LEER/IMPORTANTE: Hice una modificación en nombre de los personajes. El nombre del hermano de Riven ya no será Cedric sino "Kent", y el Rey de Abydos pasará de ser Aslan a "Alan". Eso solo, disfruten el capítulo.


13

REENCUENTROS Y UN PR?NCIPE ODIOSO

El almuerzo fue verdaderamente entretenido. Nos habíamos sentado a comer entre los tres unas pastas simples y de porciones considerablemente buenas. El se?or Lambert estaba junto a nosotros pero sin sentarse en la mesa, ni siquiera cuando Kenna se lo pidió quiso aceptar.

En esos minutos, Kenna se la pasó preguntándonos cosas a los dos, más que nada a mí. Papá halagó la caballeriza que tenían un poco alejado del castillo donde se guardan a los caballos: Ella nos comentó que esa caballeriza había sido construida a mano por su abuelo paterno cuando a muy temprana edad y que por esa razón era uno de los lugares más preciados del recinto. Nos prometió que algún día nos daría una clase de cabalgata por los terrenos.

Una vez que terminamos de comer, papá se excusó para poder ir a tomar su rutinaria siesta. Y como él siempre suele hacerlo no me negué, Kenna mucho menos. Así que, acompa?ado por el se?or Lambert, se fue. Como de costumbre, estuve a punto de levantar las cosas de la mesa, cuando unas sirvientas amablemente me lo impidieron diciéndome que ellas se encargarían de hacerlo.

La princesa se encargó de llevarme con ella por todo el castillo para conocerlo de principio a fin.

Recorrí los pasillos que siempre estaban decorados con pinturas, la sala de estar para visitas, el salón de baile donde se suelen hacer las fiestas y celebraciones: La familia contaba con su propio comité de eventos y de catering, una adquisición que fue fundada por la mismísima reina hace muchos a?os atrás. Solían celebrar varias veces fechas festivas, eventos de gala e incluso en algunas de ellas mantenían las puertas abiertas para que el pueblo asistiera.

En la extensa cocina donde fui amablemente recibida por el personal y por la se?ora Zanders, la jefa de cocina y quien se encargaba de las deliciosas preparaciones. Era una mujer de mayor edad pero con el alma llena de juventud, cari?osa y respetuosa, quien me aseguró que para la cena se encargaría de prepararme unos deliciosos dumplings. Confíe en su palabra y me despedí de ella y del resto.

Y después paseé por más parte del jardín: La caballeriza, que como papá dijo, era hermoso y los caballos se veían muy saludables mientras eran custodiados por los vaqueros de la hacienda. Al final, Kenna me mostró el Jardín Perséfone: Su paraíso personal. Mencionó que ella le gustaba la jardinería y aquella fue su creación de ni?a junto a su abuela y su madre. Lo cuidaba demasiado con la ayuda de un tal Jorge, quien era el jardinero que creó tan lindas decoraciones alrededor del palacio.

Aquello nos llevó gran parte de la tarde.

La pasamos parte de la tarde juntas en los asientos del patio. Por alguna extra?a razón ella no quería que entrara aún a la habitación que yo ocuparía estos días. Una parte de mi estaba muy cansada y quería apoyar mi cabeza en alguna superficie cómoda, pero sería irrespetuoso de mi parte abandonar a la hermana de mi novio.

Kenna era ese tipo de chica que siempre tenía un tema de conversación. En un momento me animé a preguntarle sobre sus gustos y sus estudios: Estudia en la mejor escuela de hadas de Abydos, el instituto Delta, uno de los mejores después de Alfea y de Beta.

Sus poderes se originan de uno de los cuatro elementos: Aire. Alucinada, oí como relataba cuanto que le cuesta mantener sus poderes bajo control y que por esa razón no es de salir del palacio, solo cuando debía asistir a clases, a algún evento familiar o social. Su estado de ánimo se vinculaba con sus poderes, y al estar alterada, sus poderes se salían de control.

La única persona que yo conocía que llevaba poderes tan altos aparte de Bloom, quien poseía el fuego, era Flora: Ella es el hada de la naturaleza y básicamente controlaba el elemento de tierra, por lo que dominar sus poderes debía ser igual de difícil a lo que Bloom y Flora tuvieron que pasar para llegar a tener control total de sus poderes. Y Layla también por portar el elemento agua, pero ella no tuvo problemas en controlarlo, siendo que aprendió a manejarlo toda su ni?ez.

En su escuela se manejaban distinto a Alfea. Kenna no tenía permitido salir a misiones y únicamente su educación se basaba todo teórico, por lo que no exploraba al máximo sus poderes en comparación a mí o a otra hada. Dos veces entrenaba junto a su madre y una instructora profesional del instituto Delta. Apenada me confesó que todavía seguía en su transformación básica e inmediatamente intenté reconfortarla.

Le ofrecí mi ayuda por si necesitaba a alguien con quien practicar, explicándole que no es la única que aún está en la fase de exploración de poderes: Quizás no sería lo mismo que entrenar con alguien como Bloom o Flora o incluso Layla, pero creía que en algo podía ayudarla. Yo todavía tenía un montón de cosas que seguir aprendiendo del Cosmix y más ahora que sé que puedo volver a convertirme en mis antiguas transformaciones.

Una mucama amablemente nos trajo una bandeja llena de cocteles dulces y dos tazas de té. Bebí a sorbitos por lo caliente que estaba y sostuve una de las masitas entre mis dedos. Kenna hablaba quejándose de una de sus compa?eras, cuyo nombre no presté atención, con la que no tenía muy buena relación. Tenía tres amigas confiables en la escuela y una que resultaba ser su dama de compa?ía que lamentablemente ese día no se encontraba en el palacio.

Lleve el bocadillo a mi boca y di un mordisco, una sustancia viscosa esparciéndose por mi cavidad bucal. Mastiqué con lentitud tratando de no mostrar una mueca de disgusto porque, lo que sea que sostenía en mis manos, no me gusto para nada. Ella no me prestaba atención así que deje la masita en la bandeja sin que se diese cuenta. Después de eso tomé un largo sorbo de té sin importar lo caliente que estaba: No quería menospreciar las preparaciones de la se?ora Zanders pero sería peor que siguiera comiendo aquello y después anduviera vomitando en algún retrete.

—Y tiempo después descubrí que mi hermano sale con ella —soltó un bufido. Apenas pude prestarle atención—, o bueno, salía. Kent cambia de chicas como de calzones. Es un idiota.

—?No se llevan bien? —pregunté por el tono que empleó al mencionarlo. No necesariamente por ser hermanos tenían que llevarse de maravilla: Luka y Priya eran un ejemplo claro que la dinámica no siempre se da bien entre hermanos.

—No es eso —respondió un poco incomoda, sus manos entrelazadas alrededor de la taza de porcelana—. Es que a veces es muy difícil tratar con él. Si creíste que yo tengo un temperamento bravo, entonces él es diez veces peor. Somos explosivos juntos. Como una bomba de tiempo. Y últimamente se ha vuelto un fastidio y…

—Realmente no me sorprende que estés hablando de mi a mis espaldas, hermanita —Kenna rechinó los dientes mientras yo miraba a la figura que apareció detrás de ella—. Con razón me ardían tanto las orejas.

El parecido entre Kenna y él era indudable. Ojos grisáceos, pecas salpicando su rostro, cabello magenta rizado y una sonrisa seductora. Sin duda los genes Hawthorne–Bernoulli estaban bien equipados.

—?Así que somos una bomba de tiempo? —inquirió con sorna. Ignoraba mi presencia.

—Cállate, ?Quieres? —ella bramó con el mismo tono.

?l la ignoró y finalmente posó sus ojos en mí.

—Creo que me he enamorado —murmuró mirándome fijamente—. Un placer conocerla, MiLady—dijo con una sonrisa seductora. Agarró suavemente mi mano inesperadamente que estaba sobre la mesita para depositar un beso en el dorso sin despegar su mirada de la mía, haciéndome sentir incomoda—. Soy el Príncipe Kent. ?Me concedería el honor de saber su nombre, bella dama?

—Lo único que conocerás es el pu?o de nuestro hermano mayor en tu rostro —la princesa Kenna dijo, seguramente cuando vio mi incomodidad—. Ella es Musa Wang, la novia de Riven —enfatizó todas las últimas palabras con una mirada de enojo hacia su hermano.

Kent parpadeó lentamente antes de soltarme la mano, con una mueca que no pude comprender en su rostro.

—Nuestro hermano es muy afortunado, entonces —dijo, y pude notar la leve ironía salir de su boca. No sabía si sentirme confundida u ofendida ante eso—. Riven, como siempre, llevándose el premio mayor —soltó bufando.

Fruncí el entrecejo al no entender los insultos discretos de este chico hacia mi novio, y aunque quisiera dejarle unas cuantas cosas claras por meterse con Riven en mi presencia, debía tener la aprobación de toda la familia Hawthorne si quiero un futuro con él, por lo tanto me mordí la lengua para no soltar unas palabrotas.

—Eres un idiota, Kent —le espetó Kenna, con aparente furia, y con los brazos cruzados en su pecho—. ?Estás hablando de nuestro hermano! Deja de comportarte como una adolescente quincea?era despechada… sabes que lo que pasó fue…—calló abruptamente al mirarme. Vi a Kent seguir su mirada, una sonrisa burlona colándose por sus labios.

—Oh… Así que la se?orita Wang no sabe nada…—canturreó mirándome con intensidad.

El juego de miradas entre los hermanos me ponía de los nervios. Más aún si parecía ser un tema en el que yo estaba involucrada indirectamente.

—?Qué no sé? —quise indagar. Algo que me mosqueaba es estar en medio de una discusión y no poder seguir el hilo de la conversación.

—Nada —respondió rápidamente Kenna, con nerviosismo notable. Su mellizo soltó una risa fingida ganándose una mala mirada por parte de ella y de mí. Apenas lo conocía y ya me sacaba de quicio—. Kent ya se retiraba, ?no es así, hermano? Debes de tener a un montón de princesas a las cuales acosar con ridículas cartas de amor —dijo inocentemente hacia él—. Vives en el medioevo, hermano, ahora se usa la tecnología. Actualízate de una buena vez.

Kent le envió una mirada mortífera: Igual a las de Riven.

—Me retiraré solo porque estoy buscando al enano. Hace ya varios minutos que llegamos y se puso loco por querer jugar a las escondidas —musitó con sequedad. Una sonrisa petulante se formó en sus labios cuando volteó hacia mí—. Espero poder conocerla más a fondo durante su estadía, se?orita Wang. Créame, nos llevaremos de maravilla si usted me lo permite —me gui?ó un ojo y se alejó a paso tranquilo.

No pude evitar notar el doble sentido que quiso proporcionarle a las palabras y mordí el interior de mi mejilla. Solté un quejido por lo bajo viendo en su dirección. ?Cuánto tenía aquel mocoso? ?Dieciséis, diecisiete? ?Cómo se atreve a ser tan confianzudo y a hacer tal propuesta!

—Ignora sus comentarios —tranquilizó Kenna, probablemente viendo mi rostro enfadado—. Te dije que es un fastidio.

—No me imaginé que tanto —mascullé hoscamente. Lleve la taza de té a mis labios para terminar el contenido—. Lo único bueno de verlo, es que ya sabemos que están aquí —intuí ahora con una sonrisa.

—Tienes razón —asintió con una sonrisa traviesa—. Podemos ir a buscarlos si quieres.

Me paré rápidamente y ella soltó una carcajada, tomándose la libertad de burlarse de mi ansiedad por ver a su hermano. Juguetonamente le respondí que no fingiría que no estaba emocionada por verlo, porque en efecto estuve esperando todo el día para volver a estar con Riven. Es bueno saber que ya teníamos cierta confianza la una con la otra.

Otra vez nos vimos caminando por los pasillos del castillo.

Esta vez íbamos en dirección a la biblioteca principal del palacio. Según Kenna, ahí debían de estar todos reunidos. Me confesó que no quería mostrarme la biblioteca con anterioridad porque creía que sería más lindo que mi novio lo hiciera; Resultaba ser el lugar sagrado de los Hawthorne donde pasaban tiempos íntimos en familia. Rara vez dejaban entrar a gente ahí que no resultara ser parte de la familia o personas cercanas a ellos.

Me sentí cohibida sabiendo que estaría entrando como una intrusa simplemente porque Kenna así lo quería. Puede que le haya caído bien a dos de los cinco integrantes de la familia –sin contar al rey y al príncipe Kent– pero eso no significaba que debía entrar sin el permiso de todos los integrantes. Ni siquiera sabía si Riven me quería ahí dentro junto a toda su familia.

El sonido de unos pasitos apresurados fue captado por mis oídos rápidamente. Volteé a mirar por encima del hombro y vi una silueta peque?a aparecía corriendo detrás de nosotras.

—?Kenny! —ella ahogó un grito. El ni?o portaba una cabellera magenta con desordenados rulos, la piel de porcelana y unas adorables pecas. Lo que más me llamó la atención eran sus grandes y brillantes ojos color avellanas—. ?No puedo encontrar a Pongo por ninguna parte! Riven me prometió que jugaríamos con Pongo sin que Kent se entere de que no lo invitamos a participar —mencionó apresurado y con un ce?o de preocupación.

Vi cómo Kenna alzaba al ni?o y repartía besos en su rostro ocasionando que él riera a carcajadas. Era una escena muy dulce, tanto que comencé a soltar peque?as risas. La risa del ni?o era muy contagiosa. ?l pareció percatarse mi presencia, ya que comenzó a intentar bajarse de los brazos de su hermana mayor.

—Kenny, me estás avergonzando —susurró con tono penoso.

—?Recibir amor de tu hermana mayor es vergonzoso? —preguntó fingiendo ofensa. El ni?o me dirigió una tímida mirada antes de volver a mirar a Kenna—. Oh, ya entiendo todo ahora —sonrió socarronamente—. Al parecer los hermanos Hawthorne no se resisten a tus encantos, Musa. ?ste peque?o de aquí que parece un tomate con piernas, es el Príncipe Jayden. Mi hermanito.

—Hola —balbuceó Jayden tímidamente y escondiéndose detrás de la pierna de Kenna.

—Hola, peque?o —dije dulcemente, agachándome para estar a su altura. No podía creer que Riven tuviera a alguien con un aura tan angelical como hermano menor—. Me llamo Musa. Es un placer conocerte. He oído hablar mucho sobre ti.

—?Musa? —pronunció mi nombre tan adorablemente que casi me derrito de la ternura.

Sus atrapantes ojos siguieron observándome de forma tímida. Kenna se agachó a su altura cuando él le pidió que lo hiciera y sin dejar de mirarme le preguntó algo al oído que oí perfectamente pero fingí no hacerlo para no abrumarlo. De igual manera una sonrisa se formó en mis labios ante su curiosidad.

—Sí —ella rio—. Es esa Musa. Ella es la novia de Riven —le respondió—. Te dije que él habla mucho sobre ti con todos en el castillo. E incluso con este peque?ito —bromeó y me reí a la par. Jayden finalmente sonrió en reconocimiento y mostrándome su hilera de dientes los cuales algunos dientes de leche faltaban—. Que Musa esto, que Musa lo otro. Se podría decir que sabemos todo sobre ti. Riven ya nos tiene cansados, sinceramente.

—?De qué cosas andas hablando de mí con mi novia, Kenna?

Las dos nos dimos vuelta rápidamente al oír su voz.

Mi corazón comenzó a latir frenéticamente al verlo al final del pasillo tan guapo con un traje que se amoldaba a su trabajado cuerpo. No tardé mucho en echarme a correr hacia él sin importar si alguien me veía con desaprobación o algo parecido. Lo único que me importaba era que mi novio estaba allí mirándome con una sonrisa después de tantos días separados.

Me eché a sus brazos y él me sujetó rápidamente, haciéndome reír cuando comenzó a girar conmigo en brazos. Ejercí más presión en mis brazos alrededor de su cuello y aspiré su colonia en el momento que escondí mi rostro en la curvatura de la zona. Dejó de moverse y lentamente pude poner mis pies sobre el suelo, aún sin deshacer mi agarre de él.

—Hola —me dijo con una peque?a sonrisa.

—Hola —reí. No me sorprendía como me afectaba de buena manera su presencia. Un segundo después, recordé que no me atendió en toda la ma?ana, y aunque sabía bien que estuvo ocupado parte del día, podía jugarle una broma—. ?Por qué no me dijiste nada? ?Sabes cuánto tiempo estuvimos esperándote en el aeropuerto? —golpeé con mi pu?o su pecho. Sin que él me viera le gui?é un ojo a Kenna para que supiera de mi travesura. Ella sonrió dejando escapar una risa mientras alzaba a Jayden quien nos miraba con curiosidad.

Se rascó la nuca, como normalmente lo hace cuando está nervioso.

—Tuve unos asuntos que resolver —confesó lo que yo ya sabía—. Olvidé mi teléfono en alguna parte del castillo y me di cuenta cuando ya estaba en la reunión. No me preocupé porque le avisaron a Wells que los dos ya estaban aquí —explicó—. Ahora, ?Puedo recibir un saludo de parte de mi novia como corresponde o seguirá quejándose? —inquirió mirándome fijamente a los ojos.

No tuvo que pedírmelo dos veces.

Lo tomé del cuello hasta que sus labios estuvieron sobre los míos: Los suyos, un poco resecos, me dieron la bienvenida de una forma pasionalmente, sensualmente e íntimamente nuestra. Inclinó la cabeza a un lado para profundizarlo, ganándose un gemido de mi parte y un hormigueo recorrió mi cuerpo.

Nunca me cansaría de tenerlo así de cerca y de sentir su boca sobre la mía. Como tampoco de sentir este cosquilleo que únicamente él provoca en mí.

—?Iugh, asco! —musitó una voz peque?a.

Reí sin poder evitarlo y Riven se separó, sujetando ambos lados de mi cintura. Ambos nos percatamos de que los dos hermanos de Riven seguían estando frente a nosotros, siendo espectadores de nuestro efusivo encuentro. Me sonrojé furiosamente y él solamente sonrió con sorna hacia su hermano menor.

—Cuando seas grande no dirás lo mismo, campeón, créeme —bromeó pícaramente, proporcionándome un suave apretón en mi cadera.

Kenna rodó los ojos, dejando que Jayden se bajara de sus brazos, y yo le di un juguetón golpe en el hombro a Riven.

—No le digas esas cosas a tu hermano —rega?é dándome cuenta lo confundido que el ni?o se encontraba ante las palabras de su hermano mayor—. ?Tiene seis a?os!

—?A qué se refiere Riv? —inquirió Jayden.

—Nada, corazón —le respondí. ?l me miró y sus mejillas adquirieron un adorable color carmesí—. Cosas sin importancia. No le hagas caso.

—Volvió el tomate con piernas —Kenna susurró con diversión. Jayden le dirigió una mirada molesta y reprimí una risa: Se veía adorable con las mejillas regordetas sonrojadas—. Como sea. Respondiendo a tu pregunta —miró a mi novio que se ubicaba detrás de mí. Una sonrisa maliciosa decoraba su rostro pecoso—. Solo le estaba comentando un par de cosas que debería de saber. Nada que ella no supiera ya.

—Me sorprendería que no lo hicieras —se encogió de hombros.

Jayden volvió a mostrar ese semblante de preocupación. Entonces recordé de su inquietud cuando se acercó a nosotras.

—Decías que no encontrabas a alguien —me agaché nuevamente a su altura para mirarlo a los ojos. Me preguntaba de quién había heredado ese color con tonalidades entre el marrón y el verde—. ?A un tal Pongo?

—Es la mascota de Jayden —me informó Riven—. ?Acaso no viste a un perro merodeando por aquí en el día?

—No… —respondí, haciendo memoria. En ningún momento me crucé con algún animal que no fuesen los caballos de la hacienda.

—Espero que no esté molestando a mi Pearl —dice Kenna, ce?uda—. Mi pobre gatita no pude andar tranquila por el lugar que Pongo sale disparado a correrla. Seguramente se encuentra haciendo ahora mismo.

—?Eso no es cierto! —exclamó Jayden, cruzándose de brazos—. Pongo se porta muy bien. Yo solito lo entrenó y educó. Lo que ella dice es mentira —replicó, observándome con inocencia en sus ojos. No pude evitar regalarle una sonrisa.

—?No compres a Musa con esa carita, se?orito! ?No puedes salirte siempre con la tuya solo por usar esa mirada!

—?Yo no estoy haciendo eso!

—Se me calman los dos —ordenó Riven metiéndose en medio de los dos—. Kenna, estás peleando con un ni?o de seis a?os… —dice con tono de sermón.

—??l empezó!

Jayden volvió a reprocharle.

Reí en el momento en que miré el rostro de mi novio. Parecía ser que estaba muy familiarizado con las frecuentes peleas entre sus hermanos menores y que presenciaba cada uno de ellos con la misma expresión de exasperación.

Hasta ahora me siento muy bienvenida.

La reina había sido mucho más amable de lo que podía imaginar de alguien perteneciente a la realeza. Aspiraba a ser alguien muy refinada, con un pensamiento preciso, pero al mismo tiempo independiente y segura de sí misma.

Kenna y Jayden también me dieron una buena bienvenida (a pesar de la confusión de Kenna apenas me vio). El peque?o era sin duda alguna un revoltoso lo que es normal a su corta edad, y que podía comprar a cualquiera con su carita y brillantes ojazos. Kenna, con su actitud jovial y espontánea, me hacía pensar que estaba frente a una Stella con diferentes características físicas. No tenía mucho para decir sobre Kent ya que, si no se notó, su actitud petulante no me cayó muy bien; Dejando de lado eso, esperaba poder crear una buena relación con él ya que sigue siendo el hermano menor de mi novio y conviviría con él hasta quien sabe cuándo.

Lo único que faltaba era conocer al monarca de la familia. El padre de Riven.


Comenzaré pidiendo disculpas por haber tardado tanto en actualizar y que el capítulo sea bastante cortito.

Este a?o realmente no fue uno de los mejores.

?Lo único que me animo estos días fue el teaser de Fate! ?Alguien esta igual de emocionado que yo?

[EL BESO ENTRE MUSA Y SAM, OMFG. NO PUEDO CREER QUE ESTE SHIPPEANDO A MUSA CON ALGUIEN M?S QUE NO SEA RIVEN.]

Vi que hubo bastante (y de bastante me refiero de verdad demasiado), hate no solo al tráiler por no ser igual a la sino también a las actrices que darán vida a Musa (Elisha Applebaum) y a Terra (Eliot Salt). La verdad que me lleno de decepción leer cómo se las agarraban contra ellas, que no tienen la culpa de nada, solo porque no cumplen las "características físicas".

Desde hace más de un a?o que se sabía quiénes serían parte del reparto y que personaje interpretarían cada uno, y que la serie NO sería igual a la serie animada (incluso fue confirmado por el actor Jacob Dudman, quien interpretara a Sam, que la serie tomaría un camino más oscuro y siniestro), así que me sorprende que tanta ente se esté quejando justo ahora de cosas QUE YA SE SAB?AN DE ANTEMANO.

Otra cosa a destacar es este dilema entre Terra/Flora. Terra no es Flora; Es un personaje completamente independiente y original para la trama que casualmente tiene los mismos poderes que Flora (en la serie animada vemos que Flora no es la única con los poderes de la naturaleza así que, ?Por qué Terra no podría tener los mismos poderes?).

No significa que no esté un poco triste porque Flora y Tecna no aparezcan, pero eso no significa tampoco que no le daré una oportunidad para ver cómo se desarrollara la trama y de los personajes (?Quién sabe? Quizás después aparezcan ellas dos en temporadas más adelante).

Obviamente se respeta la opinión de cada persona y su disconformidad, pero realmente es muy tonto y estúpido que vayan burlándose y/o agrediendo a dos personas que simplemente están iniciando sus carreras. Elisha y Eliot no se merecen para nada los comentarios innecesarios de la gente.

Estoy esperando ansiosa al a?o que viene para poder ver esta serie que, si bien es totalmente opuesto a la serie original, tendrá su propia esencia y será igual de buena.

Hasta la próxima, y por las dudas de volver muy tarde, ?Les deseo unas felices fiestas y un feliz a?o nuevo!