Disclaimer: Kaleido Star y sus personajes no me pertenecen, todos son obras de Gonzo y sus respectivos autores, sólo los tomo prestados para divertirme.

AN/: Sé que muchos me quieren matar por el capítulo anterior (yo lo haría también) y quizás por lo mismo estén decepcionados de la historia, pero les prometo que todo tiene su razón de ser, sólo un poco de paciencia por favor.

Reencarnación

6-Interlude

Lo primero que vio al abrir sus ojos fue una cegadora luz que la obligó a cerrarlos de nuevo, respiró profundo, tratando de abrir sus ojos otra vez de forma lenta, queriendo adaptarse al brillo que la rodeaba, se sentía extra?a, su cuerpo lo sentía ligero, como si éste no le perteneciera.

Giró el rostro tratando de reconocer el lugar donde se encontraba, pero por más que pensaba no lograba definir nada, solo veía paredes blancas y un largo pasillo lleno de luz, tan largo que le pareció interminable. Le pareció extra?o, podría jurar que hacia tan solo un minuto se encontraba en una cama de hospital, mientras ella y Layla…

Un sonrojo se apoderó de sus mejillas, al mismo tiempo que una de sus manos tocaba su boca, acariciando sus labios, su corazón latió desenfrenado al recordad la suavidad y calidez de los labios de la rubia, y la intensidad con la cual ésta la beso; siguió acariciando su boca mientras caminaba, tratando de discernir donde se encontraba.

?Hola?...?Hay alguien aquí?-llamó al viento, sintiéndose cada vez más extra?ada-?Layla estás ahí?-preguntó mirando a su alrededor, donde lo único que veía eran paredes blancas-?Kate?...Alguien que me conteste por favor-pidió comenzando a sentirse ansiosa, un peque?o ruido la hizo detenerse, girando a su izquierda pudo ver dos grandes portales, que podría jurar que hacia un minuto no estaban ahí, intentó abrir uno de ellos pero una voz ronca la hizo detenerse, haciendo que se sobresaltara.

-Aun no es tiempo de llegar ahí peque?a-dijo ésta con un dejo de amabilidad.

Sora volteó el rostro para ver quien le había hablado, pero nuevamente una luz cegadora la obligó a cerrar los ojos.

-?Quién eres?-preguntó colocando una de sus manos sobre sus ojos, tratando de escudarse del intenso brillo que desprendía la persona frente a ella.

-El quien soy no es de importancia, lo importante es la razón por la cual te encuentras aquí-contestó la voz, presumiblemente masculina por el tono de la misma.

-?Qué quiere decir?... ?Dónde estoy?... ?Qué lugar es este?-preguntó abriendo ligeramente uno de sus ojos, pero sólo pudo distinguir las prendas blancas que vestían el hombre, sin poder definir su cara.

-Estas en un lugar intermedio entre la vida y la muerte-contestó otra voz, la cual Sora la identificó como femenina.

-No entiendo-dijo Sora, enfocando la vista hacia donde provenía la otra voz-?Qué quiere decir?-preguntó confusa.

-?Qué es lo último que recuerdas peque?a?-preguntó la mujer de forma dulce, colocándose al lado del hombre que se encontraba frente a la joven estrella.

-Yo…-dijo, colocando una mano sobre su frente, mientras comenzaba a sentir como su corazón latía desenfrenado y un pinchazo de dolor empezaba a recorrerle todo el cuerpo-yo…estaba en el parque con Layla y…y el ni?o corría tras su balón…el auto-dejo escapar un peque?o quejido de dolor sosteniendo su cabeza, en tanto varias imágenes se sucedían una tras otras con rapidez en su mente, haciéndola sentir mareada-después el hospital…Kate no me quería dejar ver a los demás…mis padres-siguió sosteniendo su cabeza que no dejaba de taladrarle-Lay…Layla y nuestro be…-los colores volvieron a subirle al rostro mientras el dolor en su cabeza se intensificaba más, tenía el presentimiento de que estaba olvidando algo pero no podía decir qué era-y…y después…después todo oscuridad-terminó de decir en un hilo de voz, sus ojos se abrieron de forma desmesurada en tanto un sentimiento de desasosiego comenzó a invadirla, haciendo que un escalofrío le recorriera el cuerpo-este lugar…-dijo en un susurró mirando a su alrededor, captando el significado de las palabras de la mujer frente a ella-quiere decir que yo…que yo…

-Así es Sora-le confirmó la voz del hombre frente a ella-sufriste un accidente, tu cuerpo recibió da?os irreparables.

-?Pero entonces como…?-quiso preguntar con una mezcla de confusión y ansiedad.

-?Entonces cómo es que estas aquí?-preguntó con una sonrisa al ver como la joven japonesa asentía-dije que este sitio era un lugar intermedio entre la vida y la muerte, nuestro cuerpo sirve como una vasija, preparada para acoger nuestro espíritu; debido a que tu cuerpo recibió demasiados da?os durante el accidente, esta vasija se rompió y ya no estaba apta para asilar a tu alma.

-?Eso quiere decir que yo…?-preguntó con la boca peque?a, aun no teniendo el valor de admitir lo que era más que obvio, viendo en la situación y el extra?o lugar donde se encontraba.

-Quiere decir que tu cuerpo murió Sora-la dulce voz de una mujer le contestó cerca de ella, mientras la joven estrella volteaba el rostro para ver, ya que pertenecía a una tercera persona.

-Si es así… ?entonces cómo es que yo estoy aquí?-pregunto la joven japonesa a las personas enfrente de ella, aun con ese tono sorprendido y ansioso que ba?aba su voz.

-Tu cuerpo murió, pero tu alma sigue intacta-le dijo se?alando hacia ella, haciendo que la joven estrella por primera vez se percatara que su cuerpo no la acompa?aba y que tenía un vestuario similar al de las tres personas delante de ella, se exaltó al darse cuenta de ese detalle-no te asustes-le pidió la mujer con voz dulce.

-Sora-la llamó el hombre con voz seria-hay una razón por la cual estas aquí y queremos que nos pongas atención para que puedas entenderla ?de acuerdo?-le preguntó, a lo que Sora asintió con la cabeza, aun mostrando un claro gesto de miedo y sorpresa-gracias al accidente que sufriste tratando de salvar a ese peque?ín, tu cuerpo quedó inservible para acoger a tu alma y murió, pero debido a que aún no tenías tiempo de morir, tu espíritu llego hasta aquí-decía, viendo como la joven estrella asentía-lo cual quiere decir que aún no es el momento de que tu esencia se pierda.

-No entiendo-dijo Sora confundida.

-Lo que él quiere decir es, que la razón por la cual estas aquí es para remediar eso, tu muerte fue muy imprevista, tu alma aún no estaba preparada para abandonar el mundo que hasta ahora haz conocido-decía la segunda persona.

-Además…-intervino la tercera persona-aún hay pendientes que debes resolver y personas que te quieren a las cuales volver, sobre todo una persona especial que te espera-dijo esto último suavizando su voz y con un tono pícaro en ella, como si conociera desde hace tiempo a la persona a la cual se refería, haciendo que la joven acróbata se sonrojara, ya que de una extra?a forma se hacía una idea de quien era la aludida-por lo mismo hay una posibilidad de que puedas regresar.

Sora abrió los ojos sorprendida ante tal noticia, nunca imaginó que algo así podría pasar, ni siquiera en su más loco mundo de magia y fantasía podría plantearse algo similar.

-Sora-la volvió a llamar la voz masculina, provocando que la joven pusiera su atención en él nuevamente-es cierto que hay una posibilidad de que puedas regresar, pero…-hizo silencio por un momento-hay condiciones para ello… ?estas dispuesta a tomar el reto?-preguntó el hombre, aunque teniendo la ligera sospecha de cuál sería la respuesta.

Después de un minuto o quizás menos, en el cual el silencio reino en el lugar, los ojos de Sora se llenaron de determinación y sintió como si un fuego comenzara a consumirle el pecho.

-Sí-dijo con seguridad-nunca huyo de los retos y éste es uno de ellos.

Las tres personas que le acompa?aban dejaron escapar una imperceptible sonrisa.

-Muy bien-dijo una de las mujeres llamando su atención-?recuerdas estas dos puertas?-le preguntó se?alando las enormes puertas que vio la primera vez que despertó en ese lugar tan extra?o.

-Sí.

-Una de esas puertas te llevará al descanso eterno, si la cruzas ya no podrás volver, tu esencia se perderá y dejarás el mundo completamente, mientras que la otra, te guiará al mundo de donde viniste… ?Dónde eliges ir?-le preguntó la mujer.

-Quiero regresar-contestó ésta con voz firme-quiero regresar de donde vine, aún hay cosas que debo terminar, además-miró a la otra mujer de voz dulce-hay alguien que está esperando por mí y quiero regresar donde ella-contestó sonriendo, sintiendo a la mujer sonreír aun sin poder verla.

-Si ésa es tu decisión, entonces acércate a la puerta que se encuentra detrás de ti-le dijo la mujer, exaltando un poco a la joven estrella, ya que podría jurar que hacía unos minutos esas puertas estaban al lado de ella y ahora había una detrás y otra delante de ella-si tu decisión es volver, entonces deberás cruzar esa puerta, que te llevará al camino de donde viniste.

La joven acróbata se acercó a la puerta con manos ligeramente temblorosas, cerró sus ojos y tomó aire, pero cuando se disponía a abrirla, la voz masculina nuevamente hizo que se detuviera.

-Sora, al cruzar esa puerta ya no podrás volver a este lugar y los recuerdos de los pocos momentos que viviste aquí se perderán, además…-tomó una ligera pausa-al regresar las cosas no serán iguales que antes, habrá situaciones que quizás no entiendas y por lo mismo no aceptes, tampoco recordarás las cosas que has vivido hasta ahora en el momento que despiertes de nuevo, sino que las iras recordando poco a poco, conforme a los momentos que vivas y las personas que trates; si las personas con las cuales te relacionaste aun te recuerdan y les gustaría tenerte de vuelta, el recuperar tus recuerdos será un poco más fácil, pero aun así habrá cosas que sentirás que no son completamente tuyas; tu cuerpo no tendrá la misma forma pero tu esencia seguirá siendo la misma y te acompa?ará hasta el final.

-?Qué quiere decir?-preguntó Sora entre confundida y nerviosa.

-El cuerpo que poseía tu alma murió completamente, por eso regresarás a otro que está preparado para recibirte, pero no tengas miedo-le dijo la segunda voz en un tono calmado.

?Dónde regresaré entonces?-preguntó la japonesa asustada.

-Ya pronto vas a descubrirlo-le dijo la tercera voz empujándola hacia atrás.

Sora intentó preguntar otra vez, pero la puerta que tenía detrás de ella se abrió, arrastrándola hacia el vacío, dejó escapar un peque?o grito mientras caía y por fin pudo ver el rostro de las personas que habían estado con ella, se sorprendió al darse cuenta que eran sus difuntos padres vestidos de blanco y una hermosa mujer de pelo rubio y azules ojos al lado, cerró los ojos y la oscuridad la consumió.


-?Espera, por favor espera!-gritó detrás de esa silueta que no lograba definir, pero muy en el fondo sabía que debía alcanzar.

Sus piernas las sentía cansadas y el rápido latir de su corazón le recordaba que debía parar para recuperar el aliento, pero no le importó, siguió corriendo, debía alcanzarla, no podía dejarla ir.

Se detuvo al darse cuenta del lugar a donde había llegado, miró a su alrededor y las luces, las barras y los trapecios no daban paso a la confusión, se encontraba en la arena principal del escenario Kaleido, miró nuevamente a la silueta que se encontraba en frente, y por un momento su corazón se detuvo, antes no podía dilucidar de quien se trataba, pero ahora, al mostrarse frente a ella pudo ver de quien era, sus formas, sus músculos ligeramente marcados por el constante entrenamiento, ese aire de paz que desprendía y su pelo violáceo ondeando al viento, no podían ser de otra persona que no fuera…

-?Sora!-gritó Layla lanzándose sobre ella, al ver como la chica volteaba y le mostraba esos ojos marrón chocolate que la dejaban sin aliento, la abrazó con fuerza, queriendo fundirse con ella, demostrando las ganas inmensas que tenia de verla y tenerla entre sus brazos-?Estas aquí, de verdad estas aquí!-decía la rubia apretándose contra la joven estrella mientras esta también la estrechaba entre sus brazos-?Dioses! Sabía que era un sue?o, sabía que no podía ser cierto que tú habías muerto, sabía que…-Layla se detuvo al sentir como Sora se tensaba ligeramente en su abrazo-?Sora?-preguntó, sintiendo como se le aceleraba el corazón.

La joven japonesa la miró con ojos tristes, levantó su mano para tomar la mejilla de la rubia y acariciarla ligeramente con el dorso de dos de sus dedos, provocando que ésta cerrara sus ojos y ladeara la cabeza, dejándose hacer, colocando su mano sobre la de Sora.

-No fue un sue?o Layla-dijo Sora, haciendo que los ojos de la rubia se abrieran enormemente-todo fue real.

-No-contestó Layla meneando la cabeza en negativo-no puede ser cierto-seguía insistiendo-tú estás aquí ahora, puedo tocarte-probó su punto acariciando la mano de Sora que estaba sobre su mejilla-puedo sentirte, puedo…-su voz se entrecortó al ver como Sora la miraba con tristeza-?Por qué?...-dejó escapar en un hilo de voz, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

La joven estrella le sonrió triste, melancólica, limpio las lágrimas de Layla con sus pulgares y la atrajo hacia ella, besando sus labios con dulzura, con lentitud, vertiendo todo ese amor que sentía por ella.

-Shhh-susurró sobre los labios de la rubia que no dejaba de temblar-?me amas Layla?-le preguntó volviendo a acariciar su mejilla-?me amas de verdad?

Layla no le contestó, tomó la mano de Sora que estaba sobre su mejilla y la colocó sobre su pecho, donde su corazón latía de forma desenfrenada.

-?Sientes ésto?-preguntó, apretando su mano ligeramente contra su pecho, viendo como la joven asentía-antes de que llegaras estaba frio y casi muerto-sonrió de forma triste, recordando lo fría y calculadora que se había vuelto desde que su madre falleció-pero ahora late así… solo por ti-contestó, mirando como a la joven estrella los colores se le subían a la cabeza.

Sora tomó la mano de Layla, acariciándola, la llevó hasta sus labios y besó sus dedos, uno por uno, provocando que la rubia se estremeciera por completo mientras se preguntaba cómo era posible que con solo ese gesto, podía sentir su cuerpo temblar y su corazón querer salirse de su pecho.

-Ya debo irme-le dijo la joven estrella y un miedo atroz se apoderó de la rubia.

-?Qué quieres decir?-preguntó ésta en un hilo de voz.

-Ya mi tiempo en este espacio se ha acabado-contestó la joven volviendo a acariciar la mejilla de la rubia con sus dedos, de la misma forma como lo había hecho la primera vez-mi cuerpo ya no pertenece a este lugar.

-?No, espera!-dijo la rubia alarmada al ver como el cuerpo de Sora poco a poco se iba desvaneciendo frente a sus ojos-no me dejes por favor-le pidió-So…

Su voz fue acallada por los labios de la joven estrella, que la besó nuevamente, apretándola contra ella, arrebatándole el aliento por completo.

-Espera por mí-le dijo la joven sobre su boca-si me amas búscame Layla-le pidió, provocando que la rubia la mirara confundida.

-?Qué…quieres decir?-preguntó mirándola a los ojos, no entendiendo el significado de sus palabras.

-Prometo volver junto a ti-le dijo Sora sonriendo-pero debes encontrarme.

-Sora no…no entiendo.

-?Esperarías por mí?-le preguntó la joven japonesa con mirada seria-?estarías dispuesta a esperarme Layla?

-Sí-contestó con voz firme y con esa llama en su mirada que Sora tanto conocía y adoraba-voy a esperarte Sora.

-Entonces volveré-contestó la joven con una sonrisa-volveré junto a ti, pero deberás reconocerme.

-No entiendo.

-Mi cuerpo puede que no sea el mismo, pero mi corazón siempre estará latiendo por ti, así que búscame Layla-le decía mientras su cuerpo más y más iba desapareciendo.

-?Espera!-le pidió la rubia-?Cómo sabré que eres tú?-le preguntó tratando de sostenerla.

-Aquí-le contestó Sora colocando un dedo sobre su pecho, donde su corazón latía deprisa-podrás encontrar la respuesta-le dijo acercando nuevamente su boca a la de ella mientras la rubia cerraba sus ojos-mi corazón está sincronizado con el tuyo desde el primer día, y no importa la oscuridad que lo rodee, este siempre va a encontrar a su fénix dorado donde quiera que esté-le dijo volviendo a acariciar su mejilla de esa manera que Layla estaba empezando a conocer como una forma característica de Sora-te prometo volver por ti y para ti, mi fénix dorado-susurró, sellando su promesa con el roce de sus labios contra los de la rubia, en un beso tan dulce, tan tierno, y a la vez tan intenso y lleno de amor, que la ojiazul lo sintió hasta en la punta de sus dedos.

-So…ra-murmuró abriendo sus ojos, al sentir como el agarre que tenía sobre la joven japonesa se rompía, mientras ésta desaparecía frente a sus ojos-?Sora espera!-gritó queriendo sostenerla-no me… dejes… Sora-pidió en una súplica mientras caía de rodillas sobre la arena de ese escenario que tantas alegrías le había traído a su vida.

Un vacío inmenso se apoderó de ella, lo sintió tan pesado que la hizo temblar, en tanto sus lágrimas se desprendían de sus ojos como gotas de lluvia en un día de tormenta. Se sentía tan sola, tan horriblemente sola que pensó que se sofocaba.

-?Por qué?-preguntó con tristeza y un dejo de rabia y decepción en su voz-?Por qué las personas que amo me abandonan?-decía, apretando sus pu?os sobre su regazo-primero mi madre y ahora Sora-golpeo el piso con sus pu?os-? ?Por qué?!-dejó escapar abrazándose a sí misma.

-Tranquila Layla.

Una voz a su espalda hizo que se sobresaltara, giró el rostro pero debió cerrar de golpe sus ojos debido a la intensa luz que desprendía el cuerpo de la persona que había aparecido detrás de ella.

-Todo estará bien-decía la dulce voz que la acompa?aba.

La joven estrella miró nuevamente a la persona que apareció frente a ella y sus ojos se abrieron desmesuradamente por la sorpresa, su corazón se detuvo y su respiración se quedó trabada en su garganta al ver el rostro de quien le acompa?aba.

-?Ma…madre?-dejo escapar con sorpresa.

-Hola peque?a-le contestó Rola con una sonrisa tierna.

-?Tu…estas…aquí?-preguntó la joven rubia con voz temblorosa-no…-dijo moviendo la cabeza en negativo-no puede ser-siguió diciendo, no queriendo creer lo que veía-estoy perdiendo la razón-se dijo sosteniendo su cabeza mientras cerraba sus ojos.

-No estás perdiendo la razón Layla-le contestó su madre acercándose a ella y posando una de sus manos sobre su cabeza, acariciando su rubio cabello, sintiendo como la joven estrella se tensaba-yo estoy aquí-le dijo tomando su rostro entre sus manos para mirarla fijamente a los ojos.

La joven estrella miró el rostro sonriente de su madre, esa sonrisa dulce y tierna que por tantos a?os deseo volver a ver, estaba frente a ella y no podía creerlo, su corazón se llenó de calor mientras que sus mejillas se humedecían de las lágrimas que caían de sus ojos.

-?Madre!-dijo abalanzándose sobre ella, abrazándola con toda la fuerza que poseía, derritiéndose por dentro al sentir como su madre la atraía hacia ella y le acariciaba el pelo de la misma forma que lo hacía cuando era una ni?a-perdóname…perdóname…yo no quise…yo no quería…-trataba de decir entre sollozos.

-Shhh calma Layla-le decía su madre mientras seguía acariciando su cabello-sigues siendo la misma peque?a llorona de siempre-dijo con voz dulce, viendo como Layla levantaba el rostro para mirarla-no tengo nada que perdonarte Layla-le dijo con una sonrisa, mientras veía como una nueva ola de llanto ba?aba el rostro de la rubia estrella.

-Ma…dre-intentó decir ésta con voz rota-yo…

-No te sientas culpable por cosas que quedaron en el pasado, ni cosas que dijiste en aquel entonces-decía Rola, viendo como Layla giraba el rostro con un dejo de culpa y vergüenza-tu menos que nadie tiene la culpa de lo que pasó peque?a.

-Pero…

-No Layla-le dijo su madre con voz firme, provocando que la joven la mirara sorprendida-no quiero que vuelvas a sentirte culpable por lo que pasó, son cosas que no podían evitarse-le dijo sonriendo, con ese tono dulce y calmado tan característico de ella, que hacía que el corazón de la joven rubia se llenara de tranquilidad.

-Madre…gracias-la ojiazul la abrazó, sintiendo como una paz del tama?o del mundo la invadía-gracias…-volvió a repetir, hundiendo su rostro en el pecho de su madre.

-Escucha peque?a-la llamo Rola acariciando su rubia cabellera, provocando que la joven levantara el rostro para mirarla-mi tiempo aquí es limitado, pero antes de irme quiero decirte unas cosas.

-Madre no…por favor-rogó con voz llena de sentimientos-quiero quedarme aquí contigo.

-Eso no puede ser posible peque?a-le dijo Rola acariciando su rostro, meneando la cabeza en negativo al ver como la joven rubia abría la boca para hablar-Shhh-silenció sus labios con uno de sus dedos-entiendo la tristeza que sientes, perder a la persona que amas es lo más doloroso que puedes sentir, tanto que sientes que te sofocas y a tu cuerpo le falta el aire -decía con una sonrisa tierna al ver como los ojos de la actriz se abrían desmesuradamente y un ligero sonrojo se posaba en sus mejillas.

-Madre tu…cómo…yo-intentó decir, desviando la vista hacia el piso avergonzada, sintiendo como el corazón aumentaba la velocidad de sus latidos, temiendo la reacción de su madre al saber a quién había elegido como su interés amoroso, rogando con todas sus fuerzas no ver la decepción que seguro encontraría en los ojos de su madre, al saber que se había enamorado locamente de una chica y no de un chico como era considerado normal.

-No tienes por qué avergonzarte de lo que sientes peque?a-le dijo su madre levantando su rostro, viendo el tumulto de emociones que se sucedían en los azules ojos de la joven rubia, brindándole una sonrisa tierna-el amor es algo maravilloso y nunca debemos avergonzarnos de lo que sentimos por alguien más, sea esa persona chico… o chica-dijo tomando una ligera pausa al final-además…-volvió a sonreír-es una persona encantadora-dijo gui?ándole un ojo, haciendo que la rubia volviera a sonrojarse.

Layla sintió que el corazón le dio un vuelco en el pecho al escuchar las palabras de su madre, sintió una alegría inmensa invadirla, pero ésta duro poco al recordar los acontecimientos que habían ocurrido hacía apenas unos días y el corazón se le comprimió de dolor y sufrimiento.

-Ya no importa madre-le contestó con voz rota-ella…ella ya no está.

-Mírame Layla-le pidió tomando su rostro, obligando a la acróbata a que la mirara-?la amas?-preguntó seria.

-Con todo lo que soy y todo lo que podría ser-le contestó con seguridad y firmeza, provocando que una hermosa sonrisa floreciera en los labios de su madre.

-Entonces todo estará bien-le dijo quitando el flequillo de su frente y colocándolo detrás de su oreja.

-?Madre?-le cuestionó Layla.

-Sé que ahora mismo el dolor que sientes por haberla perdido te consume, puedo verlo en la tristeza que se refleja en tus ojos, todo eso pasará peque?a, pero debes seguir siendo fuerte como lo has sido hasta ahora, te espera un camino difícil y debes mostrar esa fortaleza que has desarrollado.

La joven rubia miraba a su madre confundida, no entendiendo qué quería decir.

-No entiendo Madre.

-Ella volverá junto a ti Layla-le dijo con seguridad, viendo como los ojos de la joven actriz se abrían enormemente y casi podía jurar que escuchaba latir el corazón de ésta de manera desbocada en su pecho.

-… ?Cómo?-quiso preguntar.

-Ella volverá-volvió a repetir su madre con convicción-pero debes encontrarla Layla, debes reconocerla, sólo así podrás tenerla junto a ti-le decía, acariciando su flequillo, mientras la confusión se hacía más patente en la mirada de la peque?a rubia.

-Sora…ella…ella me dijo algo igual-logró decir por fin, después de que el nudo que se había formado en su garganta descendiera-pero yo…no…no entiendo-decía negando con su cabeza, pensando que todo eso le parecía irreal.

-Muchas cosas difíciles se cruzaran frente a ti, momentos en los cuales sentirás que te hundirás en la tristeza. Pero eres fuerte Layla, y confío en que podrás salir airosa como ese fénix dorado que siempre vuelve a renacer de sus cenizas para brillar con más intensidad, tu eres ese fénix peque?a-le decía su madre con una sonrisa tierna.

-?Cómo podré saberlo madre?-preguntó inquieta, mirando los azules ojos de su madre, tratando de encontrar en ellos la respuesta.

-Sora ya te lo dijo Layla-le contestó Rola acariciando su mejilla-tu corazón siempre ha estado unido al de ella aunque no te hubieras dado cuenta…aquí-se?aló su pecho con uno de sus dedos, de la misma forma en la que Sora lo había hecho-podrás encontrar tu respuesta, pero debes confiar y tener mucha paciencia…paciencia peque?a-terminó diciendo, provocando más confusión en la actriz, que no terminaba de entender todo lo que estaba viviendo.

-Madre…

-Shhh-la silencio Rola-pronto vas a entenderlo-le dijo, mientras su cuerpo también comenzaba a desvanecerse, como el de Sora.

-?Madre!...?Espera!-intentó sostenerla, pero sus manos atravesaron el cuerpo de la rubia mayor, haciendo que un peque?o gemido de sorpresa se escapara de los labios de Layla.

-Ya mi tiempo aquí se ha acabado-le dijo, acercándose a su frente para depositar un ligerísimo, casi intangible, beso en su frente.

-No…por favor…

-Sé fuerte peque?a-le dijo Rola, mientras una luz brillantemente cegadora envolvía su cuerpo, resplandeciendo toda la arena, envolviendo a la joven estrella en ella.

-?Espera!-gritó, levantándose de golpe, su cuerpo estaba sudoroso y su respiración entrecortada, giró su cabeza a todos lados y se sorprendió al ver que ya no estaba en la arena del Kaleido Stage, el ondear de las cortinas con la brisa y la mullida suavidad sobre la que estaba le dejaron saber que se encontraba en su habitación y su corazón dio un doloroso vuelco en su pecho.

Colocó una de sus manos sobre su frente mientras se dejaba caer pesadamente sobre la cama, quitándola rápidamente al sentir algo robusto rozar su piel, notando así la venda que cubría la totalidad de su palma. Los recuerdos de las horas anteriores se agolpaban en su mente y una sensación de desasosiego le invadió el alma, mientras la tristeza amenazaba con consumirla otra vez.

-?Fue un…sue?o?-preguntó al viento, sintiendo contraerse su pecho. Cerró los ojos mientras cristalinas lágrimas se derramaban por el mar azul de su mirada, su cuerpo lo sentía aun tibio por el abrazo de su madre, tocó sus labios y una sensación de hormigueo se extendía sobre ellos, los sentía hinchados y calientes-No…-se dijo mientras se levantaba de la cama y se acercaba a la ventana, viendo como los últimos rayos del sol caían sobre Cape Mary en un atardecer dorado y brillante-no pudo ser un sue?o-se repetía así misma, cerrando sus ojos y aspirando el frio aire, donde podía sentir que el aroma de Sora y su madre se mezclaban con él.

Un calorcito intenso le recorrió el cuerpo, su corazón latió deprisa y los vellos de su piel se erizaron, las palabras de Sora y su madre retumbaban en su cabeza y una tranquilidad plena le invadía el alma por entero. Inspiro profundamente de nuevo, y con un nuevo fuego en sus ojos levantó su mirada hacia el cielo; la tristeza y el dolor aún se encontraban presentes, como una pesada losa de cemento sobre su cabeza, pero con ella, un nuevo sentimiento nacía en su pecho. Esperanza.

Así, con una ligerísima sonrisa aflorando en sus labios y su mirada aun puesta sobre el hermoso cielo, dejó escapar esas palabras que revoloteaban por salir de su pecho.

-Te estaré esperando Sora-susurró con convicción-esperaré por ti…mi ?ngel de Kaleido.

Continuará…

AN/: Como había dicho hace a?os, tuve muchas complicaciones con esta historia, debido a que mi disco duro se da?ó cuando ya la tenía muy avanzada y nunca pude recuperarla, razón por la cual la inspiración y las ganas de escribir se perdieron, aún tengo en mi mente cómo quería que se desarrollara, junto con el desenlace, pero esa espina que se me quedó aún está latente y por lo mismo no deja que me inspire lo suficiente para poder terminar de escribirla.

De igual forma, seguiré haciendo el esfuerzo para que la inspiración me llegue y poder darle final, ya que es una historia que me gusta y quisiera poder terminarla.

Alguna crítica o queja pueden dejarla en los reviews o me pueden enviar un PM, también se aceptan sugerencias, prometo tenerlas en cuenta.