Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de RUMIKO TAKAHASHI. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.

Atracción


Profesor-alumna

- Sesshomaru no es el tipo de hombre con el que fácilmente puedes llegar y decir un "?Hola, saldrías conmigo?"

- ?Porque no lo intentas tú? Al fin, ya te dio una entrada ?No es así?

- Algo así pero, ?Has visto al tipo? Es condenadamente guapo y lo sabe. Por eso al adonis se da tanto a desear, además, se nota a kilómetros su maldita arrogancia

- Arrogancia y sensualidad, vaya que ese si es un hombre – decía su amiga mientras se mordía los labios

- Lo sé, me encanta, no sabes lo mucho que me encanta

- Bueno Rin pero no solo a ti, a muchas de hecho

- Ni me lo digas, se que le gusta a muchas y aunque no es algo de mi agrado, lo comprendo, ese hombre se carga una atracción sexual realmente impresionante

- Mejor me hago a un lado, estas comenzando a calentarte

- Ja, ja, muy graciosa Kagome, bien qué opinas lo mismo de su hermano

- ?Inuyasha? Bueno, ?Quién no querría comerse semejante manjar? Aunque en realidad, ambos se ven apetitosos

- Inuyasha es bastante sexy, no lo niego pero, Sesshomaru no solo es eso

- Aquí vamos… - menciono la chica girando los ojos

- ?Qué? Puedes pensar lo que quieras amiga, pero estoy segura que Sesshomaru es mucho más que un hombre que es bueno en la cama. Lo sé, lo siento

- Amiga, ?Cómo puedes saberlo? La única conversación que entablas con él, la que todos tenemos, es de profesor- alumno

- Ya te dije, solo lo sé

- Como quieras… Lo único que puedo decirte querida, es que si te lo propones, ese hombre podría estar en tu cama, en menos de lo que crees

- Y vaya que me gustaría…

- ?A quién no? Lo único malo es que mi Rin. Es que…eres demasiado, lenta

- ?Qué?

- Así es, Rin tuviste la oportunidad perfecta, yo en tu lugar me le hubiera lanzado

- Kagome, estábamos en la biblioteca

- Mejor, a ese lugar casi nadie va

- No, estúpida

- El punto es que perdiste la oportunidad

- ?Cual oportunidad? Simplemente conversamos un poco

Flashback:

Se alzaba de puntillas intentando alcanzar un libro de la biblioteca, por más que intentara, no podía, era bajita. Estaba a punto de resignarse cuando de pronto una mano tomo el libro que tenía en la mira y bajándolo a su altura, aquel hombre de intensa mirada ambarina, observo detenidamente el titulo de dicho libro.

- El tercer tomo de "Wil" – menciono el hombre alzando una ceja

Rin abrió cual asombro sus ojos al ver a quien le había ayudado.

No pronuncio sonido alguno, tener a semejante ser frente a ella le había cortado el habla, lo que si e involuntariamente salió de ella, fue aquella peque?a mordida a sus labios que reflejaba claramente lo mucho que le encantaba ese hombre.

- Buen gusto se?orita Noto – soltó él, otorgándole el libro a la chica

- Ah, ah, ?De verdad? ?Usted, ya lo leyó?

- Así es, de mis favoritos

- También el mío, bueno, solo me falta este tomo pero, se ha convertido en mi favorito, estoy segura que en cuanto lo termine, lo volveré a leer – el hombre se limito a contestar solamente obsequiándole una profunda mirada – ?Hace cuanto lo leyó?

- Desde su publicación

- Ya veo… y, ?Qué opinión me da?

- No puedo decírtela hasta que lo termines

- Oh, bueno, entonces…

- Termínealo se?orita Rin y en cuanto lo haga, podremos discutir sobre él

- ?De verdad?

- Si

Fin del Flashback

- Ah, pero, que no te dijo, y lo citó " en cuanto lo haga, podremos discutir del tema"

- ?Y eso qué?

- Ah, pues fácil, quiere verte para "discutir" sobre el libro, está claro que si se ven, puede pasar algo bueno

- Kagome, estás loca, no has pensado que lo podemos hablar en la hora del almuerzo, cuando califique mi examen o hasta cuando lo salude en la ma?ana

- Obvio no, no discutes sobre un libro de tres tomos, en diez minutos

- No pero…

- Lo vez, si está dispuesto hablar contigo sobre ese libro, significa que está interesado en pasar un buen… rato contigo y ya sabes, una cosa lleva a otra

- Solamente soy su alumna, no creo que algún día me llegue a ver de una forma diferente

- No lo sé Rin, todo puede pasar

- Amiga, creo que están un poco da?ada

- Aun así me adoras mujer

- Claro

Ambas chicas rieron y después de una reprimenda por parte de su profesor de historia, el tema concluyo.

Al salir de clases y mientras caminaban por la cafetería, el par de amigas continuaron con su conversación.

- A veces me siento como una loca al pensar de esa forma, sobre mi propio profesor

- Bueno Rin, él tiene la culpa, nadie le mando ser tan ardiente

- Pues sí, pero… es diez a?os mayor que yo

- ?Qué dices? Esta muy joven, al menos yo no tendría problema en relacionarme con un hombre más grande, de hecho, creo que entre más experiencia, más sensuales son

- Inuyasha no es tan grande, solo te gana con un par de a?os

- Tres Rin, pero no importa, así tuviera veinticuatro o treinta, no me importaría. Sabes que pienso, que tu solo estas buscando escusas para ocultar lo que sientes… amiga no lo hagas, se perfectamente bien lo enamorada que estas de Sesshomaru

- Cállate, no es necesario que lo grites, no creo estar enamorada, tan solo creo que es una atracción

- Una fuerte, intensa y apasionada atracción

La chica de abundante cabellera casta?a, rodando los ojos, sonrió a su amiga y ambas se dirigieron a almorzar.

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No era secreto que el profesor de música "Sesshomaru Taisho" era el más joven de los profesores, tenido la edad de treinta y un a?os, así mismo gracias a su trabajado cuerpo, era admirado por las mismas alumnas y compa?eras profesoras del campus, aunque no solo eso. Era un hombre realmente atractivo conforme a su personalidad, pues durante clases poseía ese encanto de inteligencia, arrogancia y pasión hacia la música, era un excelente pianista, poseía una voz tan grave y potente que derretía a cualquiera con solo pronunciar su nombre, tenía un largo cabello plateado que siempre sujetaba con una coleta y sus poderosos e intensos ojos, eran tan dorados como los de un tigre.

Rin no era la primera ni la última chica que se encontraba fascinada por aquel hombre pero, lo que ella misma se ocultaba eran los sentimientos que le ocasionabá con solo verlo, pues eran sensaciones mucho mas fuertes que una simple atracción.

Así mismo, la bella chica casta?a, junto con su mejor amiga Kagome, eran estudiantes de la gran universidad de Tokio y aunque ambas estaban en la misma facultad, las habilidades de cada una se diferenciaban.

El par de amigas, compartía departamento, dado que se conocían desde peque?as, su confianza era tan grande como si fueran hermanas por eso mismo, sus padre no dudaron en dejarlas mudarse a Tokio para estudiar. El sitio que compartían pertenecía a la tía de Rin, el cual les había prestado, con la única condición de que las chicas, le dieran el mantenimiento adecuado.

Tenían tres a?os en la carrera, administración de empresas es lo que habían elegido como el cimiento de su futuro, solo faltaba un a?o para su graduación. Era extra?o que perteneciendo a la facultad de serios y monótonos licenciados, la bajita y casta?a se?orita, junto con su amiga de espesa melena azabache, pertenecieran al taller de música pero, era necesario para juntar puntos extra curriculares.

Rin, no era un artista, amaba la música, sabia contemplarla y disfrutar de ella pero, estaba claro que no era su fuerte pues de la clase, era la peor. En muchas ocasiones llego a considerar, abandonar el taller e irse al de tiro con arco donde, estaba segura, seria mejor pero gracias al impresionante hombre que era su profesor, soportaba las difíciles clases de piano.

Llevaba un poco más de un a?o en ese taller donde lo único que hacía era contemplar al sensual hombre que impartía la clase. No había sido de sus mejores ideas continuar en un lugar donde los puntos nunca los conseguía, pero no podía evitarlo, Sesshomaru era, impresionantemente atractivo, a ella le encantaba, lo suficiente que hasta admitía que en parte era su culpa reprobar el taller pues se la pasaba contemplándolo como una tonta mientras por su mente se paseaban ideas fuera de los escrúpulos de una dama.

Rin no recordaba exactamente en qué momento fue que comenzó a tener esa alborotada imaginación pero si recordaba el primer momento en que lo había visto.

Flashback:

- Preferiría entrar al club de arqueros

- Vamos Rin, no seas así, ahí practican en el calor, que te hace sudar, en el polvo que te arruina el cabello, definitivamente no. Gracias.

- No exageres

- No exagero, es la verdad, además, ahí tienen torneos, practicas y no, te quitaran mucho tiempo, por eso, mejor el de música, ahí solo estaremos rodeadas de bellas melodías, sin trabajar mucho

- También hacen exámenes ahí

- Pero ?Que tal difícil seria pasar un examen de música?

- No sé, tal vez, tocar lo que indicó el profesor

- Ya, amiga no seas pesimista, además, escuche que en este taller está un profesor muy guapo

- ?Y eso de que nos sirve?

- ?De qué? Fácil, mientras recibimos nuestros créditos extras, disfrutamos del tipo guapo

La casta?a rodeando los ojos, soltó un leve suspiro y dejándose llevar por su amiga, se dirigieron al salón de música. Vaya sorpresa que ambas chicas recibieron al entrar a dicho lugar pues en cuanto se colocaron en la entrada, observaron boquiabiertas al famoso profesor de música "Seshsomaru Taisho"

El hombre, sentado en el taburete del gran piano, observó de reojo a un par de chicas que sin moverse, permanecían en el lumbral de la puerta, habían pasado unos minutos y ellas seguían ahí, entonces frunciendo levemente el ce?o, les indico entraran a menos que fueran adornos. El par avergonzado y un poco torpes, entraron y dirigiendo a ese hombre, se presentaron como alumnas nuevas.

Sesshomaru observo a las chicas y con su inexpresiva actitud, les indicó tomaran lugar, ellas, continuaban anonadadas. Después de darles indicaciones, volvió a concentrarse en las notas que leía desde un principio, sin antes dar un último vistazo a la casta?a de grandes ojos cobrizos.

- ?Aun quieres ir con los arqueros? – susurro Kagome a su amiga mientras embelesada tomaba asiento

- No, definitivamente no – respondió Rin sin apartar la vita de su nuevo profesor

Rin observaba al profesor, más que por atractivo, la mirada penetrante que le había clavado mientras les daba indicaciones a ella y Kagome, la habían paralizado.

Fin del Flashback

Nunca olvidaría ese momento en que ordenándoles que entraran, clavaba sus ambarinos ojos en ellas y mucho menos ese en el que aun embobada sin despegar vista de él, sus ojos se cruzaron, momento en el que sintió por vez primera, ruborizarse tanto como si fuera un tomate. De ahí en adelante eso siempre pasaría, ambas amigas llegarían al salón de clases, el profesor iniciaría y Rin se concentraría única y específicamente en él.

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Observaba las partituras frente a ella y sentía sudar frio, por milésima vez, no entendía absolutamente nada. Se les era permitido escoger un taller, para obtener créditos extras pero no eran gratis, no solo era asistir sino aprobar dicho taller y para su desgracia, ninguno de los exámenes los había aprobado, por lo tanto, estaba en peligro su oportunidad para visitar aquella gran empresa donde presentaría el proyecto de su tesis y que posteriormente (y deseaba que sucediera) la llamaran para trabajar con ellos.

La clase del día había terminado, Rin soltó un suspiro de desanimo y comenzó a recoger sus cosas. El profesor indico a la clase que se concentraran en estudiar pues no faltaba mucho para su próximo examen y en ese, tocarían las notas que habían estudiado todo el a?o.

Sesshomaru, para ser un profesor de música, era bastante estricto pues, lo que explicaba era concreto, firme y definitivo. Siempre portaba una actitud tranquila e impenetrable, su rostro era poco expresivo por lo tanto nadie sabía si se encontraba molesto, triste o feliz, solamente daba un aspecto, como si nada le afectara y gracias a eso, era respetado por alumnos tanto como por profesores.

Como cada final de clase, varias chicas se acercaban con Sesshomaru y entre risas nerviosas y balbuceos chillones, intentaban llamara la intención o conseguir una mirada de él, pero como siempre, el desinterés de ese hombre se presentaba ocasionando en las alumnas aun más interés. Rin por su parte, no hacia ese tipo de escenas para llamar su atención, sí, estaba claro que su profesor le encantaba pero tenía los pies en la tierra, sabía que era un imposible llegar a tener algo con él.

Lo que hacia ella, era observarlo embelesada, morder sus labios, reprimir sus sensaciones y junto con su amiga Kagome, dirigirse a la salida solo esperando la próxima clase para poder verlo. Ese día, no sería diferente a otros, hizo lo de siempre y en dirección fuera, se dirigieron ambas chicas. Rin nunca imagino escuchar tal cosa, de un momento a otro sintió su corazón palpitar tan fuerte que pensó se saldría, su cuerpo quedo en piedra así como una estatua y sintió un sudor frio bajar por su espalda en cuanto Sesshomaru le indico que se quedara.

- Se?orita Noto, usted no puede irse

La casta?a giro a donde él y asombrada lo observo. Kagome estaba igual, entonces dedicándole una mirada picara a su amiga, se retiro dejando solos a Rin y a Sesshomaru.

La chica se acercó a él sintiendo que en cualquier momento sus piernas le fallarían, se sentía nerviosa, los ambarinos ojos que penetrantes la observaban, eran tan cautivadores que se sentía una paleta helado al sol.

- Ah, ?Profesor? – preguntó Rin un poco confundida pues, Sesshomaru no decía absolutamente nada

- ?Si sabes que reprobarás?

- Ah, ah yo...

- ?Porque entraste a esta clase? – cuestiono él

- Ah, es que… me gusta la música – respondió Rin, no podía decirle que la verdadera razón por la que estaba en su clase, era solamente para verlo

- Solo escucharla, supongo

- ?Qué? No, no de verdad quiero… aprender a tocar piano – mintió la chica, estaba en un aprieto y presentía que su profesor sabia que le mentía

- No se nota

- Bueno es que… es complicado

- Cuando algo te gusta, no es complicado

Rin no supo que contestar, tenía razón pero ?Cómo explicarle que ya no podía cambiarse de taller? Que necesitaba los puntos y que por alguna extra?a razón, necesitaba seguir viéndolo.

Entonces sin previo aviso, de la nada, Sesshomaru comenzó acercarse a ella, Rin por un momento creyó que era su imaginación pero no, era real, ese hombre se dirigía a ella y de hecho, ya estaba muy cerca. El hombre se agacho a su altura y le clavo su mirada de oro.

De inmediato sintió que todos los colores se le subieron a la cabeza, se había quedado estática, ?Por qué demonios estaba tan cerca de ella?

- A partir de hoy, te quedarás conmigo al final de día y ensayaras lo que no aprendiste en un a?o

Rin sintió ya no respirar, lo observaba atónita y su ser intentaba digerir lo que le había dicho.

- ?Quedo claro? Se?orita Noto

- Ah, ah, sí, si profesor, gracias…

- Ya puedes retirarte

- Ah, sí, sí, claro, con permiso, ah…

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- Entonces, salí de ahí, claro sin mencionar que casi choco con la puerta

- No, lo puedo creer, Rin, no lo pudo creer… de verdad

- ?Qué cosa?

- No puedo creer varias cosas. Primera: que Sesshomaru se te acercara y no te le lanzaras, Segunda: que te la pasarás tartamudeando y Tercera: que te citara a partir de hoy para pasar "a solas con él"

- Eso no fue lo que me dijo

- Claro que sí, con otras palabras, por supuesto

- ?De qué hablas? Kagome

- Rin, ?No lo ves? Vas a estar a solas con él, cada final del día, " a solas" con el papacito de Sesshomaru, el hombre que, según tu, tiene una atracción sexual realmente impresionante

- Pues sí, es lo que pienso pero… que lo piense no significa que sea suficiente para que de pronto "mi profesor" quiera acostarse conmigo

- ?Porque no?

- ?Kagome!

- Bien, solo digo Rin, que esta es una oportunidad

- Una oportunidad ?Para qué?

- Para cautivarlo, lo que te está pasando es de una probabilidad, de mil a uno. Piénsalo amiga, no lo veas como un martirio, sino que pasaras los días con un guapísimo hombre y pues… solo diré que, la cercanía entre personas llega a provocar muchas sensaciones

Rin no respondió nada, no entendía lo que su amiga le había explicado. Se despidieron y la casta?a con miles de suspiros atorados en el pecho, se dirigió al salón de música, abrió lentamente la puerta y sus ojos se cristalizaron al verlo ahí. No comprendería lo que Kagome le había dicho sino hasta después de que el primero de sus pies entrara al salón.


Comentarios de la autora:

Hola mis hermosas lectoras, espero que estén bien, pues miren, aquí les traigo un nuevo Fic, espero que sea de su agrado. Si, sé que me he tardado mucho, me desaparecí y la verdad, no quiero aburrirlas con explicaciones, lo que sí quiero que sepan es que sigo aquí y que, estaré trabajando en esta historia.

Como siempre, cuento y espero con mucha ilusión sus hermosos Reviews.

Las quiero mucho y nos leemos en la actualización. Besos y un abrazo grande.