Underdog (Piloto)

Armadura pesada, espadas casi indestructibles, lanzas de acero inoxidable...

Los nobles no escatimaban en gastos cuando se trataba de su seguridad, pero este grupo estaba absolutamente cargado en armas y armadura, se veían temerarios sobre sus poderosas bestias marchando con fiereza.

El otro grupo compuesto por una caballería blindada de calidad los superaban en número pero la mayoría de sus caballos alimentarían a los lobos y cuervos al final del día.

Ambos capitanes ordenaron cargar contra el otro, la envestida fue cruel a la vista del ojo humano. Muchos fueron arrollados sin posibilidad de levantarse, pocos de los desafortunados tenían aire en los pulmones para gritar por ayuda, nadie los escucharía.

Entre el polvo que nublaba su visión y la adrenalina en sus venas, no había forma de saber el bando del cuerpo que sus monturas pisoteaban.

Esta era una victoria para los Krel, pero ese día era de nadie. Ya no tenían fuerzas para mantener una ocupación y menos para detener una próxima ofensiva, su general decidió que lo mejor era retirarse.

Su cabeza sería cortada al volver. Era su tercer fracaso y con esas bajas Marco sabía que no viviría para otro.

Una vez los sonidos se apagaron el terrícola regreso al interior del palacio a curar las heridas de la noche anterior, era la segunda vez que le tocaba regresar a su escondite por la fuerza más que por ser su lugar de descanso.

Podía verlo todo desde la torre de Mewnie, pero el cuarto de Star era su nueva área de descanso. Raro para el en un principio pero bastante corriente tomando en cuenta que compartieron una habitación algunos aos, era muy reconfortante.

Claro que no siempre podía darse el lujo de dormir ahí. Ya que cuando lo hacia sentía que podía quedarse así por semanas, ese era el efecto que aun tenía en el. Nada alentador, tomando en cuenta que en algún momento alguien podría matarlo mientras duerme.

Como ahora.

Dos figuras salían camufladas por las sombras, desenfundaban sus espadas para atravesar el bulto en las frazadas.

Se aseguraron de apualar de arriba a bajo sin darle posibilidad de parpadear, cosa que si hizo al verlos destruir "su" cama desde la puerta del bao.

Con un instinto asesino de mil demonios bien controlado tomo una granada escondida en el bao y la arrojo sobre ellos, el humo lleno el cuarto. El gremio al que pertenecía tenía su competencia, y el era uno de los que más recaudaba.

- No puedo arreglar esto.

Susurro viendo el destrozo que sus verdugos, dejaron en todo el lugar. Su lecho estaba irreconocible y aún quedaban unas horas para salir.

"Si tan sólo las tijeras funcionarán como antes..."

Aunque era un deseo tonto eso no la regresaría a él.

No tardó en conciliar el sueo. Desde cierto evento creyó que su insomnio era por el "accidente" de su familia, pero era más que eso. Era algo que ahora no tenía o creía no tener, pues dos aos en ese desastre le ayudaron a acabar con la mayor parte de sus temores.

Aún tenía miedo y lo admitía, pero era la soledad lo que más le molestaba y complacía.

Amaba el tratar con las personas de cualquier manera incluso violenta, pero recordarse que podía perder a quienes lo acompaaban lo ayudaba a desapegarse y evitar la culpa. Como ahora.

Sólo hace dos noches estaban bebiendo juntos, sólo hace una semana se conocieron. No llevaba mucho de conocerlos, pero no le tomó mucho perderlos.

No era su turno de morir... Era lo que pensaba, pero alguien lo sabría?

Si ella lo supiera, lloraría por él?

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Y pensar que me tomaria asta ahora poder publicar esto...(ya sabran a que me refiero)Esto es un piloto de una historia más larga que iba a publicar una temporada atrás pero se me paso el tiempo.Esperó alguien llegue a leerla una vez la publique.