"Adiós Hana"

Esas palabras que me dijiste Vivi yo lo sabía, me las dijiste con la intención de que me olvidara de ti, por eso me arrancaste el collar que me diste con la intención de que borrara todos mis recuerdos contigo, como si con ello, con esa simple acción lo pudieras hacer.

Entonces sin esperar un segundo mas, ya que no quería que terminara así. Salí del carruaje y corrí tratando de alcanzarte, mientras sentía mi fría respiración. Corrí demasiado, recorriendo un camino más grande del que debería haber hecho. Entonces me di cuenta que ya no tenía permitido entrar en el castillo.

"Ya no puedo ir a casa"

Al percatarme de eso, me caí de rodillas en la fría nieve, sintiendo como mis ojos se cristalizaban y en ese lugar, te llame incontables de veces...

"Vivi"

Tu nombre es lo único que repetía.

— ?Por qué? —Apreté los dientes preguntándome porque me dejabas. No lo entendía—Dijiste... dijiste que estaríamos juntos para siempre —Sintiendo que mi corazón se rompía al solo pronunciar esas palabras.

Hacia frió, los copos de nieve caían sobre mi cabeza, mientras mis manos apretujaban mi ropa. Después de segundos dije unas palabras que mostraban mi desesperación...

?No! ?No te vayas! ?No me dejes!

— ?Vivi! —Grite tu nombre lo más fuerte que podía, sintiendo como mi voz se desgarraba y las lágrimas quemaba mi garganta.


Después de ese suceso... tres a?os pasaron.

Los primeros días me la pase llorando, pero cuando Ayame me dijo que lo hiciste para que yo fuera feliz. Me propuse a sonreír. Todos los días eran divertidos y de verdad era feliz, pero aun no podía olvidarte.

Nunca pude olvidarte, aunque tu quisieras que lo hiciera.

Ese día que se cumplía la fecha en la que regresarías, fui directo a la mansión. Y ahí mis sentimientos se desbordaron, tu voz, tu sonrisa burlona, tus suaves manos, se estaban desbordando de forma tan vivida en mi mente sin poder detenerse, lo que me hacía tener un solo pensamiento...

Quiero verte. Quería verte.

No obstante ese día para mi decepción, tu no estabas, pero sin desanimarme lo hice cada día, aun si pasaron tres meses y tu todavía no regresabas. Seguía subiendo la colina.

"El regresará ma?ana"

Me decía sin perder las esperanzas porque me di cuenta que si de verdad querías que me olvidara de ti. Entonces me hubieras borrado la memoria, ya que si tú no hacías eso, iba a seguir recordándote.

No iba olvidarte. Te amaba demasiado para hacerlo.

Entonces justo cuando estuve a punto de regresar como lo había hecho durante esos tres meses. Vi el castillo, por eso sin perder más tiempo me encamine hacia adentro a pasos apresurados. Donde al llegar...

Te vi y tú también me viste.

Nuestras miradas se cruzaron, siendo segundos de impresión sin que nadie se moviera y luego para mi sorpresa me abrazaste, apretujándome contra tu pecho de forma desesperada, mientras yo sentía tu calor, tú aroma. En ese momento tratando de asimilar que de verdad no era un sue?o, me apretuje hacía ti y me dije a misma, cerciorándome que eras real y confirmando que lo eras, las siguientes palabras...

"Vivi realmente volvió"

Y tu realmente lo hiciste.