravillas de aperitivos que se encontraban en el menú, se veía tan inocente sosteniendo la gran carta bajo su rostro, como una ni?a entrando a una feria llena de juegos y dulces, entonces fue justamente en donde el corazón de Lena se llenó de un calor incomprensible, con una especie de alivio también, podía quedarse horas y horas viendo como Kara pasaba pagina tras pagina asombrándose con la comida a su disposición.

"Mi salario de asistente no puede cubrir esto". Se quejó, llenando su rostro de un puchero altamente ilegal. "Lena, solo pediré un porción de dumplings"

"Oh no Kara Danvers, soy un Luthor, si me pides que te compre un edificio entero, lo haré"

El enrojecimiento se apoderó completamente de sus mejillas. "Debo decir que como bastante, bastante". Englobó Kara sonriendo abiertamente. "Mira". Dijo sacando su celular en un movimiento rápido. "Este nene de acá". Se?aló. "Es Krypto". Terminó de decir optando por encogerse en una fracción llena de emoción. "No es mío, pero Eliza lo adoptó recientemente"

"?Eliza? ?Es tu amiga?" Preguntó curiosa.

"Oh no no, es mi madre adoptiva". Con la cejas levantadas, Lena inclinó la cabeza incitándola a continuar. "Fui adoptada a las trece a?os, mis padres... bueno, murieron en un accidente"

"Dios mío Kara, lamento tanto eso". Con su mano estirada, agarró la de la contraria demostrándole su apoyo. "También fui adoptada, mi madre murió cuando era muy peque?a, luego... ". Se enderezó de hombros de manera tensa. "Fui adoptada por los Luthors, hermosa familia como podrás notar"

Kara soltó una peque?a risa en similitud. "No eres como ellos, eres diferente, puedo notarlo". Y con una caricia suave entre sus manos, le sonrió mirándola fijamente. No podía contar cuantas veces ya le había sonreído a esta mujer, pero era tan fácil mostrarle su felicidad y comprensión. Los hermosos ojos verdes que Lena tenía eran simplemente hipnotizantes a la vista.

"Cuéntame sobre ti". La alentó. "Lo que quieras Kara, soy toda oídos". La mencionada se sintió completamente como una ni?a consentida. Se encogió de hombros en una emoción que no podía contener, su sonrisa fue tan grande que los peque?os hoyuelos salieron a la luz y solo bastó una breve mirada para que Lena se desmayara de la ternura, Kara era demasiado adorable.

"Bueno". Comenzó dando un peque?o salto en su asiento. "Trabajo en CatCo, soy asistente de Cat Grant"

"Y yo pensé que tenía la parte difícil". La voz irónica de Lena, hizo que Kara le diera un breve golpe juguetón.

"Es exigente si." Sus labios se abrieron en afirmación. "Pero es muy buena haciendo su trabajo, creo que es una gran mentora". Lena asiente, muy consciente del gran labor de la empresa. "De hecho creo que no tengo mucho que contar". Su frente se arrugó en un profundo ce?o de confusión. "Mi vida básicamente es ayudarla, luego ir a casa y hacer la misma rutina, oh vaya suena más patético si lo digo en voz alta". Se ríe, esperando a que su propia risa se apagara en unos segundos silenciosos. "Creo que debo buscar un pasatiempo".

"Para que tengas referencias." Lena tiró de sus labios hacia abajo, en una mueca comprometedora. "Vivo del trabajo, nadie me saca de la oficina a menos que tenga verdaderas razones. Cuando vivía en Metrópolis, pasaba en un laboratorio con mi anterior pareja". Kara alzó las cejas sorprendida. "Oh dios, no, esas cosas no". Lanzó una risa cubriendo sus labios en el proceso. "Era una especie de proyecto, antes de que preguntes, no nos fue muy bien, incluso pasó lo de Lex y creo que un cambio de ciudad fue lo que necesitaba"

"Estoy alegre de que hayas venido". Suspiró contenta. "Alex, es mi hermana, insistía en que debía salir y no estar en casa todo el día"

"Puedo acompa?arte si quieres".

Ahí estaba, Kara había escuchado ese famoso tono de provocación lleno de promesas obscenas, la diferencia era que extra?amente viniendo de Lena, se sentía afortunada, sus hombros se enderezaron ante la revelación y una seductora sonrisa dibujó la cara de Lena, esos labios rojos se elevaron juguetonamente, Kara enganchó su labio inferior sonriendo, imaginando exactamente como sería sentir la proximidad de la otra mujer sobre ella.

"Estoy demasiado feliz porque seas mi cita Kara." Y tal cual vaso de agua, Kara se atragantó al recordar. "Oh mira, es Sam". Comentó feliz ense?ándole la pantalla del celular. "Estará contenta de saber que la estoy pasando espectacular contigo a mi lado".

Kara suspiró en nerviosismo. Llamando al camarero lista para pedir, después de una hora intensa de conversación intermedia. De repente mientras veía a Lena deslizar sus largos y delicados dedos por la pantalla. Kara se sonrojó efusivamente. ?Cuántas probabilidades había de que la primera cita terminara en su habitaci-?

"Ya veo..." Entonces cuando sus ojos vagaron hacia ella, Lena levantó una ceja.

Y Kara sintió que su corazón triplicaba su peso en su pecho en el momento en que se dio cuenta de que algo andaba mal.

Fue entonces, cuando realmente puso una cara de sorpresa, mirando directamente hacia su estancia. "Pero-...". Lena volteó su cuerpo, escuchando efusivamente a su amiga hablar por teléfono, su cara pasaba por todas las emociones juntas en tan solo minutos de charla reveladora. Y luego, simplemente se quedó mirando la pantalla encendida en busca de palabras. "?Kara?"

"Realmente lo siento". Soltó de golpe. "No creas que me estoy aprovechando, solo pasó, lo juro". Se justificó. Y luego, se fue, tan rápido como pudo pronunciar sus disculpas. Se levantó del asiento con el corazón martillando fuertemente contra su pecho.

Lena se quedó en su asiento, mirando como la esbelta mujer caminaba hacia la salida y luego desaparecía ante sus ojos. Lena la vio huir y no se molestó en llamarla, estaba tan absorta en el momento que no se dio el lujo de perseguirla.

Después de segundos comprendió su situación y sonrió. Kara Danvers estaba equivocada si pensaba que no la iba a encontrar.


Lena estaba furiosa, por no decir enojada, había pasado dichosamente por la empresa de CatCo pavoneándose como si conociera hasta la más profunda habitación en busca de Kara, pero la mujer no aparecía justamente en sus visitas diarias, para ser la asistente de Grant, no pensó seriamente que algo como eso la mantendría ocupada.

Agarrando furiosamente su bolso, salió rápidamente del auto, llevándose una sorpresa gratificante ante la entrada.

"Kara". La llamó sorprendida, la mujer se dio la vuelta y le sonrió nerviosa. "?Qué haces aquí?". Casi de inmediato fue abordada por otra persona, un poco más alto que la misma Kara, quien le sonrió abiertamente saludándola. Sus ojos volaron hacia sus manos, entendiendo la breve razón de su llegada. "Pueden seguirme a mi oficina si gustan". Con una caminata la cual parecía eterna, comenzó hablar. "Hay una razón por la que no estuve ayer en el Venture"

"Oh por eso estamos aquí." Lena rodó los ojos ante la mención.

"Hubo una emergencia con la ceremonia de ma?ana, estoy renombrando la compa?ía y tuve que cancelar"

"Que suerte". Lena jamás sintió mucha simpatía ante los periodistas, pero era una de las cosas que tenía que soportar debido a todas las pocas morales de su hermano Lex.

"Suerte es que Superman llegara." Lanzó con sarcasmo.

"Raro es que un Luthor lo diga". Lena alzó la ceja divertida, adoptando esa mirada calculadora que tanto amaba dirigir a personas que no eran de su agrado.

"Supergirl también estuvo ahí"

Oh Kara, por supuesto que Supergirl estuvo ahí.

"Bueno. ?Podemos acelerar esto? Realmente tengo muchas cosas que hacer." Levantó su mano en un ademán que indicaba que no estaba de humor y era un hecho, Kara podía ver como la postura del cuerpo de la mujer se tensaba en fastidio. "Pregunten ?Tuve que ver con la explosión del Venture?"

Kara se atragantó ante la fuerte voz de Lena, Clark solo estaba reluciendo su odio por los Luthors y era tan aterrador ver la mirada asesina que Lena le lanzaba en breves ocasiones respondiendo mordazmente ante las preguntas de su primo. Demostrando sus pruebas y la colaboración que tenía ante sus manos. Justo antes de que este mismo saliera con una despedida llena de sospecha, Kara se cuestionó si debería quedarse y conversar un rato con Lena. Después de su huida altamente vergonzosa no había tenido contacto con ella, eso y las evasiones que daba cuando Lena deseaba dar una vuelta por CatCo.

Apretando con fuerza el papel entre sus manos, le pidió a Clark que la esperara en la entrada para que ella pudiera ir al ba?o. No fue una excusa muy bien elaborada, pero los minutos le servirían.

"Kara Danvers escurriéndose en mi oficina".

Avergonzada y aterrada, alzó la mirada, no podía dejar que su débil y flagrante falta de coraje diera en el centro de la gran oficina. Por más nerviosa que se sentía bajo la mirada friolenta que Lena tenía detrás de su escritorio, se permitió sonreír flojamente.

"Lo lamento". Dijo, casi gimiendo cuando se permitió caer sobre el sofá que adornaba la habitación. Su brazo cayendo como peso muerto sobre el cojín.

Lena sonrió ante la perfecta imagen de una mujer adorable haciendo una rabieta infantil.

"Llegué a pensar que no te vería". Susurró, dispuesta a mostrarle su vulnerabilidad.

"?No, no no!, No, Lena no". Kara se levantó de inmediato acercándose al escritorio. "Me acobardé tanto ese día. Estoy tan arrepentida, debí hacerte sentir muy incómoda al dejarte... aunque eso no importa ahora". Continuó asintiendo fervientemente ante la aclaración hostil. "Dame otra oportunidad, lo prometo, no me iré a ningún lado."

Lena inclinó la cabeza tomándose un tiempo para pensar. "?Cómo es posible decirte que no?". Kara respiró hondo, tomando un poco de valor para sujetar las manos de la ejecutiva entre las suyas. Entonces es donde la contrario sonríe cálidamente. "Prometo llevar albóndigas".

Y simplemente ocurre, unos fuertes brazos la rodean en una acalorada bienvenida, y Lena no se queja, solo se deja hundir ante tal demostración de afecto, pasando sus dedos por el pelo sedoso de su acompa?ante, un abrazo firme y cálido, sus mejillas descansando tranquilamente en el hombro de la otra y sus brazos rodeando sus cuerpos efusivamente.

Lena no puede evitar pensar, si esta era la persona destinada a su vida, justamente así. Con Kara a su lado.