Capitulo 1

-?Maldicion! ?Maldicion!.- soltó Hoseok, corriendo a lo que sus piernas podían para alcanzar el autobús, luego de su última clase en la academia.- No te vayas.- rogó en un jadeo.

Apenas siendo las 15:30 de la tarde, el sol resplandecía pareciendo querer quemar su piel. Sus pies ardiendo a medida que daba el siguiente paso a la parada del autobús justo en la siguiente cuadra. Sin embargo, el transporte no hizo caso a su ruego, y se alejó provocando que ralentizara su paso y terminara apoyando su cuerpo cansado sobre sus rodillas, jadeando por aire.

Sus hombros subiendo y bajando.

Sacó su teléfono del bolsillo, chequeando el horario de buses, percatándose de que el siguiente llegaría en 25 minutos más.

No llegaría al trabajo a tiempo.

Así que guardó el teléfono y volvió a correr.


Min Yoongi sostuvo las páginas de la revista que leía, evitando que el viento cambiara el artículo que había captado su atención.

Estaba en el patio trasero del restaurante, sentado bajo la agradable sombra que generaba el cerezo, el viento moviendo su flequillo mientras ojeaba desinteresadamente tras de sí hacia la entrada en donde los camiones que suelen traer inventario, entran.

Volvió su atención a la revista y soltó un suave gru?ido, apoyando su mejilla contra sus nudillos.


Hoseok alcanzó a divisar el árbol característico del patio trasero, pidiéndole internamente a sus piernas para que resistieran un poco más.

Limpiándose el sudor con el dorso de su mano, entró jadeando ante la puesta en subida, descolgándose su mochila antes de estirar su brazo para abrir la puerta.

-?Jung Hoseok!

Sintió su espalda sudar frío, y su respiración trastabillar, quedándose de una pieza. Volteó con una expresión de culpa, enfrentándose al sous chef.

Hizo una reverencia- quizás demasiado exagerada-.

-Lamentó llegar tar-

-Aún te quedan 10 minutos.- interrumpió Yoongi, caminando hasta quedar frente a él.

Le mostró su reloj de mu?eca, provocando que Hoseok formara una perfecta "O" con sus labios, sacando su celular para comprobar la hora, como si se tratáse de una broma.

Soltó un suspiro de alivio, cerrando los ojos, sintiendo su cuerpo relajarse por fin, pero la mano firme de Yoongi sobre su hombro lo hizo volver a tensarse.

-Descansa.- agregó haciendo un gesto con su cabeza hacia atrás, siguiendo de largo para entrar al restaurante. Sin volver a tener contacto visual.

Hoseok guió su mirada hacia la mesa bajo el cerezo, había un vaso de agua con hielo descansando frente a una revista.


-?3 platos de fideos fritos con salsa de camarón!.- gritó el chef leyendo la última orden.

-?Si chef!.- contestaron los cocineros. El sonido del aceite en contacto con los wok, y el fuego encendiéndose en las cocinas inundando el lugar.

La cocina funcionaba en perfecto orden. Era un restaurante 5 estrellas, y la calidad de sus empleados era la más alta, además de que había un estricto orden llevado por el gerente Min Sung Wook.

Aunque el chef había establecido reglas claras con él.

"Yo controlo mi cocina, usted controla a los meseros"

Y Yoongi no podía estar más de acuerdo con ello.

Dejó los platos sobre el mesón que daba al pasillo con el salón principal y se acercó al micrófono que lo comunicaba con los meseros a través de sus auriculares.

Presionó el botón.

-Listo el pedido para la mesa 6.

Se volteó hacia sus sartenes, frunciendo los labios por un segundo mientras limpiaba sus manos contra su delantal negro, como si meditara algo, para voltearse hacia las cámaras en la parte superior de la pared, que proyectaban lo que ocurría en el comedor.

Pudo ver a Hoseok colocar su mano sobre su oído, presionando el auricular para luego encaminarse por el pasillo hacia la cocina.

Fue cosa de segundos para que apareciera frente a él, colocando los platos en sus manos y uno de sus antebrazos, haciendo el equilibrio suficiente.

Yoongi bajó la vista antes de percatarse que Hoseok le había dado una sonrisa en agradecimiento.


-?Vamos al bar!.- exclamaron varios empleados ya habiendo terminado el día.

-Chef, debe acompa?arnos.- le insistió una chica, su cabello rubio ondeando de un lado a otro, a medida que tomaba del brazo a Yoongi y lo balanceaba, como si fuese una ni?a peque?a. ?l se mantuvo serio.- Trabajó muy duro.

-?Qué hay de Hoseok?.- preguntó mirando hacia las puertas del restaurante, para luego encontrarse con muecas de desagrado de la misma chica y los demás.

-Dijo que: "No podía".- farfulló moviendo su cabeza de lado a lado, en un gesto burlesco.- Nunca sale con nosotros.

Hubo un momento de silencio, en que la chica aún mantenía su agarre firme y el resto comenzó a charlar y convencer al resto de los cocineros.

-Por hoy paso.- rechazó deshaciendo el agarre.- Gracias de todas formas, Bong Sun.- agregó mirando a la chica, quien inclinó su labio inferior hacia afuera.

El resto hizo un sonido de desánimo, y optaron por marcharse hasta el bar caminando juntos. Yoongi expulsó el aliento contenido, esparciendo vapor desde sus labios, volviendo a mirar hacia el restaurante, bajando la vista hacia su reloj de mu?eca.


Hoseok tenía tres empleos.

Los fines de semana trabajaba durante toda la noche de cajero en un Mini-Market , y cuando se le daba la oportunidad, hacia reemplazo algunos días en la semana. También hacía el aseo aquellos días por la ma?ana en la casa de una vecina.

Y luego estaba el restaurante, que era su empleo de lunes a viernes, luego de sus clases en la Academia de danza.
No era barato estudiar ahí, y necesitaba el dinero, además con eso podía pagar el alquiler también.

Soltó un suspiro, cambiándose a su ropa casual, golpeando sus hombros con sus ojos cerrados, sintiéndose un poco cansado.

?ltimamente sentía que el trabajo lo estaba matando. Pero lo hacía de todas formas, porque maldición, le había costado la vida entera poder dedicarse al baile y no iba a dejar que el sue?o quedara solo en eso. En un sue?o.

Cerró su casillero, colgándose su bolso y pagando la luz de los camarines.
Y el punto era, que no se sentía agobiado por toda esa presión, al contrario, sentía que debía mantener constantemente su mente ocupada o no sería capaz de dejar de pensar.

Porque eso solía hacer, pensar un montón.

Revisó la hora en su celular desinteresadamente. Sus ojos se ampliaron de par en par.

-?Mierda!.- soltó volviendo a correr como aquella ma?ana, esquivando las mesas y empujando la entrada principal del restaurante.

El patio vacío.


Min Yoongi hizo tronar sus nudillos, caminando lentamente hacia la parada del autobús. Sus labios levemente fruncidos.

Estaba un poco frío a pesar de que los días cálidos estaban abundando. Yoongi sentía que de cierta forma pertenecía a esos días.

Lo hacían querer creer que habrían cambios.

El último autobús ya estaba doblando la esquina para cuando chequeó nuevamente su reloj y enviaba una mirada hacia la vereda vacía tras él.


-?Por qué no me compro una bicicleta?.- se quejó Hoseok entre jadeos, cruzando a través del parque para llegar hasta la parada de autobús.- Oh, porque necesitas el dinero.- se respondió burlescamente en una risa chillona.

Fue en ese momento en que vio que las puertas del transporte se estaban cerrando y sintió su mundo caer, pero su mirada captó a un chico golpeando la puerta del chofer, provocando que volviera a abrirla.

-?Llega hasta el puente Go Sang?.- alcanzó a escuchar, pero cerró sus ojos, y continuó aprovechando esos segundos demás que le estaba provocando esta persona.- La verdad es que estoy un poco perdido, llevo esperando cerca de 20 minutos.

Hoseok sintió su alma volver al cuerpo para cuando logró llegar hasta la puerta y colocar un pie dentro. Se volteó enfrentando al chico que aún intentaba hablar con el chofer.

-Este autobús lo deja a dos calles de...- su voz se silenció cuando reconoció a Min Yoongi.- ?Chef...?

-Muchas gracias.- dijo agachándose mirando al chofer.- Creo que iré a la estación de trenes.

-?Tomas el transporte?.- susurró sin entender, recibiendo de vuelta la mirada impenetrable característica.

-Mi motocicleta está en el restaurante.- afirmó antes de que las puertas se cerraran, sintiendo su corazón saltar un latido. ?Había ido hasta la parada del autobús sólo para ayudarlo?


Wow... Han pasado a?os desde que no publicaba algo en esta plataforma.

Hay muchos sentimientos que deseo compartir, pero creo que debo ir informándolos poco a poco.

Esta historia está publicada en Wattpad, bajo mi autoría, este no es un plagio y lo hago, porque la plataforma ha tenido problemas y deseo tener un respaldo también.

Ansío leerlos a ustedes!

~Carolice