Capítulo 9: Sed de sabiduria.

El destino quiso que un monje y un demonio coincidieran su camino. El monje se había apartado de su tierra natal para atender diversos asuntos. Había viajado por varios días, y en una de esas, la noche le agarro a la intemperie, así que no tuvo más remedio que detenerse, acampar, prender una fogata con su soplo draconiano y acomodarse frente a su candor. De repente un aire helado zarandeo la fogata como la velita de un pastel; pero él no se asustó, rápidamente dedujo la naturaleza de ese viento tan sobrenatural, el típico truco altanero que utilizan algunos "entes" para anunciar su llegada. Entonces levanto la mirada y vio frente a él, un demonio de un metro setenta y algo, fornido, con la cara desfigurada de tanta ira, expidiendo un aura carmesí.

Un siniestro saludo salió de los labios de aquel ser, demasiado educado e inusual para alguien de su tipo. Después, con sus opalinas ardientes le miro de pies a cabeza un rato antes de esbozar una siniestra sonrisa.

Una plática estaba a punto de empezar…


Sakura y el dolor despertaron al mismo tiempo, un prolongado y lastimero "ay" fue la inequívoca se?al que aún vivía. Respiro hondamente por unos minutos antes de animarse a redescubrir el origen de semejante dolor. Llevo una mano a la zona afectada y sintió un bulto, lentamente se quitó de encima una sábana y medio se destapo la… ?camisa? (La cual parecía más un largo camisón) se sorprendió al ver un vendaje enrollado en su cintura que terminaba en nudo en su hombro derecho; después sus yemas palparon una rustica cama que era mitad colchón, mitad petate; luego examino los alrededores con la mirada, quedando sorprendida al ver que estaba dentro de una humilde habitación construida de madera, adobe y algunos chipustes de concreto para reforzar o remendar, olía a agradable incienso y aceite a?ejo de un candil, que colgaba en péndulo en medio del cuarto como un corazón apagado, su mochila estaba colgada en un hierrito clavado bruscamente en la esquina de la habitación. Sakura hundió su rostro en la palma de su mano derecha, mientras zarandeaba la cabeza e intentaba reconstruir los hechos. Los recuerdos vinieron rápido, Kei, Ken, Hong Kong, la India, el tigre, pero… ?y después? La pobre muchacha no recordaba cómo diablos había ido a parar allí, tampoco sabía que se había perdido del acontecer de su mundo por permanecer dormida por una semana.

Pero pronto se lo harían saber…

Intento levantarse de a poco, cuando una súplica al no forzar su cuerpo le detuvo la acción. Sakura levanto la mirada y en la puerta de la habitación estaba una mujer morena, preciosa, delicada y con un abundante cabello casta?o trenzado que le llegaba al pecho, con unos ojos grandes y vivaces del mismo un tono de su cabello; vestía un humilde pero precioso sari verde aqua, que hacia juego con un centro color rosa. Sakura no se movió, aún estaba medio atolondrada.

– Haz tenido mucha suerte – Dijo la mujer mientras se acercaba – No solo por sobrevivir a semejante encuentro, sino porque muestras signos de recuperación en tan solo una semana, cuando la mayoría tardan el doble.

– ??Una semana?! – Exclamo Sakura, mientras su voluntad apresuraba a su cuerpo adolorido a trabajar– ?Debo encontrar al maestro Dhalsim!

– De nada sirve precipitarse – Interrumpió suavemente la mujer mirándola casi de forma triste – Mi marido ha salido de viaje, y no sé cuándo volverá.

Espere… ?Qué…? ?Marido? ?Viaje? ?No otra vez! Pensó Sakura con desilusión. Desilusión que no pudo esconder, al apretar sus pu?os y agachar la cabeza; una vez más la mala suerte le estropeaba los planes. La mujer comprendió su frustración; después de la experiencia y la manera estrepitosa en la que esa ni?a había ido a parar allí, lo menos que el destino podía hacer para compensarla era presentarle a la persona que buscaba, pero ?Qué podía hacer? Lo único que se le ocurrió fue dejarla sola. Ya sea por costumbre inculcada por su marido, o pensamiento propio, sabía que a veces la reflexión era más útil en soledad, que cientos de palabras alentadoras; pero antes de desaparecer le dijo:

– Mi hijo vendrá pronto con el almuerzo, ten paciencia y te serviremos un poco, después de todo, mi esposo dejo dicho que podías quedarte todo el tiempo que necesites para sanar.

Sakura la vio irse, y se quedó con un gracias en la punta de la lengua; después cayó en la cuenta que su arrebato se vio tan mal, que fácilmente pudo interpretarse como ingratitud. Entonces se envalentonó de nuevo a ignorar su dolor e intento recobrar sus funciones motrices, pero con mesura. Poco a poco sus miembros salieron del entumecimiento que acumularon en la semana de sue?o. Cuando logro pararse, sintió sus piernas tambalearse como palitos de bambú; instintivamente con una mano se protegío la zona lesionada y con la otra mano busco apoyo constante en los muebles de madera y paredes carrasposas, paso a paso logró salir de la habitación y llegar a un peque?o pasillo que tenía dos cuartos contiguos, al salir de allí llego a la zona más amplia de la casa, que en realidad era la cocina y el comedor al mismo tiempo, en ese lugar encontró a la misma mujer conversando con un ni?o, el ni?o era morenito, lagartijo, que quizá rondaba sus 9 a?os. La mujer ahogo una exclamación al ver a Sakura apoyada en la entrada del comedor, arqueando una doliente sonrisa.

– No puedo permanecer solo acostada – Dijo Sakura respirando agitadamente

Entonces la mujer confirmo que esa jovencita era una peleadora, al mostrar el típico comportamiento de reírse e ignorar sus heridas aun si estas los estuvieran matando. El ni?o también llego a la misma conclusión, pero a diferencia de su madre se mostró entusiasmado por semejante fuerza de voluntad, se acercó a Sakura con una sonrisa y le expresó su admiración al sobrevivir a un encuentro tan peligroso; también le revelo que en otros poblados la admiración podía rayar en heroísmo sobre todo con los ni?os.

– Datta por favor – Reprendio suavemente su madre.

Sakura esbozo una modesta risita aunque le doliera, agarrarse con un tigre no había sido una experiencia grata, mucho menos para enorgullecerse; al contrario, era para rezarle a Dios, Buda o a quien fuera no volver a repetirlo. Luego volvió a enfocar su atención en la esposa de Dhalsim y de nuevo, aunque las costillas le punzaran hizo una reverencia, agradeciendo la hospitalidad, la atención recibida, además se disculpó por el mal comportamiento de hace rato.

Las sinceras palabras de la joven aliviano el ambiente, dando paso finalmente a las presentaciones. La mujer se presentó como Sally esposa del bonzo Dhalsim, el ni?o (como había escuchado antes) se llamaba Datta, único hijo de ese matrimonio. Sally tenía pensado llevarle un plato de comida a la cama, pero ya que estaba allí decidió convidarla.

No había mesa en ese comedor y ni hacía falta, se sentaron en el suelo (al inicio una posición un poco incómoda dada la condición de Sakura) sobre una esterilla redonda y en medio una bandeja de comida con abundante arroz, agarrando de "pu?ado" en "pu?ado" a veces utilizaban hojas de plátanos que servían como "platos"; una usanza demasiado tradicional y anticuada a los ojos de la época moderna, pero a veces la modernidad no puede aplacar ni la pobreza ni las tradiciones. El almuerzo se volvió muy ameno, entre toda la plática, Sally revelo cosas de interés. Primero. Fue su esposo quien la trajo y junto a ella se encargaron de tratar sus heridas. Segundo. Dhalsim era el líder de la aldea, y a veces debía ausentarse a enfrentar disgustos derivados de su pasado como peleador callejero. Además debía lidiar con agrupaciones que decían luchar por causas justas, pero su alevosía y matonería decían lo contrario, estas personas a veces obligaban a los campesinos a compartir provisiones y esconder armamento; Sakura no pudo evitar pensar en Shadaloo, pero Sally le dijo que si bien habían sentido su flagelo no eran los únicos; el mal tiene diversos autores. También recalco que si bien Dhalsim odiaba la violencia, ayudaba a mucha gente de esta forma, logrando hacer amigos en el proceso, haciendo que su retiro a la reflexión y la perfección de sus habilidades como peleador fuera un poquito más llevaderas.

Sakura la escucho gratamente, le parecía genial ese equilibrio entre espiritualidad, amor por la familia y sentido para la lucha, ojala ella pudiera mantener un control así… ojala. En cambio se sentía como una bomba a punto de explotar, como si algún día su sentido común se fuera a ir por el ca?o. Pero… Ahora que no tenía idea de cuando regresaría el bonzo ?Qué debería hacer?

– Deberías visitar la aldea, los chicos estarían encantados de conocerte – Sugirió Datta.

Sally negó con la cabeza al ver el entusiasmo de su hijo, dulcemente le hizo entender que la invitada apenas había despertado y necesitaba reposar un poco más. Sakura se las ingenio instantáneamente para no desagradar a ninguno de los dos. Le prometió a Datta que cuando se sintiera mejor visitarían todo lo que quisiera, pero por el momento tomaría el consejo de su madre, ya que aún no sentía seguridad en sus fuerzas.

Después del almuerzo Sakura volvió a la habitación que le habían designado para descansar, estaba segura que sería aburrido estar acostada contando las horas, pero increíblemente estaba más débil de lo que pensaba, ya que cayo rendida al sue?o por un par de días más.

A diferencia de la vez anterior, Sakura despertó renovada, tenía unos "pinchoncitos" de dolor, pero fácilmente podía ignorarles. Después de un humilde desayuno, decidió cumplir la promesa que le hizo a Datta de acompa?arlo a conocer la aldea. Al salir de casa, el sol ma?anero la encegueció un momento. Ese "rayazo" fue como teletrasportarse a otro mundo, un mundo de pobreza, humildad y trabajo. Las casas parecían "copias de las copias" al tener hechuras similares y estar construidas con los mismos materiales rústicos, diferenciándose apenitas con algunos brochazos de algún color, sus calles eran de tierra virgen, tierra que jamás habían sido cubierta con asfalto ni concreto. Datta le presento a Sakura su grupo de amigos, entre ellos estaba esa ni?a y al hermanito que salvo; tal como él se lo había dicho, se ganó inmediatamente el respeto de los ni?os. Lo siguiente en el "tour" fue un pozo que estaba en medio de la aldea, que fungía como fuente principal de agua; fruto de la sangre y los golpes que algún momento el bonzo tuvo que aguantar. Visito un paso donde ocasionalmente se veían elefantes y por último conoció los campos de cultivo, arados por bueyes tristones, como esclavos permanentes.

Todo esto le agrado, si bien ya tenía cierta costumbre, cuando visitaba a la abuela de Kei en vacaciones, indudablemente esto era otro nivel, la vida podía disfrutarse sin el zarandeo tecnológico que se reinventaba a cada rato. Los días siguientes Sakura se involucró en el día a día de esta gente; por suerte nadie se lo impidió. Ayudo a recoger cosechas, jugo futbol o cualquier jueguito inventado por los chicos. La personalidad jovial de Sakura contagio a la gente y sin darse cuenta, esta vibra positiva ayudaba a que su recuperación fuese más rápida.

Pero…

Una noche Sakura se fue a la cama sin sue?o, sus pensamientos aprovecharon para asediarla en medio de la oscuridad. Cada cambio de posición servía como un punto y aparte para tratar los distintos temas que almacenaba en su ser, pero en todo ese revoltijo…"su impulso"… o mejor dicho el Satsu no hadou inevitablemente tomaba protagonismo en su cerebro; le aliviaba que la convivencia pacífica de estos últimos días había servido como contención, pero no iba a quedarse para siempre, sus heridas sanaban rápido y pronto debía seguir su camino. Sakura se cansó de barajear sus pensamientos y dar volteretas en la cama, además hacia demasiado calor en la habitación. Entonces se levantó y procurando no hacer ruido salió de la caba?a.

Afuera estaba más fresco, frescura que la alivio; se reclino en la pared y la belleza del firmamento le arranco una sonrisa, las estrellas parecían granitos de luz, acompa?ado de una luna reluciente que no había terminado de llenarse, extendió la mano como lo hace un so?ador para atrapar un pu?ado de cosmos, pensó en lo lamentable que en las grandes ciudades las luces artificiales opacaban la belleza nocturna. Luego "recogió" el pu?ado de imaginación, y aun con su pu?o cerrado lo estrecho contra su pecho.

De seguro algo se me ocurrirá

A punto estaba de entrar e intentar conciliar el sue?o, cuando escucho el quiebre de una ramita, hubiera pensado que algún animalito nocturno merodeaba por allí, de no ser porque también vio una sombra escurrirse detrás de una casa; demasiado sospechoso, demasiado para aguantarse las ganas de ir a ver. Una vez más los consejos de su amiga ninja le fueron útiles y camino en puntillas para no hacer demasiado ruido, la noche y más aún en la selva tenía coros muy propios que no era conveniente alterar. En cambio, el individuo no estaba interesado en esa tontería sigilosa, de hecho su pesadez al andar ayudaba a Sakura a localizarlo. El sujeto se detuvo frente a una casa, que en realidad era donde toda la aldea guardaba los frutos de su trabajo. Utilizando las paredes como trinchera, Sakura asomo la cabeza; pero estaba muy lejos para reconocerle y aunque la luna estaba en su fase de gibada menguante no proporcionaba suficiente luz. A esa distancia el sujeto parecía una silueta, usando una capucha medio rasgada que le llegaba hasta los tobillos, haciéndolo ver como un mandrake roto. Sakura rápidamente concluyo que este "mandrake" era algún ladrón, así que se dispuso a encararlo, pero antes de dar el primer paso, un mochuelo se fue a posar en el techo de la casa donde ella se escondía y empezó a cantar vigorosamente mientras ladeaba tiernamente la cabeza. Inevitablemente Sakura se distrajo y cuando volvió a ver, el sujeto había desaparecido.


A la ma?ana siguiente Sakura esperaba un escándalo, pero extra?amente la rutina en la aldea continuo inamovible. No hacía falta ni un solo grano y ningún candado había sido forzado. Por mucho que Sakura le pregunto a los lugare?os, incluyendo a la familia de Dhalsim, nadie tenía pérdidas que lamentar. Pero… si aquel sujeto no era un ladrón ?Quién era? ?Y qué hacía a semejantes horas?

A rega?adientes tuvo que guardarse el misterio; entendió que no podía ni debía estar estropeando la convivencia pacífica con delitos inexistentes ni delincuentes fantasmas, además había otras cosas de interés. Temiendo que la excesividad de reposo le fuera contraproducente, decidió aventurarse fuera de los límites de la aldea. Esta vez, la alerta si había sido levantada y salir era más seguro. Antes de irse, Sally le presto una máscara; la prudencia nunca estaba de más, esta mascara, era una simple careta de color blanca de la nariz para arriba y negra en la parte inferior, con un rayito en la frente; Sakura rodo los ojos ?Qué tenían los hindú con este tipo de dise?o?

Con una confianzuda sonrisa Sakura se fue.

Se adentró a la selva con ese espíritu libre tan suyo, apenas si se detuvo a mirar atrás, la aldea parecía un pedacito pelón entre todo el dominio verde. Necesitaba llevar su entrenamiento y su recuperación en conjunto, ya que el acarreo de cultivos y los juegos eran insuficiente, se le ocurrió que la selva podía fungir como un lugar de entrenamiento improvisado; no se equivocó. Hizo caminatas, algunas carreras y utilizo las ramas más macizas para hacer barras y abdominales cabeza abajo, flexiones, golpes y patadas al aire, entre otras cosas, todo bajo la mirada de algunos animales curiosos.

Su expedición la llevo a un rio que estaba en las faldas de una peque?a cascada, a un templo en ruinas erosionado por el tiempo y devorado por la naturaleza, y un poco más allá, estaba un enorme árbol. En la jungla abundaban arboles centenarios y robustos, pero ninguno como ese, parecía un rey sembrado en su trono, y es precisamente como Sakura lo llamo: el rey de los árboles. Sakura se acercó, dio un par de toquecitos con el dedo índice.

Que corteza tan dura – Pensó.

Se colocó en posición de pelea, lanzo un golpe izquierdo seguido de un derecho, el básico y puro "uno dos".

Más fuerte...

Fue como un reto silencioso, el "rey de los árboles" apenitas si se estremecía con cada golpe. Así que paulatinamente aumento la intensidad de ese "uno dos". Sin embargo ese incremento de fuerza iba a la par de una furia, inconscientemente se le metió en la cabeza derribar al "rey" sin importar que sus nudillos se hinchaban a cada golpe. Entonces se hartó, el retumbo hueco era como una burla y la caída de algunas hojitas eran como las migajas de su esfuerzo, entonces decidió golpear en serio. A punto estaba de lanzar los golpes, cuando las palabras de Ken se atravesaron en su mente haciéndola desistir, se dio cuenta que había hecho más da?o del que podía imaginar, no solo por las marcas de nudillos que dejo impresas en la corteza, sino porque sus manos quedaron algo temblorosas y con un leve dolor muscular. Sakura se perturbo, estuvo a punto de recetarse una molestia más y quizá destruir una rareza natural que tardo a?os y a?os en desarrollarse y crecer.

Sakura se fue de allí, el sol empezaba su dorado declive y la selva se negrecería en un par de horas. Corrió a toda prisa, no quería ni imaginar en verse obligada a quedarse a dormir en un templo en ruinas. Al llegar al rio se topó con una extra?a aparición, un sujeto estaba en medio del rio chispeando el agua a su alrededor. No se podía identificar, estaba de espaldas y la contraluz molestaba, sin embargo la anatomía robusta del individuo llamaba la atención. Esta escena tan inusual hizo que la joven se olvidara que debía llegar a la aldea antes del anochecer, se acercó hasta la orilla, se puso en cuclillas a observarlo hasta que recordó lo sucedido la noche anterior; no cabía la menor duda, ese sujeto era el mismo que merodeaba la aldea.

– Oye… Disculpa… tú…

– ?Lárgate! déjame solo.

La pesadez del desconocido derrumbo toda paciencia y todo intento de dialogo pacifico, así que no quedo más remedio que ir al grano.

– Sé que eres el que vi ayer en la aldea ?Qué hacías a esas horas?

– ?Estas sorda? ?Lárgate si no quieres morir!

La diplomacia fracaso. Sakura se adentró en el rio hasta que el agua le llegara a los tobillos y se colocó en posición de pelea, pero antes de pronunciar palabras de desafío, una ráfaga de energía venia hacia ella, por suerte Sakura logro verla y salto para esquivarlo.

Estuvo cerca…

No demasiado…

Aquella ráfaga de energía solo era un distractor, ya que cuando Sakura salto, su oponente también lo hizo y en pleno aire la agarró del cuello de la camisa y la tiro al rio. Sakura callo de espalda y se hundió como una piedra; la parte donde estaba parado aquel sujeto era más profunda de lo que parecía. Sakura reacciono al sentir que sus pulmones se le llenaban de agua y rápidamente nado hacia la superficie y posteriormente a la orilla. Al llegar allí tosió violentamente al tiempo que intentaba recobrar el funcionamiento de sus pulmones a cada bocanada de aire, cuando se repuso un poco, recordó el encuentro, pero en el rio solo su máscara quedo flotando, su oponente se había largado otra vez. Humillada y enfurecida estrello sus pu?os contra el suelo.

?Achu!

Chapoteando al caminar, empapada, escurriendo su preciosa cinta blanca, Sakura refunfu?aba de camino a casa la facilidad con la que había caído en semejante trampa. Pero… Aparte de su auto rega?o, estaba intrigada por el comportamiento de aquel sujeto.

Sakura continuo inmersa en sus pensamientos, hasta que a las hojarascas crujir en la distancia; por instinto, busco rápidamente refugio en unos arbustos; hizo bien en hacerlo. El ese crujir se transformó en murmullos, y finalmente pasados un par de minutos Sakura quedo de piedra al ver quiénes eran los causantes del ruido

Un grupo de hombres armados con machetes oxidados y revólveres se adentraban con fuerteza en la jungla, decapitando toda vegetación que les estorbaba, en medio del grupo se encontraban unos ni?os caminando en fila con las mu?ecas amarradas, tragándose el llanto de miedo a cada suspiro, entre los prisioneros se encontraba Datta y sus amigos. Sakura prendió en furia y se dispuso a enfrentarlos, pero el recuerdo de su error la detuvo, no quería repetir la historia de Kei en Datta, así que opto por la paciencia y los siguió de cerca. De pronto alguien les salió al paso. Parecía un gigante que usaba una capa que le escondía la identidad y le llegaba a los tobillos.

?Increíble! Otra vez ese hombre…

– Liberen a los ni?os y ?lárguense! – Ordeno con fuerte vos el misterioso sujeto

Pero los malandrines, envalentonados por tener armamento en sus manos tomaron a chiste la advertencia.

Mala elección…

Los revólveres y los machetes se alzaron amenazantes, ínfimo tiempo desperdiciado para los malhechores pero bien aprovechados para el encapuchado quien se abalanzo rápidamente contra ellos. Desde su escondite, Sakura miraba la escena asombrada, el gigantesco encapuchado era formidable, sus patadas eran como troncos de madera y sus pu?os como una masa de roca destrozando costillas, mandíbulas y desangrando caras, las pocas balas que se alcanzaban a disparar, chiflaban alocadas, pero sin dar con su objetivo. Los maleantes que estaban en la retaguardia se separaron en dos, los que intentarían terminar con la amenaza y los que protegerían la "pesca". Uno de los sujetos se colocó por atrás con la idea de atacarlo a traición, pero rápidamente fue descubierto y recibió de lleno una poderosa patada trasera en el estómago que lo mando a volar, desafortunadamente pese al contundencia impacto el sujeto no solto la capa y se le llevo con él, dejando al luchador al descubierto. Sakura abrió los ojos de par, al conocer finalmente la identidad del merodeador, ese parche negro reemplazando donde alguna vez hubo un ojo, esa cicatriz que parecía un rayo que partía su pecho; estaba viendo en acción al ex campeón del mundo, al rey del Muai thai. Sagat. Sakura no pudo evitar sentirse como una tonta al no poder hacer la relación con semejante estatura, después de todo ?Cuántos seres humanos podían ostentar semejante cualidad?

La situación se volvió mala para los agresores, un solo hombre estaba barriendo rápidamente a todo un grupo, entonces uno de ellos decidió optar por la cobardía, desenfundo un revolver y lo apunto al grupo de ni?os con la intención de tomar un rehén; Sakura ya no podía dudar y lanzo un hadouken, la bola energética salió sorpresivamente desde las sombras y le dio de lleno al maleante que lo mando a volar. Rápidamente Sakura se unió a la lucha y aprovechando el factor sorpresa se encargó del grupo de la retaguardia.

– No necesito tu ayuda – Gru?o el ex campeón.

– Un imple gracias bastaría, además tu acto heroico estaba a punto de echarse a perder.

A rega?adientes Sakura y Sagat forjaron una alianza, que barrio rápidamente con los maleantes, pronto ambos luchadores se vieron rodeados de cuerpos quebrados, desangrados y algunos quejándose de dolor.

Sakura se dirigió al grupo de ni?os y rápidamente les libero. Los llantos de terror se transformaron en palabras de agradecimiento y admiración, sobre todo para Datta y esa peque?a ni?a y su hermanito que habían sido salvados por segunda vez. Datta también compartió su agradecimiento con el excampeón extendiendo su mano, un atisbo de educación y satisfacción hicieron que Sagat apenas aceptara el gesto; luego se dirigió su mirada hacia la muchacha y dijo:

– ?Tu! … esos movimientos…

Sakura sintió la hostilidad de Sagat y después de mirarle un rato, le pidió a Datta que se llevara a los demás ni?os a la aldea antes que anocheciera; Datta no comprendió del todo la situación, pero opto por obedecer sin rechistar. Cuando los ni?os se perdieron de vista, se quedó sola frente al rey.

– ?Conoces a Ryu? ?Dónde está? – Pregunto Sagat.

– Di por favor – Contesto la joven desafiantemente.

Sagat respiro profundo ?ni?a insolente! ?Acaso no sabía con quién estaba tratando? mostro sus dientes como los muestra un tigre enfadado y con su único ojo examino a la joven. No vio nada extraordinario, solo un peque?o insecto a la par de un gigante como el, pero aun así le llamo la atención el hecho que pudiera ejecutar una de las técnicas de su… "enemigo";

Veamos a ver qué pasa – Pensó.

Por su parte Sakura no estaba asustada pese a que el sudor en su rostro hiciera pensar lo contrario; lo que si sentía era asombro, jamás imaginó estar cara a cara con el hombre que Ryu derroto y el que le dio esa notoriedad entre los peleadores callejeros. Por muy descabellado que parecía, la rudeza del campeón provoco en Sakura deseos de enfrentarlo, pero ?podía dar la talla como oponente?

Veamos a ver qué pasa – Pensó también.

Entonces como si sus mentes se conectaran para luchar, optaron sus respectivas posturas y se lanzaron al ataque. Sakura lanzo un golpe que fue a dar al ancho antebrazo del gigante.

Es fuerte – Pensó Sagat.

Sagat empezó bloqueando, los golpes de la joven chocaban en sus macizos antebrazos y rodillas, Sakura estaba atacando demasiado cerca, Sagat decidió aprovechar para lanzar un codazo, codazo que Sakura evadió rápidamente al retroceder.

Hubo una pausa. Sakura se extra?ó por la pasividad de su oponente ?acaso la estaba subestimando? Pero el tigre solo estaba jugando. Lo supo cuando finalmente Sagat tomo la iniciativa, empezó usando solo sus pu?os, pu?os que Sakura esquivaba a duras penas, podía sentir el poder destructivo de estos por la ínfima ráfaga de viento que provocaba. De pronto la joven vio una apertura en la defensa de su oponente que quiso aprovechar; pero era una trampa de Sagat para hacerla venir. Sagat lanzo un rodillazo, rodillazo que sonó fuerte… pero para sorpresa y alegría del campeón, Sakura pudo bloquearlo juntando sus brazos y pegándolos a su cuerpo.

Si hubiera bajado más los codos, mi rodilla hubiera chocado contra sus huesos. – Pensó Sagat

Sin embargo ese rodillazo fue más fuerte de lo que Sakura podía imaginar; la obligo a retroceder… debía ser más cuidadosa.

El campeón retomo su ofensiva; esta vez agrego sus patadas. Este agregado complico más el combate para ella, si esquivar sus pu?os era difícil, ahora con toda lo demás era una proeza, los largos brazos y piernas de su oponente impedían que se acercara; debía pensar en algo. Sagat se cansó de este juego del gato y ratón y aumento la velocidad de sus ataque de tal modo que obligara a la joven a bloquear; funcionó. Sakura se volvió una tortuga, aguantando las pesadas rodillas y pu?etazos, pero sus antebrazos empezaban a temblar; en una de esas un pu?etazo del campeón logro penetrar en su barrera, luego recibió una fuerte patada frontal que la mando a chocar contra un árbol; Sakura se quedó resentida un momento, luego levanto la mirada y vio un destello de luz, era un tiger shot que venía directo hacia ella; por suerte e instintivamente logro rodarse a un lado, pero no habia demasiado tiempo para recuperarse, el rey tigre se acercaba rápido. En un acto desesperado Sakura lanzo un Hadouken color purpura al suelo, cerca de los pies de Sagat con la idea de detenerlo; funciono. El hadouken hizo un agujero en el suelo y levanto mucho polvo, Sagat se protegió con el antebrazo, pero el polvo ya había entrado en su ojo. Sakura corrió para aprovechar ese momento dorado. El tiempo se ralentizo. Debía ganar, acabarlo como sea, ese deseo catalizo el poder oscuro y carmesí que se manifestó alrededor de su pu?o ?Sí! ?Sí! Sagat seguía indefenso. Pero… y todo el tiempo que había logrado contener ese maldito poder ?se iría a la basura así de fácil? Entonces se detuvo a medio camino, con las ganas de golpear. Sagat abrió el ojo y se reincorporo sin ningún problema sorprendiendo a la joven ?Qué era esto? ?Acaso Sagat estaba fingiendo? Sakura se alejó, manteniendo su postura y los sentidos alertas por cualquier truco, pero el rey tigre deshizo su postura, ya no quería pelear más.

– Te lo preguntare de nuevo ni?a ?Dónde está Ryu?

Desilusionada y apartando la mirada brevemente Sakura contesto que no tenía idea. Sagat le creyó al analizarla con su único ojo, entonces el rey volvió a preguntar:

– ?A qué has venido entonces?

Sakura se relajó también al no sentir la hostilidad de antes y de nuevo dejando entrever su desilusión, contesto:

– Buscaba sabiduría… una guía… respuestas.

Sagat cerró el ojo y suspiro, enfrentar a una oponente confusa era una pérdida de tiempo, pero más que eso, en lo profundo de su ser empatizo con ella, después de todo el también había sentido esa sed, cuando las dudas lo asediaban, incluso hoy en libertad tenía muchas preguntas que no podía contestar solo. Entonces se dio la vuelta, dejando a Sakura ofendida.

– ?Oye espera! ?Y nuestro combate? ?Te estas burlando de mí?

– Sera en otra ocasión, para entonces espero que te vuelvas más fuerte y tengas más confianza en tus pu?os, en una pelea real no hay lugar para las dudas, no vuelvas a detenerte así.

Sakura había perdido, y encima quedo dolida, no tanto por su descuido en su defensa y el patadon que recibió en consecuencia, sino por el hecho de que sus inseguridades le habían costado otro combate, apretó sus pu?os y aunque era impropio de ella empezó a murmurar un par de palabras soeces, el campeón la escucho, se detuvo y haciendo acopio de esa tosca empatía le pregunto:

– ?Sabes porque te ataque cuando interrumpiste mi entrenamiento?

Porque eres irremediablemente violento – Aunque fue lo primero que pensó, no quiso hacérselo saber, solamente se quedo con el "porque eres…" a medio decir…

El campeón pareció leer los pensamientos de la joven, pero lejos de enfurecerse u ofenderse le contesto:

– Porque sentí una leve aura de brutalidad y violencia, típico de los demonios.

– ?Qué estás diciendo? ?Yo no soy un demonio!

Sagat negó con la cabeza y respondió dócilmente.

– Lo que estoy diciendo es que tal vez ya te has convertido en algo parecido y no te has dado cuenta.

Sakura se quedó en silencio…

– Volveré a casa, es muy probable que el bonzo vaya por allí, después de todo me debe una por limpiar su basura en su ausencia, tal vez, si logras llegar puedas recoger algo de la sabiduría que buscas; pero antes de eso no olvides agradecer a su familia sus atenciones.

Entonces el rey Sagat se fue y se adentró al bosque, fue como si su presencia real se fusionará con la espesura, Sakura apenas presto atención a su partida, las palabras de Sagat calaron muy fuerte en ella, y la dejaron enmara?ada en dudas.


Notas de la autora:

A ver… Sean sinceros, esperaban un capitulo con Dhalsim hablando de paz, armonía, de la no violencia ?verdad? ?Pues no! como le parece que no, ?no mi ciela! Sakura si tiene mala suerte xDDD Pese a esto, quise que tuviera una "medio ense?anza" siendo la familia de Dhalsim los encargados.

En los comentarios iniciales dije que no iba a ser estricta en cuanto a la cronología a seguir, pero si iba a tomar algunos eventos como canon para ajustarla a mi historia (recuerden que es un fic personal y puedo hacer lo que quiera xD) En este caso hablando de Sagat, no solo utilice casi al pie de la letra el dialogo que tiene Sakura y el en el enfrentamiento de Street figther alpha 2, sino que tome todos los eventos previos a ese juego, es decir: la derrota de Ryu, su libertad después del desmantelamiento de Shadaloo, incluso ya conoció y entablo la amistad con Dhalsim y ahora digamos que es la segunda vez que busca al monje (Vuelvo a insistir que si quieren ver un fic hablando del rey del Muai Thai visiten el sendero del tigre)

Quería puntualizar el asunto de las máscaras (ya que olvide hacerlo en el capítulo anterior) Resulta que algunas zonas (sobre todo las rurales) al convivir con este animal están expuestos a sus ataques. Algunos lugares optan por utilizar fuegos artificiales (cuetes les decimos aquí) para asustarlo antes que la gente entre a pescar o trabajar en la zona en cuestión, ya que a veces se esconde en los manglares o en cualquier lado, otra estrategia es colocarse mascaras detrás de la cabeza, ya que se tiene la creencia de que el tigre jamás ataca de frente, realmente…. no se… qué tan efectivo es esto, dicen que sí, pero temen que en algún momento los tigres dejen de caer en este truco; Esto me pareció tan interesante que decidí incluirlo en mi fic, aunque en el capítulo anterior esto tuvo más utilidad que en este, ahora solo me ronco la pinche gana poner la referencia xDDDD

Exagere algunas cositas xDDD Primero. No estoy segura si realmente los que sobreviven a los ataques de tigres son tratados como héroes, lo que pasa es que vi un video de un herpetólogo que se llama Frank Cuesta, y buenooo… el andaba buscando tigres y… se encontró con un se?or que había sobrevivido al ataque de uno y lo entrevisto, cuando termino Frank dijo que para él ese se?or era un héroe y pues allí esta xDDD Segundo. La aldea de Dhalsim me base en la de Street figther victory, Sé que muchas aldeas de la India hasta electricidad tienen, endeble sí, pero electricidad al fin y al cabo. Digo esto también por lo de la comida, otra vez me agarre de una escena de Indiana Jones y el templo maldito.

Por ultimo un comentario que no tiene nada que ver con el fic, es instarles que se cuiden dada la situación que se vive por la pandemia, sé que este mensaje quedara en desuso muy pronto, peor solo llegara tal vez…tal vez… a los que supuestamente están siguiendo este fic, también sé que tengo otros medios para hacer llegar mi punto de vista, pero sentí deseos de hacerlo. Cuídense, acaten las recomendaciones de salud e higiene, si sus gobernantes no le dan la importancia debida, ustedes háganse ese favor de protegerse también por sus familias.

Bueno… hasta la próxima…

Capitulo actualizado el 16/05/20