Disclaimer: Matantei Loki Ragnarok no me pertenece.


Mala suerte

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Narugami se le había quedado viendo. Le pasaba mucho últimamente, pero a esas alturas, a él le importaba más bien poco. Además, ?quién podía culparlo? Era sencillamente imposible no mirarla.

Caminaban lado a lado por la calle mientras se dirigían a la agencia, y él no pudo evitar retrasarse unos pasos para observar el vaivén de su falda de uniforme a medida que avanzaba con pasos largos y gráciles.

—No te quedes atrás, Narugami— le se?aló ella, girando el rostro en su dirección y, haciendo que su largo cabello rosa se moviera con cada brisa que se colaba entre sus mechones.

Se sonrojó hasta las orejas cuando sintió su mano áspera y callosa por el uso de la espada y el trabajo duro, ser sujetada sin reparos por otra más peque?a y suave.

Para nadie era un secreto la mala racha por la que estaba travesando Narugami en cuanto a sus relaciones amorosas; no importaba lo que hiciera, siempre acababa fijándose en la chica incorrecta, que no era lo que esperaba en un principio. Al principio se preguntaba a qué podía deberse su mala suerte, si bien era cierto que no llamaba tanto la atención como lo hacía Loki en su forma divina, tampoco era menos cierto que él tenía lo suyo. El problema era respecto a su gusto con las mujeres; le gustaban aquellas que parecían ser perfectas a simple vista, bellezas despampanantes que lo encandilaban con un solo vistazo.

Y con todas ellas la cosa siempre terminaba igual.

Claro, hasta que puso sus ojos en Mayura Daijouji. Esa chica que siempre estaba con ellos, que sabía de la existencia de su verdadera identidad, y que seguía tan tranquila como siempre; que no lo odió luego de enterarse de que le habían estado ocultado algo y que lo siguió tomando de la mano como si nada hubiese pasado.

Que era todo menos perfecta, porque era tan enérgica, dispersa y alborotada, que ni él mismo se veía en la capacidad de predecirla, y que era tan bella de una forma tan suya y natural, que se quedaba embelesado cada vez que aparecía con su pelo largo recogido con algún nuevo peinado.

No podía evitar dar gracias a todos los Dioses por haberlo puesto en su mismo salón de clases.

Porque fuera del salón de clases, ella dejaba de ser suya.

—Chicos, se tardaron.

—?Loki!

La mano de Mayura se soltó repentinamente de la suya, tanto, que le pareció doloroso, como si le hubiesen arrancado los dedos de cuajo. La vio correr hacia un Loki que los esperaba en la puerta de la mansión, en la forma divina de la que había estado haciendo gala desde hace un par de meses en que se reveló frente a Mayura y se quedó en Midgard junto a ella.

Vio con pesar cómo él la rodeaba por la cintura en un gesto receloso que ella sintió como natural al arrojarse a su cuello. Loki miró en su dirección, sonriéndole de esa forma en que no hacía más que demostrarle superioridad, pero que, al mismo tiempo, Narugami no podía odiar.

El Dios Thor no pudo más que suspirar, resignado. Después de todo, él tenía mala suerte en el amor.

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Awwwm. Amo a Narugami, es una ternurita.

Y por este solo acto, ha terminado la compilación. Le agradezco con toda sinceridad a todas las personas que se molestaron en escribir con cada capítulo, sus opiniones respecto a ellos.

Muchas gracias a todos.