-Maldición- articuló un muy harto y furioso Roy Harper cuando intentó hacer una llamada y se le notificó que su teléfono celular ya no tenía crédito suficiente, aunque en realidad no sabía ni por qué, ya debería de haberse acostumbrado, Oliver siempre llegaba tarde. "pero esto es importante, joder" pensó el muchacho. Siendo interrumpido al recibir un mensaje de texto.

Estaban en aquella ciudad sólo por un par de meses y él ya le había dicho a Oliver que no quería ir a una escuela nueva, sólo quedaba una semana de clases y en su escuela él ya había terminado el a?o. Claro que Ollie no estuvo de acuerdo e insistió que no era como que pasar una semana más en clases le fuese a perjudicar.

La casa que Oliver había conseguido quedaba relativamente cerca de la escuela y Roy supo entonces que tendría que asistir.

Durante la noche Ollie estaría en Star City combatiendo y durante las tardes estaría trabajando y, aunque nunca lo admitiría, Roy sí que se sentía algo intimidado por la idea de ir a una nueva escuela.

-Bien, pero tú me vas a recoger, no me regresaré caminando, muy apenas sé cómo llegar- aceptó Roy, una vez que dio cuenta de que no lograría hacer a Oliver cambiar de parecer. Lo peor de todo es que Ollie había accedido, ??l había accedido y no aparecía por ningún lado! Ya era el tercer día seguido que aquello sucedía.

El primer día de Roy había sido bastante bien para ser un comienzo. Hizo un par de amigos, llegó a tiempo, no se metió en peleas verbales con ningún profesor… había estado bien, no espectacular, claro, pero sí bien. El único problema fue a la salida, cuando le envió un mensaje de texto a Oliver y éste le respondió que ya iba en camino. Pasaron 15 minutos y nada, 20 y Roy ya comenzaba a impacientarse, 40 y ni rastro de Oliver. Cuando éste llegó una hora tarde, Roy subió al auto, completamente molesto, pero sin montar una escena, teniendo en mente que quizás Oliver había tenido algún tipo de día difícil, sospecha confirmada no mucho después de abordar el vehículo.

-?Cómo te fue?- le preguntó su padre.

-Bien- respondió cortante. No por el hecho de haber decidido ser prudente significaba que también había decidido hacer como que no pasaba nada y que todo era miel sobre hojuelas. Estaba molesto con el tipo y estaba en todo su derecho de manifestarlo.

-Qué bueno- respondió distraído, sin quitar la vista de la calle por la cual conducía- Dentro de media hora tengo una reunión. Te dejo en la casa para que comas y me voy. Ahí te dejé comida en la mesa, le quitas el papel aluminio y si quieres meterla al microondas-

Roy exhaló un pesado suspiro de derrota. Siempre era lo mismo con Oliver.

El segundo día fue más o menos igual. En clases todo bien, pero a la salida Ollie lo hizo esperar une hora para después enviarle un mensaje en el cual le indicaba que tomase el transporte escolar y se bajara en cierto lugar que le quedaba un poco más cerca de su casa, de manera que Oliver no tuvo que irse tan lejos. Ese día ni siquiera llegaron a su casa a comer. Oliver le preguntó a Roy si había comido algo en la escuela y a pesar de que el efímero receso no se lo había permitido, Roy respondió que sí, debido al mal humor que le había causado Oliver con su falta de puntualidad.

Pasaron hasta las 6 p.m. buscando otras casas más cercanas al área de preparatoria, que era en nivel que Roy cursaba. Después de no tener mucha suerte, Oliver decidió que ya había sido suficiente por aquél día y en vez de seguir buscando casas se dirigió a casa de una sobrina suya, que vendría siendo prima de Roy, aunque prima mayor y con hijos (una ni?a y un ni?o) no mayores de cuatro a?os. Aunque a Roy le gustaba estar con los ni?os y jugar con ellos, tenía tarea y no se fueron a casa hasta las 12 de la noche, aproximadamente. Sí, aquél día había sido en verdad frustrante.

Sin embargo, nada superaba al momento actual, ?Enserio? ?Oliver realmente le estaba haciendo esto? Roy no tardó mucho en cambiar su gesto de enojo por uno de resignación. "?Qué más da?", pensó, de todos modos la idea ya le había estado rondando la cabeza después de cumplir la hora esperando a Oliver. "Vete a la casa, ahí te veo en media hora" decía el maldito mensaje. Y es que una cosa es que Roy lo pensara y decidiese él mismo hacerlo, pero otra muy distinta era que Oliver le dijera que lo hiciese, era casi como decir "no estés molestando, vete tú si puedes, yo tengo cosas realmente importantes que hacer, no seas inútil". En todo caso, Roy tomó el transporte escolar y caminó un buen tramo hasta llegar a su casa, la cual encontró sola. Ese día sí deseo que hubiese algo de comer, aunque fuera para recalentar en el microondas, ya que no había tenido oportunidad de almorzar en el descanso.

Refunfu?ando, se dirigió a su habitación a comenzar su tarea, en la cual invirtió de dos a tres horas, y es que era la que se suponía que debía haber hecho el día anterior más la de ese día.

se suponía que Oliver llegaría hace ya más de dos horas, así que le envió un mensaje para preguntarle si iba a llegar a comer.

"No, por aquí está lloviendo, nos vemos al rato" contestó rápidamente.

Lo único bueno es que cuando estaba ya casi acabando la tarea había llegado la mujer que los ayudaba con la cocina en aquella casa, de modo que Roy no se sentía tan solo… hasta que ella se fue.

"Oliver, ?ya vienes?" le dijo a Oliver por mensaje para ver si éste se apresuraba, sin importarle en lo absoluto la poca dignidad que aparentaba. ?ltimamente no se había sentido tan feliz que digamos y la idea de estar solo en aquél lugar extra?o y vacío no era muy tentadora. Cualquier compa?ía era buena, incluso la de Oliver Jonas Queen.

"Ya pronto termino aquí" respondió.

El joven decidió no dormirse, a pesar de lo cansado que estaba, para cuando llegara Oliver, ir a engargolar su trabajo de la escuela e incluso preparó todo por si Ollie llevaba prisa y tenía que salir de casa rápido.

Sin embargo , por más que Oliver prometía que ya no faltaba mucho para irse a casa, ni un alma se paraba ahí.

Hubo un momento en que Roy se sintió sólo, desesperado, triste y molesto, incluso con ganas de llorar, lo cual se negaba renuente a hacer. A su parecer Oliver lo trataba de hacer tonto, y él no era ningún ni?o que realmente necesitara de él, sólo que era mejor que estar solo y encerrado en aquella casa. Es que la actitud de Ollie le exasperaba ?para qué decía algo si no lo iba a cumplir de todos modos?

Su padre llegó hasta casi las 9 p.m. Para entonces Roy ya mejor había engrapado su tarea y se había puesto la camiseta con la que dormía.

-Traje la cena- tuvo el descaro de anunciar con entusiasmo al entrar a la cocina, donde su hijo se encontraba "cenando" cereal.

Aquello ya era el colmo.

-No importa Ollie, demasiado tarde- le dijo apáticamente- ya cené solo. Al igual que como estuve todo el día: solo- replicó, levantándose y caminando rumbo a su habitación sin siquiera terminar su comida.

-Roy, no te pongas así, ?de acuerdo? A veces las cosas no se dan como queremos y ya, ?sí?- le restó importancia- un cereal a medias no es cena, así que, por favor, ven a la mesa a cenar en familia-

-Pues las familias no son sólo para cuando tú quieras, ?Y sabes qué? Si te estorbo o simplemente no me quieres aquí sólo tienes qué decirlo- le retó, alejándose harto.

Oliver lo siguió con la vista atónito, ?por qué Roy diría algo así? ?en verdad eso pensaba? Y si fuera así, ?por qué? No podría ser sólo por no haber llegado ese día a la casa, ?o sí? Sin embargo era más fácil verlo como una rabieta de las que hace cualquier adolescente, sí, eso debía ser, después de todo, no había sido para tanto ?o sí? No había hecho nada realmente malo, sino que sólo llegó un poco más tarde de lo que se suponía.

-No sé qué haré con ese chico, a veces no lo comprendo- se quejó para sí casi ofendido por la "grosería" de su hijo.

Continuará….